Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

29 de agosto de 2010

La inseguridad como arma política

El drama humano de la inseguridad ha adquirido en Venezuela visos insólitos, que solamente pueden concebirse si la analizamos bajo la óptica de la política de Estado – tal como “el terror de masas” impuesto por Lenin como sistema de control social - pues no es posible imaginar que un gobierno sea tan irresponsable, ineficiente e indiferente ante el terrible dolor que causa el hampa y su incidencia en el aumento de la pobreza por la pérdida de bienes materiales – salario incluido - y el desplazamiento de los más humildes a otra zonas ¬abandonando la vivienda propia - para proteger la vida de alguno de sus miembros amenazado por una delincuencia feroz que no perdona ni tiene piedad, lo que evidencia la absoluta negación a su condición humana.

Lo primero que hizo Chávez al llegar al poder fue usar la vigencia del Código Orgánico Procesal Penal – una legislación del primer mundo aplicada en la barbarie cuartomundista venezolana, lo que demuestra el autismo de las élites pobrecitistas idiotizadas por el romanticismo – para liberar a doce mil delincuentes que esperaban juicio, cuyo retardo procesal no debió ser excusa para el perdón de sus crímenes, que fue en última instancia lo que ocurrió, porque ninguno de ellos fue llevado a tribunales posteriormente y fue un ejército de salvajes depredadores que se abatió sobre la sociedad inerme sembrando el terror que el régimen necesitaba para obligar a los venezolanos a abandonar su patria - tal como Fidel obligó a los cubanos a abandonar Cuba – dada la obstinación del pais consciente del valor de la libertad como elemento supremo del progreso humano, de plantarle cara a su proceso de comunistización que degrada al gentilicio y pauperiza los logros espirituales, intelectuales y sociales de la nación.

Hoy se calcula que un millón quinientos mil venezolanos – sobre todo jóvenes profesionales y descendientes de nacionalizados – han abandonado el país por miedo y las embajadas y consulados extranjeros están repletos de solicitudes de visas, para solaz y gloria de Fidel Castro que morirá pronto pero con la satisfacción de haber arruinado a Venezuela, su venganza por la inmensa derrota que hace 40 años le infligió en América Latina a su pútrida revolución, el patriota venezolano Rómulo Betancourt.

Aquí manda el hampa

Chávez es un remedo de gobernante – de verbo violento - cuyo gobierno está penetrado por ladrones de toda laya – eufemísticamente llamados corruptos, ahora fortalecidos por la participación de ladrones cubanos - y a cuya sombra los cuerpos policiales están “en un 20%” – sí, oh - en poder de la delincuencia, El Aissami, dixit, – gracias a Bernal y a Barreto que en inédita forma de control del hampa la incorporaron a sus policías, ejemplo que fue revolucionariamente seguido por las demás instancias oficialistas, acción irresponsable que ha situado a Venezuela en los primeros lugares de criminalidad con 70 homicidios por cada cien mil habitantes.

La población venezolana, estado por estado, municipio por municipio, es rehén de la delincuencia estimulada por la impunidad, llámese bandas organizadas, fuerzas paramilitares, guerrillas urbanas y extraurbanas – extranjeras y nacionales – carteles de la droga, tráfico de armas, trata de blancas, hampa común multinacional – como en tierra de nadie - o matraqueo cubano-venezolano, que la somete a todo tipo de chantaje, extorsión, robo de vehículos y enseres, secuestro, asalto, violación, arrebatón, sicariato, amenaza o asesinato “por resistencia al atraco”.

Las modalidades modernas incluyen las llamadas telefónicas que exigen cantidades de dinero para evitar un supuesto secuestro o un crimen o protección contra el robo de vehículos – lo que se ha determinado las hacen criminales desde las cárceles del país - pasando por el secuestro convencional y el secuestro express – que incluye el practicado a unidades de transporte público cuyos pasajeros deben llamar a sus familiares para que paguen el rescate (entre julio de 2008 y julio del 2009, hubo en Venezuela 16.917 secuestros, de ellos un 82% en la modalidad Express, revela un reportaje de El Nacional) - comisiones para cobro de deudas u otorgamiento de contratos con entes oficiales – corrupto y delincuente es lo mismo - hasta asaltos en plena carretera a unidades de transporte masivo cuyos pasajeros son vejados y despojados de sus pertenencias y de su dignidad.

Esta realidad nos refleja que en Venezuela manda el hampa, porque el subgobierno – el gobierno está en Cuba - que se ha instalado en el país está solamente interesado en prorrogar indefinidamente la posibilidad de continuar el saqueo. Sin embargo, en estado cataléptico ante la realidad Chávez culpa a los medios de comunicación, a pesar de que un voluminoso informe de su Sala Situacional, binacional, le advierte que es incierto (87.5%) que el pueblo sea influenciado en su visión de la inseguridad por las noticias o fotografías de los medios de comunicación.

El drama del barrio

La verdad es el único enemigo poderoso que tiene Chávez y la realidad se ha encargado de develarla, por eso acaba de perder – según sondeos de opinión – lo más preciado para un político, no su popularidad, que es veleidosa, y depende, en su caso, de su infinita demagogia, sino su credibilidad.

El pueblo ya no le cree ni la hora de su costoso reloj. Pero lo más grave es que en verdad verdadera, Chávez no está interesado en resolver los problemas del pueblo porque en la dependencia y el miedo está su sustento. Pero el pueblo esperanzado - chavista y no chavista – ha percibido esta perversión que lo ha colocado en total estado de indefensión.

Uno de los nuevos embates del hampa es el cobro de vacuna para preservar la vida de los hijos del pueblo que caen en prisión. Al prisionero le es arrancada con violencia la información necesaria para que los compinches de los criminales, notifiquen al familiar el monto a pagar semanalmente, dependiendo de sus ingresos, Y todos pagan. Desde el más humilde obrero de la construcción hasta el bodeguero tienen que pagar porque si no lo hacen a tiempo, el hijo muere de manera terrible para escarmiento. Pero eso no le interesa a Chávez. Como tampoco está interesado en el drama de los desplazados, situación que agrava el problema de la pobreza: Si alguna persona, por casualidad, es testigo de un acto delictivo o de un crimen, es señalada como próxima víctima. Y debe mudarse del barrio. Desaparecer del área de influencia de la banda. Y eso significa abandonar su vivienda y emigrar con toda su familia, porque quien se quede paga, a lugares donde debe vivir en condiciones paupérrimas de desarraigo. Con el miedo en la piel. Pero qué le puede importar eso a Chávez.

Todavía no se ha percatado que de los cerros es que están bajando los muertos y el dolor de las madres en las morgues. Cuando, por equivocación popular, Chávez llegó al poder, los jóvenes que hoy sucumben en ajustes de cuentas o en enfrentamientos policiales, eran niños entre cinco y diez años. Y este inmenso mega fraude de proporciones históricas, con ingresos petroleros y tributarios jamás soñados por los 40 años de democracia, un apoyo popular sin precedentes y una cohesión política incondicional que le subordinó los demás poderes, no fue capaz de invertir en políticas públicas que ofrecieran un porvenir a esa juventud. Porque, aunque el hampa es una elección voluntaria, en el caso venezolano ha sido el gobierno, con su despilfarro y privilegio a naciones extranjeras en detrimento del sistema productivo nacional generador de empleos, el que ha empujado a los jóvenes rebeldes de los estratos más humildes hacia el delito.

La reversión electoral

Sin embargo a Chávez le está saliendo el asunto por las antípodas: Tanto su maldad como la de su corte de aduladólares, creyeron que el hampa solamente afectaría a la clase media – que viene del pueblo suburbano de la nación - y le dejarían el país para que hiciera de las suyas con los menos informados y más dependientes. Pero, en primer lugar nos negamos a irnos y le hicimos frente durante once años hasta ponerlo en el desamparo donde está hoy. Y, para su sorpresa, los más lesionados han sido precisamente los de las clases populares que lo sustentaron, que han visto como en estos once años la criminalidad ha contaminado su modo de vida, sumiéndolos en el miedo, por la suerte propia y la de los suyos, y en el luto cotidiano por el imperio de la muerte artera que cercena juveniles ilusiones. Por eso de la noche a la mañana reconoce tímidamente su culpa, pero extendiéndola a los gobernadores y alcaldes de oposición a quienes su maldad ha despojados de sus recursos. Pero ya el pueblo no le cree: Sabe que su luto y miedo son culpa suya y lo está esperando en la bajadita del 26S para cobrárselas. Y cierro con las palabras de la eminente ministra de lo improbable María Cristina Iglesias: “Nadie ha hecho tanto por la inseguridad como este gobierno”: Eso es indiscutible.
Rafael Marrón González

Leer más »

22 de agosto de 2010

comunismo secta de asesinos

Cuanto me hubiera gustado ver la cara de Vanessa Davies cuando Fidel le espetó – sin anestesia - que socialismo es… comunismo... “tal como lo dijo Marx”. ¡Comunismo! A Chávez la parapara del ojo izquierdo le dio un vuelco y saltó a socialdemócrata y el Cardenal Urosa gritó ¡yessss!, haciendo la señal de costumbre, como bien lo caracterizó Weill, mientras los aduladólares del PSUV corrían hacia el cuarto a hacer las maletas, como les recomendó, ya moribundo, Muller Rojas, según Patricia Poleo.

Qué oportuno fue Fidel, pues por mucho que se lo dijimos al pueblo esperanzado, chavista y no chavista – aunque en un 80 % largo rechaza al mal de la felicidad que mientan “comunismo” - no había manera de que entendiera que “socialismo” es el ropaje diplomático del hórrido sistema criminal comunista y que Chávez nos lleva hacia allá, como lo advirtiera Raúl Castro – para que despertáramos – cuando les dijo a los periodistas “Cuba y Venezuela son la misma cosa”.

Espero que ahora, luego de esta contundente e inapelable declaración del máximo amo de Venezuela, el pueblo esperanzado deje el enamoramiento tóxico y se sacuda esa modorra idiotizada que lo lleva al matadero. Pero la actitud de ese pueblo es comprensible, por su ingenuidad patológica, lo que indigna es la cómplice laxitud moral de los llamados "intelectuales de izquierda", que han guardado un silencio ominoso con los espantosos crímenes de la secta más criminal de la historia de la humanidad.

Esta verdad debe ser difundida en todo el planeta y debe ser materia obligatoria en todas las escuelas para impedir que el discurso romántico de la "justicia social" que propugna el socialismo – el vestíbulo del infierno - que esconde las zarpas de este sistema liberticida, atrape mentes ingenuas de jóvenes soñadores.

Iniciando esta cruzada contra el crimen organizado del comunismo, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa aprobó una resolución en favor de "una condena internacional de los crímenes de los regímenes comunistas". La Asamblea pone de manifiesto en la resolución que los regímenes comunistas que hubo en Europa "estuvieron marcados, sin excepción, por violaciones masivas de los derechos humanos que incluyeron asesinatos y ejecuciones".

También señala que esos crímenes "se justificaron en nombre de la teoría de la lucha de clases y del principio de la dictadura del proletariado", lo que "hacía legítima la 'eliminación' de las categorías de personas consideradas perjudiciales para la construcción de una nueva sociedad, y por tanto enemigas de los regímenes comunistas". Y reclama que “la caída de los regímenes comunistas de Europa central y oriental no ha sido seguida por una investigación internacional exhaustiva y profunda, ni por un debate sobre los crímenes cometidos por estos regímenes. Además, los crímenes en cuestión no han sido condenados por la comunidad internacional, en consecuencia, el gran público es muy poco consciente de los crímenes cometidos por los regímenes comunistas.

Los partidos comunistas son legales y todavía activos en ciertos países y parecería que una suerte de nostalgia del comunismo esté todavía presente en ciertos países – en Polonia fue proscrito como ideología criminal - con el peligro de que los comunistas vuelvan el poder.

La Asamblea está convencida de que la toma conciencia de la historia es una de las condiciones que hay que cumplir para evitar que crímenes similares se reproduzcan de ahora en adelante. Además, el juicio moral y la condena de los crímenes cometidos desempeñan un papel importante en la educación consagrada a las jóvenes generaciones. Una posición clara de la comunidad internacional sobre este pasado podría servir para ellos de referencia para su acción futura”.

Esos crímenes deben ser condenados

“Quedan regímenes comunistas en ciertos países del mundo, y continúan cometiéndose crímenes. Los intereses nacionales no deben impedir a los países condenar vivamente todas estas violaciones de los derechos del hombre. La comunidad internacional debe tomar claramente posición sobre los crímenes cometidos por los regímenes comunistas.

Todos los antiguos países comunistas de Europa, a excepción de Bielorrusia, son hoy miembros del Consejo, y la protección de los derechos del hombre y el Estado de derecho son los valores fundamentales que defiende este organismo. En consecuencia, la Asamblea parlamentaria condena con vigor las violaciones masivas de los derechos de hombre cometidas por los regímenes comunistas y rinde homenaje a las víctimas de estos crímenes”.

Cómo reconocer un régimen comunista

“Los regímenes comunistas se definen por un cierto número de características, particularmente la dominación de un partido único de masas vinculado a la ideología comunista (el PSUV es el verdadero partido comunista en Venezuela, el PCV es un prescindible apéndice intrascendente). El poder se concentra en manos de un pequeño número de dirigentes del partido, que no considera necesario rendir cuentas ni respetar la primacía del derecho (ya la rendición de cuentas se considera un acto publicitario no vinculante).

El partido ejerce sobre el Estado un control tal que la separación entre estas dos nociones desaparece, y este control se extiende, además, a todos los aspectos de la vida diaria de la población, a un nivel sin precedentes. El derecho de asociación no existe, el pluralismo político es abolido y toda oposición y tentativa de organización independiente, son severamente reprimidas.

Por otro lado, la movilización de masas por parte del partido o de sus organizaciones satélites es impuesta. Para asegurar su imposición sobre la esfera pública y prevenir toda acción que escapa de su control, estos regímenes desarrollan las fuerzas policiales (y militares) a un punto jamás alcanzado, establecen redes de informadores y animan la delación. Los medios de comunicación de masas son monopolizados y supervisados por el Estado (ya en Venezuela quedan muy pocos medios independientes y el acoso no se detiene). Se aplica censura previa. En consecuencia, el derecho a la información es violado y no existe prensa libre.

La nacionalización de la economía, característica permanente del comunismo directamente atado vinculado a su ideología, impone restricciones a la propiedad privada y la actividad económica individual. Debido a ello, los ciudadanos son más vulnerables frente al Estado que tiene el monopolio del empleo y representa la sola fuente posible de rentas (por eso la destrucción de la productividad empresarial privada y la quiebra forzada de las empresas de Guayana).

El sistema comunista duró más de setenta años en la Unión Soviética y de cerca de 45 años en otros países europeos. Fuera de Europa los partidos comunistas están en el poder desde más de cincuenta años en China, en Corea del Norte, en Vietnam (donde se dan cambios democráticos) y en Cuba y cuarenta años en Laos. Varios Estados de África y de Asia, bajo influencia soviética, tuvieron durante cierto tiempo gobiernos comunistas. Más de veinte países, en cuatro continentes, pueden decir haber sido comunistas o haber estado bajo régimen comunista durante un cierto periodo.

Además de la Unión Soviética y sus seis satélites europeos, la lista comprende Afganistán, Albania, Angola, Benin, Camboya (Kampuchea), China, el Congo, Cuba, Etiopía, Corea del Norte, Laos, Mongolia, Mozambique, Vietnam, Yemen del sur y Yugoslavia. Antes de 1989 el número de personas que vivía bajo régimen comunista ascendía a más de mil millones”. Y la secuela de crímenes, torturas, esclavitud laboral, división de la familia, no ha sido debidamente denunciada por los Estados liberales para alertar al mundo en desarrollo del peligro de esta secta de asesinos.

En conclusión

“Se confirma que la dimensión criminal de los regímenes comunistas no fue el fruto de las circunstancias, sino más bien la consecuencia de políticas deliberadas concebidas por los fundadores de estos regímenes hasta antes de alcanzar el poder.

Los dirigentes comunistas históricos jamás escondieron sus objetivos, que eran la dictadura del proletariado y la eliminación de los opositores políticos y de las categorías de población incompatibles con el nuevo modelo de sociedad.

La ideología comunista, por todas partes y en cada época cuando ha sido puesta en ejecución siempre acabó en un terrorismo masivo, crímenes y violaciones de los derechos humanos a gran escala”.

La historia solamente tiene sentido si la asumimos como faro para no encallar en los mismo errores del pasado. Es la ignorancia lo que hace al hombre tropezar dos veces con la mima piedra. Hay que impedir que Venezuela caiga en el poder de esa secta de asesinos.
Rafael Marrón González
Leer más »

15 de agosto de 2010

¡Sálvate Cleto…!

El mundo estupefacto observa la súbita reacción de Chávez llamando a las narcoguerrillas de las FARC a deponer las armas, abandonar la lucha armada y soltar a los rehenes, luego de años de defender a este grupo terrorista y de pedir que se le considerara como una fuerza beligerante con propósitos legítimos – nada menos que destruir el orden republicano de la nación colombiana – y de pedir a los países del mundo que quitaran a este movimiento criminal – que ha cometido las más horrendas violaciones a los derechos humanos, como mantener personas encadenadas durante lustros – la tipificación de organización terrorista, y de considerar públicamente al bestial asesino Manuel Marulanda como un prócer de la libertad – permitiendo que se le erigieran bustos y se le rindieran honores - y de haber escuchado el planeta castellano al entonces ministro de Relaciones Interiores, Ramón Rodríguez Chacín, cuando el show de liberación de Clara Rojas y Consuelo González, manifestar a los terroristas: “Ehh… en nombre del Presidente Chávez… estamos muy pendientes de su lucha. Mantengan ese espíritu, mantengan esa fuerza y cuenten con nosotros. Cuídense camaradas”, sale ahora con ese discurso retrogradado, concediéndole la razón a Álvaro Uribe, a quien ha insultado de todas las formas habidas y por haber – aunque de lejitos, porque frente a frente fue Uribe quien le espetó un “Sea varón” que lo dejó tan turulato como con aquel imperial “¿por qué no te callas” - por su férrea decisión de derrotar militarmente a las guerrillas narcoterroristas de las FARC y del ELN y someter a sus líderes – de ser capturados vivos – a la vindicta pública, como debe ser la actuación de un Jefe de Estado responsable por la seguridad y bienestar de la sociedad, mientras Chávez pretendía que se rindiera y en nombre de la paz de los sepulcros les entregara el poder a estos facinerosos amparados por la idiotez izquierdista de doble moral.

También se asombran los analistas políticos extranjeros del súbito cambio de talante con Juan Manuel Santos, de quien Chávez había dicho: “Ojalá que en Colombia haya un Gobierno decente y cuando digo decente creo que pudiera ser (uno de) cualquiera de los demás candidatos, menos el señor Santos, el señor de la guerra, el pitiyanqui número uno de Colombia. Mafioso y amenaza para la región”. Y es que ese cambio de actitud tiene mucho que ver con que – derrotado externa e internamente - está atrapado entre las acusaciones de albergar y proteger terroristas – que Uribe, como ciudadano, llevó a la Corte Penal Internacional en nombre de las víctimas, ofreciéndose como testigo de cargo - y el uso impune del territorio venezolano para el tránsito de la droga que llega a Europa, América Central y África: “Cuídate de que los gringos te vinculen con el narcotráfico”, le dijo hace años Fidel.

Todo eso lo sabe Uribe, y le montó esa trampita denunciándolo en la OEA, a sabiendas de cómo iba a reaccionar, para facilitarle las relaciones futuras a Santos con Venezuela, operación de alta política que le salió redondita. Y, rodillas en tierra, tal como lo esperaba Uribe, entrega a sus amigos terroristas de las FARC – se comprometió en Colombia “a no permitir la presencia de grupos armados en su territorio” (¿qué opinarán las víctimas de estos grupos en Apure, Táchira, Zulia y Barinas?). Para salvar su pellejo. Que un hombre tan soberbio y orgulloso – que habla como el dueño de la dignidad nacional – haya aceptado el “ven a saludarme, aquí en territorio colombiano” que le extendiera Santos para rubricarle la derrota allá en Santa Marta, donde murió Bolívar abandonado, y que no se atreviera en su discurso a mencionar su gobierno como “revolucionario”, sino simplemente como “gobierno de Venezuela” sólo se explica por lo de salvar su pellejo.

No hay asombro…

Pero el asombro del mundo exterior se deriva de su desconocimiento del verdadero carácter del presidente de Venezuela por equivocación popular.

Este hombre, formado en la escuela de paracaidistas, no es nada más que un sobreviviente patológico. Lo demostró el 4F cuando dejó a sus hombres luchar y morir solos y él – a resguardo del Museo Militar - se entregó para salvar su pellejo. Lo demostró el 11A, fecha memorable por haber sido grabada su dócil entrega – trajeado con ropa deportiva - al Cardenal Ignacio Velasco - a quien luego insultó hasta su muerte - dejando en la orfandad a todo su tren ejecutivo y a hombres como el policía Bernal que pistola en mano exigía combatir, pero salvar su pellejo era su principal propósito.

Lo demás, pueblo y hombres que lo seguían, que se resolvieran como pudieran. Aquel “mándenme para Cuba” quedó para la historia. Y ha seguido demostrando esa patología en distintas etapas de su proceso de destrucción nacional, cada vez que la situación política se le altera.

Muchos creen que esas contramarchas obedecen a estrategias, sin embargo demostrado está que no son otra cosa que maniobras para salvar su pellejo. Por eso tiene el país lleno de cubanos: Para salvar su pellejo en caso de una asonada popular. Lo que no sabe es que los cubanos tienen orden de salir para Maiquetía si la cose se pone fea.

Por eso disminuye a nuestra Fuerza Armada y es tan exagerado su sistema de seguridad personal – que incluye hasta un probador de comidas ¿cubano? - configurado con decenas de anillos concéntricos de hombres desarmados por el anillo siguiente, que causan estupor en sus viajes internacionales. Para salvar su pellejo. Por eso le miente al pueblo con promesas imposibles y lo engaña con sobornos baratos y trata de seducirlo con empoderamientos ficticios: Para salvar su pellejo.

El silencio que trata de imponer a los medios de comunicación democráticos y la amenaza sobre los líderes políticos y la criminalización de la protesta sindical y laboral y el encarcelamiento de disidentes. Para salvar su pellejo. Como es el caso de la juez Afiuni, presa por recordarle que el Poder Judicial puede ser independiente, cuando lo desee, y eso pone en peligro su pellejo.

¿Cuántos de los hombres que lo ayudaron en sus inicios políticos y lo encumbraron han sido desechados, humillados, ofendidos y perseguidos para complacer a los duros del comunismo que colocaron al fidelista a ultranza Elías Jaua en la vicepresidencia de la República ? Para salvar su pellejo. ¿Por qué, salvo los talibanes enrojados que se disfrazaron de militares, el pueblo se reía de su supuesta declaración de guerra a Colombia? Porque ya intuye que este tipo a la hora de las chiquiticas prefiere un aquí corrió que un aquí murió.

El pueblo es escalera desechable

Así que, señores, a Chávez solamente le importa el pellejo de Chávez: El pueblo es escalera desechable para sus ansias de poder. A Chávez no le importa el sufrimiento del pueblo y las evidencias están a la vista. Las morgues de la república están atestadas de víctimas del hampa, en su inmensa mayoría del pueblo esperanzado que vio en su ascensión al poder una posibilidad para resolver su miseria.

Muchos de los homicidas eran niños cuando llegó al poder con la promesa de recoger a todos los niños de la calle o cambiarse el nombre si incumplía. Pero lo absorbió la dura tarea de salvar su pellejo y ni siquiera menciona los elevados índices de inseguridad que lesionan los derechos ciudadanos. No es su problema que el hampa sea una salida para demasiados jóvenes del pueblo esperanzado como no lo es el desempleo ni la inflación – que es un impuesto perverso que sólo paga el pueblo - ni que el salario básico – que es el salario del promedio de los trabajadores – alcance solamente para adquirir el 47% de la cesta básica. Su problema fundamental es salvar su pellejo.

Que se pudran cientos de miles de toneladas de alimentos que pudieron servir para alimentar a millones de venezolanos, por la ineficiencia y corrupción de su gobierno le es indiferente, pues él solamente tiene en mente salvar su pellejo. Y si para salvarlo es necesario permitir el saqueo de la nación por parte de propios y extraños como los cubanos – que en legión zamural han caído sobre el alguna vez sagrado suelo de la patria – será permitido porque salvar su pellejo es esencial y para ello no vacila en acudir a estrafalarios rituales – que según el padre Palmar mantienen en Miraflores un permanente olor a fosa común - que llegan hasta el manoseo sacrílego de la osamenta de Bolívar en busca de algún trozo de metacarpo suelto para elaborar un amuleto de protección sobrenatural. Para salvar su pellejo. Y un hombre así todavía tiene seguidores: Qué inmenso es el poder del dinero fácil y la promesa de vivir sin trabajar.
Rafael Marrón González


Leer más »

13 de agosto de 2010

¿ES DEMÓCRATA EL PRESIDENTE?

Se considera demócrata un presidente cuando su legitimidad política se sustenta en su actuación en el marco del Estado de Derecho. La Constitución, que es el conjunto de leyes fundamentales, llamadas constitucionales que definen el régimen político de una nación, es la que establece la normativa institucional del Estado de Derecho. Lo contrario a Estado de Derecho es Estado Forajido, en el que se registra la concentración de los poderes en un solo individuo con la inexistencia de contrapesos en el ejercicio de la autoridad.

Invito a un sujeto a una rueda de prensa a realizarse en pro de la defensa de algunos postulados de la democracia. Me expresa su inconformidad con nuestra posición, señalándome que “ustedes están equivocados, en Venezuela, jamás un presidente ha sido tan demócrata y tolerante como este, hay que ver lo que le dice la prensa y él no ha cerrado medios de comunicación ni ha puesto preso a ningún periodista”.

Me recibe a regañadientes la invitación y, ante mi insistencia, promete asistir. No lo hace. Envía un representante que entrecomilla mi declaración en franca violación a la libertad de expresión, concediéndome la evidencia de su intolerancia. No es un demócrata, con la insolencia que le concede la transitoriedad del cargo a los minusválidos éticos, veta, silencia, censura al adversario, porque lo considera un enemigo. No un oponente político.

Es que el discurso belicista cala. Toda revolución es pre política, ante el poder de la violencia sobra el diálogo. El que no está conmigo está contra nosotros. Carece de derechos. “Porque nos da la gana y “micomandante” quiere”. Por ello la revolución se acata o se combate, considero infantil pretender dialogar con quien tiene preconcebido un modelo de sociedad, excluyente, tanto de la individualidad como de la pluralidad, cuya imposición sería a través del poder intimidatorio de la turba, que usurpa la definición de pueblo (que en su acepción más popular y conocida es gente común, trabajadora y humilde de una población), estimulada por la promesa de impunidad, y debidamente idologizada para comprometer su incondicionalidad al líder, protegida por una parainstitucionalidad ilegal, cuyo componente paramilitar, surgido de la misma turba, entrenado por traidores institucionales, pretende sustituir la Fuerza Armada, en la imposición de la fórmula ceresoliana, que execra a los partidos políticos, líder, pueblo, ejército, pero traducida a líder, turba, círculos violentos, que es la realidad oclocrática oculta bajo el manto “revolucionario”.

Lo que ha impedido o aplazado por ahora la realización de tal perversión ha sido la férrea oposición de los Medios de Comunicación que han despertado de su indiferencia tradicional a la sociedad civil, aunado a la inmensa ineptitud del Presidente, la mediocridad de sus colaboradores y la vergonzosa corrupción de sus incondicionales. Pero el peligro antidemocrático subsiste bajo un hipócrita discurso “democrático”, que se evidencia en realidad enemigo de la democracia al preconizar la “igualdad (que puede ser impuesta nivelando por debajo) por encima de la libertad”.

¿ES DEMÓCRATA EL PRESIDENTE?:

En el diario El Nacional, el político Carlos Tablante escribe: “Cuando
el presidente Hugo Chávez habla de una revolución que no aparece en el texto constitucional y lo hace de manera excluyente y amenazante. Cuando promueve la descalificación y el odio y trata a sus adversarios como enemigos. Cuando en tono irónico nos dice que gobernará hasta el 2021. Cuando le hace apología al golpe de Estado del 4 de febrero y a la actitud agresiva de Lina Ron y de algunos círculos bolivarianos, usando el odio y la ofensa en el método de su discurso, está hiriendo la democracia”.

El filósofo Eduardo Vázquez, declara:

“Hugo Chávez no es un demócrata, es un enemigo de toda sociedad organizada democráticamente, con capacidad de resistir y con capacidad de impugnar medidas de gobierno. Lo que le gusta es el poder omnímodo. La idea de acabar con Miraflores, el símbolo del poder, responde a que le molestan las instituciones. Para él la casa de gobierno debe estar en un cuartel, en Fuerte Tiuna. Le gusta el cuartel con soldados obedientes. Para él la vida verdadera es el cuartel. (…) El lenguaje de Chávez es de negación absoluta, de destrucción. Todo lo que encontró es malo, corrompido y hay que destruirlo. Dicen que ese es su estilo. No, no es su estilo; es su filosofía: la negación de la libertad de pensamiento. Los colaboradores de Chávez son estalinistas y el gobierno bolivariano es una repetición del estalinismo, que condujo a Rusia a ser hoy el país europeo con más problemas: el que tiene más mafias, más corrupción, más contaminación. Una herencia de Stalin. En Venezuela teníamos un proceso en marcha, y el lo destruyó. La solución era fortalecer las instituciones, pero prefirió destruirlas. Nada de lo que ha creado funciona, nada”.

Y el ensayista e historiador Ángel Bernardo Viso, puntualiza:

“Chávez, luego de asumir la Presidencia, siguió siendo un jefe golpista. Se ha comportado como un agitador y continuará comportándose como un agitador. Solo es capaz de percibir la realidad desde la perspectiva del agitador. Se cree un jefe de montoneras, un radical revolucionario o el Che Guevara. Es una víctima de la ideología. (…) El chavismo nunca quiso tener una Constitución. Mi tesis es que la constitución fue el instrumento para destruir la llamada cuarta república. (…) Fue diseñada para no aplicarla, para no cumplirla. (…) Es una constitución de papel. Chávez quiere convertir todas las instituciones en instrumentos de su política. El proyecto chavista es revolucionario. No lo ha podido poner en práctica totalmente, pero está en ejecución. Si lo dejamos, lo ejecuta en su totalidad. Chávez es un proyecto de fürer, y se consolida es un fürer. (…) Yo fui educado para no tolerar las tentaciones autoritarias de nadie. Chávez quiere establecer una tiranía”.

¿Y CÓMO PIENSA CHÁVEZ?

Prisión de Yare, julio de 1992: “Las fuerzas que pugnan por la transformación irán radicalizándose y asumiendo claras posiciones de lucha, obligadas por una disyuntiva de existir o perecer. Se inicia asimismo, en este lado del escenario, una acumulación de fuerzas transformadoras que van siendo encarriladas por una sola vía. La escalada del conflicto y su desencadenamiento en una guerra civil, fratricida, pero justa y legítima”.

SU REACCIÓN ANTE LA DECISIÓN DEL TRIBUNAL SUPREMO LO DEFINE:

Cuando el Mariscal Sucre presenta su renuncia formal ante el Congreso de Bolivia, le ruega a éste que le despoje de la inmunidad que le da la Constitución para que se le investigue y juzgue por su ejecutoria administra¬tiva: "...Si no se puede juzgar al Sucre Magistrado que se juzgue al Sucre ciudadano", exige en su discurso, y añade: "...Yo he gobernado; el bien o el mal yo lo he hecho; pues por fortuna la naturaleza me ha excluido de esos miserables seres que la casualidad lleva a la magistratura y que, entrega¬dos a sus ministros, renuncian hasta la obligación de pensar en los pueblos que dirigen".

El señor Hugo Chávez al enterarse de que el Tribunal Supremo había decidido derogar el artículo del Código Orgánico Procesal Penal que reservaba al Fiscal General la potestad de solicitar su enjuiciamiento, y consagraba que “aquel que tenga la condición de víctima podrá solicitar el antejuicio de mérito”, decidió, acompañado de Freddy Bernal, visitar algunos barrios de Caracas, como las Malvinas, los 70, El Topito y El Winche, y allí entre otros despropósitos inconstitucionales, declarándose en rebeldía, dijo: “Desde el corazón del pueblo les advierto a los enemigos de la Patria, a los contrarrevolucionarios que pudieran estar pensando que a Chávez lo van a tumbar, lo van a enjuiciar, lo van a sacar del gobierno, que no lo van a poder hacer porque conseguirán millones de venezolanos de pie dispuestos a defender la democracia bolivariana”.

Con esto quiere decir que su gobierno puede tranquilamente malversar los millones de dólares que le de la gana, violar la Constitución, someter a su arbitrio a los demás Poderes constitucionales, privilegiar económicamente a países extranjeros que le son políticamente afectos en prejuicio de la nación venezolana, intimidar o masacrar al pueblo que le es adverso, y no se le puede enjuiciar porque “millones” de chavistas lo impedirán”. Esta es la expresión de un oclócrata que se considera por encima del Estado de Derecho, lo que evidencia su aspiración a un Estado Forajido. No se lo permitamos. El que calla otorga. La calle es nuestra. Y la razón también.

¿SABÍA USTED QUE INTERNACIONALMENTE SE HA AMPLIADO EL CONCEPTO DE CONSPIRACIÓN?

La experiencia peruana del dúo Fujimori-Montesinos, en la cual un gobierno electo democráticamente conspiraba contra los derechos humanos y el sistema político, llevó a la expansión del concepto, señalando que la conspiración no se producía solo en los golpes de Estado, sino también por la falta de respeto generalizado a los derechos humanos y la inexistencia del Estado de Derecho.

UN DISCURSO CONTRA LA INSTITUCIONALIDAD:

El discurso de Chávez contra los partidos políticos, incluyendo a su disminuido y silencioso movimientico electorero, y la exaltación desmesurada de sus grupos paramilitares, encubiertos bajo el sofisma de “organizaciones populares de servicio social”, únicos en quien confía su destino político, es la confesión más palpable de su estructura antidemocrática.

Los pilares fundacionales de la democracia, sin excluir otros valores como las elecciones libres, que de por sí no constituyen elemento suficiente para asegurar la vigencia de la democracia; son tres: la separación e independencia de los poderes públicos (que son la garantía de la constitucionalidad y del respeto a los derechos humanos y a las libertades públicas), la libertad de expresión (que garantiza la voz de la disidencia y denuncia las perversiones del gobierno, sin leyes de desacato, ni penalización a la crítica a la autoridad ni limitaciones al acceso a la información) y los partidos políticos (que representan el puente entre la sociedad y el Estado). La evidente sumisión de los poderes constitucionales llamados a equilibrar la autoridad del poder ejecutivo y a supervisar sus ejecutorias, la persecución verbal contra la libertad de expresión, ya traducida en agresiones físicas de la turba contra medios y reporteros, y en el homicidio intencional y alevoso contra Jorge Tortoza, con la perversa intención de generar autocensura, y la destrucción de los partidos políticos, mantienen preocupada a la comunidad internacional por la democracia venezolana. El consenso es que está en peligro.

¿Y QUÉ OPINA LA OEA?:

Durante la XXXII Asamblea General de la OEA, que tuvo lugar en Barbados, el relator especial, en materia de libertad de expresión, de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, Eduardo Bertoni, expresó suscribir plenamente las conclusiones de la CIDH en su visita a Venezuela: “la falta de independencia del Poder Judicial (60% de los jueces en Venezuela son provisionales y se cuestiona la forma como fue designado el Tribunal Supremo de Justicia y el Poder Ciudadano); las limitaciones a la libertad de expresión (no se puede decir que existe plena libertad de expresión partiendo simplemente del hecho de que no haya periodistas presos ni medios de comunicación cerrados); el estado deliberativo de la Fuerza Armada, el grado extremo de polarización de la sociedad (el señor Chávez gobierna para un sector de los venezolanos, el suyo), el accionar de los grupos de exterminio, la falta de coordinación entre las fuerzas de seguridad (empujadas irresponsablemente una contra otra), la poca credibilidad de las instituciones de control causada por la incertidumbre de su designación y la parcialidad de sus actuaciones (el fiscal general y el “defensor” del pueblo son ejemplos patentes. Sin dejar de mencionar a la flamante Procuradora que derivó en defensora del gobierno. ¡Qué tristeza!). Todo esto representa una clara debilidad de los pilares fundamentales para la existencia del Estado de Derecho en un sistema democrático (y le faltó la sumisión de la mayoría oficialista de la Asamblea Nacional, que recibe ordenes hasta públicas del ciudadano presidente)”. Nota: Las acotaciones entre paréntesis son de Rafael Marrón González.
Rafael Marrón González
Leer más »

7 de agosto de 2010

Mire mijo, esto sí es socialismo

Sinceramente me conmueve la ingenuidad de la ignorancia. Leo las declaraciones de sindicalistas de las distintas empresas de Guayana – sometidas a un proceso perverso de destrucción paulatina por la desinversión, la politización y la mala gerencia – que, como los de Sidor, apoyaron estatizaciones por considerar que el patrono gobierno es mejor para superar los conflictos contractuales que el patrono privado, y engañados con el discurso del socialismo que fue entendido y comprado como “capitalismo pa´los obreros”, que reclaman airados al patrón gobierno “que les han quitado su seguro de HCM - y los mandan para Barrio Adentro – que no les pagan los bonos por méritos ni les auxilian con el seguro para los carros ni con las mensualidades para los colegios privados de sus hijos, ni reparten las líquidas y exigen transporte, tabulador salarial y reajuste de pensiones a jubilados y pago de dividendos para los accionistas Clase B”

Que son cláusulas de sus contratos colectivos y compromisos de la empresa con sus trabajadores, y califican, decepcionados, como “falso socialismo” el sistema al que se acogieron por voluntad manipulada, porque, hay que decirlo, así como debe ser nulo todo contrato que se firme bajo estado de necesidad, también lo es todo compromiso político derivado de la ignorancia, pues, el consentimiento a una propuesta política que afectará el cuerpo social de la nación, es un acto de alta responsabilidad y, por lo tanto, tiene que tomarse previo acceso a información suficiente, oportuna y veraz.

Porque usted no dará su aprobación a una operación delicada que cambiará su vida sin consultar con varios especialistas y conocer ampliamente sobre el caso; entonces, por qué para entregarle el poder a un mesiánico de verbo cuajado de ofertas “meta la mano”, actúa por inspiración, propiciando catástrofes socioeconómicas como la que hoy sufrimos todos los venezolanos sin distinción de color de franela.

Utopía vs realidad

Pero esa ingenuidad patética de negar la realidad por contradictoria con el sueño, se extiende a todo el campo político y hemos sido testigos de muchas opiniones de sesudos opositores de los viejos y de los nuevos que sostienen que “esto no es socialismo”. Esta lamentable posición se debe al lógico trauma que causa enfrentar la utopía con la realidad.

Porque el socialismo – que repito, es un sustantivo feliz que privilegia lo político sobre lo económico con resultados históricamente catastróficos para lo social – no cesa con su discurso igualitarista y, mientras es oposición, se dedica a difundir las maravillas que esperan al pueblo cuando su fórmula – que ha fracasado en todos los tiempos y en todas partes - acceda al poder.

Y así, mientras los gobiernos liberales construyen a la medida de sus presupuestos y propician la inversión nacional e internacional y aúpan el sistema de producción agropecuario para lograr la soberanía alimentaria, y protegen la salud y la educación, y respetan los resultados electorales y entregan el poder a un nuevo presidente cada vencimiento de período constitucional, los socialistas se dedican a obstaculizar, a desviar la atención del pueblo, a protestar violentamente con maleantes encapuchados o a organizar movimientos armados para “la toma del poder político” por la fuerza, obligando al Estado a desviar importantes recursos para mantener el orden constitucional, lo que, en el caso venezolano, debió juzgarse como traición a la patria.

Y no importa que gobiernos democráticos con petróleo entre 2 y 8 dólares hayan construido toda la infraestructura física, social y económica del país, lo que ellos prometen siempre será mejor, porque ellos, los socialistas, son “progresistas”, porque hasta en eso demuestran su dualismo, poco importa que la historia demuestre hasta el exhausto los miserables resultados de los regimenes socialistas – verbigracia Cuba - ellos siguen impertérritos llamándose “progresistas” con su verbo conjugado en un futuro eterno cuajado de promesas, como si de vender una parcela en el cielo se tratara.

Por eso la ingenuidad esperanzada – que no logra introyectar que el futuro no existe como espacio sino que se edifica en una sucesión de presentes con trabajo, estudio y responsabilidad - espera con ansias la llegada al poder de estos farsantes inservibles – negándose a escuchar la voz de la verdad - y luego se frustra al comprobar que fue una serenata para enamorarla dada por un vago de siete suelas, incompetente y ladrón, con un garrote y una zanahoria en cada mano.

Como los niños que meten el dedo en el enchufe a pesar de las advertencias, no hemos logrado hacerle entender al pueblo que quien no escarmienta en cabeza ajena se convierte en escarmiento para cabeza ajena. Así que, mire mijo, esta falta de seguridad jurídica que sentencia siempre en su contra por mucha razón que usted tenga, este abuso, este atropello a sus derechos, esta injusticia expropiatoria, esta grosería incivil, este militarismo que usted está sufriendo junto a nosotros, los que vimos el peligro y se lo advertimos, sí es socialismo, del auténtico, del real.

Del que sufre Cuba y Corea del Norte. Del que sufrió durante 70 años la Unión Soviética. El otro – el labioso y lírico del que usted se enamoró - era la estratagema para seducir vírgenes… y engatusar pendejos. La verdad es que el socialismo en el poder se cuaimatiza, se convierte ipso facto en comunismo, lo que traduce miseria y opresión. Crimen organizado, pues, mijo.

La sotana del diablo

Y es que la habilidad del socialismo para tapar sus realidades como los gatos y seguir vendiendo su fórmula podrida, es ilimitada. Ahora, tal como los pederastas que se meten a curas, el socialismo, que ya sabe que su verdad ideológica es rechazada por toda la humanidad consciente, se ha mimetizado en nuevas formas de apariencia, como el ecologismo, el calentamiento global, el indigenismo o el antiimperialismo – su sotana más atrayente - que le ha permitido a Fidel mantenerse 52 años en el poder sumiendo al pueblo cubano en la ruina moral y física, pero orgulloso de haber impedido una supuesta invasión del imperio, cuya inminencia era trasladada al minuto siguiente con total desparpajo y absoluta admisión del pueblo sojuzgado por el miedo a perder la miserable ración de supervivencia. O el permiso para prostituirse en el Malecón de La Habana.

Pero el imperio no fue la Unión Soviética, ese era un liberador que los esclavizaba para su propia felicidad. Ni es el poderoso aparato económico de la Unión Europea, que subsidia su agricultura imposibilitando cualquier competencia, ni China, que sojuzga pueblos y cuya mano de obra esclava abarata sus productos con los que invade el mercado mundial, depreciando la mano de obra local, sino los Estados Unidos, tótem fálico de todos sus desvelos.

¿Qué sería del discurso del socialismo sino existieran el Tío Sam? Para un realista la práctica es lo que define el postulado, no la teoría. ¿Es Cuba, o fue la Unión Soviética, más socialista – en puridad del término – que los Estados Unidos? ¿Cuál conformó más sociedad? ¿Dónde hay más pobres por metro cuadrado de territorio y por porcentaje poblacional? ¿Dónde hay mayor calidad de vida para los pobres y dónde es posible surgir desde la precariedad? Sin negar sus contradicciones, los Estados Unidos es una potencia, más que un imperio, precisamente por haber logrado que el mayor porcentaje de su población se haya desarrollado en libertad, coadyuvando el progreso general, y ventilando en público sus vicios y defectos, para que la dinámica social se ajuste y excrete lo malo.

En cambio, Cuba es un burdel pero eso no se dice porque daña la imagen de la revolución, como los chavistas nuestros que se niegan a denunciar la inmensa corrupción de propios y asociados por no lesionar la sagrada majestad del “proceso” que todo lo pudre al solo aliento de sus indecencias.

En conclusión

La política venezolana está repleta de “socialistas” en distintos grados. Toda ella sufre del síndrome del padre necesario. El Estado debe ser munífico proveedor de la adolescencia tardía del pueblo parasitado por el Estado paternalista. Quien apele a la adultez no gana elecciones.

Por eso el asombro de aquellos que esperaban que las cornucopias de la abundancia se derramaran sobre el pueblo para, por fin, vivir por la ley del menor esfuerzo posible. Como no es así y, por el contrario, se le exige la resignación de sus derechos y sacrificios sin queja “por el bien de la revolución”, se pregunta angustiado: ¿Qué socialismo es este? Pues, amigo el único socialismo que existe, el que nos lleva a ustedes y a nosotros hacia el “mal de la felicidad”, que es el comunismo. Ese para el cual pueblo no es gente, es decir no es sujeto de derechos. Ese otro que usted busca, se llama liberalismo, pero hay que trabajar, estudiar y ser responsable. Y punto.
Rafael Marrón González
Leer más »