Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

30 de abril de 2013

ASUMAN SU BARRANCO…



Para eliminar esa vulgar contradicción entre su ser y su apariencia, el chavismo tiene que asumir, sin la vergüenza que se le escurre por las costuras y que tratan de ocultar con su actitud vociferante, que son golpistas de origen y fascistas por definición:

El presidente muerto – todavía es presidente hasta que se auditen los votos – salió la madrugada del 4F a dar un golpe de Estado contra un gobierno de origen constitucional, y fue derrotado y encarcelado hasta que Caldera lo indultó en bien de la popularidad de su gobierno. Pero para asombro de la historia,  en un acto de prestidigitación – Fidel mediante – trucó aquel golpe chambón, pero costoso en vidas y pérdidas materiales, en nada menos que en una “revolución” y cabalgando en ella, cual Atila redivivo – por donde pasa mi caballo no vuelve a nacer la legalidad -  cometiendo tropelías, abusos y violaciones, con el mayor desparpajo y sin asomo de escrúpulos, ingresó a la práctica fascista que le es consustancial y a la que debe su éxito electoral sin precedentes en la historia democrática, pues todo quien pretenda rivalizarlo se debe enfrentar al formidable aparato del Estado, puesto al servicio, sin rubor ni cortapisas, de los supremos intereses del partido, gloriosa síntesis de la verdad revelada y única fuente de felicidad posible para las masas irredentas, que desconocían la existencia del hielo hasta que su magnificencia se los señaló en una de sus iluministas cadenas noveladas, pero también, y la más seriamente importante, para miríada de enchufados de cuentas bancarias mágicas, a las que les brotan los ceros a la derecha por reproducción espontánea.

Esta es la explicación sencilla del porqué la furia que embarga a los herederos del difunto señor de los anillos – de seguridad – ante la sospecha de quiquirigüiqui ceneista en las últimas elecciones, supuestamente ganadas también por el presidente muerto, por interpósita persona, que exige prepotentemente ser “reconocida” por la parte que, apegada a la legalidad, exige que se auditen los cuadernos de votación primero, sencillamente porque el árbitro se encargó personal y eficientemente de cubrir sus actuaciones con un espeso manto de sospechas, obviando que el poder electoral además de ser imparcial debe parecerlo, porque la gente maliciosa suele creer que todo lo que parece es, y la vista gorda con el ventajismo insolente de la campaña electoral del gobierno señala con demasiada certeza de cual pie cojea este árbitro, lo que es causal de ilegitimidad para el ganador anunciado. Y cada hora que pasa, peor se pone la cosa para la credibilidad de los involucrados, al grado de que el candidato dado como perdedor, se atreve a sostener, con todas las implicaciones del caso, en cadena nacional “ustedes se robaron las elecciones y las voy a impugnar”, declaración que en segundos recorrió el mundo físico y virtual de la información.

Fascista sin poder es inocuo

El tercer “atributo” del fascismo de la godarria es la ignorancia supina – “Capriles representa a la derecha reaccionaria”, ¡híjole! - de allí la oceánica ineficiencia que ha caracterizado estos casi  15 años de desgobierno, y esta ignorancia vital los lleva a descalificar como “fascistas” los reclamos y protestas realizados por siete millones y pico de garza de ciudadanos venezolanos que están convencidos de la comisión de ilícitos electorales que dieron la victoria al candidato auténticamente fascista de esta contienda electoral.

Y la respuesta de los acusados es el escudo institucional y la grosera acusación de  actos de violencia, que, coincidencialmente, son un reflejo fiel de la conducta histórica del chavismo, por lo que es justo suponer que han sido planificados para desviar la atención de lo verdaderamente importante como es la repetición de las elecciones por virosis en la fe pública.

Por esto hay que aclararles a los señores del alto condumio que el fascismo es una forma de ejercer el gobierno, no de oponerse a un gobierno malo. El fascismo ni siquiera puede ser una propuesta política, pues sería inaceptable. Así que un fascista en oposición es inocuo. Fascismo es la agresividad virulenta del presidente de la Asamblea Nacional, a quien en el colmo del cinismo fascista se designa “comisionado de paz”. Las amenazas de construir celdas especiales para los líderes de la oposición democrática. Dejar sin su trabajo a padres y madres de familia porque adversan al gobierno. Silenciar a la bancada opositora en el Parlamento y negarles el salario. Aplicar cognomentos infamantes para despojar de su condición humana al adversario político, es fascismo. El militarismo es fascismo. El patrioterismo es fascismo. La coacción es fascismo.

Organizar grupos violentos de amedrentamiento, perseguir por  razones ideológicas, imponer el sapeo en las relaciones laborales, crear un enemigo imaginario, “el imperio”, para, a falta de eficacia, galvanizar a sus ingenuos seguidores en la trampa de “la soberanía”, crear una situación de desestabilización artificial para, con mentiras descaradas acusar a opositores, es fascismo. Ustedes, machete, son fascistas. Y lo son porque están en el poder y lo ejercen de manera sectaria, considerando a la mitad de la nación sus enemigos, sin preguntarse por qué lo son.


Es una volumétrica idiotez llamar fascistas a millones de ciudadanos que usan los recursos constitucionales para reclamar, con marchas y cacerolazos, sus derechos vulnerados. La violencia en sí es fascista cuando la organiza el poder contra los derechos civiles. La violencia como expresión de la indignación del pueblo contra un gobierno inservible que viola sus responsabilidades constitucionales, no es fascismo, es arrechera. Y ustedes fascistas, no han sufrido todavía las consecuencias de una arrechera popular. Y ese es su terror. Porque la temen. Porque la deben. Le han mentido demasiado a este pueblo que votó para cumplir una promesa a un muerto, pero eso no significa que apoye vagabunderías fascistas, como robarse las elecciones. Y si no se las robaron, pruébenlo. 

Rafael Marrón González

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22 de abril de 2013

¿GOLPE DE ESTADO? ¿DE PARTE DE QUIÉN?




En el colmo del escape por la tangente Nicolás Maduro, con su confuso léxico - habla de “mitad mayoritaria” y llama telescopio al estetoscopio - acusa a la mitad exacta de la población venezolana de dar un golpe de Estado, el cual “fue neutralizado  por las Fuerzas Armadas Bolivarianas” - ¿cuándo? Es decir que para el diccionario de la academia madurista “pata en el suelo”, pedir el reconteo de los votos es “un golpe de Estado” a su serenísima majestad de bandera cubana enarbolada en Miraflores.

El mundo entero observa estupefacto como un individuo, que debe ser el primer interesado en el conteo del cien por ciento de los votos emitidos por los venezolanos, para limpiar de toda duda su investidura, echando marcha atrás, pues a las primeras de cambio había aceptado recontar las papeletas y adelantó la posibilidad de que le hubieran robado algunos votos (video http://patil.la/11eL9AX), se opone con tartamudas objeciones y corre un denso velo de ilegitimidad sobre sí.

¿Sería que desde La Habana – “tengo que consultar” – le alertaron de la verdad que lo llevó a la primera magistratura nacional - “¡no seas pendejo!, ¿acaso crees que ganaste?” - sin liderazgo alguno y con los votos del presidente muerto mermados por su pésima gestión en sus días de gobierno póstumo chavista? Porque al contrario de lo que dictan los intereses del supuesto agraviado, la respuesta ha sido la mentira estrafalaria, la criminalización de la protesta – proyección de sus consustanciales prácticas fascistas sobre la oposición - amenazas de “radicalización de la revolución” (¿?¿?), terrorismo contra funcionarios y empleados públicos – “limpieza política en las empresas básicas” claman los gerentes y sindicalistas serviles al patrono - y humildes beneficiarios de las misiones, represión contra manifestantes pacíficos, diatribas contra los medios de comunicación - ¿cómo el presidente muerto tuvo su RCTV, Maduro tendrá su Televen? - y, en el colmo de la manifestación de su salvajismo natural, partirle la frente con un cabezal de micrófono, lanzado con instinto asesino por mano cobarde, al diputado William Dávila en la AN cuyo presidente, Asustado Cabello, inconstitucionalmente, silenció a la bancada opositora, por negarse a reconocer a priori un triunfo que debe ser revisado. Lo que eleva la sospecha de ilicitud a límites siderales. Pues quien no la debe no la teme. ¿O será que sí la temen porque es mucho lo que deben? 

Y la calle retumbó

La respuesta del pueblo venezolano que votó por un cambio, por el progreso y por la reunificación del país – Venezuela somos todos - ha sido el de las clamorosas manifestaciones de calle y el más formidable cacerolazo – “el micrófono de quienes no tienen voz” - que se haya dejado escuchar por estos predios latinoamericanos, que se hizo sentir hasta en los barrios populares y en los refugios de damnificados, que acalla – y acallará - proclamaciones de emergencia, cadenas insolentes, amenazas de hordas criminales, cohetes mojados adquiridos con recursos públicos y tomas de posesión.

Y es que el momento tan esperado por quienes llevamos veinte años de lucha radical, intolerante, contra este proyecto de destrucción republicana de la nación, llegó al fin, al ser vencido el miedo, que era la herramienta de paralización del régimen, actitud que  socavó las filas del gobiernismo embustero y hambreador, con casi un millón de compatriotas – y vienen más – reconocidos y por reconocer, que lograron despertar del encantamiento del flautista desaparecido y carecían de opción, lo que exponencia la importancia de la tarjeta única.

Capriles encarna en este momento al líder – único liderazgo auténtico del país – que, aunque representa electoralmente esta mitad de la patria, que se opone a los designios de los hermanos Castro, también es la alternativa de esa otra mitad – depurada de la minoría corrupta, esquizofrénica y oportunista - que, aunque votó por la memoria del presidente muerto, no se calará sumisamente la ineficiencia de la mediocridad impuesta.

¿Pero cuál es la razón del árbitro?

No existe la menor duda de que el recurrente desequilibrio electoral lo ha estimulado el árbitro, pues si bien acudimos a las elecciones bajo unas normas pre establecidas, es cierto y comunicacionalmente evidente que fueron violadas por una de las partes bajo la mirada cómplice de las autoridades llamadas a hacerlas cumplir - como muestra el delito impune cometido por el inmoral alcalde de Maturín - que, por supuesto, afectaron el sufragio, lo que invalida el rasgar de vestiduras por la transparencia y limpieza del proceso.

El Comando Simón Bolívar entrego un voluminoso expediente de irregularidades que justifican ampliamente, no solo la revisión del cien por ciento de las papeletas – que fueron concebidas como físico auditable para garantizar que cada voto fuera fielmente adjudicado – los cuadernos de votación de cada mesa electoral y de las actas finales procesadas por la sala de totalización, sino la anulación, por viciado, del proceso electoral, si vergüenza hubiera. Para entender esta posición hay que haber sufrido el ventajismo electoral más descarado e impune del que se tenga noticia en la historia de la democracia continental.

Todas las elecciones realizadas en Venezuela a partir de 1999 llevan impresas el sello infame del abuso de poder, la coacción, el soborno y uso delictivo de recursos públicos del candidato del gobierno, por lo que sobre sus resultados pesó siempre la sospecha que invalida la legitimidad tan anhelada por la inescrupulosidad triunfante. Ninguno de estos chulos que en pos de las monedas petroleras han avalado estos desmanes, los hubieran permitido en sus países. Malditos buitres.

¿De parte de quién?

Una vez dilucidado que exigir constitucionalmente el cumplimiento de un derecho, no es “golpe de Estado”, aunque Maduro sostenga, como buen paladín de la mentira, la manipulación y el engaño que “aquí no hay oposición, sino conspiración”,  podemos asumir con toda propiedad que la sucesión chavista se enterró políticamente este histórico 14 de abril – por eso la grosera histeria de la elite - y comenzó una nueva historia con nuevo protagonista, pues el presidente muerto, muerto está, nosotros también somos millones y el madurismo no existe. Sale pa´lla.   

Rafael Marrón González


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13 de abril de 2013

ESTIMADO HENRIQUE



Según todos los indicadores de la lógica, la razón y el más elemental sentido común, además de la pasión despertada por su candidatura  durante su fulgurante campaña admirable, usted debe ser elegido mañana 14 de Abril, como presidente de la Venezuela unida por el bien común que todos los sectores ambicionamos – Venezuela somos todos - luego de oscuros y largos años de divisionismo y empeño de disolución republicana por la manipulación de la ingenuidad popular, con el perverso propósito de perpetuar en el poder una inepta élite neo oligarca que devastó lo construido sin construir absolutamente nada digno de mención histórica.

Y, aunque es innegable que usted conoce a cabalidad la exacta dimensión del reto que enfrenta –“esta lucha tiene un objetivo, la reconstrucción de la patria…” – no está demás enfatizar que la tarea de reconstrucción polimorfa – física, económica, moral, ética - que le plantea un país destruido en todas sus áreas por catorce años de ineficiencia, ignorancia, improvisación, corrupción, nepotismo y despilfarro irresponsable de ingentes recursos históricos para beneficiar pueblos extranjeros en detrimento de los venezolanos, tiene épica similitud con la emprendida en Europa luego de la Segunda Guerra Mundial, aunque también hay que recordar que de aquella devastación surgió en tiempo breve una Europa fortalecida que emprendió el camino de la paz indispensable para el crecimiento sostenido y sustentable, lo que estoy seguro ocurrirá en Venezuela con un gobierno eficiente, que gerencie por objetivos propiciando la confianza, comprometido con el desarrollo de la ciudadanía sin la estrafalaria demagogia parasitaria que muta a los pueblos en dependientes inservibles, atados a los caprichos políticos de los gobernantes de turno, obviando la poderosa herramienta del talento individual para superar la pobreza, que debe ser un estadio transitorio a superar y no un estático paraíso electoral para inescrupulosos populistas.

Así que debe ser prioritario, luego de conceder libertad plena a los presos políticos y permitir el retorno de los exiliados a su patria, el cumplimiento del artículo 87 de la Constitución vigente, violado por el gobierno anterior que determina de forma inapelable que “es fin del Estado fomentar el empleo”, pues una persona sin empleo es un ser incompleto de dignidad vulnerable, que deriva, tal el ejemplo cubano, en sumiso masificado, de conciencia colectiva, al servicio exclusivo de su supervivencia basal, sin verdadera noción ni de patria ni de democracia ni de libertad. Y un país con las diversas opciones productivas de Venezuela, es propicio para estimular la inversión que genere el progreso que del trabajo deriva.

Y en este proceso de reconstrucción física hay demasiado que emprender, tanto para reactivar lo demolido, devastado, arruinado, como para construir la adecuación modernizadora abandonada por catorce años de discurso retrógrado - “lo primero es la política” - que paralizó el ingreso del país al siglo XXI, como, para citar como ejemplos puntuales consumidores de mano de obra masiva, el puente a Margarita, llevar el Orinoco a Caracas y el Caura a Guri, desarrollar complejos hidroeléctricos en el Bajo Caroní, reparar la red de carreteras, culminar las autopistas pendientes y un plan ferroviario viable que abarate el transporte desde los centros de producción agrícola e industrial hacia los centros de consumo y exportación.

Con los recursos venezolanos que se regalan a países inviables por la esquizofrenia política que los gobiernan, es suficiente para llevar a feliz término estos ambiciosos proyectos, incluyendo dos millones de viviendas como hizo México en dos años bajo el gobierno de Vicente Fox. Para ello solamente es necesario rodearse de gerentes eficientes comprometidos con el éxito de la Venezuela productiva que todos ambicionamos – fuera pegafiches y adulantes, porque con aguacates no salen batidos de fresa.  

Guayana como artífice

Retomar el proyecto Guayana, cuyo emblema es Ciudad Guayana - capital del eje Orinoco/ Apure - sería el primer paso para incentivar el desarrollo empresarial industrial que a mediano plazo acompañaría a la industria petrolera como proveedora de divisas indispensables para el progreso material de la nación. Para ello es indispensable rescatar la CVG como ente ductor del desarrollo de esta vasta región que comprende los estados Bolívar, Delta Amacuro, Amazonas, Monagas, Anzoátegui y Sucre, potenciando, con el concurso de inversión extranjera, las empresas reductoras existentes, colapsadas hoy por el proyecto comunista enemigo de cualquier posibilidad de productividad independiente del Estado controlador, pero para ponerlas al servicio de decenas de empresas manufactureras que usen la materia prima para elaborar productos finales en oferta directa al consumidor nacional e internacional, pues Guayana, que pone electricidad, autopistas, puentes y puertos para desarrollar el norte de Brasil, quedó para vender mazapán de merey a los conductores de carga brasileños.

El personal asesor necesario existe -  para crear un consejo de coordinación - y con toda la disposición de poner su vasta experiencia al servicio de esta cruzada por devolver a Guayana el vigor perdido – tuvo en su momento el parque metalmecánico más importante de América Latina - por la mala praxis de un gobierno mentiroso, integrado por ignorantes elevados a niveles decisorios por su capacidad de obediencia ciega – “la incondicionalidad es un valor en el chavismo” solía asegurar Aristóbulo cuando lo era - que juran que patriotismo es arroparse con la bandera cubana y entonar el himno de esa nación en los actos oficiales.  

En conclusión

Usted se forjó al calor de la lucha política, por lo tanto la presidencia de la república no significa para usted ningún sobresalto, sino un reto para demostrar que es posible que funcione la justicia, sin adjetivos usurpadores – a cada quien lo que le corresponde – en democracia – también desprovista de calificativos – como vía expedita para enrumbar al país por la senda del progreso colectivo por el desarrolló pleno de las potencialidades de sus individuos, porque la patria, Henrique, es la gente y si queremos mejor patria es imperativo forjar mejor gente en la fragua del trabajo, el estudio y la responsabilidad.  

Rafael Marrón González
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6 de abril de 2013

¿RESPETAR A QUIEN “PIENSA” DIFERENTE?




Con la palabra “pensar” designamos las tres operaciones fundamentales del pensamiento lógico: concebir, juzgar y razonar. Pensar es, según Kant, una actividad intelectual por la cual el juicio forma los conceptos, por lo tanto “pensar es conocer por conceptos”, entendiendo el concepto, apelando a la definición sencilla del DRAE, como “determinar algo en la mente después de examinar las circunstancias”.

Y por esa manera de enfrentar las circunstancias – el hombre es él y sus decisiones – la civilización se ha erguido sobre mitos y tradiciones atávicas, generando el portentoso presente científico y tecnológico que disfruta la humanidad, aunque demasiados pueblos permanecen todavía en el oscurantismo medieval sometidos por la colosal fuerza atávica de la ignorancia y por la brutal dominación militarista, ambas aberraciones amparadas por el respeto por quien “piensa” diferente, y me pregunto qué se entiende, en estos casos, por “pensar diferente”, porque no es lúcido respetar “pensamientos” que lesionen la integridad de la persona, de la sociedad o de la civilización.

Los pueblos bárbaros someten a sus mujeres a la tortura infamante de la ablación del clítoris, porque “piensan” que las mujeres no tienen derecho a sentir placer. Los islamitas tienen derecho a asesinar a sus mujeres a pedradas o a deformarles el rostro con ácido, crimen en el que participan padres y hermanos, por sospechas de infidelidad.
¿Hay que respetar ese “pensar distinto” o atacar esos actos inhumanos con todas las fuerzas de la razón? Pero existen demasiadas barbaridades que se cometen y sobreviven, por esa estúpida alcahuetería de respetar a quien actúa supuestamente motivado por un modo de “pensar” diferente, así el acto no tenga ninguna relación con el pensamiento sino con la fuerza o la estimulación de la codicia, que entonces sería “pensar” con el cuerpo – obrar diferente - no con la mente, que piensa con manifestaciones ascensionales – arte y literatura, ciencia, tecnología y política auténtica – “pensar con palabras” como lo define y diferencia André Maurois en “Un arte de vivir”.

Igual pasa con la “opinión”, que es una manifestación valorativa particular, contaminada por cualquier cantidad de elementos subjetivos, la mayoría de las veces emitida sin razonamiento ni crítica previa, pero exige ser “respetada” por imbécil que sea. Savater se encargó de aclarar que es la persona que emite la “opinión” la que debe ser respetada, no “su opinión” la cual debe ser filtrada por el pensamiento crítico antes de ser admitida.

Sin embargo lo común es la insensatez de aceptar cualquier idiotez que diga un fulano, porque se lo dijo su abuela, y permitir que la babosada pase como valor intelectual. No logro entender cómo puede “opinar” alguien sin la más remota idea del concepto que manipula y, peor aún, sin la formación intelectual necesaria para poder enjuiciar y asumir por convicción, lo que origina inmensas contradicciones que quiebran la lógica.

¿Un comunista “piensa” diferente?


Gracias a esa conducta estúpida, porque va contra los valores y principios evolutivos de la humanidad, es que todavía existen, y tratan de imponerse, sistemas totalitarios antinaturales como el comunismo o socialismo de la mano de la más abyecta ignorancia, que pide respeto para quienes “piensan” diferente, como si fuera producto de la inteligencia imponer por las armas y por la coacción – sumisión por la supervivencia - un modelo de masificación que castra la individualidad - el motor fundamental de la evolución - elimina la propiedad y la recompensa – núcleos de la riqueza que destruye la pobreza - reglamenta la personalidad – castrando la creatividad - y, precisamente, criminaliza el autentico derecho a pensar diferente.

Pero lo peor es que los críticos de quienes nos oponemos a ese “respeto” suicida por un sistema militarista criminal – el comunismo es una secta de asesinos, ladrones y pervertidores de menores -  apelan a calificar como “intolerancia” lo que es un juicio de valor producto del razonamiento lógico, es decir de pensar.

No existe una sola evidencia histórica de alguna bondad del sistema comunista/socialista - su menor daño es incentivar el parasitismo social - sin embargo cómo atrae. Y qué fácil es ser líder de ese guión paradisíaco – pura teoría que en la práctica es inviable por ruinoso - que va en sentido contrario a la naturaleza humana, por lo que una de sus ofertas es crear un “hombre nuevo”, obediente y no deliberante, es decir que no se atreva, ni siquiera en la intimidad, a pensar críticamente sobre su situación de esclavo  de doble moral, que se torna característica propia del conglomerado resignado que comienza a reproducirse en felices voluntarios inservibles  y andrajosos, que renuncian al estímulo de su condición de seres pensantes, chapoteando en la miseria intelectual y física, matriculados de por vida en  el obrar unívoco, impuesto por el poder omnímodo – “lo que no está prohibido es obligatorio” - que se atreven a llamar igualdad.       

Solo si pienso existo

Hay que reivindicar el acto de pensar sobre opinar, que muchos confunden con una función orgánica – “a Chávez le inocularon el cáncer” - sobre todo en esta forma de hacer política, especie de lugar donde confluyen todas las atrocidades y son posibles todos los absurdos, sencillamente por la ausencia de pensamiento, sustituido por el dogma ideológico - definitivamente una enfermedad mental - el fanatismo de la ignorancia y la codicia que lleva a apoyar o a ser conmovedoramente indulgente con posiciones abiertamente totalitarias.

Un sencillo razonamiento nos indicará el sitio de la verdad: Si es tan bueno el sistema comunista/ socialista  y propende tal calidad de bienestar para todos por igual, por qué necesita someter a sus pueblos por la fuerza de la represión militar. Donde sea necesaria la fuerza no hay doctrina ni convicción. El socialismo / comunismo se sustenta en el poder de las armas – “la revolución es pacífica pero está armada”; “Maduro cuenta con el apoyo de la Fanb”- por lo tanto es un sistema que no piensa diferente, sino que obra a contrapelo de la razón.

Por eso el criminal desastre histórico de sus ejecuciones que la estupidez se niega admitir. ¿”Pensar” diferente? ¡Sale pa´llá!

Rafael Marrón González


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