Acta mata mentiras 📄
Tal y como dijo el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) en su último comunicado: la confianza en los resultados electorales depende de su auditabilidad. La pieza fundamental para la verificación ciudadana son las actas de escrutinio, la «traza de papel» que genera el sistema automatizado de votación y que es lo que permite verificar los resultados. Hasta ahora, la página del CNE sigue muerta y, por lo tanto, desconocemos los resultados desagregados mesa por mesa. Entonces, solo contamos con las actas que recientemente divulgó la oposición. ¿Qué pasará cuando el gobierno finalmente saque las que dice tener? ¿Deben coincidir a juro o pueden inventárselas? Te contamos:
🔒 Intervenir la transmisión de las actas no es más fácil que pelar una mandarina. Todo lo contrario. Las máquinas de votación están configuradas para transmitir por líneas encriptadas y privadas (que provee la estatal Cantv). No se hace por internet y la máquina no admite intercambio de información, precisamente para evitar intervenciones de terceros. Esos mensajes, también encriptados, solo se pueden recibir en los dos centros de totalización del CNE (uno en Plaza Caracas y otro en Plaza Venezuela) a partir de las 6:00 pm del día de la elección. Como la operación es cifrada con una clave única para cada mesa, los mensajes solo puedan ser descifrados por el sistema de totalización. Si alguien pudiera interceptar el mensaje en el camino, tendría que tener las claves criptográficas de los protocolos de transmisión y también los del propio mensaje para intentar hacer algo con esa data.
🔒 Ajá, pero: ¿qué pasa si modifican los datos e imprimen las actas otra vez? Pues les saldría mal la trampa. Cada acta cuenta con un código de identificación único e irrepetible (HASH), que se verifica en la máquina y en el centro de totalización. Lo puedes ver en la parte superior del recibo impreso. Si se cambia algún dato, por mínimo que sea, el código alfanumérico que saldrá en papel será diferente. Asimismo, en las actas aparece la fecha y la hora de impresión, que saldrían modificadas en una nueva acta. Ese nuevo documento tampoco contaría con las firmas digitales de los miembros y testigos de la mesa. Igualmente, el código de seguridad al final del comprobante cambiaría si se llegara a imprimir nuevamente.
🔒 Si viviéramos en un país normal, luego del anuncio del primer boletín se habría hecho la auditoría de telecomunicación, pero el CNE decidió suspenderla. Asimismo, en la Venezuela ideal (que esperamos tener pronto) se le habría entregado a los testigos de los partidos políticos un CD con el archivo de totalización. Adivinen qué pasó con ese requisito.
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31 de julio de 2024
24 de julio de 2024
Qué muchacho pa feo doña Concepció
¡Trae más agua caliente muchacha! ¡Apúrate! ¡Coge esa camaza y corre! ¡Apúrate! Puje doña Concepció. Puje. Puje. Qué uté tiene guáramo. Ya ha parío tres. Y el primero lo parió a los quince. Y con este son cuatro los que ya ha parío. Pero es el primero que va´nacé pa´la medianoche. ¿Será por eso que le duele tanto? Porque como chilla. Puje. Puje. Puje. ¡Sálgase del cuarto Don Juan, que va a empavá la cría! Y cierre la puerta. Puje. Puje. Doña Concepció. Que ya viene. Puje. Puje. Muerda el guayacán que se va a rompé la boca. Puje. Puje. Puje. Otra vez. Que ya casi sale. Puje. Puje. Y deje los chillíos Doña Concepció. Puje. Puje. Un poquito má. Un poquito má. Ahí viene. ¡Ahí viene! Ya se le ve la cabeza Doña Concepció. Ya tá. Ya tá. Ya sale. Ya sale. Ya salió. ¡Es varón! ¡Es varón! Por poco se me olvida dale la nalgá. Llora carajito. Llora. ¿No vas a llorá? Qué muchacho pa´rrecho si señó. No quiso llorá. Lloró cuando le dio la gana. Sí señó. ¡Y nació enmantillao! ¡Y con los ojos pelaos! Abiertos pa´mirá la vida. ¡Negros como yo! ¿Qué hora será? ¿Serán las doce? ¿Será la una? ¿Serán las doce del 24? ¿Será la una del 25? Espere un momento Doña Concepció. Le corto cordón. Pásame el cuchillo negra Encarnación. Le amarro el maruto bien apretaíto. Le pongo un emplasto de ceniza y ron. Le soplo la mollera. Y se lo doy Doña Concepció. Pa´que usté lo cargue. Pa´que usté lo sienta. Pero que muchacho pa´feo, doña Concepció. Y qué esmirriao. Es que es bien feo Doña Comcepció. Parece una lagartija. Pero más feo. Véalo doña Concepció. Salió orejón y narizón y rechiquitico. Me cabe en la mano. Pero tiene las manos grandes. Va´abarcá bastante. Y los pies chiquitos como gente fina. Déjeme limpiáselo pa´que usted lo cargue Doña Concepció. Trae esa camaza, Hipólita. De agua tibiecita. Y dame ese trapo. Pa´quitale la mantilla. ¡Nació enmantillao, Doña Concepció! ¡Pero míreme esa vaina! ¡Nació birriondo! Este carajito va´sé un peligro. Sí señó. Y qué pulmones tiene. Como berrea. Primero no quería llorá. Y ahora berrea. Como si se hubiera calentao. Por mí este maruto se zumba en el mar. Que las olas lo lleven pue´se mundo grande. Puej quien nace con hambre vive con hambre de mundo. Y éste nació con el hambre hereje. Y usté no le´pué dá de mamá. Tie´las tetas secas Doña Concepció. Qué lástima con el muchachito Doña Concepció. Menos mal que aquí tá doña Luisa que tá recién paría. Tome doña Luisa. Déle de mamá. Que ta´tan esmirriaíto que me da doló. Déle de mamá. Que chupe. Que chupe. Que trague. Que trague. De su leche e´blanca. Y no se preocupe que él va a tené las dos tetas de la negra Hipólita que tiene leche por demá. Pa´que se jarte. Y se ponga juerte. Juerte y atrevío. Como los Bolíva. Pa´que crezca fino. Como los Palacio. Y baile tambó. Y baile minué. De los que le gustan a Don Feliciano. Y monte caballo. Y galope libre. Y persiga negraj. Como los de arriba. Y nade en el Guaire. Y coma mamón. Y juegue gárgalomalojo. Y tiempo escondío. Y persiga blancaj. Como los de abajo. Así va a crecé. Encarnación llámame al negro mandinga, pa´que le diga a los negros que toquen tambó. Que su quitipláz se escuche bien lejos. Pa´que nadie duerma. Que ha nacío un hombre. Un hombre caraj. Un hombre hambriento de la libertá. Libertá pa´tuitos. Hombrej y mujerej. Pa´blancoj y negroj. Pa´índios y pardos. Lo siento en el pecho. Me late en las sienes. Corre negro y diles que toquen tambó. Qué toquen tambó. Que toquen tambó. ¡Que toquen tambó! Que rompan el cuero. Que estillen la mina con su tiquitá. Tiquitá… Tiquitá… Tiquitá... Que sangren las palmas contra el cuero seco. Quitiplaz… Quitiplaz... Quitiplaz... Que ese quitiplaz suene a libertá. Que sea la primera voz de la libertá. Tiquitá... Tiquitá... Quitiplaz... Quitiplaz… Tiquitá... Tiquitá... Quitiplaz... Quitiplaz… Tiquitá... Tiquitá... Quitiplaz... Quitiplaz… Tuiquitá... Quitiplaz… Tiquitá… Quitiplaz… Tiquitá… Quitiplaz… Que suene y resuene el golpe e´tambó. Que en un solo golpe reciban al sol. Que bailen las negras hasta reventá. Que la fiesta e´blancos suene a fiesta e´negros… Y tú, negra refistolera, tráeme mi tabaco. Corre antes que entre ese mantuanaje. Que no te vea el estirao de Don Félix Jerez. Prende en la cocina el cabo e´tabaco, trágate la brasa, y tráemelo escondío que nadie lo vea. Que lo voy a ensalmá. Lo voy a santiguá con Dios y la Virgen. Pero también lo voy a ensalmá. Le voy a echá el humo que lo va a salvá. Pa´que sea su escudo. Pa´que no le dentre cuchillo, ni espada ni daga. Y pa´que con su aliento espante las balas. Pa´que me lo saque con bien del peligro. Pa´que le nuble la vista a quien lo persiga. Que lo busquen por aquí si va por allá. Que este por allá y ellos por aquí. Pa´que se les pierda en la oscuridá. Pa´que se les pierda en la claridá. Pa´que se vuelva espíritu en la dificultá. Yo lo veo clarito. Ese va pa´lejos. Ese va´ llegá. Onde se proponga. Ese va a llegá. Hasta con terremotos ese va a peliá. Llámenme a José. A José Palacios. Al zute José. Híncate José. Quítate el sombrero. Repite conmigo. Ni de noche ni de día lo abandonaré. Ni chiquito ni grande lo abandonaré. ¡Repite duro, negro pelmazo! Que te oiga clarito doña Concepció. Ni en la paz ni en la guerra lo abandonaré. Ni adentro ni afuera lo abandonaré. Ni arriba ni abajo lo abandonaré. Mi vida es su vida. Su reposo el mío. ¡Repite negro bembó. Pa´que té tranquila doña Concepció! No ves que lo veo. Rodeao de gente lo veo. De gente que es buena. De gente que es mala. Peligro. Peligro. Gritando lo veo. Peliando lo veo. En centro e´batallas lo veo. Subiendo montañas. Escalando fríos. Galopiando llanos. Cruzando fronteras. Galopa. Galopa. Galopa. Lo veo. Lo veo. Solo lo veo. Abandonao lo veo. Hasta sus hermanas lo van a negá. Lo veo. En un barco grande. Surcando los mares. Viajando. Viajando. Por un río grandote. Que no es de por aquí. En una curiara. En una canoa. Lo veo. Lo veo. Va pa´l extranjero. Y vuelve. Y se vuelve a dí. Pa´mas lejos. Pa´más nunca. Y vuelve. Y se va´enamorá. Y va a enamorá. Y se va a enamorá. Muchas veces se va a enamorá. No va´sé felí. Lo veo. Lo veo. No va´sé felí. Lo veo. Lo veo. Va a llorá temprano. El corazón se le va a rompé. Se le va a partí. Una sola vez se le va a partí. Siento la tristeza que lo va a envolvé. Pero lo van a queré. Laj mujere lo van a queré. Muchas mujeres lo van a queré. Pero va a morí solito. Sin una mujé. Sin las manos suaves de una mujé. Sin el beso de una mujé. Sin las oraciones de una mujé. Lo veo. Lo veo. Pura tolvanera. Puro remolino. Todo es un polvero. Con olor a sangre. Con olor a muerte. Galopa. Galopa. En un caballo blanco. Galopa. Galopa. En un caballo rucio. Galopa. Galopa. En un caballo moro. En una mula renca. Lo veo. Lo veo. Con una espada. Con una daga. Con un puñal. Pistola al cinto. Fusil y cañón. Lo veo. Lo veo. En playa desierta. Lo veo. Lo veo. Se va a suicidá. Un marino recio lo viene a buscá. Lo veo. Lo veo. Con gorro e´tigre. Lo veo. Lo veo. Con la espada en la diestra. Con la daga en la siniestra. Lo veo. Lo veo. Peliando. Peliando. Despreciando la muerte. Lo veo. Lo veo. Centro e´batalla. Girando. Girando. Matando enemigos. Matando. Matando. Con el brazo empapado en sangre. A pecho pelao. Con una guerrera desabotaná. Lo veo. Lo veo. Gritando. Gritando. Buscando la muerte. O la victoria. Lo veo. Lo veo. Lleva bigotes. Cola e´caballo. Huyendo. Escapando. Corriendo. Volviendo. Volviendo. Siempre volviendo. Lo veo. Lo veo. Saltando un caballo de cola a cabeza. Cruzando un río con una mano atá. Porque pa´se jefe hay que sé el más macho. Y él será el más macho. Culo e´fierro le dirán. Y cruzará los páramos y las cordilleras y las serranías. De aquí pa´llá y de allá pa´cá. Y lo seguirá la hombría de la libertá. Lo veo. Lo veo. Candela. Pólvora. Humo. Ruido. Lo veo. Lo veo. Rodeao de mujeres. Vestido de gala. Casaca en oro bordá. Pantalones de grana. Con penacho rojo y espada e´diamantes. En blanco alazán. Espuelas de plata. Triunfando. Triunfando. Lo veo. Lo veo. Bailando. Bailando. Bailando. Hasta amanecé. Lo veo. Lo veo. Desnudo y descalzo. Lo veo. Lo veo. Nadando. Nadando pa´salvá la vida. En una laguna llena de caimanes. Y pa´que no caiga en manos enemigas un compañero lo va a asesiná. Lo veo. Lo veo. Pero mi ensalme lo saca con bien. Manjares y vino. Hambre y sed también. Pobreza. Miseria. Derrota. Derrota. Lo veo. Lo veo. Aplausos. Aplausos. Honores. Honores. La gloria. La gloria. Va a perseguí la gloria. La gloria. Envidia. Traiciones. Envidia. Traiciones. Lo veo. Lo veo. No va a regresá. José. Vivo no va a regresá. Júrame José. Júrame José. No lo dejes solo. Ni en sombra ni en sol. Que este va´sé jefe. Que este va´sé grande. Va´fundá naciones. Va´ vencé un imperio. Y hasta el rey de España se le va humillá. Lo veo. Lo veo. Hay uno José. Y hay otro. Y hay mil. Dos mil. Diez mil. Enemigos. José. Enemigos. José. Él es la revolución. Lo veo. Lo veo. José él es la revolución. Lo veo. Lo veo. Cuídalo José. Cuídalo de negros. Cuídalo de blancos. Cuídalo de indios. Cuídalo José. Que hasta el negrito que él va a criá, pa´que lo mate le van a pagá. Cuando esté en batalla vuélvete su escudo. Vuélvete sus ojos. Alerta José. Que este va´sé jefe. De negros. De blancos. De indios. Este va´sé jefe. Anda negra mojina. Emperifolla a Doña Concepció y dile a Don Juan que puede pasá. Que venga a conocé al amito nuevo. Pobrecito el don. Se va a morí temprano y no lo va a vé convertío en hombre. Y en libertadó. Tampoco lo va a vé Doña Concepció. Déle doña Luisa. Déle de mamá. Que mame. Que chupe. Que lo están esperando las tetas de la negra Hipólita. Que su leche e´blanca con la leche e´negra con la leche e´india se haga sangre fiera. Y salga por su espada de dá´libertá. Júrame José. Jura fuerte y duro. Que ni de día ni de noche lo abandonarás. Júralo José. Que serás su escudo y su compañía. Júralo José. ¡Júralo José! ¡Pa´que´té tranquila doña Concepció!
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8 de julio de 2024
DE SAN FÉLIX DE CANTALICIO AL ACTUAL SAN FÉLIX
DE SAN FÉLIX DE CANTALICIO AL ACTUAL SAN FÉLIX
Rafael Marrón González
¿Por qué los pueblos, que son perennes y trascendentes, deben resignarse a perder su identidad cultural por qué así lo disponga algún Gobierno temporal e intrascendente? Creo, sin temor a equivocarme, que el caso de San Félix es único en los anales históricos venezolanos. Desconozco otra población que haya desaparecido culturalmente absorbida por un mandato gubernamental. El Gobierno decretó la conurbación San Félix-Puerto Ordaz, bajo el genérico Ciudad Guayana, y el pueblo de San Félix dejó de existir. Sus fiestas fundacionales o patronales, por falta de una responsable decisión histórica, se celebran un difuso 2 de julio que nada tiene que ver con ella, ni siquiera por aproximación. Y parece que a nadie interesa San Félix como realidad histórica de la nación venezolana y nos preocupa no ver a sus hijos levantando la voz para defender su prosapia existencial por la vía de la tradición, y hay que ver la cantidad de implantes culturales que se han perpetrado y se perpetran en su suelo, donde cualquier aparecido con poder dicta la pauta cultural e impone tradiciones.
¿La inmaculada patrona de San Félix?
¿Por qué un pueblo que se llama San Félix tiene como Patrona a la Inmaculada Concepción? Yo no he visto, no sé usted, que las Fiestas Patronales de San Joaquín o de San Mateo o de San Cristóbal o de los pueblos que con el nombre de San Félix existen en Monagas y Táchira, sean en honor a la Virgen del Carmen, por ejemplo. Eso está bien para Puerto Ordaz, que es una ciudad espontánea, huérfana de próceres, poblada por la emigración interna y mundial, donde cualquiera pudo decir cualquier cosa e imponerla como patrón hasta hacerla tradición. ¿Pero San Félix, que ya ha llenado dos cementerios? Estamos conscientes de que la densidad migratoria de otras regiones del país hacia San Félix desplazó en volumen a los antiguos pobladores, imponiendo sus propias realidades culturales, como es el caso específico de los sucrenses, que son la mayoría, pero eso no tiene porqué significar la desaparición de la autenticidad de esta antigua población que sirvió de escenario a una de las batallas más importantes de la gesta independentista.
La fundación de San Félix
Sobre la fundación de San Félix, precisa Bartolomé Tavera Acosta (Carúpano 1865 - Caracas 1931), en sus “Anales de Guayana”: “En la evolución de la historia de Guayana, desde la época colonial hasta nuestros días, el nombre de San Félix ha perdurado y perdurará. Hemos indagado en diversas fuentes historiográficas y aparece constantemente la designación de sitio de San Félix, lo que demuestra que existe una motivación histórica de hondas raíces en el proceso de formación demográfica de Guayana. Ahora con referencia a las Misiones Capuchinas Catalanas que se establecieron desde Angostura hasta la Boca del Caroní y se extendieron al interior del Yuruaní, hasta cerca del Cuyuní, aparece el nombre de Misión de San Félix la del Caroní, pero desafortunadamente no se incluye, como era costumbre en las relaciones de las descripciones de las Misiones, todo lo relativo a límites con los demás centros misionales, la naturaleza del suelo y del clima, las facilidades para los cultivos, la población existente, etc., que conformaban, pues, la imagen fisiográfica de cada misión. Así mismo se conocen las Misiones San Félix de Casacoima, 1767; San Félix de Uyacoa, 1765, que creía el historiador guayanés Manuel Alfredo Rodríguez integraba los orígenes del actual San Félix.
La más acertada de las teorías
Refiere el Padre Félix de Vegamián (quien fue Párroco de San Félix del 3 de mayo al 27 de diciembre de 1927), con un acucioso estudio sobre nuestras Misiones: "El antiguo pueblo o Misión de San Félix de Cantalicio, fundado en 1769, quedaba como a dos leguas (11.144 metros) del actual sur de la sabana de Chirica, donde Piar ganó la batalla de San Félix contra La Torre".
Tomemos esa fecha y hagámosla oficial
Tomando en cuenta la imposibilidad histórica de verificar con certeza la fecha fundacional de San Félix, y que el padre Vegamián realizó una investigación seria sobre el particular, sería muy acertado tomar oficialmente ese año de fundación de la Misión de San Félix de Cantalicio como el germen poblacional del actual San Félix, y comenzar desde el año 2025 a celebrar los primeros 256 años de San Félix, cuyo centro histórico conserva los vestigios de su antigua trama colonial.
San Félix no tiene nada que ver con la Misión de la Purísima Concepción de Suay (hoy Caroní)
La Misión de la Purísima Concepción de Suay fue fundada en 1724 por los capuchinos catalanes. En 1729 fue destruida por la peste de viruelas, a poco fue quemada por los ingleses y en 1747 diezmada por una epidemia de sarampión, y en 1816 estaba poblado por 946 indios guayanos, último vestigio de ese pueblo indígena. Según el padre Fray Castellano de Carrocera ésta fue la primera de las prósperas y bien organizadas misiones guayanesas. Como dato curioso fue la primera siderúrgica de Guayana, pues en este pueblo se instaló una Forja catalana para fabricar herramientas de labranza. Los nombres de los pueblos nos informan de la intención honorífica de sus fundadores, así San Félix fue así nombrada en honor al capuchino catalán de ese nombre a quien, en 1712, el papa Clemente XI declaró santo. Su fiesta se celebra el 18 de mayo.
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3 de julio de 2024
CIUDAD GUAYANA NO SE FUNDÒ EL 2 DE JULIO DE 1961
ES FALSO DE TODA FALSEDAD QUE CIUDAD GUAYANA SE FUNDARA EL 2 DE JULIO DE 1961
Rafael Marrón González
Con la imposición oficial de la conurbación Ciudad Guayana se ha pretendido diseñar una nueva historia que parte de una falsedad: la fundación de Ciudad Guayana en la heredad del histórico Santo Tomé de Guayana en su 7ª fundación.
El cuento de la 7ª Santo Tomé de Guayana
La historia de la fundación de Santo Tomé de Guayana, que nada tiene que ver con Ciudad Guayana ni con las seis mudanzas de la Santo Tomé original, que corresponden a Ciudad Bolívar, es la siguiente:
El Presidente Rómulo Betancourt estimuló la creación de una nueva Ciudad que recogiera la visión desarrollista de su gobierno, y la Asamblea Legislativa del Estado Bolívar modificó la Ley Político-Territorial y mediante Decreto Ley aprobado el 30 de junio de 1961 y sancionado por el gobernador del 2 de julio de 1961, y publicado en la Gaceta Oficial del Estado Bolívar Nº 1847 del 15 de julio de 1961, considerando, como reza el documento:
“Que el volumen de la población que actualmente albergan los centros urbanos de San Félix, Puerto Ordaz, Castillito, Matanzas y Caruachi, como integración orgánica del Distrito Municipal Caroní, hace indispensable para su descongestionamiento, la fundación de una nueva ciudad”, decreta:
“Fúndese en la Mesa de Chirica, sitio donde se libró la Batalla de San Félix el 11 de abril de 1817, la ciudad que llevará por nombre Santo Tomé de Guayana”.
Esto quiere decir que se decretó la fundación de una nueva ciudad, que nada tenía que ver con las mudanzas sucesivas de la histórica Santo Tomé de Guayana que es hoy Ciudad Bolívar, ni con San Félix, ni con Puerto Ordaz ni mucho menos con Ciudad Guayana.
El decreto quedó en un Parque
El domingo 2 de julio de 1961, a las diez de la mañana, se presentaron a colocar la piedra fundacional, el Presidente de la República y varios de sus funcionarios, incluyendo a su Comisionado para el Desarrollo de Guayana, bajo la bendición eclesiástica de Monseñor Juan José Bernal, Arzobispo de Ciudad Bolívar, en el actual Parque La Fundación, en San Félix.
Pero jamás se llevó a cabo la construcción de la Ciudad, es decir que nunca se fundó nada, limitándose todo al acto protocolar de la colocación de la Primera Piedra, cuyo monolito forma parte del activo turístico del Parque La Fundación que sería en todo caso lo que se fundó el 2 de julio de 1961.
Así que esa piedra fundacional no tiene relación alguna con Ciudad Guayana. Sería interesante que ese parque se convirtiera en un museo que recogiera la historia industrial de la ciudad.
El Distrito Municipal Caroní es el germen de Ciudad Guayana
Dilucidada la situación de Santo Tomé de Guayana y su ninguna conexión con Ciudad Guayana, es necesario recapitular para establecer su origen con propiedad histórica. Para aquella fecha, San Félix que es el poblado colonial, dependía administrativamente del Distrito Piar cuya capital era Upata, y los poblados de Puerto Ordaz, que era solamente el área correspondiente a los terrenos de la Orinoco Mining Co., Castillito, Matanzas y Caruachi, dependían del Distrito Heres. Se decidió entonces, dentro de los planes de organización y ordenación territorial de la recién creada Corporación Venezolana de Guayana (29-12-60) independizar a estas poblaciones y estructurarlas en un núcleo administrativo común, y se creó, el 29 de junio de 1961, sancionado por el gobernador el 2 de julio, el "Distrito Municipal Caroní" capital San Félix, que comprendía los poblados de San Félix, Puerto Ordaz, Castillito, Matanzas y Caruachi.
Entonces ¿cuándo se funda Ciudad Guayana?
Al comprender las autoridades regionales la perentoria necesidad de fundir administrativamente las poblaciones sobre las que pesaba el sustento del desarrollo industrial de la región Guayana, deciden, por mandato de la Asamblea Legislativa, en Gaceta Extraordinaria de fecha 21 de Diciembre de 1979, unificar en una conurbación llamada Ciudad Guayana, los cinco centros urbanos existentes hasta ese momento, San Félix, Puerto Ordaz, Castillito, Matanzas y Caruachi, que fueron reducidos a dos cuando, el 14 de junio de 1989, el Distrito Municipal Caroní pasó a ser, Municipio "Autónomo" Caroní, quedando constituido por: San Félix (dividida en las parroquias Chirica, Vista al Sol, Once de Abril, Dalla Costa, Simón Bolívar y las rurales Yocoima y Pozo Verde)y Puerto Ordaz (que asumió a Castillito, Matanzas y Caruachi, que ahora forman parte de las parroquias Cachamay y Unare, que con Universidad integran la división política de la Ciudad).
Además, dónde se ha visto o se tiene registro histórico, de que para crear una unidad político administrativa con dos o más poblaciones existentes, se realice un acto de colocación de una Primera piedra, que simboliza el inicio de una construcción o edificación. El poder y la obsecuencia han entronizado cantidad de falsedades históricas que es necesario desvelar, en aras de la verdad histórica.
Ciudad Guayana, en realidad y en puridad histórica está cumpliendo cuarenta y cinco años.
Las autoridades municipales tienen el deber de asumir este compromiso con la historia.
¿Sabe usted cuánto costó la infraestructura de Ciudad Guayana?
En el mes de noviembre de 1989, el periodista Edgardo de Castro le realizó una entrevista al ingeniero Leopoldo Sucre Figarella, para la ocasión presidente de la Corporación Venezolana de Guayana. En ella afirma, en su defensa del programa de Guayana, y saliéndole al paso a las opiniones adversas de los privatizadores que lograron su objetivo de destruir el desarrollo de esta región, que “la inversión que ha hecho el Estado de sus recursos petroleros en la CVG y en sus programas de Guayana, es del orden de los 25 mil 500 millones de dólares, de los cuales 22.994.000.000,00 son los activos de la CVG. Y de esos, solamente por vías de aporte del Fondo de Inversiones, son 8.841.000.000,00 de dólares, y el endeudamiento original de las empresas era de 6.527.000.000,00 de dólares. Y quiere decir que las empresas, de sus recursos, de su capital de trabajo, de sus inventarios, pusieron 7.625.000.000,00 de dólares, para llegar a los 22.994.000.000,00 de dólares de activos, más los 2.300.000.000,00 de dólares que gastó la CVG en toda la infraestructura de Ciudad Guayana”. Así que ya usted sabe, cuando alguien le pregunte que hizo la democracia con los reales del petróleo, usted estará en capacidad de responderle que dos mil trescientos millones de esa plata se invirtió en la infraestructura de Puerto Ordaz y San Félix. Sucre Figarella añadió en esa entrevista que “si Venezuela hubiera invertido de sus 200 mil millones de dólares, el 70 % en Guayana, otra cosa fuera Venezuela, fuera un país definitivamente pujante, con un enorme desarrollo industrial, donde no tendríamos problemas de deuda de ningún tipo”.
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9 de marzo de 2023
EL MILENIO DE LILITH
EL MILENIO DE LILITH
En el capítulo primero del Génesis encontramos en el versículo 27 que ¨Creó, pues, Dios al hombre, a imagen suya: a imagen de Dios le creó, creólo varón y varona. Y echóles Dios su bendición, y dijo: Creced y multiplicaos y henchid la tierra, y enseñoreaos de ella, y dominad a los peces del mar y a las aves del cielo y a todos los animales que se mueven sobre la tierra”. Es decir, que la mujer fue creada de la misma materia y con los mismos derechos del hombre y en su esencialidad tenía la misma dignidad, imagen de Dios por su alma inmortal, dotada de entendimiento, voluntad y libre albedrío. Pero sorpresivamente, en el capítulo segundo del mismo libro, encontramos a Adán solo, vagando cabizbajo por el Paraíso, y Dios, reflexionando sobre el asunto, se dijo: “No es bueno que el hombre esté solo: hagámosle ayuda y compañía semejante a él”. Luego Dios anestesió a Adán y le sacó una costilla. “Y de la costilla formó Dios una mujer, la cual puso delante de Adán”. ¿Qué pasó con la primera mujer? ¿Por qué Adán se quedó solo? ¿Por qué Dios no la volvió a hacer de barro? Y Adán al ver a su nueva mujer exclamó: “Esto es hueso de mis huesos, y carne de mi carne: llamarse a, pues, Hembra, porque de hombre ha sido sacada”. No sabemos quién le puso a esta segunda mujer el nombre de Eva, seguramente fue Adán. A esta pobre mujer es a la que se carga la cuenta por la pérdida del Paraíso terrenal, al seguirle el consejo a una serpiente lúbrica que le enseñó el uso de ciertas partes, y por designo inapelable estuvo destinada “a servir al hombre”, y en esa condición le fue conculcado, por siglos, su derecho a la participación en la evolución intelectual de la humanidad. Su papel fue confinado al de madre y esclava, atada a un pote de Axión, y todavía en algunas “culturas” orientales hasta se les lapida, se les extirpa el clítoris para impedirle el placer sexual y se les hereda a los hombres de la familia del esposo si éste fallece, como en la “cultura” pemón. Peo con sus luchas, nuestra Eva occidental ha logrado, en cierto grado, obtener derechos que la equiparan al hombre, aunque todavía nos encontramos con desigualdades odiosas en el campo político y laboral. Y lo más triste, es que esta Eva continúa siendo considerada por el machismo aberrante, “objeto” del varón y sometida a humillaciones degradantes y a coñizas bestiales que en muchos casos le producen la muerte.
Pero, ¿qué pasó con Lilith?
De aquella mujer que fue creada con el mismo barro que a Adán nunca más se supo, no hay nada escrito, pero en los mitos judíos se habla de esa mujer primigenia se llamaba Lilith. Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith consideraba ofensiva la postura recostada que él exigía. “¿Por qué he de acostarme debajo de ti? -preguntaba-. Yo también fui hecha con barro, y por consiguiente soy tu igual”. Parece que Lilithh trató de lograr una audiencia con Dios para plantearle el dilema, pero no la consiguió. Como Adán trató de obligarla a obedecer por la fuerza, Lilith, enfurecida, pronunció una fórmula cabalística, se dice que el nombre verdadero de Dios, y le salieron unas alas y salió volando. Adán se sintió muy triste. Dios encargó entonces a sus tres ángeles que la trajeran de vuelta al Edén, pero Lilith se negó, ante ello, el señor la amenazo diciéndole que los hijos que pariera en el futuro al momento mismo de nacer, nacerían muertos. Desesperada Lilith pensó en quitarse la vida, pero los ángeles se compadecieron de ella y le ofrecieron una solución; conservaría a sus hijos al menos hasta el octavo día de su nacimiento.
El destino de Lilith
Revisando en Internet, buscando datos sobre Lilith, encuentro el siguiente texto firmado por Antonio Tausiet: “Esta narración considera a Lilith la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después. Esa condición diabólica de Lilith le ha llevado a ser también la Reina de los Vampiros. No sólo mantiene relaciones sexuales con hombres a los que después asesina, sino que también se alimenta de su sangre. Es en esa encarnación donde Lilith se asimila a diferentes divinidades y monstruos femeninos presentes en la mitología clásica: Lamia, Empusa y las lamias, hijas de Hécate, diosa de la brujería; las harpías y las estriges, también macabras visitantes nocturnas; las harpías, ayudantes de las erinias o furias; las moiras o parcas, las grayas y las gorgonas, siniestras ancianas habitantes de los infiernos. En todas estas figuras se repiten las alusiones a muerte de hombres y niños. Otras referencias mitológicas afines a Lilith se pueden encontrar en la Brunilda de los Nibelungos, o en la diablesa babilonia Lilu. La misma Reina de Saba de Salomón es un trasunto de Lilith. Etimológicamente la voz “Lilith” viene del hebreo layil, (noche), y aparece representada como un demonio nocturno peludo o como una mujer de cabellos muy largos. Lilith ha sido traducido por lechuza o ardilla, evitando toda referencia a la figura precedente de Eva. En nota al pie se hace constar: "Los hebreos creyeron que significaba un ser diabólico, en forma femenina, noctívago, espantajo de la fantasía popular". Las variaciones del mito llevan a Lilith a convertirse en seductora de lo de los propios hijos de Adán y Eva (abordando a Caín con palabras de consuelo y reposo tras la muerte de Abel), o a asimilarla con la propia serpiente del Paraíso (como en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina). Un relato de Primo Levi nos recuerda que Lilith es la amante del mismo Dios creador, y que vive en el Mar Rojo comandando una corte de demonios. Y otra tradición afirma que Samael, luego Satán, el ángel caído, se convierte en pareja de Lilith, e incluso que juntos seducen a Eva para que engendre a Caín”.
La luna negra
“En astrología, Lilith es un punto que se averigua mediante las posiciones de la luna y la Tierra. Su representación es una Luna Negra, y hace referencia a “deseos ocultos, lados reprimidos de nuestra personalidad, experiencias dolorosas y rincones oscuros de nuestra psique”. En astronomía, Lilith es simplemente el asteroide 1.181, descubierto el 11 de febrero de 1927. Sea como fuere es evidente que Lilith es el perfecto símbolo para representar a la mujer emancipada, la que no se somete al hombre y busca la igualdad. Dejando a un lado las referencias al infanticidio o a los sueños eróticos masculinos, Lilith es un ejemplo de cómo la mitología también nos puede ayudar a encontrar las raíces del feminismo”.
Las hijas de Lilith
En España, las periodistas Carmen Posadas y Sophie Courgeon, escribieron un libro que titularon “Las hijas de Lilith”. Tras dejar sentado que la afirmación del feminismo clásico según la cual hombres y mujeres son iguales es un error en el que Simone de Beauvoir tuvo mucho que ver, las autoras se lanzan a un repaso de la condición femenina desde la Edad de Piedra hasta la actualidad. Luego de narrar la historia de las dos creaciones, Llith, la rebelde, la independiente y autosuficiente, y Eva, la sumisa, la obediente, la femenina, la dependiente, en la segunda parte recogen biografías de mujeres capaces de todo con tal de satisfacer sus deseos o mitigar sus miedos. Hembras que hacen de su cuerpo y su inteligencia una herramienta de dominio sobre el hombre poderoso que parasitan y someten. Livia, esposa de Cesar Augusto. Teodora, la meretriz que casada con Justiniano maneja la Constantinopla cristiana. Santa Catalina de Siena. Malinche, la india que se cruza con Hernán Cortés. Roxelana guiando a Soliman el Magnífico. Catalina de Médicis. La princesa de los Ursinos, clave en el afianzamiento de los Borbones en España. Isabel de Farnesio. Madame Roland. Tzu-Hsi, la última emperatriz china. Eva Perón y Jiang Ping, casada con Mao Tse Tung. En Venezuela son escasas estas mujeres tipo Eva Perón, pero podríamos citar a Manuela Sáenz y a Bolívar. A Barbarita Nieves y a Páez. A Cecilia Matos y a Carlos Andrés Pérez y a Blanca Ibáñez y a Jaime Lusinchi. Mujeres que configuran el verdadero poder detrás del trono.
El milenio de Lilith
Sin embargo no es mi propósito presentar a la mujer manipuladora, que aprende a usar el devastador coctél que surge de la combinación de belleza con inteligencia, como ejemplo de lo que pueden hacer las hijas de Lilith, sino asumir a Lilith como la primera mujer emancipada y compararla, por ejemplo con Lya Imber, la primera mujer en graduarse de médico en Venezuela o con aquellas que criadas como “evas” les insurge la Lilith de su naturaleza y mandan al cipote un matrimonio imbécil y se echan a las espaldas su hogar y sacan adelante a sus hijos con su esfuerzo, sin concurso de varón. Desde los años veinte del siglo pasado la mujer ha venido reclamando y obteniendo derechos políticos y sociales que le han permitido ocupar posiciones impensadas en años y siglos anteriores. Lilith insurge con fuerza arrolladora pisando fuerte por su inteligencia, compromiso consigo, con los suyos y con la sociedad y con el progreso a través de su desarrollo personal. Se calcula que en Venezuela existe cerca de un millón de hogares gerenciados por mujeres solas, personalmente conozco muchas, y aunque la mayor proporción está en los estratos menos favorecidos económicamente, donde aquello de que “la familia es la célula de la sociedad” es un mito, también abundan los casos en la clase media. Y hay que ver como se fajan estas mujeres, con las diferencias lógicas de ingresos por causa de falencias educativas, para sacar adelante a sus hijos. Son las modernas Lilith que dan el ejemplo a muchas mujeres que se sienten desvalidas sin el apoyo masculino, al que no niego su importancia, pero si es apoyo de verdad y no carga o sufrimiento.
Un ejemplo
Dos hijos varones le quedaron a Gertrudis (nombre ficticio) de dos uniones fallidas. La diferencia de edad entre ambos es considerable lo que denota que lo pensó mucho antes de decidirse por la segunda vez. Pero Gertudis es una Lilith, pero no lo supo hasta que se lo conté. Había aceptado esa segunda unión porque lo que ganaba le era insuficiente para mantener su casa y el sujeto parecía responsable. Pero tuvo que correr también a éste porque, como el otro, le salió flojo, parrandero y maltratador, hasta que le dio una patada al perrito mascota de Gertudis. Y ardió Troya, agarró una bolsa para basura, le metió las cuatro mudas del tipo y las aventó para el medio de la calle junto con el tipo. En ese momento decidió dejarse de auto limitaciones y buscó trabajo en una contratista de limpieza de una empresa básica. Lavando baños compró su casa, educó a sus dos hijos, y ella es una hermosa negra liberada dueña absoluta de su vida. La conocí en un barrio de San Félix. La pulcritud de su casa indicaba que podría haber pobreza material, pero de espíritu jamás. En ese tiempo vivía alquilando. Pero ya estaba reuniendo para comprar una casa propia, lo que logró al poco tiempo. En varias ocasiones estaba de visita cuando salía a ella a trabajar, porque su hijo pertenecía al grupo de jóvenes a los que yo impartía clases de cátedra libre los sábados, en la Biblioteca de El Roble. Todavía recuerdo sus sabrosas sopas. Tenía que dejar a su hijo pequeño al cuidado del mayor, que era un adolescente, pero con el sentido de responsabilidad exacerbado por el ejemplo de aquella madre formidable. Todos los días salía a la calle a esperar su transporte, maquillada, bien vestida y perfumada. Con la frente en alto. A comerse el mundo. En el bolso llevaba su braga de faena. Nada en ella, ni actitud ni vestimenta, denotaba el humilde oficio que ejercía. Hoy tiene nietos. Sigue produciendo en su casa propia, vendiendo comidas y tortas, llevando las riendas de su hogar. Fue Eva alguna vez, ya no lo recuerda. La necesidad le fortaleció el carácter y a Lilith que la habitaba hizo el resto. En ella rindo homenaje a las Lilith de mi tierra que se secaron las lágrimas de un manotazo, agarraron sus muchachos y derrotaron su pasado haciendo posible lo probable. Brindo por ellas.
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21 de febrero de 2023
LOS COLORES DEL RíO
Los colores del río
El mercado de La Carioca en Ciudad Bolívar era sitio de obligada concurrencia de turistas de todas las latitudes, sus hervidos y frituras de pescado tenían fama de sabrosos, abundantes y accesibles. Era tanta la afluencia de clientes que ya a las doce del mediodía no se encontraba una mesa disponible y solamente si usted contaba con algún amigo que estuviera ocupando una en solitario, sería atendido, por ello cuando visitaba la ciudad, llegaba unos minutos antes y pedía ocho cervezas a la vez, que me las servían en vasos desechables, un costillar de morocoto y un plato de palo a pique, el exquisito guiso de frijoles con arroz y carne salada, pues cuando el sitio se llenaba, no había forma de volver a ser atendido.
Uno de esos mediodías se quedó en mi memoria para siempre. Estaba solo en mi mesa, con mis ocho vasos de cerveza, en un lugar especial, muy cercano al barandal que daba al río Orinoco, esperando mi menú, cuando entró Jesús Soto con dos amigos suyos, y al verme se acercó a mi mesa, y sobreentendiendo que yo tenía que saber quién era, me dijo: “te pareces a Miranda, tú tienes que ser alguna vaina”, por mi pelo largo y mis ocho vasos de cerveza, y le respondí, con la misma confianza: - “pero a Miranda en la Carioca, no en la Carraca”. Soltó la risa y ocupó con sus amigos, para mi satisfacción, las sillas vacías. Ya tenía el pelo canoso y escaso, llevaba su guayabera de estar en su ciudad natal echándose palos en la licorería El Sordo. Se quedó mirando el río y me preguntó: ¿Te has dado cuenta cuántos colores tiene este río? El mismo río que yo, ribereño del mar Caribe, solía percibir de un marrón intrascendente y aburrido.
– Si eres poeta tienes que inspirarte en la acuarela de este río, como lo hizo Andrés Eloy con su Río de las siete estrellas.
Para probar que era poeta, con el valor que da la cerveza calentona, le escribí este poema en una servilleta, al mejor estilo teatral:
“Desde la calidez/ del sereno discurrir del Río/ de su latido primigenio/ el cinético sortilegio/ con su cadencia cromática/ al iris del Orbe deslumbra. Prodigioso genio/ que el alma dormida/ de la inerte materia/ despierta a la vida/ en una alegoría de luz y color/ que vibrátil/ al arte ennoblece”.
Y mientras se enfriaba mi almuerzo y se calentaban mis cervezas, Jesús Soto y sus amigos lograron ser atendidos, y mientras ellos comían, yo escribí estos versos al Orinoco:
“Río padre/ de la octava estrella/ arteria salvaje de indómito latido/ heráldico símbolo de la identidad/ ofrenda generosa/ en la cornucopia de sus márgenes/ y en el mayestático torrente/ de su piel aborigen”.
Ambas servilletas fueron cuidadosamente dobladas y guardadas en el bolsillo izquierdo superior de la flaca guayabera gris, en el cual un lápiz solitario daba tumbos.
- Sigue escribiendo, me aconsejó desde la alta tribuna de su gloria, al despedirse.
Quién sabe dónde terminarían, en el transcurso de aquellos tragos bolivarenses, entre acordes de guitarras y boleros, aquellas arrogantes servilletas impregnadas del olor a bullicio de La Carioca.
El propietario no quiso cobrarles el consumo, el de ellos, el mío sí me lo cobró, a pesar de que fue mi extravagancia y la gentileza de mi mesa lo que le permitió fotografiarse con Soto y sus amigos.
Nunca lo volví a ver. Pero me dejó el aguijón de esos colores del río que yo hasta entonces no había percibido, y que con los años descifré que eran los colores artísticos de la ciudad.
Era la lírica brisa que impregnaba de azul los rizos de su oleaje.
El verde con sus verdes que se diluía en la espuma que baña las riberas.
Ese feroz amarillo que gotea de la historia de sus tejados centenarios que conservan con regia tozudez el color de la arcilla primitiva y baña de luz la piel de la ciudad.
Y esos naranjas otoñales que luego de teñir soberbiamente el horizonte, se sumergen en sus aguas hasta disolver el ocaso, dejando la noche navegar.
Pero también se mezclan y surgen nuevos colores que evocan las tertulias en la tasca del antiguo Hotel Bolívar, entre Manuel Alfredo Rodríguez y Mimina Lezama, poeta que solía hundir en el ensueño la luz de la mañana.
Las disertaciones telúricas del entrañable Rafael Pineda, a quien unos organizadores de un evento sobre el Orinoco, le concedieron cinco minutos de tiempo, Pineda se levantó, saludó y se sentó. Cinco minutos para hablar de la intensidad telúrica del Orinoco, es como mínimo un insulto.
Y la pluralidad intemporal de Jean Aristeguieta y su “País de las mariposas”, creadas especialmente para que los colores vuelen, cuya indeleble huella menuda recibe el beso recurrente del oleaje fluvial en su devota ribera.
Y Alejandro Otero y sus magistrales caprichos solares que lanzan al viento el rumor bravío del plateado destello del rugir del río.
O las largas conversas con Luís Bellorín y su propuesta plástica Perceptivista en el celebérrimo Tony Bar, mutado en colorido Museo popular.
O sencillamente impregnado del Paseo con la etílica poética de Jhon Sampsom Williams, sempiterno habitante del agua, que exhalaba madrugadas por los poros expandidos a la homérica tormenta de una hiperbólica vorágine bohemia.
Y, desde el bar del Hotel la Cumbre, con mi hermano Igor Escalona, quien como amigo es el mejor artista que tiene la ciudad.
Esos colores del río de Soto, son los de Manuel Yánez que persigue su flor viajera desde el Malecón.
Y los de Serenata Guayanesa y del negro Alejandro Vargas, cuya viuda conocí admirando una de las crecidas “del padre río”, quizás esperando divisar su Barca de oro surcando las aguas en pos de la aurora.
Y también los de la poeta Teresa Coraspe y su “Tanta nada para tanto infierno”, que a lomo de tonina llegó desde Soledad una mañana de sol para asentar su poética en el anhelo marinero de su horizonte de piedra.
Y los de Abraham Salloum Bittar, quien desde Siria desembocó en sus aguas para encallar su poesía en sus náufragas reminiscencias.
Y la magia telúrica de lumínicos arpegios de la inmortal guitarra de Antonio Lauro.
Y así, son tantas pinceladas sinfónicas, como la de los legendarios Juanito Arteta y Telmo Armada, las que trazan compromisos con la eternidad de ese río de profundos y cálidos matices.
Y desde entonces, y hasta que ya no se pudo, solía ir expresamente a Ciudad Bolívar a acodarme en la balaustrada del malecón a identificar la escala cromática de Soto que desfilaba por mi memoria a través del abra de su paisaje evocador y de su inefable claustro de silencios.
Puerto Ordaz 7 de marzo de 2022
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27 de junio de 2020
Bolívar periodista
Bolívar periodista
Después de los sucesos del 19 de abril de 1810, Simón Bolívar viaja en
misión diplomática a Londres donde publica una curiosa carta en el
Morning Chronicle del 5 de septiembre, en la cual el futuro Libertador se hace
pasar "por un español de Cádiz dirigiéndose a un amigo suyo en
Londres", en ella fija posición con respecto al bloqueo que ordenó la Regencia española, el 1
de agosto de 1810, declarando rebeldes a sus vasallos y bloqueada
comercialmente la provincia de Venezuela, y entre otras disquisiciones expresa:
“...La regencia supone que los caraqueños se han declarado independientes de la Madre Patria. Esta
es una calumnia que solo sirve para exponer la falsedad de aquellos de quien
procede. Es notorio a todo el resto del mundo que la provincia de Venezuela se
ha declarado independiente, no de la Madre Patria , no del soberano, sino de la Regencia cuya legalidad
se discute aun en España...”. Esa fue su primera relación con el
periodismo. De regreso, en la corbeta Saphiro se trae una imprenta, que es
utilizada para publicar el órgano de difusión de la Sociedad Patriótica ,
el periódico "El Patriota de Venezuela". Desde ese momento la
relación de Bolívar con el periodismo es estrecha y se intensifica con los
años. Es histórico que devoraba con fruición todo periódico que caía en sus
manos y prácticamente los diseccionaba. El capitán de fragata Alfonso Moyer,
comisionado secreto de Luis XVIII, en un amplio informe sobre Bolívar que envía
a su monarca, escribe: “... Es un hombre que sigue con gran cuidado los sucesos
de Europa por medio de la prensa europea. El 9 de diciembre tenía en Lima los
periódicos de Londres hasta el 24 de
agosto...”.
Bolívar columnista
De sus artículos periodísticos que se conservan cabe destacar los
publicados en la “Gazeta de Caracas” el Lunes 7 de Febrero y el Jueves 9 de
Junio de 1814 referentes a la política de Inglaterra y a sus “Reflexiones sobre
el estado actual de la Europa
con relación a la América ”;
así como el referente a la instrucción pública que publica a finales de 1825 en
el diario El Peruano fundado por él, el 25 de Octubre de 1825, que todavía
existe como órgano oficialista, y cuyo primer director fue Tomás de Heres, a
quien le notifica desde el Alto Perú: “No mando los papeles públicos impresos,
porque desde aquí pensamos hacer la guerra con ellos”, evidencia de la
conciencia de Bolívar sobre la importancia del periodismo como elemento difusor
de las ideas, como lo usa durante su estadía en Jamaica en el año 1815 donde
publicó varios artículos en “The Royal Gazette” y “The Jamaica Courant”. Muy
poco se habla de esta pasión sustantiva de Bolívar, nublada por el esplendor de
su formidable gloria de Libertador, fundador de naciones y líder
universal por la idea y convocatoria para la creación de la primera Comunidad
de Naciones del orbe lo que lo inscribe como uno de los fundadores del mundo
moderno como quedó establecido en Ginebra en 1918. Pero esta pasión también la
ejerció con prolijidad, a tal grado, que de no haber tenido que ocuparse de
libertar cinco naciones del yugo imperial español, no existe duda alguna de que
hubiera sido uno de los más brillantes periodistas de América. Sus críticos
coinciden en afirmar que el estilo literario usado en sus cartas demuestra el
dominio de la prosa que caracteriza a todo buen periodista, porque sabida es la
estrecha relación entre estos dos géneros de la expresión humana, la literatura
y el periodismo. Inclusive el mordaz Salvador de Madariaga afirma que “si el
estilo es el hombre, en Bolívar había una riqueza humana maravillosa. Basta que
se deje ir para que lo que escriba sea maravilla. (...) Sus cartas son siempre
de una espontaneidad genial. (...) Pensaba con agudeza y escribía con decisiva
y feliz espontaneidad. (...) Era hombre de inteligencia aguda y de estilo
conciso e incisivo”. Y esa es precisamente la definición estilística que lo
acerca al campo del periodismo, el ser conciso e incisivo.
La libertad en las bayonetas pero también en la imprenta
Cuando fracasa la
Expedición de Los Cayos de San Luis, en 1816, los
españoles incautaron a los insurgentes una pequeña imprenta de campaña, y la Gazeta de Caracas, de nuevo
en poder realista, se burla de este hecho diciendo que “los aventureros no
tenían ni una playa donde desembarcar, pero venían provistos de una máquina
para imprimir y de tipos de imprenta”. Una vez en posesión del territorio de
Guayana, lo primero que hizo Bolívar, fue ordenar a José Miguel Istúriz, el 1º
de septiembre de 1817, la adquisición de una imprenta en Trinidad para
imprimir en Angostura un periódico que conformara la voz de la patria en armas
y enfrentara la desinformación realista de la Gazeta de Caracas. La imprenta se negoció por
2.200 pesos, pero como solo contaban para la operación con 1.525 pesos, se
entregaron 25 mulas guayanesas para completar el precio. Y el sábado 27 de
Junio de 1818, bajo la dirección de Francisco Antonio Zea, circulo el
primer número del Correo del Orinoco, cuyo editorial informaba: “Somos libres,
escribimos en un país libre, y no nos proponemos engañar al público. El Correo
del Orinoco culminó sus operaciones el 23 de Marzo de 1822, después de 128
números ordinarios y cinco extraordinarios, al trasladarse la sede del Gobierno
de la Gran Colombia
a Cúcuta. Presumo que cualquier periódico de hoy se sentiría orgulloso de haber
sido el autor de la noticia del triunfo de los patriotas en Boyacá, o la
ocupación de Caracas por el general Bermúdez, o el triunfo de los patriotas en
la inmortal gesta del campo de Carabobo, o la entrada apoteósica de Bolívar a
Caracas, después de triunfar en Carabobo, como las reseñó en su oportunidad el
Correo del Orinoco.
El seudónimo de Bolívar
Bolívar fue redactor del Correo del Orinoco y bajo el seudónimo
J. Trimiño publicó una amplia respuesta cargada de humor irónico a José Domigo
Díaz, realista redactor de la
Gazeta de Caracas, en la edición Nº 20 de fecha 27 de febrero
de 1819: “... No escriba V. más caballero Díaz. Ya que no sabe escribir podría
V. guardar silencio que es lo que V. haría admirablemente, quando ignora quanto
se requiere saber para ser buen escritor. ¿Sabe V. pensar? No. ¿Sabe V. lo que
es verdad? No. ¿Sabe V. decirla? No. ¿Pues que sabe V? Mentir, adular, al
que teme, calumniar, al que aborrece, siempre contradecirse y fastidiar a todo
el mundo. (...) ¿Ya es V. liberal o todavía servil? ¡Pero no¡ V. no es
nada ni será nunca más que nada”. El Correo del Orinoco tiene para nuestra
historia la importancia capital de haber sido el vocero de la República desde 1818
hasta el 23 de Marzo de 1822, ya florecida la libertad en el suelo de la
patria. El Correo del Orinoco, además, sirvió para dar a conocer en otros
países sur o centroamericanos, Antillas, Estados Unidos o Europa los ideales,
propósitos y proyectos de los dirigentes revolucionarios
independentistas. El impresor contratado por Bolívar para editar el
"Correo del Orinoco", fue Andrés Roderick, también editor de "El
Correo Nacional", periódico publicado en Maracaibo desde el 14 de mayo de
1821 hasta el 10 de noviembre del mismo año. Roderick Murió en Bogotá en 1864.
Bolívar Jefe de Redacción
Pablo Morillo fundó en Bogotá “La Gazeta de Santafe de Bogotá” que Bolívar asumió
luego del triunfo de Bogotá y convirtió en “La Gazeta de Colombia” en cuya
diagramación se inmiscuía, y así le escribía a Santander: “Dígale usted al redactor
que anuncie al público que no dará más cabida a los artículos remitidos en
forma de cartas, sino que los encabezará con un título de su contenido. A todas
las cosas se les debe dar la forma que corresponden a su propia estructura, y
estas formas deben ser las más agradables para que capten la admiración y
encanto. Mucho importa que ese diario, que tiene tan buenos redactores, trate
las materias de un modo regular y periodístico”, y aquí Bolívar demuestra su
avanzada visión al relacionar en aquella época el término “periodístico”, no
con lo relativo al periódico y los periodistas como era usual, sino con
lo referente a la noticia y su relevancia. E insiste sobre el tema desde el
Rosario de Cúcuta, el 26 de Junio de 1820: “...La Gazeta es muy chiquita; no
contiene nada; sobran materiales y sobra buena imprenta. Hágale usted quitar el
jeroglífico; póngale Usted por título Gazeta de Bogotá y que se llenen las
columnas con los caracteres más pequeños que haya; pues si es preciso que se
compre la imprenta o se emplee la de Lora por contrato. Este es un lujo de los
gobiernos y es una indecencia lo contrario. Nuestra Gazeta no se puede
presentar en ninguna parte por su tipografía. Mando a usted la proclama de
Morillo para que se ponga en la
Gazeta , con las notas entre paréntesis y en letras
bastardillas. Estas notas pueden mejorarse con más sal y con algunos cauterios;
usted haga de ella lo que guste suprimiéndolas y aumentándolas; pero que
siempre vayan intercaladas en el texto, porque así hacen mejor efecto y no con
llamadas...”. Y en otra correspondencia, del 14 de Agosto de 1825, esta vez
dirigida nuevamente a Tomás de Heres y refiriéndose a El Observador, le
comenta: “...El Observador en un pequeño cuaderno no está bien, mejor
aparecería en un pliego entero. El Nº 2 no tiene variedad ni noticias, que son
las que interesan. Los negocios legislativos deben ser comunicados, y las
columnas deben ir divididas en este orden: Noticias extranjeras, Noticias del
país, Asuntos políticos o legislativos, Variedades, etc., y lo que sea
literario o negocio de algún interés mayor que no pertenezcan a dichos
artículos, destacarlos aparte. Después se pueden poner estos otros artículos:
Curioso, Estupendo, Notable, Gracioso, Escandaloso, y otros títulos como estos
que llamen la atención del público y correspondan estos títulos. Yo quiero que
se proteja un periódico, pero no aparezca usted como principal, más bien que
sea el gobierno o Larrea, o un amigo; pero que se organice con elegancia, gusto
y propiedad”. Posteriormente a partir del 10 de abril de 1821, aparecen
sucesivamente bajo la égida de Bolívar, en Huaura, Barranca y Lima: “El
Pacificador del Perú”, “La
Gazeta del Gobierno de Lima Independiente” y la “Gazeta del
Gobierno”, instrumentos oficiales de las nacientes repúblicas de Perú y
Colombia.
Riega de periódicos la
América insumisa
Durante la campaña militar que culminaría en Ayacucho en 1824, se hace
acompañar de una imprenta para imprimir “El Centinela en Campaña”, donde
difunde las diferentes situaciones de la guerra, pero descontento con la
forma de este periódico le escribe a su secretario José Gabriel Pérez, desde
Huamachuco, el 6 de mayo de 1824: “Remito a usted el Centinela, que está
indignamente redactado, para que usted mismo lo corrija, y lo mande de nuevo a
reimprimir, a fin de que corra de un modo decente y correcto. Despedace usted
esta infame gazeta para que quede mejor. La divisa está indignamente colocada.
La contestación, etc., en letras mayúsculas. La puntuación corregida, las
impropiedades destruidas, todo rehecho”. En Arequipa anima la fundación de “La Estrella de Ayacucho”, y
en Lima funda “El Observador”, para responder los ataques que a su persona y a
la campaña libertadora realizaban periódicos de Buenos Aires y Chile; este
periódico fue eliminado por Tomás de Heres, acogiéndose a las críticas de
Bolívar que lo consideraba indigesto y sin método, y sustituido por “El
Peruano”.
Bolívar fue siempre respetuoso de la libertad de expresión, aún cuando
recibió duros e inmerecidos ataques políticos, sobre todo en sus últimos años;
y así lo demuestra en carta enviada desde Chuquisaca al general Santander:
“...Hemos quitado la mordaza de la boca para que nos digan injurias, y se está
realizando la fábula de la serpiente con el hombre, que al primer calor que
sienten, emplean su saña contra sus benefactores”. Y a José Félix Blanco le
acota: “A mi me fuera muy fácil escribir otras tantas gazetas en mi elogio, y
en desprecio de otros; pero esta no es mi ocupación”.
Tomando en cuenta que el periodismo, como lo conocemos hoy, es una de
las mayores realizaciones del siglo XX, y basados en los hechos históricos
mencionados, podemos afirmar que El Libertador fue un adelantado del periodismo
moderno que hasta un código de ética periodística enunció, cuando expresara que
“Para la sátira más cruel se necesita nobleza y propiedad, como para el elogio
más sublime”. Por ello pedimos al Colegio Nacional de Periodistas solicite
el título de periodista para el ciudadano Simón Bolívar.
La expresión “La imprenta es la
artillería del pensamiento” no pertenece a Bolívar, su autor es el poeta
francés, del siglo XVIII, Antoine Rivarol. Algunos historiadores y la tradición
han colocado este pensamiento como expresado por Bolívar citando como fuente la
carta que, con fecha 1º de Septiembre de 1817, le envía desde Angostura a
Fernando Peñalver, Intendente General de ejército Libertador, que se encontraba
en Trinidad negociando insumos para la guerra, en la que en realidad le dice: “Sobre todo mándeme usted de un modo u otro la imprenta que es tan útil como los
pertrechos”.
Dedico este texto al periodismo comprometido, que
permanece al lado de la sociedad, de la libertad y de la verdad, sufriendo las
consecuencias de asumir la dignidad de constituirse en contrapoder, lo que debe
ser todo periodista consustanciado con su esencialidad profesional y todo
medio de comunicación que tenga como Norte la perfección del sistema de libertades
que propugnamos bajo la égida de Democracia y punto.
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