Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

4 de septiembre de 2010

La demanda del PCV…

“La criminal es una de las dimensiones propias del sistema comunista durante toda su existencia". Stéphane Courtois: El libro negro del comunismo.

Rasgándose las vestiduras salpicadas de sesos de torturados en las mazmorras de Fidel y cubriendo de cenizas sus barbas tintas en sangre seca de las cien millones de víctimas que sus regímenes le han ocasionado a la humanidad, el PCV amenaza con “demandar” a la Mesa de la Unidad por hacer campaña “anticomunista”, como si ser anticomunista - que es un deber patriótico, humano y de defensa propia – fuera delito como sí lo es participar en conspiraciones terroristas contra estados democráticos en campamentos guerrilleros que violan espacios territoriales de naciones extranjeras, como se comprobó por una evidencia fotográfica que registra al diputado malbañado de la chaqueta quita y pon en el aquelarre que él nunca suficientemente bien siquitrillado Raúl Reyes mantenía en territorio ecuatoriano y que Uribe, en buena hora para la América mestiza, fumigó.

Quisiera preguntarles a estos cínicos por qué no demandan al Congreso polaco que en decisión que lo enaltece decretó al comunismo como ideología criminal – que lo es por antinatural – o a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa que condenó “con vigor las violaciones masivas de los derechos de hombre cometidas por los regímenes comunistas”.

Sinceramente creo que es hora de asumir posiciones firmes frete a esta canalla criminal, que la pudibundez democrática ha cohonestado en perjuicio de los valores democráticos, que debe proscribirse como enemiga de la humanidad. No hay posición más digna para un hombre libre de conciencia inteligente que proclamarse anticomunista, como debe toda persona signada por la piedad que es la síntesis de lo esencialmente humano.

Pruebas de la sevicia de esta esquizofrenia existen en demasía y no comprendo como se sigue permitiendo que este peligro siga como espada de Damocles, pendiente del cuello de los pueblos ingenuos del mundo.

Un comunista que había pasado hasta ahora como símbolo de honestidad intelectual, no resistió el trabajo acucioso de un investigador, se trata de Santiago Carrillo, uno de los artífices de la transición española desnudado en su condición asesina por investigaciones periodísticas españolas, que han descubierto hasta el homicidio de un partidario sospechoso de colaboracionista, cuya muerte hasta ahora se había atribuido a Franco: “Santiago Carrillo es responsable de la matanza de Paracuellos, durante la guerra civil española, en la que murieron 5.000 personas, un tercio de ellas menores de edad, Las matanzas de Paracuellos no fueron un episodio excepcional.

En realidad, obedecían a un modelo genocida que se comenzó a aplicar en Rusia durante la guerra civil y que tendría otra de sus manifestaciones en las matanzas de Katyn en 1940 donde los comunistas rusos asesinaron a más de 20.000 polacos. En enero de 2008, Carrillo pronunció una frase impresionante: "Todos hemos sido terroristas". ¡Lo habrás sido tú, carnicero! Y en una entrevista en El País, publicada en 2005: "Incluso, en algún caso, yo he tenido que eliminar a alguna persona, eso es cierto; pero no he tenido nunca problemas de conciencia". ¿Y este asesino confeso sigue recibiendo homenajes?".

Ustedes, comunistas, son criminales y punto

… Y si usted no lo es ¿qué hace donde no corresponde? Han sido tan horrendos y tan profusos los crímenes contra la humanidad que han cometido los regimenes socialistas que en el mundo han tenido la desgracia de imponerse sobre sus pueblos, que los seguidores de esta antinatural corriente política reaccionan definiéndolos con el derivado de los líderes que dirigieron y dirigen esos gobiernos, olvidando que un gobierno es una estructura de poder, y así, en Cuba hay “fidelismo” no socialismo; en Corea del Norte es “polpotismo” en la Unión Soviética, hubo “estalinismo”, no socialismo “y menos comunismo”, porque el comunismo es “una utopía” me corrige un criminal potencial afilando la daga de degollar hombres libres, pues utopía es realidad potencial por lo tanto hay que estar alerta contra esta secta de asesinos.

Fidel Castro siempre fue un gangster dispuesto a asesinar a quien se le atravesara en el camino de su codicia, una anécdota que lo define ocurrió en una conversación con el bolsiclón de Salvador Allende – de quien los rusos se burlaban - éste le dijo a Fidel Castro que un revolucionarios debía estar siempre dispuesto a morir por la revolución y Fidel le respondió: ¡A morir no, a matar".

Durante 72 años la mal llamada Unión Soviética fue el laboratorio de experimentación humana más perverso de la historia de la humanidad, y aquí es importante destacar para colocar las cosas en el ámbito de la realidad, que la palabra “soviet” de la cual deriva “soviético” o “soviética”, era el nombre de los consejos comunales rusos, organizados por el partido comunista como receptores del “poder popular”, una ficción, que bajo el lema “todo el poder para los soviet” – para el pueblo - concentraba “todo el poder” en la nomenclatura del régimen por endoso de la soberanía.

Estos soviet, o consejos comunales constituyeron la base para el control social del régimen comunista, al principio fueron los primeros actores de las primeras matanzas y mudanzas obligatorias de pueblos enteros para desarraigarlos y dominarlos por la incertidumbre, y luego terminaron siendo víctimas de su propia estupidez.

La voz “soviético” es decir, miembro de un consejo comunal, es un sustantivo tenebroso que remite al asesinato sistemático de 40 millones de seres humanos. Y fue precisamente José Martí – de cuya gesta libertadora se apropió Fidel Castro como Chávez de Bolívar - quien nos dejó una advertencia: "Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en los que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados".

Socialismo es muerte

En el mundo del pensamiento actual no hay espacio para las ambigüedades. Ser o no ser es el dilema. El closet quedó exclusivamente para guardar ropa, no para esconder posiciones ni tendencias ni preferencias.

La autenticidad dejó de ser privilegio de ricos y famoso, para constituirse en una posición natural ante la vida que traduce honestidad e integridad. En el caso del socialismo, estamos observando en nuestros políticos latinoamericanos una ambigüedad preocupante, porque en lugar de señalar con precisión las perversiones de este sistema en la práctica, intentan desvincularlo de ella para mantenerlo en el plano de la oferta de “progreso” humano, obviando que todos los gobiernos socialistas – no confundir estúpidamente con socialdemócratas – en la práctica han sido – y son - feroces dictaduras criminales que siguen al pie de la letra la praxis marxista – leninista, y cuya realidad socio política, se ha constituido en ejemplos de inicua explotación del hombre en estado de esclavitud, frase que identifica plenamente al comunismo, presentado eufemísticamente, para preservarle la virginidad, como “socialismo real”, definido en la práctica como gobierno personalista que controla la vida económica, social y política de la nación bajo el imperio de las armas de un ejército incondicional por los privilegios que actúa sobre las “desviaciones”, como llaman al pensar distinto, con furia satánica.

Los reformistas del socialismo en lugar de reconocer de una vez por todas que ese es un sistema inhumano, que castra la individualidad indispensable para el desarrollo, que es como quitarle el germen a la semilla, y denunciarlo ante el mundo como genocida, se la pasan creando “socialismos diferentes”.

Todo con tal de no reconocer que han perdido su vida política detrás de una forma de gobierno que va a contrapelo de lo que han logrado en el ejercicio de sus potencialidades en democracia. Pero el colmo es que pretenden debatir con nosotros, los liberales, sobre las “bondades” de esta criminalidad que ha cometido el más espantoso acto terrorista selectivo de todos los tiempos.

¿De qué vamos a debatir? ¿De lo maravilloso que es la exclusión socialista representada en Venezuela por la Lista Tascón? ¿O de la aberración imposible de la propiedad social, comunitaria o colectiva? Ah, ya sé, vamos a debatir sobre "patria socialista o muerte", eslogan estúpido que define en cuerpo entero el pensamiento totalitario de esta gente cuyas falencias personales y genéticas les han inoculado odio por todo quien se ponga una corbata.

¿Vamos a debatir? ¡No, vamos a derrotarlos! Ah, comunistas, pueden incluirme en su demanda porque yo si es verdad que ante el mundo proclamo sin ambages que el comunismo es una secta de asesinos.
Rafael Marrón González

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