Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

30 de enero de 2010

11 de Abril: Día Nacional de la Integridad Democrática

Los acontecimientos históricos en la incansable lucha por establecer un orden republicano y, por lo tanto, democrático en la nación, están determinados por tres fechas que marcan indeleblemente hitos fundamentales que es importante recordar.

La primera de estas fechas es el 14 de febrero de 1936, día en el cual se realizó “la manifestación cívica más importante jamás efectuada en nuestro país”, encabezada por el rector de la Universidad Central , Francisco Antonio Rísquez, y por los líderes de la generación del 28, entre ellos Jóvito Villalba y Miguel Otero Silva, que logró que López Contreras expulsara del gobierno a los últimos gomecistas enquistados en su gobierno, obligado por la repulsa popular ante el crimen cometido contra los manifestantes congregados en la Plaza Bolívar, que protestaban por el cierre de medios de comunicación entre otras restricciones a las garantías constitucionales, que en número superior a mil, fueron asesinados por la policía que disparó desde los balcones de la Gobernación, siguiendo órdenes del gobernador gomecista Félix Galavis.

Esa fecha – con sus mártires y sus héroes - clausura la oscuridad de 27 años de la tiranía militarista del dictador Juan Vicente Gómez, que tuvo la gentileza de morir en diciembre de 1935, y abre paso al “Programa de Febrero” anunciado al país el día 21, que inicia las reformas esenciales para la modernización del Estado con la promulgación de una Constitución, en julio de ese año, que garantizaba la inviolabilidad del hogar, la libertad de expresión y de reunión, el libre tránsito, el derecho al voto a los alfabetos mayores de 21 años y el reconocimiento a los derechos relativos al trabajo; la reorganización de la administración de Justicia, y el desarrollo de campañas sanitarias y contra el analfabetismo, el estímulo al deporte, la creación de un Instituto Pedagógico y de escuelas de artes y oficios; reforma del sistema tributario y del sistema bancario nacional mediante el establecimiento de un Banco Central; fomentar la colonización del paupérrimo interior del país, modernizar el Ejército e incentivar el aparato productivo nacional.

Este programa tuvo efectos políticos inmediatos para la estabilidad de la República. Y todo surgió de haber tomado la calle la dirigencia opositora, poniéndole el pecho al aparato represivo del gomecismo, claro que en ese entonces no existía Globovisión.

23 de enero de 1958

La segunda fecha, es el 23 de enero de 1958, que tuvo cuarenta años de vigencia y marcó el inicio de la consolidación de la democracia esbozada en aquella alborada de 1936, interrumpida por el militarismo corrupto y corruptor del jamás bien desaparecido Marcos Pérez Jiménez, que, en nombre del concreto y del acero modernizador, exclusivamente de Caracas, llenó las cárceles y el exilio de disidentes y asesinó a cientos de venezolanos que tuvieron la desgracia, como Alerto Carnevalli y Leonardo Ruiz Pineda, de liderar la oposición al déspota ilustrado como pretendía se le reconociera para emular a Carlos V. Un recuento sucinto de los hechos que culminaron en la madrugada del 23 de enero con el ruido de la “Vaca Sagrada”, como llamaba el pueblo al avión presidencial, surcando los cielos de Caracas llevando en su vientre al dictador y sus maletas llenas de dinero venezolano robado a las arcas del Estado, rumbo a República Dominicana: “El 1 de enero de 1958 se produjo el primer intento de rebelión militar contra Pérez Jiménez.

El movimiento encabezado por el Coronel Hugo Trejo contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de la Fuerza Aérea. Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno. Sin embargo, a partir de ese momento se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las Fuerzas Armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor y se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil. Pero el movimiento popular iba en ascenso.

Densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen. En las calles se suceden manifestaciones y mítines. El 21 de enero comienza una huelga de prensa y horas después la huelga general convocada por la Junta Patriótica. El 22 se reúnen altos jefes militares en la Academia Militar para considerar la situación. Sus deliberaciones concluyen formando una Junta Militar de Gobierno que pide la renuncia a Pérez Jiménez.

Esa fecha gloriosa para la democracia, en la que el periodismo y la Iglesia tuvieron destacada participación, y los militares institucionalistas se negaron a obedecer las órdenes criminales del dictador, preocupados por la imagen represiva que la institución armada estaba generando en la población, aglutinó al pueblo venezolano en una sola voz libertaria cuyo espíritu fue escindido el 4 de febrero de 1992, día que marca el fin de una era y el comienzo de la incertidumbre iniciada en 1999 y que ya lleva once años tratando de implantar el pensamiento único a la nación venezolana.

11 de abril de 2002

La siguiente fecha, que establece un parámetro en la lucha del pueblo venezolano por la democracia y la libertad, amenazadas nuevamente por el militarismo, esta vez de corte comunista, que pretende destruir el orden republicano de la nación y convertir a la República en satélite de la política cubana, es el 11 de abril de 2002, que pertenece a esta generación política del presente activo que ha sido capaz de frenar los empujes totalitarios de este gobierno comunista sediento de conculcar la libertad al pueblo venezolano.

Los hechos que marcaron para la historia esta fecha y a esta generación, fueron los siguientes:

1. La multitudinaria e histórica manifestación pacífica de más de un millón de personas que apoyaban la huelga petrolera en defensa de Pdvsa, que comenzó su gran marcha desde el Parque Rómulo Betancourt hasta Chuao. Allí los participantes decidieron a motu proprio, porque es incierto que hubiera liderazgo político, seguir hasta Miraflores, con todo su derecho, a pedir la renuncia del presidente cuya incapacidad para el diálogo, intolerancia política y tendencia totalitaria, había desencadenado las acciones de protesta en todo el país.

2. El pánico se apoderó de Chávez que ordenó que la marcha no llegara a Miraflores.

3. 67 asesinos oficialistas, de los cuales 32 están plenamente identificados aunque impunes, emboscaron la marcha desde las azoteas de los edificios y ocasionaron 134 bajas, de ellos 20 muertos, entre estos el reportero Jorge Tortoza, y 114 heridos, como el fotógrafo Jorge Recio, quien quedó en silla de ruedas por un impacto de bala.

4. No contento con esto, Chávez ordenó la activación del Plan Ávila (ataque con tanques y poderosas armas de guerra a la indefensa población civil) y fue desobedecido, de lo contrario los muertos se contarían por millares.

5. El general en jefe Lucas Rincón, ministro de la Defensa, flanqueado por el Alto Mando militar, informó al país en cadena de radio y televisión lo siguiente: “Deplora el Alto Mando militar los lamentables acontecimientos sucedidos en la capital el día de ayer, ante tales hechos se le solicitó al señor presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó...”. El TSJ determinó al respecto, en febrero de 2003, que “una vez que se anunció por el general en jefe la renuncia del Presidente y del Alto Mando Militar, todo el país tenía el derecho y la obligación de creer, tal y como sucedió con la OEA, que en Venezuela existía crisis en el Poder Ejecutivo por carencia de titular de la Presidencia”. Es decir que hubo “vacío de poder”. No “golpe de Estado”. Esta sentencia fue derogada por el mismo TSJ, en un acto insólito que elimina el principio de “cosa juzgada” y, además, sienta el precedente para que el TSJ deje de ser considerado como última instancia de sentencia firme, sin apelación.

6. Por la ausencia de auténticos líderes políticos al frente de situación tan delicada, la presidencia de la República recayó en un hombre sin experiencia, tutelado por los militares, el presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga, cuya lamentable cadena de errores generó la restitución de Chávez al poder por Isaías Baduel.

En conclusión

Dada las características cívicas y el impecable origen democrático de la extraordinaria jornada del 11 de abril de 2002 y por formar parte del calendario de luchas republicanas de una nueva generación, es pertinente asumirla como Día Nacional de la Integridad Democrática, para difundir ampliamente los hechos reales y contrarrestar la intención de Chávez para subvertir la historia. Y, además, porque nuestros mártires inmolados en esa hora se lo merecen.
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23 de enero de 2010

La patria es la gente, no Chávez

Es conocida la definición de “patria” como “tierra de los padres” o de los antepasados, sin embargo en la praxis moderna sólo puede significar “tierra de los hijos”, porque nuestra lucha vital por tener una mejor patria está signada por el deseo de poder influir para hacerla digna y próspera para el albergue gentil de nuestros descendientes. Y desde esa perspectiva filosófica, “la patria es la gente” y por lo tanto, todo aquello que lesione la moral pública o los intereses de la gente es traición a la patria.

Si esta elemental definición es difundida por los maestros en las escuelas y por los actores políticos, abarcando todas las capas sociales, la conciencia de participación ciudadana y de responsabilidad con el gentilicio se verían fortalecidas exponencialmente, porque sacaríamos el concepto de patria de ese artificioso espacio exógeno al individuo, determinado por el simbolismo abstracto de himnos, estatuas y banderas, regularmente exaltador del pasado militarizado, que lo hace tan vulnerable a las apetencias desmesuradas de los cíclicos “salvadores” de la patria en estos tierreros latinoamericanos aunque ya algunas naciones están, aparentemente, escapando de esa maldición retrógrada.

Y yo puedo dar fe de lo rápido que los escolares introyectan esta definición que los inserta como parte sustantiva de la solución de los problemas sociales al visualizar conscientemente que si la basura, por ejemplo, se pone en su lugar, la patria tendrá un rostro aseado. Qué si ellos decantan la violencia, la patria será pacífica.

Hoy la patria sufre el insulto de ser considerada una de las más criminales del mundo, porque este gobierno inepto perdió el control sobre la delincuencia. Hasta mediados del siglo XX Venezuela era considerada una nación generosa, porque su gente lo era, además de servicial, trabajadora y honesta. Y no soy de los que creen que a Venezuela la corrompió la fiebre petrolera, sino que fuimos perdiendo las riendas de la sociedad, porque una serie de gobiernos demagogos – exacerbado en el presente - encontraron un filón electoral en la reproducción irresponsable del lumpen – nacional e importado - que hoy alarmantemente, amenaza la estabilidad de la república, y como se refugia en el hábitat de la humildad, se mimetiza con ella, cuando en realidad es el depredador de su ambiente, de su paz y de su desarrollo.

Si la patria es la gente…

… La responsabilidad suprema del Estado es con la gente - aunque no para degradarla con dádivas demagógicas parasitarias ni discursos pobrecitistas - por lo tanto no es concebible que la gente, que es la patria, haya descendido en estos once años de gobierno chavista al extremo que observamos en la actualidad, mientras se despilfarran cientos de miles de millones de dólares en la promoción mundial de un proyecto político históricamente fracasado, privilegiando, por odio al desarrollo nacional, la generación de riquezas y empleos en países extranjeros con los recursos cuyo destino es el progreso de la gente que es la patria. Pero, además, es despreciable traicionar la fe pública, al encubrir la verdad con una mentira dotada de rango oficial, para distorsionar la realidad.

La mentira como oficio

El caso de la debacle del sistema eléctrico nacional, producido por ineficiencia y desidia gubernamental, ha desatado una brutal campaña de mentiras orquestadas por parte de los más conspicuos embusteros de las distintas instancias oficiales para desviar su culpa hacia el fenómeno atmosférico, cíclico y errático, llamado, desde hace siglos, El Niño - por el Niño Jesús, por los pescadores del puerto de Paita, en Perú, porque las aguas de sus costas se calientan en época navideña - a pesar de la evidencia histórica “de los últimos 60 años que registra la presencia del fenómeno climático en los años 1982, 1983, 1997 y 1998 y no se produjo escasez ni restricción del servicio” y como afirman con coraje los técnicos de Edelca en un comunicado: “Es preciso aclararle a la nación que esta crisis de insuficiencia de energía eléctrica no se debe al evento climatológico “El Niño” (…). La principal causa (…) se debe a que el Gobierno no ha sido capaz de realizar oportunamente las inversiones requeridas en los sistemas de generación, transmisión, subtransmisión y gestión del sistema eléctrico nacional”.

El Colegio de Ingenieros de Venezuela, declara “que entre los culpables - además de Chávez - se encuentran Alí Rodríguez Araque – que fue artífice de la desnacionalización de la Electricidad de Caracas en el año 2000 – y Rafael Ramírez - quien emerge como engranaje de malversación de dineros eléctricos en su condición de oficinista bancario de Miraflores”.

Nelson Bocaranda acusa a Jorge Giordani “por haber destinado partidas del presupuesto asignado a obras de infraestructura eléctrica al gasto corriente demagógico y populista”. Y el Consejo Legislativo del Zulia presenta a la nación seis generadores, turbinas y transformadores que llegaron al Zulia en el 2006, que de haberse instalado estarían suministrando 1.080MV, equivalentes a la meta de restricción del gobierno.

Candil de la calle

Además, para ratificar como mentira el argumento oficial, “en los últimos 5 años Chávez ha anunciado gastos en el exterior en el área eléctrica por $9,9 millardos, según informe del Centro de Investigaciones Económicas, monto superior a los $9.2 millardos que Corpoelec calcula para incrementar la capacidad de generación y mejorar los sistemas de transmisión eléctrica del país”, lo que certifica que Chávez – que “ha regalado $53 mil millones en el exterior” (Julio Borges) - privilegia lo extranjero en detrimento de lo nacional, mientras acumula un déficit de $20 mil millones en inversión eléctrica.

En un apretado resumen de NoticiasCentro.com, encontramos: que “el 13 de agosto de 2001, Chávez, le llevó de regalo una planta generadora de electricidad a Fidel y se la entregó con estas palabras: “Permítenos, Fidel esta interconexión eléctrica, te la damos como regalo en estos tus 75 años".

En octubre del año 2009, cuando ya se acercaba el colapso, PDVSA se comprometió a invertir 80 millones de dólares para la construcción de una planta termoeléctrica en Bolivia, lo que se suma a los $48 millones que tres días antes había prometido Chávez para la instalación de 100 megavatios en esa nación andina. Desde el año 2007 Chávez ha financiado la construcción de 32 plantas generadoras de electricidad en Nicaragua.

A través del Fondo Caribe pagó 50 millones de dólares para obras de infraestructura, que en su mayoría fueron proyectos de generación eléctrica en diversos países. La lista sigue, pasa por Antigua y Barbuda, donde financió la construcción de una planta de 10 megavatios que cubre 25 por ciento de la demanda local; Haití, que recibió los recursos para la refacción de un complejo generador de 60 megavatios; y la isla de San Cristóbal y Nieves, que obtuvo cuatro megavatios extras por ser el anfitrión de la cumbre de Petrocaribe del año 2009. Esa es la verdad. Lo otro, lo del Niño, es para consumo de focas y discurso de traidores a la gente que es la patria.

Y los dogmatizados se la creen

La absurda consecuencia de esta mentira maniáticamente repetida, con la esperanza de que se convierta en verdad – Goebbels dixit - es que – como boomerang - se la cree fervorosamente la debilidad mental imperante en el gobierno, por lo que – paralizados para la verdad - su única alternativa frente a su propio desastre es que la naturaleza salga en su auxilio y llueva, como si este inmenso problema fuera barro que con la lluvia se disuelve, en lugar de asumir virilmente su responsabilidad y devolverle la gerencia del sistema eléctrico a sus técnicos – dado el inconmensurable fracaso de los militares asimilados “destructivistas” - provistos de los fondos necesarios para canalizar las inversiones hacia la aceleración de los proyectos suspendidos por el antinacionalismo chavista. Pero en lugar de esa actitud, Chávez culpa a los medios de comunicación e insiste en engañar a la gente que es la patria, asegurando que “aquí no hay una crisis, hay una dificultad”, lo que indica su terca negativa a reconocer su responsabilidad en este colapso energético – que pronto incluirá la gasolina - que es una traición a la productividad indispensable de la nación – que afecta hasta a la impartición de justicia, reducida a horario de 9am a 1pm - para que la gente, que es la patria, pueda acceder al progreso por el desarrollo de sus individuos. A oscuras, con la maquinaria productiva en niveles de indigencia, no puede haber progreso ni material ni humano.

Así que como la patria es la gente…

… Todo quien conociendo la verdad la niegue, burlándose de la ingenuidad de la gente susceptible a ser deslumbrada por la omnipotencia del poder, es un canalla, y su dimensión canallesca es directamente proporcional a su jerarquía. Y punto. Sale pa´llá.
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17 de enero de 2010

¿Por qué no el revocatorio?

El 13 de enero, Chávez, envalentonado por la inmensa masa monetaria que le producirá la devaluación, y por su control obsceno sobre el CNE, retó nuevamente a la oposición a convocar un referendo revocatorio – “No tengo miedo”, dijo – pero la oposición no ha recogido el guante, pues sus líderes, o sus asesores, piensan que no están dadas las condiciones objetivas - “no existe una contrafigura”, “se carece de un programa de gobierno”, “no hay tiempo”, “es una idiotez”, ¿para el 2013 estarán organizaditos y preparaditos, como no lo han logrado, según confiesan, en 11 años? - para activar este mecanismo constitucional aunque lo que está en juego en este instante es la integridad de la república, y siguen dando prioridad a las elecciones parlamentarias, para las cuales Chávez se prepara con mucho real y poca ética, circuitos electorales paradisíacos y lenguaje escatológico amenazante: “Hay que evitar que estas compotas de pupú tengan mayoría en la Asamblea porque, en ese caso, vendría una guerra”.

Ahora bien, colocándome contra corriente de esa posición en contra de una convocatoria que movilizaría a la nación en manifestación muy superior a la que pueda lograr una elección de unos parlamentarios de dudosa eficacia frente a la inescrupulosidad de Chávez, considero que analizar y discutir con todos los factores socio políticos de la sociedad, la posibilidad de convocar un referendo revocatorio en aras de la recuperación económica y política de la nación, además de reponer el orden republicano y la moral pública demolida por este régimen, sería una sensata posición de avanzada que generaría, además de la lógica revitalización del pueblo frustrado, una convulsión en el chavismo, cuyas contradicciones frente al comunismo confeso de Chávez podría inclinar la balanza mayoritariamente hacia un cambio de régimen que garantice el Estado de derecho.

Motivos hay suficientes

Las causas para que este presidente – electo y reelecto por equivocación popular - sea destituido de su cargo a través de este instrumento democrático, son de dominio público y van desde su manifiesta incompetencia para ejercer las delicadas funciones diplomáticas del Jefe de Estado de una nación de la dimensión de Venezuela, a la que somete al escarnio internacional por su actitud soez y su lenguaje belicista contra países tradicionalmente amigos, exponiendo a la república a “peligro de guerra, ruptura de relaciones diplomáticas, represalias o retorsión”, lo que está tipificado como traición a la patria en el artículo 464 del Código Orgánico de Justicia Militar.

Pasando por su alianza con regímenes fundamentalistas y organizaciones terroristas que amenazan la paz mundial; la entronización de extranjeros en puestos delicados de la administración pública – puertos, aeropuertos, registros, notarías, sistema de cedulación y pasaporte, Fuerza Armada Nacional, servicios de inteligencia, seguridad presidencial, asistencia médica, deportiva y agrícola - lo que atenta contra la seguridad del Estado; - sin obviar ni por un instante su empeño en convertir a la patria de Bolívar en una colona comunista, lo que ha impelido a miles de profesionales de alta densidad a emigrar hacia países democráticos - hasta haber permitido el auge de la delincuencia – incluyendo el atroz ladronismo chaviburgués - que convirtió a Venezuela en uno de los países más peligrosos del mundo, con 19.400 homicidios en 2009, para un total de 120 mil en once años.

Y, además, por mentir al país sobre un supuesto blindaje contra la crisis económica mundial para, luego de prohijar la inflación más alta de América Latina, acometer una devaluación fiscalista, de proporciones catastróficas para el salario de los más humildes - evidencia de su nula capacidad en materia económica, mientras se dedicó durante once años al despilfarro delirante de ingentes recursos económicos indispensables para el desarrollo armónico de la nación y el fortalecimiento de su moneda – inmensa traición en tiempo y dinero - desviados hacia las arcas de gobierno extranjeros, la mayoría corrompidos, represivos y antidemocráticos – como al gorrero izquierdismo internacional - que se han aprovechado de la debilidad nacionalista de este magistrado para drenar hacia sus arcas importantes sumas del tesoro público, que bien pudieron destinarse, entre otras muchas inversiones vitales para la calidad de vida nacional, en el sistema hidro y termoeléctrico, sin obviar sistemas alternativos como el paralizado en Paraguana, que impidiera la insólita crisis energética de un país petrolero, que derivó en racionamiento eléctrico masivo y traumático, para estupefacción del mundo, uno de los más colosales fracasos de esta revolución de resentidos, ladrones, mediocres e incapaces.

Chávez destruyó el aparato agroalimentario

Y, además, es motivo suficiente para apelar al referendo revocatorio el siniestro proyecto de destrucción del granero nacional, en nombre de un supuesto combate al latifundio – con invasiones y expropiaciones de fincas productivas –y ahora importamos productos de la cesta básica que antes exportábamos, para lo que contó con corruptos ávidos de comisiones, creando riqueza y empleos en el extranjero y miseria y desempleo en el campo venezolano.

Como ejemplo de los resultados de este plan antinacional, mientras en el 2003 se importó el 1% de la carne que consumió el pueblo venezolano, llegamos a más del 60% a fines de 2009, colocándonos en una situación vulnerable, contraria al interés nacional y violatoria del artículo 305 de la Constitución que establece que “el Estado promoverá la agricultura sustentable (…) a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población”, por lo que es materia de seguridad nacional recuperar la presidencia de la república para ponerla al servicio de los intereses de la patria.

El caso Guayana

Guayana – que fue uno de sus bastiones electorales - es otro causal para exigir un referendo revocatorio, porque, obedeciendo a su naturaleza malagradecida, Chávez ha emprendido la destrucción sistemática de este importante polo de desarrollo nacional, pórtico del llamado Eje Orinoco - Apure y propuesta alternativa al negocio petrolero, en una lúcida visión de la importancia de diversificar la economía, para lo cual se puso en marcha un gigantesco proyecto de producción de hidroelectricidad para garantizar el suministro eléctrico, como ventaja comparativa junto con el Canal de navegación de barcos de alto calado en el río Orinoco, para que la producción metalúrgica pudiera competir en los mercados internacionales, superando el costo del rezago tecnológico.

Pero desde que Chávez asumió por primera vez la presidencia, la emprendió contra Guayana, desmontando una por una sus instituciones, como la CVG, y socavando la salud financiera de sus empresas del aluminio y ahora de Sidor, llegando al colmo de sacrificar la capacidad productiva de estas industrias para justificar su incapacidad para mantener el sistema eléctrico nacional heredado de la democracia, dentro de un perverso plan de depauperización del movimiento obrero guayanés, para el cual se han prestado los esquiroles del sindicalismo al servicio del régimen; y entronizando un gobernador títere, sin ninguna relación con esta entidad, que obedece ciegamente las órdenes de demolición de toda posibilidad de progreso regional.

Defender a Guayana solamente es posible desde la perspectiva de un nuevo gobierno nacionalista que trabaje por una Venezuela libre y de los venezolanos.

En conclusión

Si la opción constitucional existe y Chávez está en su peor momento en las encuestas – lo que no significa que esté acorralado ni derrotado, sino que es acorralable y derrotable “hasta por una ama de casa con cero comprensión política, como Violeta Chamorro en Nicaragua en 1990”, como bien lo simplifica Heinz Dieterich, que más chavista no puede ser - y es difícil que la compra de votos y la seducción de las masas que le han funcionado en el pasado lo favorezcan ahora, dado el inmenso descontento popular ante la crisis histórica de todos los servicios públicos, el desempleo, la inseguridad y el alto costo de la vida, ¿por qué no pensar en recoger el reto y enfrentarlo a un referendo revocatorio que puede perder, bajo los idénticos parámetros con los cuales la oposición piensa que va a ganar las parlamentarias? Hay demasiado tiempo hasta el 2013 y la estructura de la república cruje. Un revocatorio detendría el derrumbe de la patria. Para la reflexión. Sólo para la reflexión.
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8 de enero de 2010

El “nuevo constitucionalismo”: Arma inédita del totalitarismo

La norma que seguían ciegamente los jueces de los tribunales del totalitarismo, era: “Cuando el soberano se equivoca en la aplicación de la ley, se considera que la ley ha sido cambiada”. Es la justicia del horror, de Calígula a Fidel. Y ahora a Chávez, según se desprende de la espeluznantes declaraciones de la abogada Luisa Estela Morales: "No podemos seguir pensando en una división de poderes porque eso es un principio que debilita al Estado", La presidente (no se dice “presidenta” ni “presidento”) del TSJ declara que: “El poder originario no se puede arrancar de las manos del pueblo porque sería desconocer la soberanía en sí. (…) La revisión de la Carta Magna sería propicia dado que existen en ellas algunos aspectos que se contradicen en lo que es el régimen".

O sea. En lenguaje llano, que el Derecho de Estado supedita el Estado de derecho, pues no es la Constitución la que se debe adaptar al régimen sino al contrario y esta aberrante doctrina, constituye un intento de cambiar de facto el orden republicano de la nación para instaurar un régimen comunista totalitario, lo que está tipificado como traición a la patria en el inciso 25º del artículo 464º del Código Orgánico Procesal de Justicia Militar, que, aunque especifica que sea por la violencia, no excluye la forma de violencia institucional configurada por la conspiración de los poderes constituidos contra la Constitución. Y este exabrupto jurídico fue inmediatamente apoyado por la medievalidad de Francisco Carrasquero, que deslizó esta imperecedera perla destartalada: “Con el nuevo constitucionalismo esa división de poderes debe verse como un sistema de poderes colaboracionistas entre todos, si no es así, es muy difícil que el Estado y la protección del Estado se incorpore al interés colectivo del pueblo, por qué, porque sería competencia autonómica, independiente, que no guardan una relación entre sí (sic). Aquí se le fue otra vez el yoyo a don Francisco, pues según el DRAE, “colaboracionista” es: “Persona que presta su colaboración a un régimen político que la mayoría de los ciudadanos considera antipatriótico”.

Pero además, esta opinión puede pasar para un lego del derecho, pero en boca de un magistrado es confesión ampulosa de ignorancia crasa, causal de destitución inmediata, pues el artículo 136 de la Constitución vigente, establece: “(…) Cada una de las ramas del Poder Público tiene sus funciones propias, pero los órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado”. Lo que, en comentario de Garay, traduce: “La existencia de varios poderes evita la concentración excesiva de poder en una sola persona o grupo. Ésta es al menos la teoría, porque en la práctica las diversas ramas del poder no son independientes entre sí sino relacionadas”.

Entonces, debemos inferir que Chávez lo que busca es legitimar el ejercicio del poder centralizado en su sola persona, para que sus deseos sean órdenes de inmediato, estricto e indiscutible cumplimiento –“métanmele 30 años a esa juez”. Y para eso cuenta con tinterillos prestos a enterrar sus “dignificancias” en pro del interés superior de quien ya le quitó lo de “supremo” al máximo tribunal al obligarlo a revisar sus sentencias. ¡Togados de la república: firrrrr!

Pero Chávez ya lo había dicho

Ya Chávez, ante de esta sumisión del Poder que confiere legitimidad a la democracia, había ordenado a la Asamblea Nacional – otra instancia de burócratas subordinados - eliminar toda ley que colide con la revolución, lo que incluye la abolición del sistema tribunalicio republicano autonómico, para imponer leguleyamente, el sistema que garantice lealtad al proceso por encima de la justicia, como ya amenazó rodear con tropas los tribunales para obligar a los jueces a actuar según los parámetros dictados por Miraflores y no por la ley o por la norma.

Y en Las Líneas de Chávez del domingo 13 de diciembre, escribe con la mayor soberbia antidemocrática: “El tiempo es propicio para que todos los poderes, liberados del lastre de su división —como consecuencia de una nefasta herencia que debemos superar más temprano que tarde— trabajen coordinadamente como lo exige el constitucionalismo popular que toma forma en Venezuela y en Nuestra América”, demostrando que fue suya la idea y los ministrados del TSJ son obedientes voceros a hilos.

Y lo que sigue, luego de esta eliminación o subalternización de los poderes públicos a Chávez, es la ilegalización de toda organización política que no obedezca a los lineamientos ideológicos comunistas; la eliminación de los sindicatos y sus sustitución por aparatos de control obrero comunistas; el desconocimiento de la legitimidad del sistema representativo y pluralista; la eliminación de la libertad de expresión y de información por la autocensura y la compra hostil de medios de comunicación, para imponer su “hegemonía mediática” ya anunciada; la judicialización de la disidencia y la criminalización de la protesta social; la destrucción del orden republicano y la militarización absoluta de la vida nacional. Y todo ante la mirada obsecuente de los aduladólares de las instituciones internacionales llamadas a velar por el orden democrático de América Latina, siempre que el país se llame Honduras.

La re-re-fundación de la República

Para contribuir con la aceleración de esta perversa destrucción de la república para imponer el comunismo, otro prócer, Earle Herrera, un neo-liberticida, desempolva la idea de refundar la república, misma que fue supuestamente refundada por la Constitución de 1999 que ahora no está a la altura de las elevadas ansias de poder absolutista, por lo tanto hay que re-reformar la Constitución – por ahora - para ajustarla a las pretensiones del “Yo, El Supremo” de estos días, aunque es mejor eliminarla e irla re-redactando en emocionantes capítulos semanales, de acuerdo al giro del cuello de su lumínica magnificencia, traducido a artículos por la cáfila de mujiquitas - pero con mucho real - prestos a disolver 200 años de vida republicana en las aguas del Guaire, como el fulano Aristóbulo Istúriz, que confiesa en la Asamblea Nacional que “entre los grandes retos que tiene por delante el proceso revolucionario está el de desmontar la actual estructura estatal y los modos de producción capitalista, para sustituirlos por el estado comunal”, es decir que por instrucciones de Chávez ha sido vocero, este infeliz adeco converso, de la eliminación de facto del “Estado democrático y social de Derecho y de Justicia” consagrado en el artículo 2º de la Constitución para sustituirlo por el “estado soviético” que es la traducción política de “comunal”.

Y como guinda de la plasta (Chávez dixit), Carlos Escarrá – quien desnuda su pérdida total de la vergüenza al confesar que ellos legislan al son cubano de Chávez – manipula al afirmar que “en la Constitución se menciona “el Poder Público”, es decir “un solo poder”. Por su parte Cilia Flores delira: “A sus 10 años, el proceso constituyente no ha culminado y todavía avanza hacia la consolidación de la V República, que está contenida en la actual Carta Magna”. Yo, que sí reviso a diario esa Constitución, que, por cierto es retrógrada y la peor de las pocas que han surgido de los procesos democráticos, no encuentro en ninguna parte el articulado que respalde ninguna de estas aseveraciones y por lo tanto estamos en presencia de una vulgar y maloliente traición al orden republicano de la nación.

La justificación: El Poder Popular

Todos estos lineamientos supuestamente obedecen al imperio del Poder Popular, pero mienten todos y a conciencia, pues saben que una de las aspiraciones de Chávez - que es comunista y lo acaba de admitir­: “Yo me declaro marxista, soy marxista” - en la derrotada reforma constitucional del 2D era precisamente el endoso de la “soberanía popular” a su persona, el pueblo ejercería su soberanía a través de su capacidad de intuir lo que éste quiere y necesita para su felicidad perpetua.

Y de eso se trata toda esta tramoya circense para consumo de focas idiotas. El Poder Popular es una farsa - no existe en la Constitución , y es un acto de traición institucional hasta el mencionarlo – creada por Fidel Castro, fascinado por esta posibilidad de instaurar una dictadura comunista en un país petrolero, con un gobernante tallado a su obediencia y postración, mediante el forzamiento de las normas democráticas para subordinarlas a los intereses totalitarios de una pandilla de asaltantes de repúblicas, pivotado en la atroz invasión silenciosa de cien mil milicianos cubanos dispuestos a arrebatarles su patria a los venezolanos.

Y, mientras, los líderes de la oposición doblando sus espaldas para llenar planillas de empleo para la Asamblea Nacional, obvian el interés nacional de convocar con la urgencia del caso, un referendo revocatorio presidencial – que apuesto tendría apoyo militar y popular - para defenestrar esta amenaza vil contra la república. La patria clama por sus patriotas.
Rafael Marrón González

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