Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

9 de marzo de 2023

EL MILENIO DE LILITH

EL MILENIO DE LILITH En el capítulo primero del Génesis encontramos en el versículo 27 que ¨Creó, pues, Dios al hombre, a imagen suya: a imagen de Dios le creó, creólo varón y varona. Y echóles Dios su bendición, y dijo: Creced y multiplicaos y henchid la tierra, y enseñoreaos de ella, y dominad a los peces del mar y a las aves del cielo y a todos los animales que se mueven sobre la tierra”. Es decir, que la mujer fue creada de la misma materia y con los mismos derechos del hombre y en su esencialidad tenía la misma dignidad, imagen de Dios por su alma inmortal, dotada de entendimiento, voluntad y libre albedrío. Pero sorpresivamente, en el capítulo segundo del mismo libro, encontramos a Adán solo, vagando cabizbajo por el Paraíso, y Dios, reflexionando sobre el asunto, se dijo: “No es bueno que el hombre esté solo: hagámosle ayuda y compañía semejante a él”. Luego Dios anestesió a Adán y le sacó una costilla. “Y de la costilla formó Dios una mujer, la cual puso delante de Adán”. ¿Qué pasó con la primera mujer? ¿Por qué Adán se quedó solo? ¿Por qué Dios no la volvió a hacer de barro? Y Adán al ver a su nueva mujer exclamó: “Esto es hueso de mis huesos, y carne de mi carne: llamarse a, pues, Hembra, porque de hombre ha sido sacada”. No sabemos quién le puso a esta segunda mujer el nombre de Eva, seguramente fue Adán. A esta pobre mujer es a la que se carga la cuenta por la pérdida del Paraíso terrenal, al seguirle el consejo a una serpiente lúbrica que le enseñó el uso de ciertas partes, y por designo inapelable estuvo destinada “a servir al hombre”, y en esa condición le fue conculcado, por siglos, su derecho a la participación en la evolución intelectual de la humanidad. Su papel fue confinado al de madre y esclava, atada a un pote de Axión, y todavía en algunas “culturas” orientales hasta se les lapida, se les extirpa el clítoris para impedirle el placer sexual y se les hereda a los hombres de la familia del esposo si éste fallece, como en la “cultura” pemón. Peo con sus luchas, nuestra Eva occidental ha logrado, en cierto grado, obtener derechos que la equiparan al hombre, aunque todavía nos encontramos con desigualdades odiosas en el campo político y laboral. Y lo más triste, es que esta Eva continúa siendo considerada por el machismo aberrante, “objeto” del varón y sometida a humillaciones degradantes y a coñizas bestiales que en muchos casos le producen la muerte. Pero, ¿qué pasó con Lilith? De aquella mujer que fue creada con el mismo barro que a Adán nunca más se supo, no hay nada escrito, pero en los mitos judíos se habla de esa mujer primigenia se llamaba Lilith. Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith consideraba ofensiva la postura recostada que él exigía. “¿Por qué he de acostarme debajo de ti? -preguntaba-. Yo también fui hecha con barro, y por consiguiente soy tu igual”. Parece que Lilithh trató de lograr una audiencia con Dios para plantearle el dilema, pero no la consiguió. Como Adán trató de obligarla a obedecer por la fuerza, Lilith, enfurecida, pronunció una fórmula cabalística, se dice que el nombre verdadero de Dios, y le salieron unas alas y salió volando. Adán se sintió muy triste. Dios encargó entonces a sus tres ángeles que la trajeran de vuelta al Edén, pero Lilith se negó, ante ello, el señor la amenazo diciéndole que los hijos que pariera en el futuro al momento mismo de nacer, nacerían muertos. Desesperada Lilith pensó en quitarse la vida, pero los ángeles se compadecieron de ella y le ofrecieron una solución; conservaría a sus hijos al menos hasta el octavo día de su nacimiento. El destino de Lilith Revisando en Internet, buscando datos sobre Lilith, encuentro el siguiente texto firmado por Antonio Tausiet: “Esta narración considera a Lilith la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después. Esa condición diabólica de Lilith le ha llevado a ser también la Reina de los Vampiros. No sólo mantiene relaciones sexuales con hombres a los que después asesina, sino que también se alimenta de su sangre. Es en esa encarnación donde Lilith se asimila a diferentes divinidades y monstruos femeninos presentes en la mitología clásica: Lamia, Empusa y las lamias, hijas de Hécate, diosa de la brujería; las harpías y las estriges, también macabras visitantes nocturnas; las harpías, ayudantes de las erinias o furias; las moiras o parcas, las grayas y las gorgonas, siniestras ancianas habitantes de los infiernos. En todas estas figuras se repiten las alusiones a muerte de hombres y niños. Otras referencias mitológicas afines a Lilith se pueden encontrar en la Brunilda de los Nibelungos, o en la diablesa babilonia Lilu. La misma Reina de Saba de Salomón es un trasunto de Lilith. Etimológicamente la voz “Lilith” viene del hebreo layil, (noche), y aparece representada como un demonio nocturno peludo o como una mujer de cabellos muy largos. Lilith ha sido traducido por lechuza o ardilla, evitando toda referencia a la figura precedente de Eva. En nota al pie se hace constar: "Los hebreos creyeron que significaba un ser diabólico, en forma femenina, noctívago, espantajo de la fantasía popular". Las variaciones del mito llevan a Lilith a convertirse en seductora de lo de los propios hijos de Adán y Eva (abordando a Caín con palabras de consuelo y reposo tras la muerte de Abel), o a asimilarla con la propia serpiente del Paraíso (como en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina). Un relato de Primo Levi nos recuerda que Lilith es la amante del mismo Dios creador, y que vive en el Mar Rojo comandando una corte de demonios. Y otra tradición afirma que Samael, luego Satán, el ángel caído, se convierte en pareja de Lilith, e incluso que juntos seducen a Eva para que engendre a Caín”. La luna negra “En astrología, Lilith es un punto que se averigua mediante las posiciones de la luna y la Tierra. Su representación es una Luna Negra, y hace referencia a “deseos ocultos, lados reprimidos de nuestra personalidad, experiencias dolorosas y rincones oscuros de nuestra psique”. En astronomía, Lilith es simplemente el asteroide 1.181, descubierto el 11 de febrero de 1927. Sea como fuere es evidente que Lilith es el perfecto símbolo para representar a la mujer emancipada, la que no se somete al hombre y busca la igualdad. Dejando a un lado las referencias al infanticidio o a los sueños eróticos masculinos, Lilith es un ejemplo de cómo la mitología también nos puede ayudar a encontrar las raíces del feminismo”. Las hijas de Lilith En España, las periodistas Carmen Posadas y Sophie Courgeon, escribieron un libro que titularon “Las hijas de Lilith”. Tras dejar sentado que la afirmación del feminismo clásico según la cual hombres y mujeres son iguales es un error en el que Simone de Beauvoir tuvo mucho que ver, las autoras se lanzan a un repaso de la condición femenina desde la Edad de Piedra hasta la actualidad. Luego de narrar la historia de las dos creaciones, Llith, la rebelde, la independiente y autosuficiente, y Eva, la sumisa, la obediente, la femenina, la dependiente, en la segunda parte recogen biografías de mujeres capaces de todo con tal de satisfacer sus deseos o mitigar sus miedos. Hembras que hacen de su cuerpo y su inteligencia una herramienta de dominio sobre el hombre poderoso que parasitan y someten. Livia, esposa de Cesar Augusto. Teodora, la meretriz que casada con Justiniano maneja la Constantinopla cristiana. Santa Catalina de Siena. Malinche, la india que se cruza con Hernán Cortés. Roxelana guiando a Soliman el Magnífico. Catalina de Médicis. La princesa de los Ursinos, clave en el afianzamiento de los Borbones en España. Isabel de Farnesio. Madame Roland. Tzu-Hsi, la última emperatriz china. Eva Perón y Jiang Ping, casada con Mao Tse Tung. En Venezuela son escasas estas mujeres tipo Eva Perón, pero podríamos citar a Manuela Sáenz y a Bolívar. A Barbarita Nieves y a Páez. A Cecilia Matos y a Carlos Andrés Pérez y a Blanca Ibáñez y a Jaime Lusinchi. Mujeres que configuran el verdadero poder detrás del trono. El milenio de Lilith Sin embargo no es mi propósito presentar a la mujer manipuladora, que aprende a usar el devastador coctél que surge de la combinación de belleza con inteligencia, como ejemplo de lo que pueden hacer las hijas de Lilith, sino asumir a Lilith como la primera mujer emancipada y compararla, por ejemplo con Lya Imber, la primera mujer en graduarse de médico en Venezuela o con aquellas que criadas como “evas” les insurge la Lilith de su naturaleza y mandan al cipote un matrimonio imbécil y se echan a las espaldas su hogar y sacan adelante a sus hijos con su esfuerzo, sin concurso de varón. Desde los años veinte del siglo pasado la mujer ha venido reclamando y obteniendo derechos políticos y sociales que le han permitido ocupar posiciones impensadas en años y siglos anteriores. Lilith insurge con fuerza arrolladora pisando fuerte por su inteligencia, compromiso consigo, con los suyos y con la sociedad y con el progreso a través de su desarrollo personal. Se calcula que en Venezuela existe cerca de un millón de hogares gerenciados por mujeres solas, personalmente conozco muchas, y aunque la mayor proporción está en los estratos menos favorecidos económicamente, donde aquello de que “la familia es la célula de la sociedad” es un mito, también abundan los casos en la clase media. Y hay que ver como se fajan estas mujeres, con las diferencias lógicas de ingresos por causa de falencias educativas, para sacar adelante a sus hijos. Son las modernas Lilith que dan el ejemplo a muchas mujeres que se sienten desvalidas sin el apoyo masculino, al que no niego su importancia, pero si es apoyo de verdad y no carga o sufrimiento. Un ejemplo Dos hijos varones le quedaron a Gertrudis (nombre ficticio) de dos uniones fallidas. La diferencia de edad entre ambos es considerable lo que denota que lo pensó mucho antes de decidirse por la segunda vez. Pero Gertudis es una Lilith, pero no lo supo hasta que se lo conté. Había aceptado esa segunda unión porque lo que ganaba le era insuficiente para mantener su casa y el sujeto parecía responsable. Pero tuvo que correr también a éste porque, como el otro, le salió flojo, parrandero y maltratador, hasta que le dio una patada al perrito mascota de Gertudis. Y ardió Troya, agarró una bolsa para basura, le metió las cuatro mudas del tipo y las aventó para el medio de la calle junto con el tipo. En ese momento decidió dejarse de auto limitaciones y buscó trabajo en una contratista de limpieza de una empresa básica. Lavando baños compró su casa, educó a sus dos hijos, y ella es una hermosa negra liberada dueña absoluta de su vida. La conocí en un barrio de San Félix. La pulcritud de su casa indicaba que podría haber pobreza material, pero de espíritu jamás. En ese tiempo vivía alquilando. Pero ya estaba reuniendo para comprar una casa propia, lo que logró al poco tiempo. En varias ocasiones estaba de visita cuando salía a ella a trabajar, porque su hijo pertenecía al grupo de jóvenes a los que yo impartía clases de cátedra libre los sábados, en la Biblioteca de El Roble. Todavía recuerdo sus sabrosas sopas. Tenía que dejar a su hijo pequeño al cuidado del mayor, que era un adolescente, pero con el sentido de responsabilidad exacerbado por el ejemplo de aquella madre formidable. Todos los días salía a la calle a esperar su transporte, maquillada, bien vestida y perfumada. Con la frente en alto. A comerse el mundo. En el bolso llevaba su braga de faena. Nada en ella, ni actitud ni vestimenta, denotaba el humilde oficio que ejercía. Hoy tiene nietos. Sigue produciendo en su casa propia, vendiendo comidas y tortas, llevando las riendas de su hogar. Fue Eva alguna vez, ya no lo recuerda. La necesidad le fortaleció el carácter y a Lilith que la habitaba hizo el resto. En ella rindo homenaje a las Lilith de mi tierra que se secaron las lágrimas de un manotazo, agarraron sus muchachos y derrotaron su pasado haciendo posible lo probable. Brindo por ellas.
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21 de febrero de 2023

LOS COLORES DEL RíO

Los colores del río El mercado de La Carioca en Ciudad Bolívar era sitio de obligada concurrencia de turistas de todas las latitudes, sus hervidos y frituras de pescado tenían fama de sabrosos, abundantes y accesibles. Era tanta la afluencia de clientes que ya a las doce del mediodía no se encontraba una mesa disponible y solamente si usted contaba con algún amigo que estuviera ocupando una en solitario, sería atendido, por ello cuando visitaba la ciudad, llegaba unos minutos antes y pedía ocho cervezas a la vez, que me las servían en vasos desechables, un costillar de morocoto y un plato de palo a pique, el exquisito guiso de frijoles con arroz y carne salada, pues cuando el sitio se llenaba, no había forma de volver a ser atendido. Uno de esos mediodías se quedó en mi memoria para siempre. Estaba solo en mi mesa, con mis ocho vasos de cerveza, en un lugar especial, muy cercano al barandal que daba al río Orinoco, esperando mi menú, cuando entró Jesús Soto con dos amigos suyos, y al verme se acercó a mi mesa, y sobreentendiendo que yo tenía que saber quién era, me dijo: “te pareces a Miranda, tú tienes que ser alguna vaina”, por mi pelo largo y mis ocho vasos de cerveza, y le respondí, con la misma confianza: - “pero a Miranda en la Carioca, no en la Carraca”. Soltó la risa y ocupó con sus amigos, para mi satisfacción, las sillas vacías. Ya tenía el pelo canoso y escaso, llevaba su guayabera de estar en su ciudad natal echándose palos en la licorería El Sordo. Se quedó mirando el río y me preguntó: ¿Te has dado cuenta cuántos colores tiene este río? El mismo río que yo, ribereño del mar Caribe, solía percibir de un marrón intrascendente y aburrido. – Si eres poeta tienes que inspirarte en la acuarela de este río, como lo hizo Andrés Eloy con su Río de las siete estrellas. Para probar que era poeta, con el valor que da la cerveza calentona, le escribí este poema en una servilleta, al mejor estilo teatral: “Desde la calidez/ del sereno discurrir del Río/ de su latido primigenio/ el cinético sortilegio/ con su cadencia cromática/ al iris del Orbe deslumbra. Prodigioso genio/ que el alma dormida/ de la inerte materia/ despierta a la vida/ en una alegoría de luz y color/ que vibrátil/ al arte ennoblece”. Y mientras se enfriaba mi almuerzo y se calentaban mis cervezas, Jesús Soto y sus amigos lograron ser atendidos, y mientras ellos comían, yo escribí estos versos al Orinoco: “Río padre/ de la octava estrella/ arteria salvaje de indómito latido/ heráldico símbolo de la identidad/ ofrenda generosa/ en la cornucopia de sus márgenes/ y en el mayestático torrente/ de su piel aborigen”. Ambas servilletas fueron cuidadosamente dobladas y guardadas en el bolsillo izquierdo superior de la flaca guayabera gris, en el cual un lápiz solitario daba tumbos. - Sigue escribiendo, me aconsejó desde la alta tribuna de su gloria, al despedirse. Quién sabe dónde terminarían, en el transcurso de aquellos tragos bolivarenses, entre acordes de guitarras y boleros, aquellas arrogantes servilletas impregnadas del olor a bullicio de La Carioca. El propietario no quiso cobrarles el consumo, el de ellos, el mío sí me lo cobró, a pesar de que fue mi extravagancia y la gentileza de mi mesa lo que le permitió fotografiarse con Soto y sus amigos. Nunca lo volví a ver. Pero me dejó el aguijón de esos colores del río que yo hasta entonces no había percibido, y que con los años descifré que eran los colores artísticos de la ciudad. Era la lírica brisa que impregnaba de azul los rizos de su oleaje. El verde con sus verdes que se diluía en la espuma que baña las riberas. Ese feroz amarillo que gotea de la historia de sus tejados centenarios que conservan con regia tozudez el color de la arcilla primitiva y baña de luz la piel de la ciudad. Y esos naranjas otoñales que luego de teñir soberbiamente el horizonte, se sumergen en sus aguas hasta disolver el ocaso, dejando la noche navegar. Pero también se mezclan y surgen nuevos colores que evocan las tertulias en la tasca del antiguo Hotel Bolívar, entre Manuel Alfredo Rodríguez y Mimina Lezama, poeta que solía hundir en el ensueño la luz de la mañana. Las disertaciones telúricas del entrañable Rafael Pineda, a quien unos organizadores de un evento sobre el Orinoco, le concedieron cinco minutos de tiempo, Pineda se levantó, saludó y se sentó. Cinco minutos para hablar de la intensidad telúrica del Orinoco, es como mínimo un insulto. Y la pluralidad intemporal de Jean Aristeguieta y su “País de las mariposas”, creadas especialmente para que los colores vuelen, cuya indeleble huella menuda recibe el beso recurrente del oleaje fluvial en su devota ribera. Y Alejandro Otero y sus magistrales caprichos solares que lanzan al viento el rumor bravío del plateado destello del rugir del río. O las largas conversas con Luís Bellorín y su propuesta plástica Perceptivista en el celebérrimo Tony Bar, mutado en colorido Museo popular. O sencillamente impregnado del Paseo con la etílica poética de Jhon Sampsom Williams, sempiterno habitante del agua, que exhalaba madrugadas por los poros expandidos a la homérica tormenta de una hiperbólica vorágine bohemia. Y, desde el bar del Hotel la Cumbre, con mi hermano Igor Escalona, quien como amigo es el mejor artista que tiene la ciudad. Esos colores del río de Soto, son los de Manuel Yánez que persigue su flor viajera desde el Malecón. Y los de Serenata Guayanesa y del negro Alejandro Vargas, cuya viuda conocí admirando una de las crecidas “del padre río”, quizás esperando divisar su Barca de oro surcando las aguas en pos de la aurora. Y también los de la poeta Teresa Coraspe y su “Tanta nada para tanto infierno”, que a lomo de tonina llegó desde Soledad una mañana de sol para asentar su poética en el anhelo marinero de su horizonte de piedra. Y los de Abraham Salloum Bittar, quien desde Siria desembocó en sus aguas para encallar su poesía en sus náufragas reminiscencias. Y la magia telúrica de lumínicos arpegios de la inmortal guitarra de Antonio Lauro. Y así, son tantas pinceladas sinfónicas, como la de los legendarios Juanito Arteta y Telmo Armada, las que trazan compromisos con la eternidad de ese río de profundos y cálidos matices. Y desde entonces, y hasta que ya no se pudo, solía ir expresamente a Ciudad Bolívar a acodarme en la balaustrada del malecón a identificar la escala cromática de Soto que desfilaba por mi memoria a través del abra de su paisaje evocador y de su inefable claustro de silencios. Puerto Ordaz 7 de marzo de 2022
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27 de junio de 2020

Bolívar periodista





Bolívar periodista

Después de los sucesos del 19 de abril de 1810, Simón Bolívar viaja en misión diplomática a Londres donde publica una curiosa carta  en el Morning Chronicle del 5 de septiembre, en la cual el futuro Libertador se hace pasar "por un español de Cádiz dirigiéndose a un amigo suyo en Londres", en ella fija posición con respecto al bloqueo que ordenó la Regencia española, el 1 de agosto de 1810, declarando rebeldes a sus vasallos y bloqueada comercialmente la provincia de Venezuela, y entre otras disquisiciones expresa: “...La regencia supone que los caraqueños se han declarado independientes de la Madre Patria. Esta es una calumnia que solo sirve para exponer la falsedad de aquellos de quien procede. Es notorio a todo el resto del mundo que la provincia de Venezuela se ha declarado independiente, no de la Madre Patria, no del soberano, sino de la Regencia cuya legalidad se discute aun en España...”.  Esa fue su primera relación con el periodismo. De regreso, en la corbeta Saphiro se trae una imprenta, que es utilizada para publicar  el órgano de difusión de la Sociedad Patriótica, el periódico "El Patriota de Venezuela". Desde ese momento la relación de Bolívar con el periodismo es estrecha y se intensifica con los años. Es histórico que devoraba con fruición todo periódico que caía en sus manos y prácticamente los diseccionaba. El capitán de fragata Alfonso Moyer, comisionado secreto de Luis XVIII, en un amplio informe sobre Bolívar que envía a su monarca, escribe: “... Es un hombre que sigue con gran cuidado los sucesos de Europa por medio de la prensa europea. El 9 de diciembre tenía en Lima los periódicos de Londres hasta el 24 de agosto...”.      

Bolívar columnista
De sus artículos periodísticos que se conservan cabe destacar los publicados en la “Gazeta de Caracas” el Lunes 7 de Febrero y el Jueves 9 de Junio de 1814 referentes a la política de Inglaterra y a sus “Reflexiones sobre el estado actual de la Europa con relación a la América”; así como el referente a la instrucción pública que publica a finales de 1825 en el diario El Peruano fundado por él, el 25 de Octubre de 1825, que todavía existe como órgano oficialista, y cuyo primer director fue Tomás de Heres, a quien le notifica desde el Alto Perú: “No mando los papeles públicos impresos, porque desde aquí pensamos hacer la guerra con ellos”, evidencia de la  conciencia de Bolívar sobre la importancia del periodismo como elemento difusor de las ideas, como lo usa durante su estadía en Jamaica en el año 1815 donde publicó varios artículos en “The Royal Gazette” y “The Jamaica Courant”. Muy poco se habla de esta pasión sustantiva de Bolívar, nublada por el esplendor de su formidable gloria de Libertador,  fundador de naciones y líder universal por la idea y convocatoria para la creación de la primera Comunidad de Naciones del orbe lo que lo inscribe como uno de los fundadores del mundo moderno como quedó establecido en Ginebra en 1918. Pero esta pasión también la ejerció con prolijidad, a tal grado, que de no haber tenido que ocuparse de libertar cinco naciones del yugo imperial español, no existe duda alguna de que hubiera sido uno de los más brillantes periodistas de América. Sus críticos coinciden en afirmar que el estilo literario usado en sus cartas demuestra el dominio de la prosa que caracteriza a todo buen periodista, porque sabida es la estrecha relación entre estos dos géneros de la expresión humana, la literatura y el periodismo. Inclusive el mordaz Salvador de Madariaga afirma que “si el estilo es el hombre, en Bolívar había una riqueza humana maravillosa. Basta que se deje ir para que lo que escriba sea maravilla. (...) Sus cartas son siempre de una espontaneidad genial. (...) Pensaba con agudeza y escribía con decisiva y feliz espontaneidad. (...) Era hombre de inteligencia aguda y de estilo conciso e incisivo”. Y esa es precisamente la definición estilística que lo acerca al campo del periodismo, el ser conciso e incisivo.       
 
La libertad en las bayonetas pero también en la imprenta
Cuando fracasa la Expedición de Los Cayos de San Luis, en 1816,  los españoles incautaron a los insurgentes una pequeña imprenta de campaña, y la Gazeta de Caracas, de nuevo en poder realista, se burla de este hecho diciendo que “los aventureros no tenían ni una playa donde desembarcar, pero venían provistos de una máquina para imprimir y de tipos de imprenta”. Una vez en posesión del territorio de Guayana, lo primero que hizo Bolívar, fue ordenar a José Miguel Istúriz, el 1º de septiembre de 1817,  la adquisición de una imprenta en Trinidad para imprimir en Angostura un periódico que conformara la voz de la patria en armas y enfrentara la desinformación realista de la Gazeta de Caracas. La imprenta se negoció por 2.200 pesos, pero como solo contaban para la operación con 1.525 pesos, se entregaron 25 mulas guayanesas para completar el precio. Y el sábado 27 de Junio de 1818, bajo la dirección de Francisco Antonio Zea,  circulo el primer número del Correo del Orinoco, cuyo editorial informaba: “Somos libres, escribimos en un país libre, y no nos proponemos engañar al público. El Correo del Orinoco culminó sus operaciones el 23 de Marzo de 1822, después de 128 números ordinarios y cinco extraordinarios, al trasladarse la sede del Gobierno de la Gran Colombia a Cúcuta. Presumo que cualquier periódico de hoy se sentiría orgulloso de haber sido el autor de la noticia del triunfo de los patriotas en Boyacá, o la ocupación de Caracas por el general Bermúdez, o el triunfo de los patriotas en la inmortal gesta del campo de Carabobo, o la entrada apoteósica de Bolívar a Caracas, después de triunfar en Carabobo, como las reseñó en su oportunidad el Correo del Orinoco.

El seudónimo de Bolívar
Bolívar fue redactor del Correo del Orinoco y  bajo el seudónimo J. Trimiño publicó una amplia respuesta cargada de humor irónico a José Domigo Díaz, realista redactor de la Gazeta de Caracas, en la edición Nº 20 de fecha 27 de febrero de 1819: “... No escriba V. más caballero Díaz. Ya que no sabe escribir podría V. guardar silencio que es lo que V. haría admirablemente, quando ignora quanto se requiere saber para ser buen escritor. ¿Sabe V. pensar? No. ¿Sabe V. lo que es verdad? No. ¿Sabe V. decirla? No. ¿Pues que sabe V?  Mentir, adular, al que teme, calumniar, al que aborrece, siempre contradecirse y fastidiar a todo el mundo. (...)  ¿Ya es V. liberal o todavía servil? ¡Pero no¡ V. no es nada ni será nunca más que nada”. El Correo del Orinoco tiene para nuestra historia la importancia capital de haber sido el vocero de la República desde 1818 hasta el 23 de Marzo de 1822, ya florecida la libertad en el suelo de la patria. El Correo del Orinoco, además, sirvió para dar a conocer en otros países sur o centroamericanos, Antillas, Estados Unidos o Europa los ideales, propósitos y proyectos de los dirigentes revolucionarios independentistas.  El impresor contratado por Bolívar para editar el "Correo del Orinoco", fue Andrés Roderick, también editor de "El Correo Nacional", perió­dico publicado en Maracaibo desde el 14 de mayo de 1821 hasta el 10 de noviembre del mismo año. Roderick Murió en Bogotá en 1864.

Bolívar Jefe de Redacción
Pablo Morillo fundó en Bogotá “La Gazeta de Santafe de Bogotá” que Bolívar asumió luego del triunfo de Bogotá y convirtió en “La Gazeta de Colombia” en cuya diagramación se inmiscuía, y así le escribía a Santander: “Dígale usted al redactor que anuncie al público que no dará más cabida a los artículos remitidos en forma de cartas, sino que los encabezará con un título de su contenido. A todas las cosas se les debe dar la forma que corresponden a su propia estructura, y estas formas deben ser las más agradables para que capten la admiración y encanto. Mucho importa que ese diario, que tiene tan buenos redactores, trate las materias de un modo regular y periodístico”, y aquí Bolívar demuestra su avanzada visión al relacionar en aquella época el término “periodístico”, no con lo relativo al periódico y los periodistas como era usual, sino  con lo referente a la noticia y su relevancia. E insiste sobre el tema desde el Rosario  de Cúcuta, el 26 de Junio de 1820: “...La Gazeta es muy chiquita; no contiene nada; sobran materiales y sobra buena imprenta. Hágale usted quitar el jeroglífico; póngale Usted por título Gazeta de Bogotá y que se llenen las columnas con los caracteres más pequeños que haya; pues si es preciso que se compre la imprenta o se emplee la de Lora por contrato. Este es un lujo de los gobiernos y es una indecencia lo contrario. Nuestra Gazeta no se puede presentar en ninguna parte por su tipografía. Mando a usted la proclama de Morillo para que se ponga en la Gazeta, con las notas entre paréntesis y en letras bastardillas. Estas notas pueden mejorarse con más sal y con algunos cauterios; usted haga de ella lo que guste suprimiéndolas y aumentándolas; pero que siempre vayan intercaladas en el texto, porque así hacen mejor efecto y no con llamadas...”. Y en otra correspondencia, del 14 de Agosto de 1825, esta vez dirigida nuevamente a Tomás de Heres y refiriéndose a El Observador, le comenta: “...El Observador en un pequeño cuaderno no está bien, mejor aparecería en un pliego entero. El Nº 2 no tiene variedad ni noticias, que son las que interesan. Los negocios legislativos deben ser comunicados, y las columnas deben ir divididas en este orden: Noticias extranjeras, Noticias del país, Asuntos políticos o legislativos, Variedades, etc., y lo que sea literario o negocio de algún interés mayor que no pertenezcan a dichos artículos, destacarlos aparte. Después se pueden poner estos otros artículos: Curioso, Estupendo, Notable, Gracioso, Escandaloso, y otros títulos como estos que llamen la atención del público y correspondan estos títulos. Yo quiero que se proteja un periódico, pero no aparezca usted como principal, más bien que sea el gobierno o Larrea, o un amigo; pero que se organice con elegancia, gusto y propiedad”.  Posteriormente a partir del 10 de abril de 1821, aparecen sucesivamente bajo la égida de Bolívar, en Huaura, Barranca y Lima: “El Pacificador del Perú”, “La Gazeta del Gobierno de Lima Independiente” y la “Gazeta del Gobierno”, instrumentos oficiales de las nacientes repúblicas de Perú y Colombia.

Riega de periódicos la América insumisa
Durante la campaña militar que culminaría en Ayacucho en 1824, se hace acompañar de una imprenta para imprimir “El Centinela en Campaña”, donde difunde  las diferentes situaciones de la guerra, pero descontento con la forma de este periódico le escribe a su secretario José Gabriel Pérez, desde Huamachuco, el 6 de mayo de 1824: “Remito a usted el Centinela, que está indignamente redactado, para que usted mismo lo corrija, y lo mande de nuevo a reimprimir, a fin de que corra de un modo decente y correcto. Despedace usted esta infame gazeta para que quede mejor. La divisa está indignamente colocada. La contestación, etc., en letras mayúsculas. La puntuación corregida, las impropiedades destruidas, todo rehecho”. En Arequipa anima la fundación de “La Estrella de Ayacucho”, y en Lima funda “El Observador”, para responder los ataques que a su persona y a la campaña libertadora realizaban periódicos de Buenos Aires y Chile; este periódico fue eliminado por Tomás de Heres, acogiéndose a las críticas de Bolívar que lo consideraba indigesto y sin método, y sustituido por “El Peruano”.

Bolívar fue siempre respetuoso de la libertad de expresión, aún cuando recibió duros e inmerecidos ataques políticos, sobre todo en sus últimos años; y así lo demuestra en carta enviada desde Chuquisaca al general Santander: “...Hemos quitado la mordaza de la boca para que nos digan injurias, y se está realizando la fábula de la serpiente con el hombre, que al primer calor que sienten, emplean su saña contra sus benefactores”. Y a José Félix Blanco le acota: “A mi me fuera muy fácil escribir otras tantas gazetas en mi elogio, y en desprecio de otros; pero esta no es mi ocupación”.
  
Tomando en cuenta que el periodismo, como lo conocemos hoy, es una de las mayores realizaciones del siglo XX, y basados en los hechos históricos mencionados, podemos afirmar que El Libertador fue un adelantado del periodismo moderno que hasta un código de ética periodística enunció, cuando expresara que “Para la sátira más cruel se necesita nobleza y propiedad, como para el elogio más sublime”. Por ello pedimos al Colegio Nacional de Periodistas solicite el título de periodista para el ciudadano Simón Bolívar.

La expresión “La imprenta es la artillería del pensamiento” no pertenece a Bolívar, su autor es el poeta francés, del siglo XVIII, Antoine Rivarol. Algunos historiadores y la tradición han colocado este pensamiento como expresado por Bolívar citando como fuente la carta que, con fecha 1º de Septiembre de 1817, le envía desde Angostura a Fernando Peñalver, Intendente General de ejército Libertador, que se encontraba en Trinidad negociando insumos para la guerra, en la que en realidad le dice: “Sobre todo mándeme usted de un modo u otro la imprenta que es tan útil como los pertrechos”.

 Dedico este texto al periodismo comprometido, que permanece al lado de la sociedad, de la libertad y de la verdad, sufriendo las consecuencias de asumir la dignidad de constituirse en contrapoder, lo que debe ser todo  periodista consustanciado con su esencialidad profesional y todo medio de comunicación que tenga como Norte la perfección del sistema de libertades que propugnamos bajo la égida de Democracia y punto.

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10 de junio de 2020

Bolívar y la Negritud




Intensamente Bolívar


Bolívar y la negritud

 

LOS NEGROS DURANTE LA COLONIA:

A semejanza de lo que ocurría en otras colonias, en las españolas carecía el negro del ejercicio de sus derechos políticos, se encontraba en el extremo de la escala social y completamente ajeno a al lucha de las ideas. Pero, a diferencia de lo que ocurría en otras posesiones europeas, la condición del esclavo era con los españoles en Venezuela bastante buena. Las leyes suavizaron cuanto era posible la desgracia que pesaba sobre los esclavos, los protegían contra la brutalidad de los amos, favorecían su manumisión, promovían su defensa y reglamentaban su trabajo, así como el trato que debían recibir. El amo venezolano fue de continuo protector de sus esclavos, con lo cual se ganó, a la vez que la gratitud, su adhesión para sus futuras empresas. Notable ejemplo de esto nos lo suministra el conde de Tovar, iniciativa seguida por otros venezolanos, al dividir y repartir entre sus esclavos parte de sus tierras de Cura donde inmediatamente se levantaron plantíos y aldeas. Los esclavos se mostraron, como los indios, ajenos a cualquier cambio de régimen, a toda aspiración política o social. Sencillamente siguieron las órdenes de sus amos o inconscientemente ejecutaron planes cuyos móviles no les sería dable comprender. Una ordenanza de 1602 había prohibido conferirles cualquier empleo público, aun cuando fuese el de notario. Por dos reales Cédulas, de 1643 y de 1654, se les excluía del servicio militar en las tropas permanentes, fuera de que en los cuerpos de milicianos les estaba negado todo grado superior al de capitán.

BOLÍVAR NACIÓ Y CRECIÓ DENTRO DE ESE CONTEXTO SOCIAL:
Una pragmática de 1776 impedía el matrimonio de negros y blancos, medida que se reitera en 1785. Simón Bolívar creció dentro del contexto social que determinaba la igualdad a la relación entre blancos económica y socialmente nivelados, en el que ni remotamente  se pensaba en otra concepción que no fuera la del exclusivo ámbito de la propiedad. Los esclavos eran considerados “res” o “cosa”, no personas sujetas de derechos, aun cuando en la América española la esclavitud no tuvo la connotación que en la anglosajona. Por ello, y a pesar de las evidencias de la buena relación de Bolívar con sus negros (como él los llamaba) como es el caso de un poder otorgado a su hermano Juan Vicente Bolívar el 14 de octubre de 1803 donde le pide que conceda “carta de libertad y ahorría, en forma, a los esclavos que se la pidieren”, Bolívar, como todos sus iguales, en esta época de sus primeros años no consideraba a los negros, ni a los indios ni a los pardos, sus iguales.

EN 1808 HABLA DE “MI ESCLAVITUD” LO QUE INFIERE QUE CUANDO EL JURAMENTO EN ROMA LOS ESCLAVOS NO ESTABAN EN SU MENTE:

En otra carta fechada el 14 de Marzo de 1808 a raíz del pleito entablado contra Nicolás Briceño, a través de Vicente Tejera, una vez mas se refiere a sus negros como esclavitud: “Hallándome con mi esclavitud rasando parte de mis tierras altas que cubren el frente de mi hacienda, se apareció Briceño armado de pistolas y daga, trayendo en su compañía toda su esclavitud con machetes, puñales, garrotes, etc.”. 

BOLÍVAR INTERCEDE EN EL RECLAMO DE UNA HERENCIA PARA “SUS NEGROS”:
En otra carta fechada el 15 de Marzo de 1809 Bolívar actúa como intermediario, en la disputa de una herencia, ya que los negros herederos no podía reclamar bienes ante la Audiencia,  estos le exigen interceda por “María Magdalena Ponte y  sus hijos Félix Antonio y María Bonifacia (libres), y por los esclavos Juliana, Juana y María Ignacia, de don Juan Aristiguieta, para obtener una hacienda de cacao que habían heredado de don Nicolás de Ponte”. Bolívar aceptó la representación  porque, como lo dice textualmente: “...en ciertas circunstancias quiero tomar la voz de los mencionados mis esclavos, para promover el inventario y avalúo y petición de estos bienes y que se les adjudique la parte que les corresponda”. En tal situación se puede observar en Bolívar ese sentido de justicia propia de un amo que defiende los bienes de sus esclavos, pero esto no indica sentimientos igualitarios.

TODAVÍA EN 1812 LA ESCLAVITUD NO ERA PARA BOLÍVAR UNA CARGA DE CONCIENCIA:
Otro caso similar ratifica la mentalidad del Bolívar pre revolucionario, que repetimos, es la mentalidad de su época,  se encuentra en un poder otorgado a don Domingo Ascanio el 30 de Junio de 1812 antes de su exilio a Curazao y Cartagena donde realiza una distribución de la renta de sus bienes. En este documento Bolívar una vez mas deja claramente definida su posición con respecto a sus esclavos: “José Cayetano Bolívar debe quedar libre por los buenos servicios que me ha hecho. (...) Los esclavos que no pertenecen al vinculo de San Mateo, deberán ir a servir en las haciendas de Yare y por ahora marcharan todos allá. (...) Que los criados libres de la hacienda de San Mateo, la mitad sean para mi hermana doña Juana y la otra para los hijos de Josefa María de Tinoco, debiéndose entender, que esto será después de mi fallecimiento o en caso de que no halla medios para suministrar las pensiones que arriba he señalado; pues mientras que reciban éstas, no deberán salir dichos esclavos de mis haciendas”. De lo anterior se desprende que la única relación que para ese momento Bolívar establece con sus esclavos es la de amo- siervos, en ningún momento se refiere a ellos como sujetos de independencia, justicia o redención. Sin embargo, a pesar de que Bolívar fue un hombre de su época,  precisamente su grandeza estriba en su capacidad de integrarse al pensamiento liberal avanzado que estaba germinado en Europa al cual accede gracias a sus viajes, contactos personales y lecturas. Existe este Bolívar y otro totalmente diferente después de Haití y su relación con Petión. Aun cuando todavía en esa época, para 1815, utiliza el sentido de propiedad al referirse a su sirviente negro, en su relato sobre el homicidio de Amestoy: “...Efectivamente salí con mi negro Andrés con el objeto de buscar otra casa...”.

A PARTIR DE 1816 COMIENZA A PERFILARSE EN SU PENSAMIENTO LA IGUALDAD:
Aunque Bolívar tenía clara la necesidad de liberar a los esclavos como recurso político para impedir la guerra civil cuyo ejemplo devastador tenía fresca en la memoria por los acontecimientos de 1813 y 1814, su sensibilidad social se agudiza a partir de 1816 cuando,  influenciado por Alejandro Petión, que le muestra por primera vez el rostro formidable de la igualdad, defiende de una manera apasionada la abolición de la esclavitud, lanzando proclamas en Margarita, Ocumare y Carúpano. En el Cuartel General de Ocumare, el 6 de julio de 1816, proclama: “SIMÓN BOLÍVAR, Jefe Supremo de la República y Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada, etc. A los habitantes de la provincia de Caracas. Un ejército provisto de artillería y cantidad suficiente de fusiles y municiones está hoy a mi disposición para libertaros. Vuestros tiranos serán destruidos, o expelidos del país, y vosotros restituidos a vuestros derechos, a vuestra patria y a la paz. La guerra a muerte que nos han hecho nuestros enemigos cesará por nuestra parte: perdonaremos a los que se rindan, aunque sean españoles. Los que sirvan la causa de Venezuela serán considerados como amigos, y empleados según su mérito y capacidad. Las tropas pertenecientes al enemigo que se pasen a nosotros, gozarán de todos los beneficios que la patria concede a sus bienhechores. Ningún español sufrirá la muerte fuera del campo de batalla. Ningún americano sufrirá el menor perjuicio por haber seguido el partido del rey, o cometido actos de hostilidad contra sus conciudadanos. Esa porción desgraciada de nuestros hermanos que ha gemido bajo las miserias de la esclavitud ya es libre. La naturaleza, la justicia y la política piden la emancipación de los esclavos; de aquí en adelante sólo habrá en Venezuela una clase de hombres, todos serán ciudadanos. Luego que tomemos la capital convocaremos el Congreso General de los representantes del pueblo, y restableceremos el gobierno de la República. Mientras nosotros marchamos hacia Caracas, el general Mariño a la cabeza de un cuerpo numeroso de tropas, debe a Cumaná. El general Piar sostenido por los generales Rojas y Monagas ocupará los Llanos, y avanzará sobre Barcelona, mientras el general Arismendi con su ejército victorioso ocupará la Margarita".

El 27 de Junio de 1816, desde Carúpano, Bolívar escribe al general Marion, gobernador del departamento de Los Cayos: "... He proclamado la libertad absoluta de los esclavos. ¡La tiranía de los españoles les ha puesto en tal estado de estupidez e imprimido en sus almas tan grandes sentimientos de terror, que han perdido hasta el deseo de ser libres!! Muchos de ellos han seguido a los españoles o se han embarcado a bordo de los buques ingleses, que los han vendido en las colonias vecinas. Se ha presentado apenas un centenar de ellos, cuando el número de hombres libres que voluntariamente tomaron las armas es considerable".        

El 15 de febrero de 1819, en su discurso al Congreso de Angostura, Bolívar enfatiza:
"La atroz e impía esclavitud cubría con su negro manto la tierra de Venezuela, y nuestro cielo se hallaba recargado de tempestuosas nubes, que amenazaban un diluvio de fuego. Yo imploré la protección del Dios de la humanidad, y luego la redención disipó las tempestades. La esclavitud rompió sus grillos, y Venezuela se ha visto rodeada de nuevos hijos, de hijos agradecidos que han convertido los instrumentos de su cautiverio en armas de libertad. Sí, los que antes eran esclavos, ya son libres; los que antes eran enemigos de una madrastra, ya son defensores de una patria. Encareceros la justicia, la necesidad y la beneficencia de esta medida, es superfluo cuando vosotros sabéis la historia de los ilotas, de Espartaco y de Haití; cuando vosotros sabéis que no se puede ser libre y esclavo a la vez, sino violando a la vez las leyes naturales, las leyes políticas y las leyes civiles. Yo abandono a vuestra soberana decisión la reforma o la revocación de todos mis estatutos y decretos; pero yo imploro la confirmación de la libertad absoluta de los esclavos, como imploraría mi vida y la vida de la República.

 Y el 11 de enero de 1820, el Congreso de Angostura, “...tomando en consideración las dos proclamas en que el general Bolívar, entonces Jefe Supremo de la República  de Venezuela, decretó la libertad de los esclavos, primera con algunas modificaciones, y luego entera y absoluta. (...) Y en otras consideraciones decreta la abolición de la esclavitud en todo el territorio...”. Añade el Decreto que “...Los que fueron llamados a las armas por el Presidente de la República, o hicieron algún servicio distinguido, entrarán desde luego, en posesión de su libertad...”.

EN BOLIVIA ECLOSIONA SU PASIÓN CONTRA LA ESCLAVITUD:
Después de Carabobo, cuando pide al Congreso la libertad de los esclavos como premio a su hazaña (que el Congreso le niega), y libera de esclavitud a los negros de sus haciendas,  es ya el Bolívar convencido de la igualdad como supremo bien de la humanidad, lo que eclosiona en su discurso al congreso de Bolivia: “...He conservado intacta la ley de las leyes: la igualdad: sin ella perecen todas las garantías, todos los derechos. A ella debemos hacer los sacrificios. A sus pies he puesto, cubierta de humillación, a la infame esclavitud. Legisladores, la infracción de todas la leyes es la esclavitud. La ley que la conservara, sería la más sacrílega. ¿Qué derecho se alegaría para su conservación? Mírese este delito por todos los aspectos, y no me persuado que haya uno solo Boliviano tan depravado, que pretenda legitimar la más insigne violación de la dignidad humana. ¡Un hombre poseído por otro! ¡Un hombre propiedad! ¡Una imagen de Dios puesta al yugo como el bruto! Dígasenos ¿dónde están los títulos de los usurpadores del hombre? La Guinea no las ha mandado, pues el África devastada por el fratricidio, no ofrece más que crímenes. Trasplantadas aquí estas reliquias de aquellas tribus africanas, ¿qué ley o potestad será capaz de sancionar el dominio sobre estas víctimas? Trasmitir, prorrogar, eternizar este crimen mezclado de suplicios, es le ultraje más chocante. Fundar un principio de posesión sobre la más feroz delincuencia no podría concebirse sin el trastorno del deber. Nadie puede romper el santo dogma de la igualdad. Y ¿habrá esclavitud donde reina la igualdad? Tales contradicciones formarían más bien el vituperio de nuestra razón que el de nuestra justicia: seríamos reputados por más dementes que usurpadores. Si no hubiera un Dios Protector de la inocencia y de la libertad, prefiriera la suerte de un león generoso, dominando en los desiertos y en los bosques, a la de un cautivo al servicio de un infame tirano que, cómplice de sus crímenes, provocara la cólera del Cielo. Pero no: Dios ha destinado el hombre a la libertad: él lo protege para que ejerza la celeste función del albedrío”. 

Valencia, 14 de julio de 1821

A S. E. el señor Presidente del Soberano Congreso de Colombia.
La sabiduría del congreso general de Colombia está perfectamente de acuerdo con las leyes existentes en favor de la manumisión de los esclavos; pero ella pudo haber extendido el imperio de su beneficencia sobre los futuros colombianos que, recibidos en una cuna cruel y salvaje, llegan a la vida para someter su cerviz al yugo. Los hijos de los esclavos que en adelante hayan de nacer en Colombia deben ser libres, porque estos seres no pertenecen más que a Dios y a sus padres, y ni Dios ni sus padres los quieren infelices. El Congreso general, autorizado por sus propias leyes, y aun más, por la naturaleza, puede decretar la libertad absoluta de todos los colombianos al acto de nacer en el territorio de la República. De este modo se concilian los derechos posesivos, los derechos políticos y los derechos naturales.
Sírvase V. E. elevar esta solicitud de mi parte al Congreso general de Colombia para que se digne concedérmela en recompensa  de la batalla de Carabobo, ganada por el ejército libertador, cuya sangre ha corrido sólo por la libertad.
Dios, etc.

El 29 de Mayo de 1823, desde Guayaquil escribe a su sobrino Anacleto Clemente que desde el 5 de Julio de 1821 representa sus intereses económicos en Venezuela: "... Todos los esclavos que no eran del vínculo, que tú posees ahora, los he dado por libres porque eran míos y he podido darles la libertad , así ninguno quedará esclavo por ninguna causa ni motivo".       

"Conste que a María Jacinta Bolívar, esclava de mi propiedad en la hacienda de San Mateo, le concedí la libertad, de que ahora goza, en el año de mil ochocientos veintiuno, después de la batalla de Carabobo. Libertad que ratifico por la presente carta dada en Caracas a 26 de abril de 1827. Bolívar


Los enemigos de Bolívar, en aquellos tiempos racistas en los que “tener de negro” era un baldón, aprovecharon la misteriosa ascendencia de su bisabuela paterna  para escribir artículos sobre la supuesta negritud de Bolívar, que “agravaba” el color atezado de su piel por la profunda quemadura solar producida por los años expuesto a la inclemencia solar en este trópico inhumano. Así que los bogotanos le dijeran “longaniza” y el cognomento  “negruemierda” circulaba en voz baja, en los corrillos conspirativos, en los días de la dictadura.   En realidad la situación ha sido suficientemente aclarada en la historia que registra documentalmente toda la genealogía de Bolívar, tanto paterna como materna. Hoy en día la sangre negra de Bolívar, de haber sido cierta la especie, simbolizaría la potencialidad de este mestizaje fraguado en la inédita experiencia de un pueblo original que surgió de las entrañas de sus propias circunstancias, eclosionando en el siglo XVI en el homo venezuelanensis que ha eclosionado en la pluralidad del venezolano de hoy.

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3 de agosto de 2017

A separar el grano de la paja

A SEPARAR EL GRANO DE LA PAJA
Rafael Marrón González

Llegó la hora de dotar de impecable credibilidad el discurso opositor, porque las omisiones, contradicciones y especulaciones están generando confusión, si se equivocaron en la estrategia, confiésenlo, porque dejarlo a la deducción arbitraria de la masa, seducida por la libre interpretación al recurrente trapo rojo de la provocación de los psicólogos del gobierno, que dice una cosa y escribe otra, es  contraproducente para la lucha. Lo mismo ocurre con ese llamado iluso a las Fuerzas armadas para que derroquen al gobierno y se lo entreguen mansamente al convocante. Es necesario crear una “sala situacional” de expertos para la toma de decisiones, que no se pueden seguir asumiendo por mayoría o consenso de los partidos políticos, sino por su grado de efectividad y conveniencia política, como, por ejemplo, que la MUD tiene que seguir siendo la tarjeta única de los procesos electorales, hasta salir de este régimen, porque unidad, aunque no signifique univocidad, si debe ser efectividad y la tarjeta única la ha demostrado. Y lo que funciona es inteligente repetirlo. Hay que apelar en este momento a la capacidad de liderazgo de los fundadores de la democracia, que fijaban el rumbo a seguir por el pueblo y no al contrario como está sucediendo ahora, que tenemos un pueblo en la calle sin conducción política y mucho menos militar, lo que ha generado anarquía y martirio, al sustituir la constitucional y racional exigencia impresa en el manifiesto de la Asamblea Nacional, por un imposible e inconstitucional “Maduro vete ya”, olvidando que el “Chávez vete ya” fue superior en multitud y tampoco resultó, por el respaldo militar, factor determinante de la ecuación que el radicalismo obvia suicidamente. El 30 de julio marcó el fin democrático del gobierno y atrajo la repulsa de Occidente, pero, a su vez, la hora de la unidad de criterio de la oposición  para  asumir el costo de lo correcto frente a la aprobación popular de lo incorrecto. Existe mucha presión del protagonismo histérico, que está creando becerros de oro, en esta crisis política de dieciocho años de edad, que atraviesa Venezuela, que se exacerba por señuelos seductores que son interpretados, desde el principio de este tiempo,  como el fin del régimen, con consecuencias lamentables, obviando que este, constitucionalmente, tiene todavía, además de musculatura represiva legal y militar, mucha capacidad de maniobra nacional e internacional, como lo ha  demostrado el reconocimiento de los Estados Unidos a la legitimidad de Maduro, a pesar de sancionarlo personalmente y calificarlo de dictador, como respuesta a una delirante propuesta de un descabellado gobierno de transición, con poderes incursos en usurpación de funciones. Solo la fuerza legitima las leyes en países con situaciones como la que padecemos en la actualidad. Y la única fuerza demoledora que poseemos los venezolanos es el voto.  
Pensamiento vs opinión

Un líder, que en política lo es por su inteligencia y no por sus testículos, necesarios en Las Queseras del medio y no en política, tiene el deber de actuar según su propia consciencia política, si actúa obedeciendo caprichos irracionales del pueblo, es un demagogo, no un líder, estupidez que le ha costado muy caro al sistema democrático venezolano. Basta de actuar según los lineamientos de  la sed de sangre de la opinión pública, que, según Platón “comprende la creencia en el valor de los sentidos y en las ilusiones de la imaginación, es una forma de conocimiento práctico y empírico de carácter inferior, que se opone al conocimiento inteligible del pensamiento discursivo y del pensamiento dialéctico”. Y para Kant, la opinión pública “se forma esencialmente por imitación e interacción social”. Sin apelación posible, la opinión pública surge siempre contaminada por influencias de carácter familiar, social, grupal o partidistas, y, últimamente, por el resultado de las encuestas, que pusieron los venados delante de los perros, en franca contraposición con el pensamiento, que es un producto de la mente basado en el conocimiento de la materia en cuestión, la razón, la lógica y la experiencia. Por eso es que no existe pensar diferente, sino creer distinto. Se supone, entonces, que es el pensamiento lo que debe guiar las acciones de un líder, que lo es por su capacidad de convencimiento y no de obediencia a las masas, como está sucediendo, y que llega al extremo de suponer que si se actúa de acuerdo a la racionalidad, que, por supuesto, marcha en sentido contrario a la opinión pública, en este caso de los pranes de la palabra, se está traicionando a las mayorías, que no sé basado en cual argumento, parece que están resumidas en las redes sociales, y no en el inmenso descontento de los habitantes de los barrios que nos dieron sus votos el 15D para la Asamblea Nacional. En esta hora para la lucidez, y ante la imposibilidad cierta de formar un ejército para vencer por las armas, en el supuesto negado de que el enemigo carezca del propio y de la misma resolución, es imperativo tomar una decisión que nos mantenga en el escenario democrático,  aprovechando cada resquicio constitucional posible, y nos dote de recursos imprescindibles para avanzar en el logro establecido, que es el rescate del sistema democrático, apropiándonos electoralmente de importantes espacios políticos, y con testigos, observadores internacionales y auditorías, características de las que careció el reciente y fraudulento proceso electoral (según opinión del planeta político y de nada menos que Smartmatic), es posible participar en las elecciones regionales. Y las dictaduras sí salen con votos. Y esta llegó con votos y se irá por ellos.    
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TODO ESTÁ CONSUMADO
Rafael Marrón González

Con una abstención histórica del 87,6% y dieciocho asesinatos en un día, el tres de agosto debe estar debidamente instalada la sustituyente de Maduro & Cia - ¿cuchillo pa´su pescuezo?, porque a este tipo no lo quiere ni Cilia – en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, y, por supuesto, su primera decisión será desactivar la expresión soberana del pueblo venezolano en elecciones constitucionales, con cerca de ocho millones de votos, único poder público independiente del influjo comunista y estorbo para las aspiraciones dictatoriales del gobierno consorciado. Como la Constitución a sustituir, establece que la misión primordial de la Constituyente es transformar el estado, la pregunta que surge entre la polvareda de los alzamanos “constituyentistas”, que han concitado la hilaridad del planeta, es si, en realidad, lo que el chavismo eligió el domingo 30 de julio, fue un nuevo gobierno intemporal, hasta que las cosas vuelvan a su cauce y puedan llamar a elecciones que estén seguros de ganar, como bien lo pronosticó un chavista de la godarria hace unos meses. ¿Tendremos a partir de ahora una nueva estructura de poder al calco cubano: La Asamblea Nacional del poder popular, órgano supremo del poder del Estado, con facultades constituyentes y legislativas, que elige, de entre sus diputados, el Consejo de Estado cuyo Presidente es jefe de Estado y jefe de Gobierno?  ¿Punto final a la ficción democrática? ¿Maduro se va? – “es un débil imbécil”. ¿Viva Diosdado & Cia? Si esto es así, como infiero, y el alto mando militar aprueba este golpe de estado, ¿significa que está preparado para masacrar al pueblo que ha tomado las calles de Venezuela sin visos de aplacamiento, en una inédita expresión de rebeldía que lleva contabilizados ciento treinta asesinatos, muchos selectivos, en  123 días de manifestaciones democráticas, miles de heridos, algunos con secuelas de por vida, y cientos de prisioneros de guerra acusados de traidores a la patria y guarimberos, es decir, terroristas? Espero que no, aunque creo que sí. Porque, hasta donde llega mi información, este es el único país en el cual, hasta el 30 de julio, el comunismo se instaló en el centro del poder con votos de un pueblo propenso a sucumbir mediante engaño, soborno y coacción, las tres herramientas que trajeron a la otrora orgullosa Venezuela a esta irrisión harapienta y emigrante, en todas las páginas históricas lo hizo por las armas, enfrentando a un ejército, como en China, Rusia y Cuba. Y desde ahora así será. Es iluso creer que este ejército, llevado a la palestra política por Chávez, y que se ufana, por ignorancia, de ser deliberante, va a apoyar fórmulas democráticas que lo devolverá a sus cuarteles. Así como Rómulo Betancourt, guardando las distancias y sin la menor intención de comparar, ordenó la toma de los sindicatos, porque allí estaban los votos, dejando las universidades a la izquierda, ocasionando un grave daño a la estructura profesional del país, Chávez, con la facultad que le otorgó el legislador de 1999 de ascender oficiales superiores, convirtió el ejército en su partido político, el PSUV es un partido de opereta, aluvional, necesario para mantener la imagen democrática por la función electoral, tejiendo un poderoso entramado militar de izquierda, colocando sus fichas, elegidas entre los peores inescrupulosos y resentidos sociales, en los principales puestos clave de la administración pública, desplazando el mérito de los civiles, que ha sido desde entonces la base de sustentación de su sistema de gobierno, como en todos los países comunistas, el comunismo no es civil, porque solo el salvaje terrorismo militar puede doblegar al hombre libre. Pero, además, las prebendas económicas otorgadas por vía de gracia y la impunidad en el manejo de los recursos del estado, complementan la fidelidad al régimen. La presión internacional ante esta realidad abrumadora es una ingenua pretensión inoficiosa. Si Trump lleva a cabo su amenaza de impedir la compra de petróleo a Venezuela, que de hecho lo que hasta ahora ha comprado no ha servido sino para enriquecer boliburgueses, se destruirá lo poco que queda de economía de subsistencia, sin ocasionar ni un leve rasguño a la poderosa estructura del nuevo gobierno asambleario, aunque es indudable el susto que lleva consigo, y que espero por el bien de todos que se quede en susto, aunque es innegable que la torpeza del gobierno de Maduro & Cia. ha colocado a Venezuela, desplazando a Cuba, como una pieza apetecible en el tablero de la geopolítica mundial, muy conveniente a los intereses de China y Rusia. Y en cuanto a los funcionarios sancionados, ¿cuántos van sin que las sanciones hagan mella en su desempeño como tiranos? Y menos ahora que se les condecora con la “espada de Bolívar”. La obsesión por el poder suele llevar consigo la ruina histórica, por la ceguera que concita. Maduro & Cia está tan cegado por el ruido de la adulancia, que ignora con desprecio suicida la alarma ensordecedora de las cifras electorales que marcan su descenso vertiginoso: en 2013 obtuvo una votación (admitámoslo para el análisis) de 7.587.579 votos. Para la Asamblea nacional 5.622.844 votos y para su "sustituyente", 2.483.073 (la cifra de la Sala situacional de Miraflores es de 3.128.000, la del CNE es el último chiste global, la evidencia es abrumadora). Por su parte la MUD obtuvo: 2013: 7.363.980. 2015: 7.726.066, un revocatorio virtual, y el 16 de Julio: 7.535.250, al que hay que sumar el voto oculto. Es decir el electorado opositor se ha establecido como un voto duro, mientras el suyo se deslava. Solamente un ciego por terquedad puede ignorar esta realidad que determina su inmenso fracaso, que ilegitima su permanencia democrática en el poder.
En resumen
Maduro & Cia logró su objetivo a sangre y fuego, en una jornada sangrienta y monstruosa, pero ¿por cuánto tiempo? La comunidad internacional, efectiva, no la estupidez de paisitos inviables que sobreviven de la teta petrolera venezolana, ha decidido desconocer esta asambleílla surgida de un acto írrito, lo que significa que Venezuela adquirirá características insulares. Ni China ni Rusia están dispuestas a mantener un gobierno maula, que ha adquirido con ellos deudas impagables. Colombia, Argentina, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Brasil, México, Perú y Panamá; Estados Unidos, Canadá, Suiza, Noruega, España. Francia, Reino Unido y el Parlamento Europeo, ya han anunciado que no reconocen este fraude y, por lo tanto, no seguirán suministrando insumos para la demagogia, por lo que el hambre y la crisis del sistema de salud arreciarán las protestas y la represión se hará insostenible. Nadie puede gobernar, por mucha tropa incondicional que lo apoye, con el 80 % del pueblo en contra y decidido a dar la vida si es preciso para sacarlo del poder. Maduro & Cia será un comentario jocoso en los libros de historia, como ejemplo de estupidez política, su sustituyente, que le puso el país en contra, ha sido la culminación de una larga cadena de errores inexcusables, salvo que se invoque alguna patología mental congénita. NoAlFraude.


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¿REVOLUCIÓN O SECTARISMO SALVAJE?
Rafael Marrón González

Las revoluciones fueron necesarias para cambiar un sistema de dominación social clasista y esclavista, pivotado en la ignorancia, como las teocracias, algunas de las cuales todavía existen en el mundo musulmán, y su misión era reconstituir la sociedad sobre nuevos principios políticos, económicos, morales, religiosas, opuestos a los del régimen derrocado, como sucedió con la Revolución de Oliver Cromwell, en Inglaterra, que impuso la república y la libertad, retornado el país posteriormente a la monarquía, y cuya Declaración de derechos (1689) precede el preámbulo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (1776), la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789) y la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948); la Revolución de los Estados Unidos, única exitosa, que derivó en un proyecto evolucionario incluyente y libertario – en su concepción posible dada la desaparición del anarquismo – y cuya más importante contribución fue ofrecer al mundo un espacio para el ejercicio impune de la libertad del pensamiento, lo que ha generado en su historia una especie de “gentilicio universal” que impuso su idioma como lenguaje  alternativo del planeta. La Revolución francesa, en realidad una dictadura terrorista, una orgía criminal vengativa que devoró a sus padres en un descabellado desenfreno pasional de resentidos sociales y del innoble populacho ignorante mutado en “pueblo” por la demagogia, que llevó a la guillotina, por chismes y acusaciones aleatorias, a más de quince mil personas, que guarda mucha similitud con el sistema comunista de la delación y el ascenso de los peores por incondicionalidad, una farsa sustentada por la publicidad de las suaves maneras de la “Ciudad luz”, que derivó en otra corte imperial. La Revolución independentista de Bolívar, que, sin entrar en juicio de valor,  destruyó 300 años de instituciones políticas eficientes, para hundir a sus países liberados en la miseria,  sumidos en la más atroz ignorancia que los somete al imperio de “tiranuelos de todos los colores”. Y la Revolución rusa (1917), devenida en bolchevique por el asesinato sistemático de los mencheviques y disidentes, que todos sabemos cuál fue su resultado después de setenta años y cuarenta millones de muertos por la medida chiquita. Luego de estas cinco revoluciones que cambiaron en verdad el sistema político, insisto en el tema, porque las cosas hay que decirlas tantas veces como necesarias para cerciorarse de haber sido comprendido, en la actualidad se denominan como tales, por vergüenza, a la toma del poder político por la fuerza o, como sucede inéditamente en Venezuela, para justificar la pretensión de subvertir el orden constitucional republicanos desde el gobierno electo por equivocación popular, que al perder la fuerza de la mayoría electoral, apela a la más eficiente de las armas corrompidas, el soborno y la coacción. Vulgares golpes de estado considerados, por toda la humanidad, como degradadas expresiones políticas pervertidas por las ansias de poder.
En realidad sectarismo salvaje
Los gobiernos comunistas se caracterizan por imponer un sectarismo propio de los ejércitos de ocupación, con desprecio y odio al enemigo vencido al que se niega hasta el agua. Un sectarismo salvaje, sin cortapisas, que convence a los beneficiarios de su condición de privilegiados de la magnanimidad del gobierno, sin percibir que su sumisión exacerba la capacidad de dominio y las exigencias que debe cumplir, si quiere seguir comiendo, serán cada vez mayores, hasta convertir al pueblo en esclavo de su hambre. Qué tristeza produce verlo. Por eso la historia nos grafica la vergonzosa situación de hijos denunciando a sus padres por comentarios adversos al régimen, que son premiados con alguna bagatela convertida en ansiado deseo, como una palmada en las espaldas. Maduro & Cia está practicando ese aplastamiento de la dignidad con el pueblo venezolano más humilde, al que desde su seno le han brotado operarios intuitivos impiadosos, estimulados por la falsa sensación de pertenencia al poder, que con saña inaudita aplican a sus pares de pobreza el sectarismo salvaje que exige rituales y ofrendas y silencio, para otorgarles la mísera prebenda –una bombona de gas, medicinas, una bolsa Clap - cuya ausencia suele producir alguna tímida protesta que evidencia la pérdida de la dignidad - con las que la egregia omnipotencia los distingue.  
Acción sin reacción        
El sectarismo salvaje, aplicado al principio con agentes armados de fusiles en las colas, dispuestos a matar cualquier reacción, lentamente se ha ido introyectando como una necesidad de sumisión por la supervivencia, al extremo de que ya los agentes casi no hacen falta, el pueblo disfruta el insulto y lo hace suyo para vivir en paz, palabra ya vacía que solamente representa la falta de reacción del pueblo ante la bota que lo oprime. Y el discurso oficial no cesa de señalar que la reacción a sus perversas políticas excluyentes son propias de la clase media y de los ricos que protestan, porque el pueblo está contento y lo apoya y acudirá a votar en masa delirante en la sustituyente, que dará carácter constitucional al sectarismo salvaje que le permitirá a esta banda de forajidos seguir tan campantes en el usufructo del poder. Ignora esta masa sumisa por el hambre que el sectarismo salvaje no es solo una práctica excluyente sino un sistema que conculcará cada asomo de libertad en nombre del hambre, no solo de comida, sino también de tener una olla arrocera, como el pueblo cubano, hasta sumir a la nación posible en el más abyecto silencio, como fue en la Unión Soviética y Polonia y Checoslovaquia y es en Corea del Norte, China y Cuba. Solo con la reacción furiosa de ese pueblo, que debe comenzar a verse en su totalidad, ya que tiene representantes voluntarios entre los más de cien muertos selectivos que lleva la represión, será posible eliminar esa forma de terrorismo de estado sustentada por la miseria moral, la del hombre sin visión de su propia historia.          
En resumen
El comunismo, no me cansaré de repetirlo, asido de la historia, es una secta de asesinos, ladrones, pervertidores de menores y practicantes del sectarismo salvaje. Venezuela, desgraciadamente, se ha convertido en el último laboratorio de este experimento social, mil veces fallido, que no entiende que no sirve ni servirá jamás, sin importar cuanto ensaye el producto siempre será el mismo, por eso la persistencia de sus cultores es evidencia de su genética disposición al crimen. De allí su necesidad de asesinar, encarcelar, exiliar a sus adversarios, a los que considera enemigos y traidores a la patria, porque, además, tiene su propia definición, la patria se reduce a la casa del partido comunista, en Venezuela se llama PSUV, máxima instancia del poder militar, y todo quien no esté dentro, de rodillas, es traidor a la patria. Ya vendrá el himno glorioso del partido a sustituir al Himno nacional en las escuelas, como ya fue sustituido el culto a Bolívar por el culto a Chávez, el incorruptible porque su cadáver no se pudre. Y tendremos que cantarlo en las colas si queremos que nos alcance la munificencia de Maduro & Cia, que ejerce, como forma de campaña electoral para su sustituyente, la más vil de las coacciones contra los trabajadores de la nómina del estado - “…aquí o estás a favor del Gobierno o no estás. Si consideras que tu opción es otra, entonces redacta tu carta de renuncia” - que saben el grosero poder que, por encima de la ley y de las convenciones colectivas, tiene este gobierno capaz de dejar sin sus empleos, sin importar calificación, experiencia o años de servicio, a humildes padres y madres de familia, con la pérdida de sus prestaciones sociales y sin derecho a reclamo alguno, porque no existe justicia en Venezuela sino linchamiento político, como fue el caso de los trabajadores de PDVSA botados por Chávez, si se oponen a sus designios dictatoriales. Veinte mil trabajadores calificados dejó Chávez en la calle, robándoles sus prestaciones, que fueron desalojados de sus hogares a punta de fusil en la madrugada, algunos de los cuales cometieron suicidio por la desesperación. Fueron sustituidos por otros tantos incondicionales, como sucederá en esta oportunidad, que no dejarán pasar, para cubrir vacantes forzadas con serviles fanatizados. Esta gente es perversa y no tiene piedad, que es la definición ontológica del ser humano, y, además aplica la ley con sádica crueldad. ¿Cómo puedo yo, en particular, pedir a individualidades coaccionadas por la codicia, que dependen de un salario del estado para subsistir, que no obedezcan el mandato del poder que conculca sus derechos, si carezco de medios para garantizárselos? Sería miserable de mi parte exigir a quienes van a sufrir consecuencias que hagan lo que no tiene consecuencias para mí. Además, y no es un deseo, para lo que va a durar esa ridícula degradación moral no vale la pena el sacrificio.   


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