31 de julio de 2024
ACTA MATA MENTIRAS
Acta mata mentiras 📄
Tal y como dijo el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) en su último comunicado: la confianza en los resultados electorales depende de su auditabilidad. La pieza fundamental para la verificación ciudadana son las actas de escrutinio, la «traza de papel» que genera el sistema automatizado de votación y que es lo que permite verificar los resultados. Hasta ahora, la página del CNE sigue muerta y, por lo tanto, desconocemos los resultados desagregados mesa por mesa. Entonces, solo contamos con las actas que recientemente divulgó la oposición. ¿Qué pasará cuando el gobierno finalmente saque las que dice tener? ¿Deben coincidir a juro o pueden inventárselas? Te contamos:
🔒 Intervenir la transmisión de las actas no es más fácil que pelar una mandarina. Todo lo contrario. Las máquinas de votación están configuradas para transmitir por líneas encriptadas y privadas (que provee la estatal Cantv). No se hace por internet y la máquina no admite intercambio de información, precisamente para evitar intervenciones de terceros. Esos mensajes, también encriptados, solo se pueden recibir en los dos centros de totalización del CNE (uno en Plaza Caracas y otro en Plaza Venezuela) a partir de las 6:00 pm del día de la elección. Como la operación es cifrada con una clave única para cada mesa, los mensajes solo puedan ser descifrados por el sistema de totalización. Si alguien pudiera interceptar el mensaje en el camino, tendría que tener las claves criptográficas de los protocolos de transmisión y también los del propio mensaje para intentar hacer algo con esa data.
🔒 Ajá, pero: ¿qué pasa si modifican los datos e imprimen las actas otra vez? Pues les saldría mal la trampa. Cada acta cuenta con un código de identificación único e irrepetible (HASH), que se verifica en la máquina y en el centro de totalización. Lo puedes ver en la parte superior del recibo impreso. Si se cambia algún dato, por mínimo que sea, el código alfanumérico que saldrá en papel será diferente. Asimismo, en las actas aparece la fecha y la hora de impresión, que saldrían modificadas en una nueva acta. Ese nuevo documento tampoco contaría con las firmas digitales de los miembros y testigos de la mesa. Igualmente, el código de seguridad al final del comprobante cambiaría si se llegara a imprimir nuevamente.
🔒 Si viviéramos en un país normal, luego del anuncio del primer boletín se habría hecho la auditoría de telecomunicación, pero el CNE decidió suspenderla. Asimismo, en la Venezuela ideal (que esperamos tener pronto) se le habría entregado a los testigos de los partidos políticos un CD con el archivo de totalización. Adivinen qué pasó con ese requisito.
en
2:34 p. m.


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