Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

27 de enero de 2013

EL FIN DEL MILITARISMO DEL SIGLO XX




He sostenido en distintos artículos que militarizar es imponer la estructura jerárquica del orden y la disciplina, inherentes e indispensables en el mundo militar, a la sociedad civil estructurada por la lucidez y la coherencia. Las experiencias que recoge la historia de la humanidad sobre los sistemas de gobierno militarizados han sido nefastas. Todas, sin una sola excepción, tanto de derecha como de izquierda, han producido despotismos sangrientos injustificables.

Los dantescos casos, de Pinochet en Chile, donde los militares, en el colmo de la abyección, entrenaban perros para violar prisioneras, y la satrapía pretroriana, corrupta y criminal,  de Fidel en Cuba, son emblemáticos. Gobernantes, violadores de los derechos humanos amparados en la fuerza de un ejército degradado en torturador y homicida, y la sumisión obsecuente del “Poder” Judicial.

No es posible argüir desarrollos económicos para justificar conductas criminales de esta naturaleza. Son máculas para la humanidad, como lo son Stalin, Hitler, Pol Pot, Mao, Franco, Juan Vicente Gómez o Pérez Jiménez. Pero lo verdaderamente preocupante es que el militarismo es una deformación del sentido de autoridad que afecta más a los civiles que a los militares. Perversión que se evidencia en el elevado grado de autoritarismo y despotismo a que someten a sus familias los infectados por este virus de la barbarie.

La democracia ha sido secularmente el antitodo contra esta enfermedad del cuerpo político de las naciones, sin embargo si la democracia no forma demócratas, como se obvió hacer en Venezuela durante los 40 años de su ejercicio, la virulencia de la enfermedad diezmará la vocación democrática de los pueblos, que culpan a la democracia de sus sufrimientos porque no están debidamente formados para situar la culpa en los gobiernos de la democracia que él mismo elige por sus emociones.

Muchos piensan, si a eso se puede llamar pensar, que es más fácil lograr objetivos por la fuerza que por el convencimiento, aunque esté demostrado que son menos duraderos sus efectos, como lo demostró España a la muerte de Franco, o Rusia a la del comunismo, cuya sociedad, como un resorte comprimido saltó por los aires destruyendo el mito del “hombre nuevo” creado por la negación de la realidad del individuo como potencia soberana. Y así, júrelo usted, sucederá en Cuba en lo desaparezcan los Castro y su represivo aparato terrorista.

El militarismo comienza con José Tadeo Monagas

El militarismo en forma comienza en Venezuela con José Tadeo Monagas en1847 – Páez y Soublette fueron militares civilistas, como Bermúdez, Bolívar y Sucre - aunque Santiago Mariño y Pedro Carujo, con su Revolución de las Reformas, hayan sido los primeros en establecer teóricamente la supuesta supremacía del prestigio militar sobre las virtudes civiles, al escribir en El Republicano, en 1834: “No son las leyes las que consolidan los gobiernos, sino los hombres de ascendiente y de prestigio, que haciendo respetar las nuevas formas gubernativas aseguran la marcha política de la sociedades.

En la infancia de los gobiernos todo es inferior al ascendiente que toman algunos hombres sobre el resto de sus conciudadanos, y ésta es la razón porque en los estados nacientes los prefieren siempre para los altos destinos políticos. ¿Cómo pretende “El Constitucional” (diario civilista) hacer asaltar al señor Vargas la silla presidencial de Venezuela? ¿Qué ascendiente tiene este apreciable médico sobre los venezolanos para sujetarlos al orden, y asegurar a la República su apetecida tranquilidad? ¿Con qué fuerzas cuenta el doctor Vargas para contener los disturbios atizados por el ministerio cesante, y que han alterado ya la paz de algunas provincias de la República?", y al perder las elecciones intentan, con el derrocamiento de Vargas, la imposición de esa férrea forma de gobierno que conculca las libertades civiles y políticas en nombre del orden y la disciplina propias de la vida cuartelaria.

José Tadeo Monagas, se levanta en armas con el pretexto de restaurar la Gran Colombia, pero la realidad era que pretendió crear otra república en el Oriente del país. Páez sofoca  la rebelión, pero para pacificar al caudillo oriental y contribuir a la paz de la nación, lo promueve como candidato para la presidencia de la república.

José Tadeo gana las elecciones, con los votos de los paecistas, rompe con Páez y da comienzo a la larga saga militarista que, de revolución en revolución, cubriría, con breves interregnos civiles, la mayoría títeres de algún caudillo, salvando los gobiernos de López Contreras e Isaías Medina Angarita, militares pero civilistas, y el breve destello de Rómulo Gallegos, de 1847 a 1958 - ¡111 años! - y de 1999 hasta quien sabe cuándo, porque ahora lo tenemos con apoyo electoral de la crasa ignorancia popular.

40 años de civilismo

Así que el 23 de enero de 1958 tiene significativa trascendencia en nuestra historia porque ese día se pone fin al militarismo venezolano, aunque solo por el resto del siglo XX – desgraciadamente retornó al iniciarse el XXI, triste destino de estos tierreros inciviles - y, lo más importante es que se logra por el consenso nacional de todas las instituciones civiles no gubernamentales, incluyendo un apreciable sector de las Fuerzas Armadas, institución está a la que la Constitución de 1961 asigna la defensa de la democracia, lo que fue eliminado, con aviesas intenciones, en la Constitución de 1999, “aprobada” por el pueblo.

Durante esos cuarenta años la ciudadanía eligió sus gobernantes civiles en comicios libres y los militares se sometieron al poder civil, cumpliendo a cabalidad las responsabilidades que este les encomendara, como combatir y derrotar la revolución castro-comunista que, financiada desde la Habana y con dineros rusos, pretendió entregar la República a la Unión Soviética. Así que militarista – no necesariamente militar, la frase “pa´lante mi comandante” en voz civil lo dilucida - celebrando el 23 de Enero o es un completo ignorante o un redomado cínico. Sale pa´llá.        

Rafael Marrón González

Leer más »

24 de enero de 2013

23 DE ENERO: PÓRTICO DE LA LIBERTAD




 Así como Bolívar es asumido como conspicuo símbolo de las lealtades comunes del pueblo venezolano, porque según su percepción básica, Bolívar solo puede querer el bien para Venezuela, así el 23 de Enero de 1958 se transmutó en el tiempo, por la profunda introyeccion de la libertad como valor ascensional, en el símbolo de su vocación democrática, porque la democracia, por su natural característica participativa, en cuanto cada quien según sus capacidades, no puede querer sino el bien para Venezuela.   

Se desplazaba el coronel Marcos Pérez Jiménez con su caravana de escoltas y ministros, iba sumido en reflexiones sobre los acontecimientos de ese mes de enero en el escenario militar y político, cuando lo sobresaltó el grito de un buhonero que a esa hora armaba su tarantín: ¡Ese va cagao! Y las carcajadas de los transeúntes, celebrando la osadía, obligaron a la caravana anochecida a acelerar la marcha ignorando la orden de apresar al agresor.

En ese instante comprendió el dictador que todo había concluido. El irrespeto del pueblo ponía punto final a una aventura militarista que comenzó con el derrocamiento del gobierno democrático de Rómulo Gallegos, a apenas nueve meses de su toma de posesión, el 24 de noviembre de 1948, y lo llevó al poder omnímodo el 2 de diciembre de 1950, tras el magnicidio del traidor a Gallegos – era su ministro de la defensa – el golpista Carlos Delgado Gómez – Chalbaud era el segundo apellido de su padre.

Para graficar lo grotesco de todo dictador, a “Tarugo” como lo llamaba la disidencia, un jalabolas le compuso un porro, que enmudeció la dignidad nacional durante ocho años: “Coronel Marcos Pérez Jiménez/ presidente constitucional/ elegido por el pueblo/ para gloria nacional”. No había rocola de pueblo en la que no sonara religiosamente, día y noche, el porro de la adulancia, transmutado en el himno del miedo. Y en todas las paredes de la patria, el gran retrato de “Tarugo” en uniforme de gala. También en aquella época oscura ser sapo, soplón, como hoy, daba estátus, y en cualquier partido de dominó estaba presente un delator listo para acusar a un cristiano por cualquier nimiedad, lo que lo condenaría al calvario de la cárcel, la tortura o la muerte.


Quien quisiera quitarse de encima un vecino molesto, lo acusaba de adeco y ya. Durante esos años, ningún hogar venezolano estuvo libre del miedo. Por eso cuando oigo a alguien hablar de las bondades de esa dictadura suelo preguntar qué actividades realizaba el afortunado. ¿Fundó un sindicato, pertenecía a un partido político  de oposición? ¿Tenía un programa crítico en la radio? O simplemente dejaba hacer, dejaba pasar, mirando para el otro lado, respirando poquito, como les gusta a los dictadores que sean los pueblos. 

Diez años de absolutismo

Durante esos diez años de dictadura se abrieron 136,000 expedientes, centralizados en la Seguridad Nacional, contra ciudadanos que se atrevieron a disentir, protestar o simplemente opinar. De la búsqueda inicial de los cabecillas de la resistencia, se pasó lego, maniáticamente, a la persecución en masa. Con violencia institucional. Se allanan los hogares a media noche. Lo rompen todo. Nada importa el terror de los niños, lo disfrutan. Buscan armas, documentos, imprentas, se veja a hombres y mujeres, civiles y militares, jóvenes y ancianos. Saquean bibliotecas, queman los libros. Se injuria a las mujeres levantadas en bata de dormir.

Lo importante es mantener al pueblo bajo el terror, desequilibrado económicamente. Más de medio millón de venezolanos, de los siete que tenía el joven país, fueron allanados y perseguidos. Nuestro recuerdo para los cientos de héroes anónimos que dieron su vida y sufrieron torturas y cárceles en su lucha incansable por la democracia, durante la  feroz dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. Y parodiando al poeta Andrés Eloy Blanco: Maldito el hombre que, en nombre del hambre, del progreso, de la igualdad o de los que sea su excusa, intente aherrojar de nuevo a un hijo de Venezuela.

¿Cuál fue la obra de este dictador?

¿Qué hizo Pérez Jiménez como gobernante?: Obras materiales, perdurables, suntuosas algunas, pero solo en Caracas, para acceder al grosero peculado que le permitió vivir 42 años de exilio dorado en Madrid, sin trabajar. Sus construcciones, en su totalidad, no alcanzan para cubrir el sufrimiento y la indignidad causadas a una sola de sus víctimas.
Durante su gobierno olvidó la provincia y la hundió en la desolación. Todo ese cordón miserable que rodea Caracas y las grades ciudades, es consecuencia directa de las políticas de aparthaid practicadas por Pérez Jiménez, pues al llegar la libertad individual de mano de la democracia, el empobrecido interior enfiló sus esperanzas hacia las zonas urbanas, que fueron prácticamente invadidas por personas sin la menor preparación para sobrevivir dignamente en ellas. Y en cuanto a su supuesto nacionalismo, se entregó en cuerpo y alma a los gringos, mejor dicho a las transnacionales del petróleo, por lo que fue condecorado por el gobierno estadounidense, al entregar 800.000 hectáreas en concesión, lo que significa más de la cuarta parte de los recursos de petróleo crudo del Lago de Maracaibo, 

Pero, a todo cochino le llega su 23 de enero          

Ese mes de enero amaneció de golpe el propio 1º, cuando Caracas todavía dormía el ratón de la celebración de fin de año, con un alzamiento de  jóvenes oficiales de la Fuerza Aérea, de la Base de Boca del Río, y de oficiales y tropa de la guarnición de Maracay, secundados por el cuerpo de blindados del cuartel Urdaneta, al mando del coronel Hugo Trejo.

Esta intentona fracasó, pero estremeció los cimientos militares del régimen, develando una profunda crisis que el dictador intentó aplacar cediendo a las peticiones de la alta oficialidad que lo obligó a deshacerse de personajes de mucha importancia para el mantenimiento del poder, como fueron Laureano Vallenilla Lanz, ministro de Relaciones Interiores, además de ideólogo del Nuevo Ideal Nacional, y Pedro Estrada, tétrico jefe de la Seguridad Nacional, la policía política que mantuvo el control sobre las organizaciones políticas, obligando a los líderes democráticos a escapar hacia el exterior por el terror de sus torturas y crímenes, como los asesinatos, en plena vía pública,  del líder adeco Leonardo Ruiz Pineda y del teniente Droz Blanco, emblemáticos por su vileza.

Pero ya toda la sociedad civil venezolana, la iglesia - la Carta Pastoral de monseñor Arias Blanco, prácticamente una incitación a la rebelión, se leyó en todos los púlpitos de la nación -  los distintos gremios profesionales, los sindicatos que operaban, como los partidos políticos, en la clandestinidad, estaban comprometidos en acciones de calle que cada día tenían mayor fuerza popular, y el momento cumbre de esas acciones cívicas fue la huelga nacional del 21 de enero: No hubo prensa ese día.

El silencio del periodismo fue el más formidable grito de libertad que se hubiera escuchado hasta ese momento en toda América. Y en la madrugada del 23 de Enero de 1958, el avión presidencial – la Vaca Sagrada, la llamaba el pueblo - surcaba los cielos de Caracas transportado al asustado Pérez Jiménez y familia, a refugiarse en República Dominicana, la casa de otro infame asesino, el dictador Rafael Leonidas Trujillo; y, en sentido contrario, la nación venezolana despegaba hacia 40 años de progreso republicano. Hasta tropezar de nuevo con piedra similar.

Rafael Marrón González
Leer más »

20 de enero de 2013

EL IMPERIO DE LA IGNORANCIA



La ignorancia es un mal devastador pero curable si se diagnostica a tiempo y se le aplica el tratamiento adecuado, de lo contrario hace metástasis en estupidez, que es el estadio necesariamente mortal de la ignorancia.

Y el comunismo – una secta de asesinos, ladrones y corruptores de menores – es, por imperativos de su propia naturaleza, una ignorantocracia imperial que impone a sangre y fuego la ignorancia como política de Estado, pues un pueblo ignorante es reverente por la supervivencia y, por lo tanto, controlable y manipulable - por ejemplo cercano, el pueblo cubano.

Abordo esta reflexión como reacción a un trapo rojo, que ensucia el paisaje de una zona comercial de la ciudad, en el cual se lee, escrito a brocha gorda, algo así: “La tarea de la clase trabajadora es destruir el capitalismo y su misión es construir el socialismo”.

Quien redactó esta estupidez está seguramente convencido de que “destruir” para construir es un buen negocio, pero sobre todo debe pensar – si es posible llamar así su retardado proceso de repetición de ideas añejas – que con su exaltación es posible acabar con las economías más poderosas del mundo, incluyendo la china, que son producto del libre mercado, la libre empresa y la libre concurrencia, o en su defecto se conforma con hacer añicos la economía venezolana, porque hay que ver como las diatribas corrosivas de Chávez, lanzadas contra la primera economía del mundo, los Estados Unidos, no han hecho la menor melladura a esa sólida estructura de progreso humano por el libre desarrollo de las potencialidades individuales de sus habitantes.
Y como evidencia de lo contrario, el mundo contempla la miseria atroz de los pobres pueblos sometidos al feroz yugo de las dictaduras comunistas – todos los son – que han sido convencidos – como el pueblo norcoreano – de la infalibilidad de la pobreza como medio para superar las miserias atribuidas, por la ignorancia, al sistema capitalista, creador de tecnología, ciencia y conocimiento que, en poder de empresarios creativos y dinámicos, sustentan el desarrollo de los pueblos del mundo, incluyendo el parasitismo comunista o socialista, que es la misma vaina, que no podría existir sin la fraternidad y filantropía capitalista – Fundación Bill Gates, vaya adelante.

La ”guate e´pajarito” que le cayó al frondoso árbol de Venezuela logró en catorce años destruir su economía hasta la vergüenza de presenciar, por primera vez en su historia, una nube de gente desesperada, de toda condición, tomando por asalto un supermercado para arrasar con los potes de mantequilla – como si se tratara de un bien largamente anhelado - cuya escasez es efecto de las estúpidas políticas comunistas del peor gobierno que ha tenido la patria de Bolívar desde la invasión de los caribes.

Ya es común, y hasta se observa como parte del paisaje urbano, las millones de horas hombre – en la mejor edad productiva - atrapadas en largas colas esperando un pollo, una bombona de gas o un kilo de azúcar en un país que se caracterizó por lo profuso de su oferta de productos de primera necesidad, pero parece que este sufrimiento cotidiano no es suficiente prueba de la característica empobrecedora del socialismo, lo que nos indica, como lo refleja la citada pancarta roja,  que si en algo es verdaderamente eficiente este estúpido sistema de empoderar eternamente una clase política sobre los hombros de la pobreza – por lo que le es sustantiva -    es imponiendo imperialmente la ignorancia – por donde pasa su caballo no vuelve a brotar la inteligencia - hasta lograr que la miseria sea un símbolo reconocible de estatus político y social, a los cubanos se les sale por los huecos de la doble moral  el orgullo de ser comunista. 

En conclusión   

Las inmensas contradicciones de esa clase trabajadora, con relación a su posición política actual, signada por el abuso de los ditirambos comunistas frente a su situación económica, es lo que me ha hecho pensar que en realidad lo que entienden por “socialismo” es capitalismo pa´los obreros, pues basta que cualquiera de ellos obtenga unos recursos extraordinarios, por cualquier vía, para verlos adquiriendo los lujos propios de los odiados capitalistas. O al presenciar como los comunistas que son incluidos en las nóminas de las empresas del Estado, inmediatamente comienzan a luchar por contratos colectivos, aumentos de salario y beneficios de toda índole, así lleven a la ruina a la empresa que los mantiene, pues lo único que les interesa es el factor pecuniario derivado de esa inclusión innecesaria.

Por ello, cuando hablan de imponer el socialismo, lo que pretenden es obtener de una manera fácil, expedita, sin el menor esfuerzo personal, el bienestar que envidian porque se les ha hecho creer perversamente que son acreedores naturales a ello, por ley de mato pollero, por el sencillo acto de nacer.

Consideran que el comunismo si les va a repartir la herencia que les corresponde y que se las han negado tradicionalmente los burgueses, oligarcas y empresarios malucos. Por eso escucha usted a muchos decir, frente a la realidad producida por catorce años de socialismo real, que esto que viven no es socialismo, porque la estupidez producida por la ignorancia mal curada, confunde utopía con posibilidad, cree que el pasado puede modificarse y, sobre todo, jura que la fórmula socialista es perfecta pero no se ha sabido aplicar. Pero ahora sí. Gracias a mi comandante.

Con el estómago de permiso indefinido, pero con la frente comunista en alto, Nadie podrá jamás hacer entender a esta clase trabajadora – lo de “trabajadora” es un adjetivo político, los auténticos trabajadores son quienes han impedido la quiebra final de este país – que la única salida al problema de la pobreza es con el fortalecimiento de la libertad que permite el cabal desarrollo de las potencialidades individuales a través del trabajo, el estudio y a responsabilidad.  Sale pa´llá.     

Rafael Marrón González
Leer más »

12 de enero de 2013

UN PRESIDENTE “ESTACIONARIO”




El ministro de desinformación y asuntos esotéricos, con el rostro de un extraño amarillo pollito, manifiesta al país, que sigue el rumbo de los actuales acontecimientos políticos como si viera llover - ocupado buscando insumos como papel higiénico y  azúcar que también no hay o esquivando balas del malandraje moño suelto -  que la salud del presidente es “estacionaria”, es decir, según el DRAE, que está en el mismo lugar y situación, lo que nos remite a una interrogante ociosa:

¿Qué quiso decir el mini en cuestión? ¿Qué el presidente sigue enfermo en la Habana? Sí eso es lo único que sabemos con cierta certeza, porque el verdadero estado de salud del ciudadano que ganó las elecciones del 7 O para regir los destinos del país por los próximos seis años, es materia de adivinos y espías rusos que han circulado los más estrafalarios rumores y las más descabelladas hipótesis, porque hay que ver los disparates y contrasentidos que hemos visto en esta temporada de carreritas para el baño.

La más vistosa es ver a estos comunistas, enemigos de Dios y de la Iglesia, porque creen en el orden material de Universo, y punto, rezando de rodillas por la salud del tipo que los llevó a la gozadera millonaria  a punta de incondicionalidad. Porque allí ni hay ni ideología ni revolución sino codicia y trepadorismo.

Y en orden de aparición le siguen, de bando y bando: Que si está entubado. Que no, que no lo está. Que sí, que una hermana del chofer del autobús que dejó Maduro le dijo a su vecina que el tercio estaba en coma inducido y con suministro de avena por vía intravenosa. Que si lo van a desconectar y quien lo desconecte buen desconectador será.  Que no, que no está enfermo, Y va una caja de cerveza a que está sano, sanote, puro machote. Que montaron esta obra de teatro para ganar las gobernaciones y el tipo aparecería el 31 de diciembre a las doce en punto gritando en cadena nacional e internacional: ¡Feliz año, las hallacas me hicieron daño… pero la portentosa medicina cubana, orgullo de la humanidad, me salvó la vida con un purgante de pasote con yerbabuena!”, mientras millones de rojo, rojitos cantarían a voz de cuello: “No estaba enfermo, estaba de parranda”, al ritmo de can can antillano.

Pero como eso no pasó y el silencio continuó y la declaración científica de Maduro, sosteniendo que el señor de las mil y una conjeturas, estaba sanando, pues “me apretó la mano bien duro” – lo que es tan embuste como lo de los ejercicios y la visita de Cabello - generó una carcajada nacional, rayana en el irrespeto hacia el augusto paciente de los paramédicos, masajistas y enfermeros egresados de la madraza marxista más que universidad de la Habana, culpables del desastre sistémico que mantiene en vilo la vida del enfermo.

Por eso se realizó con urgencia un cónclave de segundones sin voz ni votos propios, para decidir como enfrentar a un pueblo tan guachafitero como este, que a todo le saca un chiste, y de allí las caras pretendidamente serias de los informadores oficiales, cuya verdad se deduce por las torcidas de ojos que se lanzan unos contra otros, sin advertir que la mentira tiene las piernas cortas y es más fácil recuperar la virginidad que la credibilidad, pues sus recurrentes embustes sobre la salud del presidente electo – que es el mismo saliente y por lo tanto da lo mismo al derecho que al revés -  unidos a los de los dolientes chulos de la izquierda mundial – que adoran los dólares de la derecha a dos carrillos - que ya se ven sin los viáticos y donativos que les han paliado el hambre en los últimos catorce años, que no es poca cosa, para perderla así no más - le están faltando el respeto al chavismo sin Chávez, como ellos se lo están faltando a la república, que ya tendrá su hora histórica de pasarle factura legal a tanta canallada inicua.

“La verdad verdadera es ilusión…

…ella cambia, se aleja y desaparece/ con los giros que da la situación…”, por eso, para el chavismo de la godarria, la toma de posesión es “un mero, mero, formalismo” y se ejecutará cuando mejore el enfermo, que no mejora, a un mes de su operación sigue sin poder hablar, como aquel don Rafael del culebrón “El derecho de nacer”. Y esto pasa en todo sistema en el que prive el derecho de Estado – cárcel por sí disidencia por medio -  en el cual se considera que la ley ha sido cambiada cada vez que al gobierno le dé la gana de interpretarla a su real entender, para eso está el TSJ cuya “santa palabra” se encarga de asegurar que la Constitución reza: “Donde digo digo, no digo digo sino Diego”, es decir “ausencia temporal” traduce, en cubano antiguo, el inconstitucional – a quién le importa - “permiso indefinido”.

Por eso seguimos en veremos, sin saber nadita de nada. Y ya pasó el 10 de enero y. salvo el espectáculo decadente de una turbamulta portátil consolidando la oclocracia frente a un mutante embabecido, seguimos como campeones de natación: Nada por aquí, nada por allá. Ni tomó posesión ni dejó de tomarla. Sigue siendo el rey aunque  de cuerpo ausente.

¿Por cuánto tiempo? Jumea por la semiótica de lo “indefinido”. - Yo lo que sé - me dijo un amigo trujillano – es que o está requetejodido o lo tienen en salmuera, porque para que un tipo tan “hablachento” y pantallero como este se mantenga callado, es porque lo tienen amarrado, haciendo gárgaras con un buche de clavos.

En conclusión

En este reinado de ignorancia, inescrupulosidad, sinvergüenzura, destrucción institucional y picardías de toda laya, “resulta que es lo mismo/ ser derecho que traidor/ todo es igual/ lo mismo un burro/ que un gran profesor…”. Venezuela, desgarrada en su íntima dignidad, es trofeo de caza para un gobierno extranjero que mete su puerca manu militari en nuestros asuntos internos con absoluta impunidad antipatriótica – y se la pasan invocando soberanía, sale pa´llá -  con el agravante de que en su territorio languidece en una especie de secuestro express, por el hermetismo cortina de hierro, nada menos que el presidente “de todos” los venezolanos y desde allá, como en aquella escena galleguiana en la que el muerto asiente el despojo de su ganado, afirmando con la cabeza sacudida por un secuaz debajo del catre, se  giran instrucciones sobre el destino de la patria de Bolívar que llevó la libertad a la América meridional. Cosas veredes amigo Sancho.  

Rafael Marrón González



El ministro de desinformación y asuntos esotéricos, con el rostro de un extraño amarillo pollito, manifiesta al país, que sigue el rumbo de los actuales acontecimientos políticos como si viera llover - ocupado buscando insumos como papel higiénico y  azúcar que también no hay o esquivando balas del malandraje moño suelto -  que la salud del presidente es “estacionaria”, es decir, según el DRAE, que está en el mismo lugar y situación, lo que nos remite a una interrogante ociosa:

¿Qué quiso decir el mini en cuestión? ¿Qué el presidente sigue enfermo en la Habana? Sí eso es lo único que sabemos con cierta certeza, porque el verdadero estado de salud del ciudadano que ganó las elecciones del 7 O para regir los destinos del país por los próximos seis años, es materia de adivinos y espías rusos que han circulado los más estrafalarios rumores y las más descabelladas hipótesis, porque hay que ver los disparates y contrasentidos que hemos visto en esta temporada de carreritas para el baño.

La más vistosa es ver a estos comunistas, enemigos de Dios y de la Iglesia, porque creen en el orden material de Universo, y punto, rezando de rodillas por la salud del tipo que los llevó a la gozadera millonaria  a punta de incondicionalidad. Porque allí ni hay ni ideología ni revolución sino codicia y trepadorismo.

Y en orden de aparición le siguen, de bando y bando: Que si está entubado. Que no, que no lo está. Que sí, que una hermana del chofer del autobús que dejó Maduro le dijo a su vecina que el tercio estaba en coma inducido y con suministro de avena por vía intravenosa. Que si lo van a desconectar y quien lo desconecte buen desconectador será.  Que no, que no está enfermo, Y va una caja de cerveza a que está sano, sanote, puro machote. Que montaron esta obra de teatro para ganar las gobernaciones y el tipo aparecería el 31 de diciembre a las doce en punto gritando en cadena nacional e internacional: ¡Feliz año, las hallacas me hicieron daño… pero la portentosa medicina cubana, orgullo de la humanidad, me salvó la vida con un purgante de pasote con yerbabuena!”, mientras millones de rojo, rojitos cantarían a voz de cuello: “No estaba enfermo, estaba de parranda”, al ritmo de can can antillano.

Pero como eso no pasó y el silencio continuó y la declaración científica de Maduro, sosteniendo que el señor de las mil y una conjeturas, estaba sanando, pues “me apretó la mano bien duro” – lo que es tan embuste como lo de los ejercicios y la visita de Cabello - generó una carcajada nacional, rayana en el irrespeto hacia el augusto paciente de los paramédicos, masajistas y enfermeros egresados de la madraza marxista más que universidad de la Habana, culpables del desastre sistémico que mantiene en vilo la vida del enfermo.

Por eso se realizó con urgencia un cónclave de segundones sin voz ni votos propios, para decidir como enfrentar a un pueblo tan guachafitero como este, que a todo le saca un chiste, y de allí las caras pretendidamente serias de los informadores oficiales, cuya verdad se deduce por las torcidas de ojos que se lanzan unos contra otros, sin advertir que la mentira tiene las piernas cortas y es más fácil recuperar la virginidad que la credibilidad, pues sus recurrentes embustes sobre la salud del presidente electo – que es el mismo saliente y por lo tanto da lo mismo al derecho que al revés -  unidos a los de los dolientes chulos de la izquierda mundial – que adoran los dólares de la derecha a dos carrillos - que ya se ven sin los viáticos y donativos que les han paliado el hambre en los últimos catorce años, que no es poca cosa, para perderla así no más - le están faltando el respeto al chavismo sin Chávez, como ellos se lo están faltando a la república, que ya tendrá su hora histórica de pasarle factura legal a tanta canallada inicua.

“La verdad verdadera es ilusión…

…ella cambia, se aleja y desaparece/ con los giros que da la situación…”, por eso, para el chavismo de la godarria, la toma de posesión es “un mero, mero, formalismo” y se ejecutará cuando mejore el enfermo, que no mejora, a un mes de su operación sigue sin poder hablar, como aquel don Rafael del culebrón “El derecho de nacer”. Y esto pasa en todo sistema en el que prive el derecho de Estado – cárcel por sí disidencia por medio -  en el cual se considera que la ley ha sido cambiada cada vez que al gobierno le dé la gana de interpretarla a su real entender, para eso está el TSJ cuya “santa palabra” se encarga de asegurar que la Constitución reza: “Donde digo digo, no digo digo sino Diego”, es decir “ausencia temporal” traduce, en cubano antiguo, el inconstitucional – a quién le importa - “permiso indefinido”.

Por eso seguimos en veremos, sin saber nadita de nada. Y ya pasó el 10 de enero y. salvo el espectáculo decadente de una turbamulta portátil consolidando la oclocracia frente a un mutante embabecido, seguimos como campeones de natación: Nada por aquí, nada por allá. Ni tomó posesión ni dejó de tomarla. Sigue siendo el rey aunque  de cuerpo ausente.

¿Por cuánto tiempo? Jumea por la semiótica de lo “indefinido”. - Yo lo que sé - me dijo un amigo trujillano – es que o está requetejodido o lo tienen en salmuera, porque para que un tipo tan “hablachento” y pantallero como este se mantenga callado, es porque lo tienen amarrado, haciendo gárgaras con un buche de clavos.

En conclusión

En este reinado de ignorancia, inescrupulosidad, sinvergüenzura, destrucción institucional y picardías de toda laya, “resulta que es lo mismo/ ser derecho que traidor/ todo es igual/ lo mismo un burro/ que un gran profesor…”. Venezuela, desgarrada en su íntima dignidad, es trofeo de caza para un gobierno extranjero que mete su puerca manu militari en nuestros asuntos internos con absoluta impunidad antipatriótica – y se la pasan invocando soberanía, sale pa´llá -  con el agravante de que en su territorio languidece en una especie de secuestro express, por el hermetismo cortina de hierro, nada menos que el presidente “de todos” los venezolanos y desde allá, como en aquella escena galleguiana en la que el muerto asiente el despojo de su ganado, afirmando con la cabeza sacudida por un secuaz debajo del catre, se  giran instrucciones sobre el destino de la patria de Bolívar que llevó la libertad a la América meridional. Cosas veredes amigo Sancho.  

Rafael Marrón González

Leer más »

6 de enero de 2013

LIBERTAD: CAMINO, VERDAD Y VIDA




Bolívar, en su Manifiesto de Carúpano, destrozadas sus fuerzas por los venezolanos fieles a la monarquía, que eran muchos y muy apasionados seguidores del rey que los mantenía – en la miseria por supuesto, como el socialismo, pues su sustento no era asunto suyo – escribió:

“No son los hombres vulgares los que pueden entender el eminente valor de la libertad”, y eran tan vulgares, en el sentido de ignorantes, supersticiosos y cobardes – capaces de matar a su padre en un juego de dominó pero aterrorizados ante la posibilidad de tener que producir su sustento y el de la familia que engendran - como lo son hoy – la libertad es vértigo para las almas vasallas.

No hay nada nuevo bajo el sol en estos tierreros habitados por la desesperación, en los cuales los principios, los valores humanos, los ideales, los derechos, están sujetos a la más ramplona supervivencia. Imagínense, entonces, lo que puede lograr un inescrupuloso ávido de poder que en el colmo de la irresponsabilidad con la condición humana le diga a la masa – definida como  “pueblo” por la codicia - lo que puede hacer, luego de extirparle de la conciencia la naturaleza humana del adversario con cognomentos degradantes, como el “gusano” fidelista o el “escuálido” chavista:

Destruir el pacto social imperativo para la convivencia pacífica. Elevar a los altares a cualquier cretino con la suficientes gónadas para imponer, mediante el soborno, la seducción y la barbarie, la igualdad por encima de la libertad, lo que hace salivar la aspiraciones de la mediocridad y de la legión de inservibles que solamente pueden existir adheridos al sudor ajeno, como las garrapatas.   

Libertad sinónimo de desarrollo

La libertad - que en su concepción absoluta es una utopía, pues el individuo en la necesidad de convivir pacíficamente, resignó en la ley el control de su libertad - es, según mi personal interpretación, el espacio impune del pensamiento ascensional, el único posible para el cabal desarrollo de la personalidad y de la inteligencia - la humanidad debe reconocer a los Estados Unidos el haber creado un formidable espacio de libertad en el cual ha florecido la inteligencia universal con las más portentosa creatividad - por ello se considera la libertad - junto con la vida y la propiedad - un derecho fundamental, natural, del hombre, y ninguna promesa de dormir comido debe facilitar la asunción de gobiernos liberticidas por muy generosos que parezcan en su compra de conciencias, que pretenden imponer la “felicidad” general controlando las emisiones del intelecto que ha logrado sacar al hombre de las cavernas y elevarlo al pleno ejercicio como constructor de su  destino.

Y esa es la lucha en la superación del individuo por la educación, ya que esta siempre estará incompleta si no se logra la introyección, desde la más temprana edad, del valor libertad – que incluye el respeto irrestricto al derecho ajeno, pues si no es libertinaje - en el alma y la mente de los individuos que conforman la concepción sociológica de pueblo, única forma de conseguir que los flautistas del pan y circo desaparezcan del escenario político, pues estos hongos indigeribles brotan del íntimo deseo de los pueblos de mantenerse en la adolescencia – aduldolescentes – dependiendo de un gobierno “bienhechor” de mano pródiga que sustituya al padre biológico en su manutención, dado que con las oraciones no logran este objetivo, traducido en la frase dependiente “Dios proveerá”.

Instrumentos de su destrucción

Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”, clamó Bolívar en el desierto ante su convicción de haber arado en el mar, sin embargo, a pesar de las evidencias en contra, preferimos pensar que es posible que ese pueblo entienda que debe depender de sus propias potencialidades, fortalecidas con el trabajo, el estudio y la responsabilidad,  y no del gobierno ni de Dios ni mucho menos de la suerte, y que la oferta socialista significa coacción, restricción y servidumbre.

América Latina, con sus pueblos aterrorizados ante la posibilidad de perder su peroncito, su fidelito, su chavecito, ha pagado muy caro ignorar que es el individuo, libre de paternalismos, la base sustantiva del progreso humano, porque es el hombre libre la conciencia de la nación, y construir hombres libres, de pensamiento y de acción, es lo que genera repúblicas.

Rómulo Gallegos decía que una república se mide por la cantidad de hombres libres que tenga. Cuba no es una república, dejó de serlo hace muchos años, porque carece de hombres libres. Cuba es una hacienda harapienta obediente a los caprichos de un gobierno desahuciado Sus habitantes son reses, cosas no deliberantes que “no se meten en política”, y a esa extraviada isla sumida en el más deplorable atraso científico y tecnológico, propio de los pueblos esclavos, encomendó su vida Hugo Chávez, porque no tuvo libertad de elegir, al entramparse en una prédica imposible que tuvo que mantener a costa de su propia salvación.

Si la ignorancia, que es el azote de la libertad, no lo hubiera guiado por el camino de la servidumbre, la libertad lo hubiera provisto de la ciencia necesaria para la prolongación de su existencia –“su terquedad lo va a matar” dijo Lula indignado ante tanta insensatez. Dicen que Dios – el ideólogo del libre albedrío - escribe derecho con letra torcida.

Rafael Marrón González


Leer más »

1 de enero de 2013

¿FELIZ QUÉ…?


El 13 de enero de 1823, en el periódico “El Venezolano” el periodista y político liberal Tomás Lander, escribe: “Tienen los franceses una bella costumbre que nosotros deberíamos imitar: El día primero del año, todos los que han tenido algunas relaciones se buscan, se abrazan y se dan el ósculo de la amistad dando por terminadas todas las diferencias”.


Al año siguiente, tímidamente, comenzó la costumbre en algunos hogares caraqueños, y poco a poco llegó a la provincia y se extendió por toda la nación convirtiéndose en una  hermosa tradición humanística.

También es oportuno recordar el cañonazo de las doce en punto de la noche que indicaba que el año anterior había concluido y se iniciaba un año nuevo. Todo comenzó en diciembre de 1870, cuando un cronista, a través del diario “La Opinión Nacional” le ruega al Comandante de Armas del Distrito, a disponer que una pieza de artillería, convenientemente situada en una de las plazas centrales de la ciudad, que disparase tres cañonazos al sonar el último campanazo de las doce, que serían funerales del año que perece y al mismo tiempo saludo al año nuevo”.

Y, además, nada ha sido más venezolano en nuestras costumbres de fin de año, que el poema feliz de Andrés Eloy Blanco, “Las Uvas del Tiempo”, que cada fin de año radiaban las emisoras del país en la voz de inolvidables recitadores, lo que conmovía hasta las lágrimas el alma sensible de nuestra gente. Pero en aquellos tiempos si los gobiernos eran malos los cambiábamos cada cinco años, y a otra cosa mariposa, pero ahora cargamos con un camión de ladrillos remojados – una guate´pajarito que le cayó al hermoso árbol de Venezuela - que lleva catorce años destruyendo al país a patadas y con sus posaderas aplastadas sobre las esperanzas de los venezolanos de conciencia inteligente. 

Un “feliz” año pa´ti

Pero a pesar de los pesares, deseo que el 2013 sea el año para la reflexión sobre la necesidad de fortalecer el compromiso individual – trabajo, estudio, responsabilidad - de participar en el progreso por desarrollo que redundará en el equilibrio indispensable para lograr la Venezuela que deseamos.

Espero, sin el menor optimismo, ver en el 2013 los atisbos de sensatez necesaria para que el gobierno comprenda que así como existen en Venezuela sectores subdesarrollados, penetrados por la ignorancia, la superstición y el miedo, que generan la sumisión voluntaria por la supervivencia, también tiene su espacio un importante sector desarrollado en los distintos campos del pensamiento y la acción que trabaja y produce, que es imperativo respetar, apoyar y fortalecer por su carácter paradigmático, como evidencia de lo posible, porque definitivamente la patria es la gente y a mejor gente mejor patria.

Como estoy convencido de que la felicidad no existe – como no existe ni la suerte ni los accidentes ni lo gratuito - no puedo desearles esa pamplina, sino que tengan un año pletórico de realizaciones personales por el desarrollo de sus potencialidades individuales.               

Rafael Marrón González
Leer más »