Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

20 de diciembre de 2011

CARTA A RONALD CARABALLO


Sinceramente sentí envidia por el bucolismo del ambiente que describes en tu reciente carta, en el cual los días tienen la dimensión del dolce non far niente y sin embargo buscas inquietudes que alteren esa paz, inquietudes legítimas, claro está, porque no es cosa intrascendente percibir nítidamente en la realidad lo que parece no es asunto que afecte a nadie más. Y no puedo negar que muchas veces he sentido lo mismo y deseado tener el poder de convencimiento necesario para lograr la atención prioritaria a la amenaza real que se disuelve en cada feriado, con el alegre aletear de la idiotez.

Dicen que el mal ciega a quienes quiere perder. Y es que, a pesar de la siniestra evidencia de sus leyes contra la propiedad privada y la libre empresa – que generan escasez, inflación y desempleo - y el “escandañoso” endeudamiento de $130 mil millones - 4 veces más que la de 1.999 – $6 mil por familia venezolana de las que 27.5% viven en pobreza y 7% en “extrema” a pesar del imbécil “uh, ah” palangrista, la actitud nacional emite la sensación “me importa poco” ante este vital problema político y económico que significa para todos – pero con énfasis en la clase media – la miseria general – Cuba es el espejo - y la pérdida de todo vestigio de libertad que viene unido por designio fatal a todo régimen comunista, cuya perversión consiste en negar a quienes se esfuerzan el disfrute del fruto de su trabajo y talento, para privilegiar a quienes, como individuos, son incapaces del menor esfuerzo para combatir el mal que los oprime y todo lo esperan de Dios, del azar o del gobierno o – de Chávez para acá - de un acto delictivo - como una invasión agraria, apropiación indebida despenalizada por el TSJ - y que ha convertido la pobreza en un remunerativo oficio irresponsable que destruye el valor trabajo como fuente de desarrollo.

Y el triunfo de Chávez el 2012 – improbable pero posible - será asumido – aunque gane por mínima diferencia - como la aceptación general de su propuesta comunista, basada en la deformación caudillo/ paramilitarismo/ pobreza profesional – voluntariado de la sumisión por la subsistencia – frente a las narices de los oportunistas internacionales como Santos - pragmáticos los llaman ahora – y uno que otro intelectual pendijenuo que siguen creyendo que con aguacates salen batidos de fresas.

Coincido en el análisis

Estoy en total sintonía con tus planteamientos referentes a la necesidad de que nuestros líderes que aspiran la presidencia, evidencien a escala popular las mentiras recurrentes, manipulación de la verdad, falseamiento de datos, falsas promesas y mezquindades trágicas, junto a la canallesca metodología que ha institucionalizado Chávez para ganar elecciones aun perdiéndolas, como fue el caso de las parlamentarias en las cuales con menos votos sacó más diputados.

Además, hay que impedirle a esta bárbara horda de corruptos impunes y mediocres privilegiados, civiles y militares, venezolanos e invasores cubanos, que irrespeten la voluntad ciudadana con el fraude que vienen cantando o con una negativa a reconocer el triunfo opositor. El primer paso para enfrentar esta realidad fascista innoble – pivotada en el delirio de la masa de comensales de la gratuidad - es desnudar la composición del Consejo Nacional Electoral y crear en las instancias internacionales correspondientes, la duda razonable sobre su legitimidad como árbitro imparcial.

Y aunque probado esté que chequera mata demócrata en este tierrero sin conceptos, que todavía abjura de Colón, esa circunstancia puede mutar si se evidencia masivamente la condición antidemocrática del régimen demostrando las consecuencias de su discurso de odio que ha demolido la moral pública.

También hay que desnudar que los programas sociales adscritos al clientelismo político, como el deleznable acto de estimular el embarazo precoz sobornando niñas para que salgan preñadas, obviando 13 años de indiferencia, es un soborno electorero como adelanto de su campaña electoral con dinero del erario. Y, además, la violencia impune, institucionalizada como herramienta de preservación del poder – ejemplo: caso UCV, donde los chavistas volvieron a perder por paliza y la violencia aupada desde el alto gobierno se manifestó con toda su crudeza.

Violencia que Chávez ha organizado en un paramilitarismo ideologizado, entrenado por mercenarios cubanos, porque desconfía de los cuadros medios del ejército – hasta la coronilla de los jaques cubanos - y le tiene pavor a un pinochetazo. Sin obviar que violencia de chavismo viene, pues fue la violencia la partera de su propia historia y es la violencia la base de su discurso militarista contra la democracia y la explosión de violencia delictiva – “si tienes hambre puedes robar” - de sus trece años de gobierno, no es más que el reflejo de su síntesis, con ese reguero de cadáveres incluido.

En conclusión

Me alegra encontrar en tu correspondencia esa racional coincidencia que,
salvo algunos pre candidatos visionarios pero de escasa posibilidad, parece no encontrar eco en otras probabilidades que, por su beatífica actitud, apuestan a que “Chávez no es así” y recorren el país como imagen de “la perfecta ama de casa”, driblando grácilmente insultos procaces, violaciones a su intimidad, grabaciones ilegales, descalificaciones brutales, burlas infamantes, amenazas de fraude – “les recomendamos que se tomen tranquilitos la victoria de Chávez” - y prometiendo conchupancia con los poderes constituidos, feroces enemigos del estado de derecho, y perdón para toda esa canalla que ha endeudado al país, saqueado sus arcas, violado la ley y pisoteado la Constitución. Como nos duele Venezuela compadre. Un abrazo en la distancia.

Rafael Marrón González
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12 de diciembre de 2011

¿CELAC BUENO PARA VENEZUELA?


En la reunión de presidentes que dio vida a la Alianza del Pacífico, el entonces presidente de Perú, e inspirador de la idea, Allan García declaró: “Esta no es una integración romántica, una integración poética, es una integración realista ante el mundo y hacia el mundo…”. Cuatro países - Perú, México, Colombia y Chile que representan, con la posible inclusión de Panamá, 200 millones de habitantes, 4,6% de crecimiento para 2012, 34 % del Producto Interior Bruto (PIB) de toda la región y 55% de las exportaciones latinoamericanas.

Con lo que supera todo el comercio exterior de Mercosur, el bloque económico con el mercado común mejor estructurado de América Latina – Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay - que ahora tendrá un par en la Alianza del Pacífico, insertos sin complejos en el libre mercado y practicando la libre concurrencia, despojados de la estridente esquizofrenia ideológica que caracteriza la vía miserable del socialismo siglo XXI.

Dos colosos económicos – “es la economía estúpido” – que buscan aprovechar las ventajas comparativas de América Latina “que está en el mejor momento de su historia, al menos en términos relativos, pues Europa está en recesión, o a punto de estarlo, Estados Unidos se recupera de manera incierta”, como coincidieran los presidentes de Mexico y Chile. Sin embargo, el tercer bloque económico que pudo integrar la plataforma comercial latinoamericana, la Comunidad Andina de Naciones, fue torpedeada por Chávez al abandonarla como protesta a la firma a los TLC firmados por Colombia y Perú con los Estados Unidos, país al que Chávez vende petróleo sin que nadie proteste.

Al romper con la CAN pretendió ser admitido en Mercosur, a lo que se ha opuesto con firmeza el congreso paraguayo, invocado la cláusula democrática de la alianza, porque considera a Chávez un dictador, por lo que quedó como una veleta.

El ALBA de Chávez

Y ante esta realidad de integración regional en bloques definidos y con intereses socioeconómicos claros, que buscan alianzas estratégicas con el universo capitalista occidental, Chávez se pavonea con su ALBA - dejando en el olvido aquella otra luminosa idea de 2004, la Comunidad Suramericana de Naciones, integrada por los 12 países de América Latina, de la cual, luego de su apoteosis en Cuzco, nunca más se supo - como una instancia política de gobiernos comunistas – nace en Cuba - para enfrentar a los Estados Unidos, no para desarrollar una estructura regional de comercio exterior, que al no poder estimular la atención de los países de la región inmunes a los cantos de sirena de Fidel, quedó reducida a una asociación de limpios buscando alguito – República Dominicana, Bolivia, Cuba, Nicaragua – una especie de mochos rascándose entre sí las partes pudendas, y cuya doble moral los lleva a gritar “¡qué se jodan los gringos!”

Obviando, por estupidez, que son los gringos los que hacen posible que el gran demagogo creador del ALBA pueda alimentar a los millones de hambrientos que se le han colgado de la capa en pos de las monedas que extrae fraudulentamente de las arcas públicas venezolanas, que deben ser destinadas, si fuera un estadista responsable con el destino de su patria, en la eliminación sistemática y sustentable del sufrimiento del pueblo venezolano.

I Cumbre del CELAC

Es importante aclarar, sobre todo a los chavistas, que la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, es un foro – no es una organización - intergubernamental, de ámbito regional, heredero del Grupo de Rio, ideada por Lula da Silva, que promueve la integración y desarrollo de los países latinoamericanos, que fue creada el martes 23 de febrero de 2010 en sesión de la Cumbre de la unidad de América Latina y el Caribe, en la ciudad de Playa del Carmen, Quintana Roo, México, y que lo que hizo Chávez entre el 1 y el 3 de diciembre fue financiar con unos $50 millones la I Cumbre de jefes de Estado de este foro con el objetivo de su constitución definitiva.

Y que fue estruendoso el ruido – cacerolazos de por medio - del fracaso de Chávez y de sus ventrílocuos cubanos, al tratar de enrumbar la Cumbre hacia posiciones antiestadounidenses – “Celac es una gran derrota para el imperialismo estadounidense”, sí oh - y de intervención en los conflictos internos de sus países miembros, como es caso colombiano con un parao en seco del presidente Santos.

En conclusión

Este foro festivo, caceroleado y militarizado, se despidió con un lánguido manifiesto – que declara el año 12 como Año del ocumo chino - que en nada compromete a nadie ni a nada se opone, sino todo lo contrario, pero por el brillo en los ojos de algunos mandatarios el sarao fue sumamente productivo en cobranzas, contratos y ventas de abultadas cifras, pero, para Venezuela solo quedó el conchero, un sabor a cobre en la boca y la exclamación de la viuda de oro argentina, toda de mojiganga hasta los pies vestida: “Chávez me da una lástima…”. ¿Celac que algún día Chávez hará algo que no ridiculice a Venezuela?

Rafael Marrón González
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5 de diciembre de 2011

ME CUADRO CON…


Reconozco que es bien difícil – cuando no se pertenece a ningún partido político – aunque se coincida con la doctrina social de algunos, muy pocos - y se piensa votar con la tarjeta “Sale pa´llá” – pronunciarse por un determinado precandidato de la oposición, para las elecciones presidenciales, porque, además, todos son buenos, sin embargo es necesario hacer un ejercicio dinámico que coloque sobre el tapete los principios políticos, económicos y sociales que deben privar en esta selección para una de las contiendas electorales más difíciles de nuestra historia democrática, pues es una justa desigual entre demócratas respetuosos de las normas constitucionales, con recursos limitados, y el poderoso caudillo de una secta ecuménica, de recursos ilimitados, carente de escrúpulos, con una clientela ávida de vivir sin trabajar – que ama la parte sin responsabilidad con el todo - que domina todas las instancias de poder, incluyendo al poroso Consejo Nacional Electoral, que estará presidido para esa fecha por una funcionaria intensamente comprometida con la reelección del presidente en ejercicio que no duda en endeudar la producción petrolera a futuro para sobornar a los más necesitados.

Sin embargo, ha sido tan amplia y ancha la ineficacia y la corrupción de esta gestión nefasta, que el pueblo que hasta ayer lo aupaba esperanzado, se ha dividido verticalmente en todos sus segmentos, incluyendo el segmento “E” en el cual era imbatible, con tendencia mayoritaria hacia un cambio sustancial de gobierno, lo que predice su derrota para el 7 de octubre de 2012.

Propuesta Política

Desgraciadamente para el progreso de la nación, Chávez colocó el motor del carro, que es la economía, en el asiento trasero, privilegiando la inversión sustancial de su largo gobierno en el acento político, con la aviesa intención de implantar el comunismo fidelista en América latina, mediante una cruzada multimillonaria antiimperialista, lo que ocasionó un cuantioso dispendio de la renta, tanto petrolera, como de la recaudación interna del IVA, del ISLR y de los aranceles aduanales, derivando este delirio de internacionalización revolucionaria en una deuda externa de dimensiones colosales, que hipoteca irresponsablemente al país por generaciones, lo que, digámoslo claro, a la “gran barriga mondonguera” de la alegre clientela franelita colorá, feliz de pertenecer al parasitismo social, le importa muy poco.

Así que, actuando en consecuencia hay que comenzar enderezando el entuerto político antes de colocar la yunta económica – gobierno/empresa privada: “es la economía, estúpido” – como punta de lanza de la recuperación republicana. Por ello - y yo lo dije primero –insisto en la urgente necesidad de convocar un Congreso Constituyente – el asambleísmo comunista debe desaparecer – para redactar una Constitución principista, democrática y civilista; e instaurar un gobierno de transición democrática que devuelva los militares a sus cuarteles a cumplir con sus honrosas funciones superiores, como defensores de la integridad territorial de la patria y de su ordenamiento democrático.

Rescatar a PDVSA como empresa fundamental de la economía del país, comenzar a poner orden en las finanzas públicas, revisando con lupa la deuda adquirida irresponsablemente por Chávez en detrimento generacional. Y establecer los juicios necesarios – con jueces probos e independientes designados por pulcro concurso de credenciales – contra los corruptos de esta sórdida administración. Dando inicio así a un nuevo orden republicano - cuyos presidentes durarán seis años en sus funciones, sin reelección - blindado por la Constitución, que albergará su protección contra intentos de modificación fraudulentos – como invocaciones a plebiscitos tumultuarios – contemplando 30 años de cárcel, sin atenuantes ni beneficios, para todo quien atente contra el orden civil y democrático de la república. El militarismo ha sido el cáncer de este país, cuyas consecuencias han sido el atraso secular y la dependencia por el miedo.

Ese presidente debe…

Comenzar una inmensa campaña educativa para eliminar de la psiquis colectiva la palabra “gratis” para introyectar la dignidad de la tríada “trabajo, estudio – conocimiento es dinero – y responsabilidad” como fórmula del progreso colectivo por el desarrollo del individuo, en una economía de libre mercado y libre concurrencia, popularizando el capitalismo como única vía posible para el progreso material humano, con pleno respeto por la propiedad privada – que debe afectarse en casos especialísimos de bien común – incentivo a la producción nacional – con incentivo a la pequeña y mediana empresa y al desarrollo industrial “aguas abajo” - con énfasis en el logro de la soberanía alimentaria tan vulnerada por la estupidez comunista de Chávez, que privilegia al empresariado extranjero en detrimento de lo hecho o producido en Venezuela.

En conclusión

Queremos un gobierno que inicie la conversión del pueblo en ciudadanía activa – cambio petróleo por ciudadanos - responsable de sí, de los suyos y de la nación, que considere un insulto la dependencia y aprenda a usar la libertad para crecer. Un ciudadano que esté en verdad orgulloso de ser venezolano, porque con su esfuerzo su patria se habrá colocado en el podio del planeta. Así que yo me cuadro con…

Rafael Marrón González
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26 de noviembre de 2011

¿LEY DE PRECIOS QUÉ…?


Que el Estado tiene el deber de regular el mercado para impedir el abuso de los fuertes contra los débiles es una responsabilidad que nadie niega, sin embargo los excesos del Estado centralista y planificador de la economía, en esa labor regularizadora, suelen generar efectos contrarios como corrupción, mercado negro, escasez y su perverso efecto que afecta solamente a los más pobres: La inflación, que en Venezuela bate records mundiales.


El alerta de un director del Banco Central no debe ser tomado a la ligera por el gobierno, pues, a pesar de su filiación chavista, la lucidez lo obligó a declarar que esta “es una Ley que hay que evaluar muy bien, hay que aplicarla muy bien, porque si no se hace de esa manera puede convertirse en un búmeran”, es decir que existe preocupación en el propio entorno gubernamental por la sanción de una ley de características ideológicas – “una norma “vital” hacia el proyecto socialista” - que en lugar de favorecer a los más pobres, como pretende justificar el discurso político del régimen, puede derivar en un mamotreto arbitrario que lesiones, precisamente, los intereses salariales de ese sector de la población, ya de hecho deprimido por la ausencia de políticas públicas coherentes, que logren abatir la inflación que devora el salario.


Y es que la obsesión por controlar, centralizar y planificar todo según su convicción totalitaria, lleva a los comunistas a cometer dislates risibles pero trágicos, que derivan irremediablemente en su fracaso histórico, hacia donde dirige Chávez sus naves por el odio que destila por la empresa privada y su capacidad productiva – aliada formidable del éxito de Lula da Silva en Brasil y de todos los países citados por Chávez en su declaración de guerra contra la producción nacional de bienes y servicios - exponenciada por el estrepitoso fracaso de sus intentos de emularla, a la cual no le basta con asfixiar con el control de cambio y su mercado paralelo forzado ni con la aplicación de impuestos que ya alcanzan el 50% de los ingresos empresariales, ni con las multas y cierres – doble y triple pena con el escarnio público – sino que ahora, manipulando el sentimiento popular por la dificultad para encontrar productos de primera necesidad en los anaqueles de los mercados y el alza de precios derivados de la asfixia gubernamental por el exceso de controles y cargas impositivas, le atribuye la culpa – definiéndola como “especuladora” - de las consecuencias naturales de su mala praxis económica, sancionando una ley que impone precios mediante la discrecionalidad de una Superintendencia ad hoc, que no revela los mecanismos metodológicos que aplicará para configurar el precio final de un producto, sino que este será fijado a ojo de buen cubero, con el garrote en la otra mano - artículo 24: La Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana, serán órganos auxiliares del Sistema Nacional Integrado de Costos y Precios.


Quiebra y cierre, o viceversa, con desempleo es lo que se avizora en el horizonte empresarial criollo, para alegría del capitalismo transnacional, que se frota las manos a la espera de la inmensa masa de divisas que le llegará por obra y gracia de la estupidez comunista, que no escarmienta en cabeza ajena, por lo que será escarmiento para cabeza ajena a partir del próximo – cada día más próximo para su desesperación – 7 de octubre de 2012.


Así lo creo yo


La experiencia obtenida a través de doce años de abundante legislación inoperante - sobre todo por la comprobada ineficacia del funcionariado chavista de todo orden y pelambre que a su conjuro oxida todo lo que cae en sus manos o lo transmuta en ¿cuánto ha pa´eso? - nos permite aseverar que esta ley es inaplicable y no pasará la prueba del tiempo, ya que no existe capacidad técnica ni metodológica para emprender esta gigantesca operación de detección de datos de millones de productos, análisis de las estructuras de costos de producción con su ingrediente de porcentaje de importación, o de capital en divisas, además de la revisión de inventarios y nuevas facturaciones y comparación de precios con los estándares internacionales, por lo tanto esta es otra de las danzas del vientre de Hugo Chávez para encantar las masas y conseguir sus voticos para su ansiada reelección – la palabra de la Parca vaya adelante - endilgándole de paso su ineficiencia generadora de inflación a un supuesto “poder monopólico o monopsónico” cartelizado, acaparador y especulador, que debe ser bien “monopsónico” para permanecer durante doce años en las sombras especulando como le ha dado la gana produciendo casi 800% de inflación, mientras Chávez se miraba el ombligo, hasta que… ¡eureka!... la campaña electoral lo tumbó del caballo en el camino hacia Cuba y zass… se la comió... Para 2012 no habrá inflación… Sí, oh.


Rafael Marrón González
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20 de noviembre de 2011

LA CORNUCOPIA ELECTORAL

Si no fuera por la dramática credulidad hipnótica de un pueblo seducido por la promesa de una parcela en el cielo, sería para estallar en carcajadas continentales la actitud demagógica del Chávez campañero que supera con creces aquel viejo chiste del político que prometía un puente y cuando un aldeano le informó que en ese pueblo no había río, sin inmutarse ofreció construirles uno bien ancho y bien hondo.

Desde el fondo inagotable de aquel saco de los cuentos de las Mil y una noches, Chávez va sacando promesas imposibles y sobornos miserables que les aguan la boca a sus encandilados seguidores de la pobreza profesional, cuyos votos son su única pertenencia real y los cambiarán sin pensarlo mucho por ese cuento de hadas tan bonito… si fuera posible:

Y en ese empeño Chávez – presionado por el secuestro de Ciudad Guayana durante más de 30 horas, en acto impune, violatorio de la Constitución y las leyes, que lesionó los derechos de miles de ciudadanos, bajo la consigna clientelar más infame - no vacila en ordenar la inclusión de un millar y pico de tercerizados a la ya desbordada nómina de Sidor, empresa colapsada financieramente producto de la irresponsable munificencia de su propietario que ordena, en su delirio dispendioso, vender la cabilla con precios subsidiados, subsidio que debe asumir la empresa, que por ello no puede cubrir los costos de producción de ese rubro. Desproporción laboral que también ha puesto en práctica en las empresas del aluminio y en Ferrominera y Edelca, con las consecuencias previsibles para tan irresponsable populismo que ha devastado los beneficios contractuales de los auténticos trabajadores productivos de esas empresas, básicas en otros tiempos.

Después de doce años ejerciendo el poder de forma omnímoda, sin perro que le ladre, con el gigantesco presupuesto de la nación bajo el colchón, para pasto de ratones y cucarachas, promete como si estuviera saliendo de Yare que ahora sí va a hacer lo que no hizo, porque este es un nuevo Chávez que ha surgido de lo profundo de la quimio cubana, pidiendo perdón por sus errores y, como el emperador de Japón después de la derrota atómica, reconociendo que “no es más que un ser humano”, aunque amenace con quedarse en el poder hasta el 2041 – claro, si la atenta doña Parca no decide otra cosa – y escondiendo la guadaña liberticida detrás de la espalda:

Y de su inmensa boca, cual sombrero de copa rota, caen sobre la resequedad social, trémula de protestas por las promesas incumplidas, al ademán prestidigitado, como fino chubasco llanero – borrando todo vestigio de memoria histórica - viviendas por millones – “nunca se habían hecho tantas viviendas, trescientas mil en un año”, pero nadie las ha visto ni oído, como aquellos ganaderos embusteros que cuentan sus reses por dientes, Chávez cuenta las casas por ladrillos, ¿por qué, si eso es cierto, siguen en sus madrigueras insalubres los refugiados? Enseres domésticos chinos, desechables, por supuesto; carros iraníes de tecnología periclitada, teléfonos vergatarios que y que dejan al BB en el aparato, plantas eléctricas a chorro, autopistas y carreteras sin un hueco ni para remedio – ejemplo, ¿la carretera de los llanos? - escuelas de a montón y hospitales dotados con médicos tapa amarilla madurados con carburo; reducciones mágicas de la pobreza – proeza del lápiz del INE que ha sido “invisibilizada” por la oposición, ¿no será por la realidad? - bonos de trescientos mil bolívares para todo menor de quince años en precariedad, que son legión después de prometer cambiarse el nombre si “en dos años se encuentra uno solo en esas condiciones”, lo que crea otra instancia para la corrupción y el parasitismo social.

Ordena importar millones de dólares en comida cara para venderla barata en Mercal, inunda con su verbo entusiasmado los mercados y tarantines callejeros de perniles de cochino evanescentes y promete, jurando por esta, que las hayacas saldrán en cinco bolívares (no definió si de los viejos o de los “fuertes”). Ofrece incorporar a todos los tercera edad al régimen de pensiones – así nunca hayan cotizado – cargando esa cuenta también a una PDVSA que ya no puede con su alma y que ha tenido que abandonar sus inversiones en nuevas exploraciones al destinar ingentes recursos a satisfacer la insaciable chulería de la asociación de lambucios buscando alguito (ALBA), el reparto de dádivas y mantenimiento de misiones absurdas y a la usura brutal del préstamo chino, que más parece un paquete chileno.

Y la última, reconoce – fin de mundo – que “la inseguridad es uno de los más graves problemas que aqueja a Venezuela” – ¿cómo les quedaría el ojo a los adulantes de la tesis de la “sensación”? – y crea la Guardia del pueblo en vino tinto enfundada pero armada - ¿justificación para legitimar el control social cubano en nuestra sociedad? Sin embargo, no promete frenar la inflación que saquea el salario del trabajador – que según su inversión de valores, es producida por la especulación, no entiende que es al revés; ni reactivar el aparato productivo, ni incentivar con reglas claras la inversión privada – únicas maneras de crear empleos dignos y suficientes.

No, toda esa oferta engañosa y con daño oculto pavimentará la vía, que no láctea porque leche no hay, hacia el socialismo, definido como un estado de éxtasis perpetuo, en el cual el pueblo, castrados sus derechos civiles, flotará en los efluvios del Guaire, alimentándose del mismo maná con el sabor de la imaginación que Moisés daba a los israelitas hasta que estos, hasta la coronilla de sus embustes, un bíblico 7 de octubre, le aplicaron un fulminante ¡sale pa´llá!

Rafael Marrón González
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15 de noviembre de 2011

EN GUERRA AVISADA…

En una intervención telefónica en el canal 8, Chávez amenazó que de ganar la oposición tendríamos guerra, enfatizando lo expresado, en ese mismo sentido, en el año 2009: "Si a Hugo Chávez le toca entregar el gobierno en 2013, no lo hará a un contrarrevolucionario, porque si no vendría la guerra”.

Es decir, que la idea de la guerra civil ha sido una constante en Chávez, salió a matar venezolano en 1992, fue derrotado, encarcelado y liberado sin juicio por una debilidad de la democracia, y al verse libre se fue a Colombia a participar en el movimiento subversivo de aquel país, como se lo informara el presidente Pastrana a Rafael Caldera - ¿dónde estaría Chávez cuando la masacre de Cararabo? - su participación en el sistema electoral democrático no es suficiente mérito para obviar su condición natural, pues probado está que ha usado los privilegios democráticos para desactivar la democracia, por ello considero de suma gravedad esa amenaza pública de guerra a muerte del hombre más poderoso del país, que en su megalomanía se asume la encarnación del pueblo y de la patria, que tiene en sus manos los instrumentos y equipos y radicales resentidos armados, llenos del odio necesario, apoyados por cien mil milicianos cubanos, para provocar una guerra civil de devastadoras consecuencias.

Y es preocupante porque se trata de un individuo con antecedentes violentos, cuya aparición en el escenario político nacional fue mediante un levantamiento militar que ocasionó decenas de muertos y a quien no le tembló el pulso para invocar el “Plan Ávila” el 11A, conociendo los alcances de una orden semejante que, de haberse cumplido, hubiera ocasionado miles de muertos civiles e inocentes, aunque nadie duda de la verdad de quienes ocasionaron las muertes en aquella jornada pacífica a la que la cobardía tiñó de sangre y luto desde las azoteas de los edificio aledaños a Miraflores: ¡Bájame otro racimo de topochos!, se cuenta era la orden a los francotiradores para asesinar inocentes.

Así que tomo muy en serio esta amenaza de Chávez, es una declaración peligrosa, antidemocrática y criminal, porque los débiles mentales que conforman sus brigadas de reacción inmediata comandada por Freddy Bernal, solamente entienden de la jerarquía de una orden y la cumplirán a rajatabla.

Como ocurre con ese lema patria socialista o muerte – que la cercanía de la muerte se encargó de disolver – pero que en boca de un soldadito analfabeta, reclutado en los montes de Barinas, es una declaración de guerra a muerte y no una inofensiva consigna política como los ingenuotes de algún sector opositor se imaginan.

Preocupa a los venezolanos de la oposición voluntaria, entre los que me cuento, que esta amenaza incivil de propiciar una guerra si pierde las elecciones, no haya tenido la menor repercusión en el liderazgo opositor oficial, lo que presumo obedece a una estrategia electoral diseñada para captar el voto del chavista frustrado, sin percibir que, en primer lugar, chavista vota por Chávez y no hay posibilidad alguna de revertir ese voto fanatizado, y en segundo lugar, y en paralelo, los que fueron chavistas y que comprendieron a tiempo que Chávez los llevaba al desastre económico y moral, quieren, precisamente que el liderazgo opositor les suministre las evidencias, les señale claramente las pústulas pútridas, para sentir que su apreciación fue correcta, y sienten que no están representados por este liderazgo, que ha tomado el incierto camino de ofrecer mejorado lo mismo que Chávez ha impuesto en su campaña funesta de ranchificación nacional, que está mutando a los venezolanos en parásitos sociales y ladrones de espacios y edificaciones privadas.

En verdad preocupa, que las ofensas y amenazas brutales de Chávez – enfermo del alma, de la psiqus y del cuerpo – no tengan una respuesta contundente a escala nacional e internacional, que ponga en su justo lugar a este delirante enemigo de la libertad, de la vida y de la propiedad, que son las columnas del desarrollo individual que hace posible el progreso colectivo.

Yo le creo a Chávez

He sido un adversario de Chávez y de lo que representa su liderazgo negativo desde el mismo 4F y no he errado en mis apreciaciones porque le creo sus amenazas. Chávez miente solamente en aquellos casos en los cuales necesita engañar al pueblo humilde que lo idolatra, pero en sus acciones autocráticas, jamás ha mentido. Siempre ha cumplido sus amenazas y no veo razón para que no cumpla con esta.

Los seres humanos nos acostumbramos a ver lo que deseamos y no nos gusta la verdad, porque es fea, y nos entusiasma el engaño - que es una mentira que quiere ser creída - por ello todavía, a pesar de la evidencia en contra, encontramos personas de excelsa ingenuidad, que sostienen que Chávez “no es así”, aunque el propio Chávez les demuestre con hechos lo contrario, pero ellos se niegan a aceptar la realidad, la que yo vi claramente aquel lejano 4F de tan luctuosa significación para Venezuela:

Chávez es un hombre de poder sin el menor escrúpulo para eternizarse en su ejercicio y si para ello debe propiciar una guerra fratricida, créanme que no vacilará en generarla. Sería muy saludable para la república y su orden democrático que nuestro liderazgo opositor ignorara por un momento las estrategias electorales – no estamos en un escenario democrático convencional -y plantara cara a esta alarmante advertencia de Chávez: O yo o la guerra a muerte.

Rafael Marrón González
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14 de noviembre de 2011

“NO SOMOS SUIZOS…”

En principio debo aclarar que no estoy en contra de la “reelección” como se estila en países de formación democrática cuyos líderes son estadistas conscientes de la importancia de la alternabilidad, como son, por ejemplo, los casos de Estados Unidos y Francia, cuyos expresidentes se retiran a escribir sus memorias y a fundar bibliotecas y no gravitan sobre la vida política de sus naciones, pueblos que premian conscientemente la labor del gobernante con su reelección, y estos no se atreven a usar los recursos del gobierno para sus campañas electorales, como sin escrúpulos de ninguna naturaleza, hacen los especímenes pre políticos de estas soledades ignaras, en las cuales la política carece de principios filosóficos, y las elecciones son competencias entre promesas imposibles y sobornos miserables – pierde quien diga la verdad - y cuya vida republicana obvia el poder formidable de la institucionalidad y aún se debate en la estúpida búsqueda del caudillo providencial - hombre indispensable e insustituible - salvador de la patria, gendarme necesario, revolucionario mesiánico, adjetivos que tratan de justificar la codicia de los hombres de poder ante la escasa tradición democrática que los endiosa – sobre la democracia siempre pende la espada del totalitarismo - gorila o revolucionario - y donde se asume pueblo la porción esperanzada – que cree que esperanza deriva de “esperar” y no de “buscar” - sobornable, ingenua, menos formada, por sus ingentes necesidades – la lámina de zinc de ayer o la “misión” de hoy, arrasan con la razón de Estado - que, desgraciadamente, conforman un porcentaje mayoritario - por la reproducción irresponsable estimulada desde el Estado clientelar - que inclina la balanza electoral hacia quien satisfaga la “gran barriga”, sustituto perverso de patria, institucionalidad y estado de derecho.


Sigamos el ejemplo que Rómulo dio


Rómulo Betancourt, fundador de un partido político netamente venezolano - como peruano fue el APRA de Haya de la Torre - que la parejería de Carlos Andrés Pérez inscribió en la socialdemocracia, estaba en total desacuerdo con la reelección y dio instrucciones terminantes a su bancada en el Congreso Constituyente para no incluir la reelección, que sin embargo quedó solapada – por aquello del tipo providencial – con la posibilidad de presentar las candidaturas de los expresidentes a los diez años de su mandato, lo que ocasionó que el caudillismo se atrincherara en los partidos, generando pugnas internas devastadoras para su credibilidad y obstaculizando el paso a las nuevas generaciones, responsable directo de esta atrocidad autoritaria que atraviesa Venezuela para su deshonor democrático.

Una constituyente por la vida…

Por ello, y sin ninguna duda, la actualidad política venezolana exige convocar un Congreso Constituyente que redacte una constitución vigorosamente civilista, principista, democrática y republicana - hasta el momento de redactar este texto, solo Diego Arria se ha inclinado hacia esta opción que permite, ante la traumática experiencia vivida, blindar la Constitución contra apetencias caudillistas y mecanismos fraudulentos para modificarla, como ha hecho la Sala Constitucional con el artículo 71, Sala que debe ser eliminada, pues la Constitución en su jerarquía de ley suprema de la república es taxativa y, por lo consiguiente, no necesita intérpretes.


Y ese Congreso Constituyente debe legislar de manera urgente para: Quitar el fuero a los militares - eliminando todo vestigio de militarismo – Chávez convirtió la jerarquía civil sobre la autoridad militar, inherente a la presidencia de la República, en un grado militar activo que es necesario desmontar por el bien del orden republicano.


Volver a la bicameralidad – el Senado debe asumir los ascensos de la oficialidad superior, ahora algunos políticos saben por qué. Eliminar la adjetivación dictatorial al nombre de Venezuela, pues es “bolivariana” en cuanto la doctrina del Bolívar del congreso de Bolivia. Y eliminar la reelección dejando el período en los seis años actuales pero sin posibilidad de reelegirse, copiando, de ser necesario, el Artículo 83 de la Constitución mexicana: “…El ciudadano que haya desempeñado el cargo de presidente de la republica, electo popularmente, o con el carácter de interino, provisional o substituto, en ningún caso y por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto”.


En conclusión

Sería importante que los precandidatos tuvieran un proyecto de renovación republicana común y se comprometieran – gane quien gane, cualquier es superior a Chávez de aquí a la luna - a dar los pasos necesarios para devolver a los militares a sus cuarteles y reforzar la civilidad con una nueva Constitución que elimine la reelección y asumir un programa mínimo de gobierno que contemple vivienda, empleo, seguridad, reactivación económica y materia petrolera.

Espero que llegará el día en el cual este pueblo tenga la formación necesaria para, primero elegir por programas de gobierno y no por encuestas manipulables y manipuladoras, y, segundo, para premiar a un gobernante dándole nuevamente su confianza para otro período presidencial o castigar a un mal gobierno con el desplante histórico de la pérdida del afecto popular.


Rafael Marrón González
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30 de octubre de 2011

RITO A LA BARBARIE …

Solamente mentes enfermas pueden aceptar barbaries como la del gobierno libio de Gadafi o de la muerte de este dictador en manos de sus captores, que lo ejecutaron fríamente luego de sodomizarlo y torturarlo, a un hombre rendido, herido e indefenso que clamaba misericordia: ¿Qué os hice? No hubo vestigio de nobleza en los jefes de esa turba que robó al cadáver su anillo de oro y las botas de cuero en la ambulancia. Los crímenes de Gadafi han sido superados por la crueldad de sus asesinos. Tal para cual.

El honor del pueblo libio fue mancillado por este acto vil y cobarde que evidencia el grado de demencia al que puede llegar el ser humano cuando se desatan sus bajas pasiones por el desenfreno que deriva de la conciencia disuelta en la masa estúpida, bajo liderazgos irresponsables que le dicen lo que puede hacer amparado por la impunidad, en lugar de guiarlo hacia lo que debe hacer dentro de los cánones universales del respeto por el derecho ajeno, aun para los vencidos.

Los psiquiatras que entrevistaron a los criminales nazis en Nuremberg no encontraron ninguna patología esencial que los diferenciara de cualquier ciudadano normal que saca a pasear su perro en el atardecer. Pero fueron capaces de los crímenes más horrendos.

En las reacciones encontradas frente al crimen contra Gadafi, se manifiesta esa profunda deformación del alma: Sostener que es “un mártir” (que padece en defensa de sus convicciones) un ladrón y asesino como Muammar Gadafi, con 42 años de poder omnímodo sobre vidas y propiedades de una nación a la que saqueó, que redactó su propio código penal al mejor estilo teocrático y lo aplicó contra miles de personas que osaron disentir de su gobierno corrupto, o justificar la barbarie de su tortura y asesinato porque “quien la hace la paga”, revela tanto la torcida psiquis de un aspirante, como la precariedad del sistema de valores que sustentan la civilización en general, pues esta acción bárbara unifica a Occidente con Oriente por su lado más oscuro.

Chavismo de barbarie viene

En Venezuela, bajo la egida de Chávez, la barbarie, idéntica a la expresión libia, también ha cometido infamias criminales que maculan la dignidad del gentilicio. Enardecidos especimenes del odio, negando cualquier similitud con lo humano, protegidos por la impunidad más canalla, han asesinado mujeres indefensas, han pateado periodistas y aterrorizado opositores pacíficos, mientras su líder aplaude regocijado y define como “caballeros” a los asesinos y como “patriotas” a los violadores de los derechos humanos – evidencia de que no es el gobierno el que los viola sino el poder.

Sostengo que es la piedad el valor identificador del ser humano – quien no es capaz de sentir piedad no es humano, es animal, extraterrestre o cosa – y entristece saber que hemos avanzado muy poco en ese tránsito hacia la consolidación del humanismo. Tanto gobernantes impíos como pueblos salvajes revelan lo débil de nuestra estructura moral y ética.

Sujetos que llegan al poder bajo las normas constitucionales de la alternabilidad, juran sobre la constitución y luego se declaran gendarmes necesarios, libertadores – casos Gadafi o Mugabe - o providenciales herederos eternos sin cuya presencia el diluvio arrasará con todo vestigio de posibilidad, siempre y en todos los casos, apoyados por la codicia – corruptos, traficantes, mediocres ascendidos por la incondicionalidad - y por la ignorancia mendicante que se ha asumido “pueblo” por antonomasia, ambos estadios capaces de cualquier barbarie con tal de mantener sus privilegios, si puede llamarse así la lata de nepe que le toca al “pueblo” en la repartición de la riqueza que se escapa por los verdes caminos del ladronismo revolucionario, que, a fin de cuentas, históricamente ha sido una forma expedita de cogerse lo ajeno.

¡Ay del que en pueblo fíe!

Lo cierto es que la atroz muerte de Gadafi debe llamar a la reflexión en estos tiempos de patologías ideológicas que se solapan con las desmedidas ambiciones de especimenes de psiquis totalitaria, que se asumen “revolucionarios”, que en la modernidad significa patente de corso, para justificar su eternización en el poder invocando la voluntad de Dios o en su defecto la del pueblo, que según y que es su voz, que adecuadamente sobornado sirve de pedestal, pero a la vez de guadaña como lo están demostrando los movimientos subversivos de los pueblos árabes.

¡Ay del que en pueblo fíe!, reza un antigua axioma: Gadafi murió sin comprender por qué el pueblo libio que lo adoraba se había levantado en su contra, aunque algo debió entrever por la ausencia de agua y luz en su ciudad natal, donde buscó refugio. Es que así son de patéticos estos minúsculos seres endiosados por la ignorancia y la codicia y sustentados por su absoluta falta de escrúpulos, cuando el destino inexorable los alcanza.

Pero debemos asumir con la convicción de la evolución, que a todo Gadafi no debe llegarle su turba sino su juicio, en impecable ejercicio del debido proceso que niegan a sus víctimas. De lo contrario, en esta brutal práctica del ojo por ojo, llegaremos a ser, como lo anunciara algún lúcido humanista en similar momento histórico, un mundo de ciegos.
Rafael Marrón Gonález
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Trabajo, sudor y dignidad…

Si yo fuera candidato…


Prometería la eliminación de raíz de toda clase de “misiones” asistencialistas – parasitarias - y estimuladoras de la mediocridad, impuestas perversamente por el gobierno para reducir las aspiraciones de bienestar de la ciudadanía, ajustándolas por debajo, contando con el conformismo patológico de los endémicos pueblos latinoamericanos, que afecta en demasía al venezolano de la pobreza profesional: El taburetito portátil para la cola de Mercal o la creatividad derrochada en la cachucha-sombrilla para vender tostones en la autopista con el título de bachiller, de la Misión Ribas, bajo el brazo, lo grafica todo.

Esas misiones, como la Casa de la Mujer o la Organización protectora del niño de la calle, expresan el quiebre de la institucionalidad formal de la república como de la familia y de la moral pública: La Misión Barrio Adentro es una magalla inservible – encuesta del Cetro Gumilla refleja su rechazo en el pueblo al que dice servir - que se traga el presupuesto del sistema de salud, que sigue recibiendo la legión de necesitados de asistencia médica, sencillamente porque aquella es una operación política, demagógica, publicitaria, imposible de sostener en el tiempo.

Porque la responsabilidad del Estado con lo social debe enfatizarse en la generación de servicios públicos básicos eficientes, oportunos y de calidad, y en cuanto a la asistencia, debe concentrar su esfuerzo en apoyar a los pobres porque no pueden: Ancianos, minusválidos (que no puedan producir) y niños en situación de riesgo.

Todo individuo en capacidad productiva debe y tiene que trabajar, sudar a gota gorda el pan de la dignidad: El Estado tendrá como uno de sus fines primordiales fomentar el empleo. El trabajo no lo hizo Dios como castigo, ese es un invento de un flojo creativo.

Si yo fuera candidato….

Ofrecería respeto absoluto por la vida, la libertad y la propiedad, esta última solo podrá ser afectada bajo especialísimos casos de beneficio colectivo, porque la propiedad privada – y su disfrute, disponibilidad y disposición – es el fundamento de la libertad. Y mi propuesta de progreso colectivo – el progreso no puede ser ni sectorial ni individual – estaría sujeta al desarrollo cabal del individuo – exaltando la individualidad – por el trabajo – no empleo necesariamente, sino trabajo - y el estudio - en ese orden - para sentar las bases de una ciudadanía productiva, consciente de sus derechos y responsable de sus deberes para consigo, la familia y la sociedad, bajo el imperio de un impecable estado constitucional de derecho que garantice la única igualdad posible: Ante la ley – el hombre de verdad no pide igualdad, se la procura.

Porque si algo hay que combatir en esta nación, si en realidad se desea reducir la pobreza, es el parasitismo social – derivado de las prácticas asistencialistas del socialismo - que ha generado la perversión de la pobreza como oficio rentable para millones de eunucos voluntarios y felices, que, con tal de vivir sin trabajar – umbilicados al botalón munífico del Estado paternalista, que hasta de sus vicios se ocupa - obstaculizan las posibilidades ascensionales de la pobreza en tránsito – como aupando gobiernos retrógrados como el actual, a cambio de una ración gratuita de nepe - y precarizan aún más la pobreza de quienes no pueden, por succionar ingentes recursos en satisfacer la insaciable voracidad de bienes y servicios gratuitos de esta masa poblacional inconsciente, desidiosa e improductiva.

La evolución – la palabra revolución está degradada por el crimen implícito en su definición - más prodigiosa que pueda darse en esta tierra de desgracias acumuladas, es que cada individuo sea totalmente responsable de las consecuencias de sus actos.

Si yo fuera candidato…

Ofrecería un gobierno pobre para un pueblo rico: Ese 30% del ingreso petrolero, que se apropia el gobierno en nombre del pueblo, ordenaría sea repartido directamente a cada ciudadano mayor de 18 años. El gobierno tiene suficientes ingresos por el impuesto sobre la renta - que incluye el petrolero - el IVA - superior al ingreso petrolero -y los impuestos aduanales para realizar todas las obras que el país requiera, probado está que ese dinero se dilapida en regalos a países plañideros, en lujos estrafalarios para los burócratas de la godarria – oficinas, vehículos blindados, aviones, guardaespaldas, viajes al exterior, corrupción, etc. – y de esta manera se utilizaría para mejorar ostensiblemente el nivel de vida de los ciudadanos.

Si yo fuera candidato…

Mi discurso sería frontal contra el comunismo – que es una secta de asesino, ladrones y corruptores de menores – agotando las instancias necesarias para convencer al pueblo de la necesidad de crear una nación de ciudadanos que coadyuven al progreso nacional por su esfuerzo individual.

Es el trabajo y la creatividad de su gente lo que hace a los pueblos grandes, las riquezas naturales, como en el caso venezolano, suelen ser un ancla al cuello del desarrollo, pues en lugar de un empresariado independiente genera un contratistariado parasitario, con las excepciones de rigor mortis.

Ese Estado hipertrofiado a cuyo aliento todo debe moverse, pero no lo hace porque la inercia basal de sus engranajes lo lentifica, debe desaparecer si queremos un país fuerte y soberano. Si yo fuera candidato… no mentiría para obtener votos, convencería para tener aliados.

Rafael Marrón González
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16 de octubre de 2011

LA POBREZA COMO OFICIO

Los demagogos venezolanos – llámense socialistas/chavistas/comunistas o social demócrata-cristianos – descubrieron una manera de conservar el poder sin mayores esfuerzos intelectuales: Fomentar la pobreza hasta convertirla en un oficio productivo para la masa inmersa en la ignorancia programada, con escuelas destartaladas y maestros de medio sueldo, que la incapacita para la más elemental de las metodologías vitales, como por ejemplo, dignificar su entorno, para mantenerla atada y sin salida al botalón munífico del Estado, con las manos con forma de cuencos para recibir alborozadas la ración de nepe de la supervivencia por la sumisión, a cambio del voto encumbrador de nulidades ávidas de gobernar para enriquecerse o para parasitar.

La precariedad como herramienta portentosa para conseguir el poder, la lámina de zinc transmutada en misiones “meta la mano”, antípodas de la excelencia, exclusivas para pobres. Esta es la única explicación para entender que un país con tantas riquezas tenga tan elevado porcentaje poblacional en niveles de pobreza, inclusive extrema. Una evidencia de esto es la reproducción irresponsable estimulada desde el Estado – por su falta, ex profeso, de políticas adecuadas para el control de la natalidad – que llevó a Venezuela de siete millones de habitantes para 1962 a treinta millones para el año 2011. Veintitrés millones de nacimientos en cuarenta y nueve años 468 mil nacimientos por año – cuando de 1800 a 1962 el crecimiento poblacional fue de 49 mil nacimientos por año. Viva la pepa. Votos para los demagogos a montón. Y ta´barato déme dos. Pues, el chorrito de agua no sube cerro y la luz se apaga y los hospitales hieden y hay más huecos que asfalto en nuestras carreteras.

La consecuencia es que la pobreza como oficio es invencible, porque en ella todo es fácil, gratuito y libre de impuestos. Basta con identificarse con el gobierno, encasquetarse la franela o la gorra correspondiente y dale que va en bajada. Y quién va ser el bolsa que va a dejar esa manguangua para someterse al trabajo, estudio responsabilidad necesarias para mantener una familia alejándole la pobreza a escobazos, con un salario escaso, del que debe descontar pago de electricidad, agua, aseo urbano, colegio, clínica, impuesto sobre la renta, responsabilidades que en nada preocupan al pobre de oficio que no paga servicios públicos y los reclama.Así que ser pobre de oficio es una de las más remunerativas actividades que se puedan disfrutar.

Por eso no admito que en este país sea cierto que hay lucha contra la pobreza, porque ni les interesa a los políticos socialistas o medios socialistas – en realidad demagogos – y menos a los pobres de oficio, que nacen con un cordón umbilical conectado al presupuesto del Estado. Y es que la pobreza siempre ha sido un receptáculo inagotable tanto de promesas incumplidas – embustes a más no poder – como de definiciones estrafalarias como aquella sentencia que condena el progreso: “Primero entra un camello por el ojo de una aguja que un rico por las puertas del cielo” - porque ese cielo de Jehová o de Alá, es para los desarrapados, así sean blasfemos, impíos y viciosos - usada por no pocos exegetas desaprensivos del sufrimiento, para pasar a la historia como santos benefactores, cuando lo que han sido es castradores del germen del progreso colectivo por el desarrollo del individuo.

Dígame usted si con ese montón de privilegios gratuitos y fortuitos que gozan los pobres de oficio alguien quiera dejar de ser pobre, es decir de vivir recostado a la munificencia de la demagogia y del populismo.

Profesión: Pobre

Me imagino que en esa planilla del censo 2011, en el espacio correspondiente a la profesión u oficio, la respuesta de este sector debe ser sincera: Pobre. Porque si pobre es todo quien no tiene, es necesario insistir que no se tiene, bien porque no puede o porque no quiere, y son precisamente pobres porque no quieren salir de la pobreza, porque es un oficio por demás lucrativo, los que nutren el arca de votos de la demagogia y del populismo.

Salvando las distancias con los pobres en tránsito, integrada por gente con afán de superación que ven sus expectativas frustradas por la avalancha demagógica que satisface hasta el hartazgo, con migajas, a los profesionales de la pobreza, cuando ellos lo que necesitan no son las dádivas generosas de los compradores de conciencias, sino productividad, políticas pública eficaces, posibilidades de ahorro, seguridad y paz, y eso solamente puede ofrecérselo un gobierno que respete la vida, la libertad y la propiedad.

En conclusión

Son los profesionales de la pobreza y su reproducción irresponsable – los pobres en tránsito siguen la pauta de la clase media - y adosada al destino – a Dios o al gobierno – la base de sustentación de los gobiernos populistas – “Chávez – no el trabajo con salario ético ni la creatividad individual - es la esperanza de los pobres” - aunque el hampa les mate o les reclute los hijos, perezcan en hospitales deshilachados o sobrevivan basalmente a la orilla de alguna quebrada olvidadiza. Y, desgraciadamente para el futuro de esta patria doliente, el 40% de su población ha encontrado en el oficio de ser pobre su más productiva forma de vivir – hasta privatizaron las aceras.

De allí la popularidad de Chávez hoy o del primer CAP ayer – “quien robe a Pedro para dar a Juan, tendrá los votos de Juan”. Frente a eso quien ofrezca progreso por el desarrollo del individuo a través del trabajo, el estudio y la responsabilidad, derrotado será inexorablemente. O defenestrado como el segundo CAP. Y punto.

Rafael Marrón González

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12 de octubre de 2011

SAULO DE SABANETA

La anécdota bíblica del verdugo de San Esteban, el judío romanizado Saulo de Tarso, que fue derribado de su caballo por un rayo, en pleno solazo, fenómeno que lo sobrecogió de terror místico y lo pasó de perseguidor de cristianos a uno de los pilares del cristianismo, puede aplicarse, con sus bemoles, al perseguidor de demócratas Hugo Chávez, a quien un cáncer derribó de la soberbia mutándolo en tierno lobezno de colmillos de leche, frente a sus huestes bárbaras, estupefactas y sumidas en religiosidad profunda, mismas prestas hasta hace unos días a degollar en el sanguinolento altar del comunismo a todo cristiano que se negara a comulgar con la gauaratara chavista, o a negar las dotes taumatúrgicas del otrora vendedor de pastelitos de la abuela Rosinés, allá en Barinas la vieja.

Gracias a ese fenómeno imponderable e inesperado – como todo acontecimiento negativo que afecta a la ignorancia con poder – ha estallado la realidad y toda la crudeza de su pésimo gobierno despilfarrador y corrupto se ha volcado sobre su obesidad alucinada, y cual peregrino que recoge sus doce años de indolencia popular, con los más extraordinarios ingresos petroleros, que son los más conspicuos, pero a los que hay que sumar el IVA – que es un impuesto igualitario que supera los ingresos petroleros – y la inmensa masa de dinero proveniente del ISLR – lo que calculado como si petróleo fuera, nos daría un precio de $300 por barril - se da cuenta – entre muchísimos - de un par de detallitos que halan la proa de su revolución hacia los abismos insondables de una derrota aplastante en cuanto comicio electoral se presente de aquí a su eternidad, Dios mediante.

Detallito uno…

“Ahora tengo más conciencia. Esta enfermedad me ha hecho topar con la alta necesidad de contar lo más pronto posible y que todo nuestro pueblo cuente con un gran sistema nacional de salud, y por eso no ahorraremos esfuerzos y recursos”.

Hay una frase deliberadamente enfática que los venezolanos usamos mucho en casos como este, que dejo a imaginación del lector: Doce años la ciudadanía sufriendo las calamidades de un pésimo servicio de salud pública, y el responsable de ese sufrimiento sale ahora a decir que porque le dio tos va a repartir expectorantes. Desmanteló el sistema formal de salud – apenas le asigna el 2% del presupuesto - con sus perfectibles ambulatorios y su red de hospitales del IVSS – al que acude todavía el 80% de los pacientes - para crear una magalla publicitaria ideológica, en la realidad traga dólares para mantener a Fidel Castro – que hace su agosto vendiendo medicinas toderas hechas para cubanos - que llamó Barrio adentro y que no pasa de la orilla cuando pasa porque PDVSA no puede seguir financiándola, por lo que hay miles de módulos cerrados y los médicos cubanos espantados por el malandrero, cerraron las consultas, y cuyos escombros han sido recogidos por el desconcertante Ministerio de Salud cuya incompetencia todavía no asume que el 68% de los venezolanos no está adscrito a ningún sistema de seguridad ni pública ni privada y que por eso están abarrotados de pacientes los hospitales, sin insumos ni médicos ni equipos y a merced del hampa. Pero como Chávez se enfermó, ahora sí es que vamos a ver salud a chorros.

Detallito dos…

“Nos hemos descuidado con el tema de la electricidad”. ¡Carajo!, diría mi abuela india ante tamaño “por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa”, y no me dirán ustedes que en esto no se siente un estremecimiento sobrenatural: Que tamaña grandiosidad - acostumbrada a acusar al imperio o a los gobiernos anteriores o a la oposición apátrida, de todos sus dislates, ineficiencias e irresponsabilidades - reconozca, por lo menos, que el inmenso desastre del sistema eléctrico nacional ha sido por descuido - ¡por descuido! - ya es bastante, y me imagino el respiro de alivio de las iguanas, la sequía o los aguaceros y el fenómeno del Niño que habían cargado con el sambenito hasta la fecha, de la falta de inversión, mantenimiento, adecuación y sustitución de obsoletas unidades de generación.

Y de haberle dado a los cubanos – que de oscuridad sabrán mucho, no lo niego, pero de luz nada que ver – el manejo de las plantas termoeléctricas de Planta Centro. Y de haber centrado su preocupación allende la patria, como por ejemplo en La Habana – que ahora está como una pepa, toda de luz radiante iluminada – o Nicaragua – donde se alumbra con las plantas termoeléctricas adquiridas para el estado Bolívar - o Gambia, cuyo presidente es un manojo de flores para la munificencia lumínica del gran derrochador eléctrico, que no paga multa por exceso de consumo, que no me explico de donde se deriva si todo está apagado por fuerza mayor, pues Venezuela entera vive las penurias de “los alambrones” tipo cubano con los que la excelsa revolución de la felonía socialista pretende regresarnos a los juegos de “quiminduñe” con paraparas y a los cuentos de aparecidos y a la apurruñadera en el traspatio oscurito, mientras estallan los últimos transformadores y Guri – pronto a convertirse en colonia penitenciaria - se disuelve como una vieja fotografía de un momento Kodak.

Otro sí…

La vuelta a la patria de Carlos Andrés Pérez desestabilizó de tal manera al primer enfermo del país, que en aterrorizada cadena nacional destruyó todo vestigio de hidalguía que le quedara a su minusvalía moral. Se creció CAP en su retorno frente a la iracundia de esa patética figura que recibió repulsa continental: Bienvenido a su patria señor Presidente. Y perdone la infamia. Que a todo cochino gordo le llega su 2012.

Rafael Marrón González
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1 de octubre de 2011

”COMO CASABE EN CALDO CALIENTE”

Ruge la montaña y se estremecen sus cimientos de piedra, se abren con estruendo sobrecogedor sus laderas y de sus convulsas entrañas, en medio de una nube de polvo… sale un diminuto ratón buscando desesperadamente un rincón oscuro donde esconderse. Es el parto de los montes.

En este punto preciso de la historia se encuentra hoy, después de 19 años de incesante demostración antidemocrática, el golpismo chavista y su demoníaco gobierno liberticida, electo por la más costosa equivocación popular que reseñe el acontecer democrático planetario. Aquel estruendo freidor de cabezas y demoledor literario de todo lo construido para edificar cimientos políticos, sociales y económicos “de paquete”, que indignó mi rebeldía libertaria antimilitarista y decididamente anticomunista – el comunismo es una secta de asesinos, ladrones y pervertidora de menores - termina hoy en los espasmos somnolientos de un bostezante parto de ratón.

El líder supremo de tan magna empresa redentora, cuyo verbo incendiario violó fronteras para convertirse en supuesta bengala de justicia continental, es hoy – ante la indiferencia de la ONU y el fastidio de la OEA - un arrugado asunto de babalaos especuladores, misas ecuménicas, exóticas danzas del afroindigenismo pop y los últimos adelantos en fármacos nanotecnológicos producidos por el odiado imperio, cuyos dólares financiaron profusamente su particular delirio sobre el Chimborazo. Y de aquella pavesa lumínica que retó al sistema imperante, proponiendo absurdos e hilarantes sucedáneos en los escenarios formales del multilateralismo surgido por generación espontánea del fin de la guerra fría, solo queda una lánguida huella de cenizas en el montecito sabanetero donde la terminó de apagar un chusbasquito llanero... Y el pueblo desnudo. Y el pueblo con hambre. Y el pueblo a la intemperie. Y el pueblo a merced del hampa despiadada...

… Y la ambición

En este estado de cosas, la disputa entre iguales no puede ser más sórdida. Sin el menor respeto por la moribundez del egregio líder negativo, que todavía conserva arrestos confiscatorios, a pesar de la facie de cushing y la giba de búfalo, por exceso de glucocorticoides, se libra una sorda guerra intestinal por las estimulantes sobras del poder.

Por lo menos tres toletes poderosos, con divisas de sobra, enterradas en el patio o allende los mares, combaten a muerte en la arena miraflorina: Los súbditos de los Castro tienen la primera opción, y en la Habana, oro mediante en las bóvedas cubanas, se cocina el menjurje. Que once mil millones de dólares en áureos doblones no es cosa despreciable para el hambre vieja de Fidel. Pero el plutócrata petrolero no se amilana y mueve el billete gordo con el donaire de siquitrillar galanes.

Mientras los soles – muchos marchitos por las implicaciones extra muros y las sospechas de tráfico y no precisamente vehicular – hacen sonar sus tacones para recordar, a quien lo haya olvidado, que en esta tierra de gracia encaramarse ha sido una obsesión militar. Y más si es para escurrirle el bulto a la picota. Aunque por allí jumea que hay competencia comacate en los cuatro componentes, que no es cualquier cosa cuando el gallo menudea y la pavita se esponja.

Así que está grumosa la fulana revolución en sus últimos estertores, entre quien tiene los fusiles y quien tiene el billullo contra quienes se han erigido en herederos naturales, bien por lazos de sangre o de saliva. Están tan seguros de que el asunto lo resolverá la Parca, que no se acuerdan de la sentencia popular que les puso fecha de expiración: 7 de Octubre de 2012. Con o sin velorio.

El saldo del desastre

Pero, como herencia del diablo, esta pesadilla pavosa nos deja un país lleno de huecos y escombros, chatarra terrestre, aérea, marítima, escolar, laboral, urbana, agropecuaria, sanitaria y administrativa; inflación acumulada de 747%, escasez, especulación y desinversión y desempleo; decenas de miles de protestas por la decadencia de los servicios públicos, empresas básicas quebradas, PDVSA – el pivote rentista del socialismo SXXI – pidiendo prestado para comprar gasolina para el suministro interno.

Un país mala paga, pedigüeño, gringodependiente, invadido, internacionalmente endeudado, demandado, asediado, estafado, burlado, chuleado, despojado, infamado, humillado. Dividido verticalmente por el odio inculcado por el odio y con su moral pública arrasada, amenazado por miles de delincuentes ultra armados e impunes, que decretaron el miedo “aquí manda el hampa”, y gaseado por la fetidez de una zamurada danzante - raspando la olla porque esto se acabó – que devora las entrañas de la otrora pujante República de Venezuela – con todos sus defectos y sus “roba gallinas”.

En conclusión

Este atrabiliario gobierno malo y maula - que no quiso ser gobierno sino revolución, para terminar como ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario – se disuelve a toda velocidad, como dijera Bolívar del “congresillo de Cariaco”, “como casabe en caldo caliente”. Y nada puede hacer prócer alguno ni de aquí ni de allá y menos del Más Allá, para impedir su sentencia ineluctable.

Amarga experiencia para un país que, para su desgracia, obtuvo los más altos ingresos de su historia precisamente en este interregno de idiotez supina. Suficientes para haber eliminado la pobreza y enrumbado su proa hacia su justa dimensión universal. Pero la ignorancia lo perdió, seducido por la inescrupulosidad munífica del flautista de Barinas. Pero lo que aquí se hace aquí se cancela al contado, IVA incluido. Que Dios – que se caracteriza por su condescendencia con cualquiera - se apiade de su alma. Si es que Fidel no se la birló también en un descuido.

Rafael Marrón González

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¿NACIONALISMO ENTREGUISTA?

Para mí, la fulana “solidaridad internacional socialista” no es más que traición a la patria: Bajo aquella premisa – y por inspiración de Fidel Castro – Chávez prácticamente cedió el territorio Esequibo a Guyana, que ahora, alzada por la complicidad interna, pretende ampliar su plataforma continental a 350 millas náuticas, “incluyendo la porción costera del territorio en reclamación por parte de Venezuela”, es decir reduciendo nuestra plataforma continental.

Recuerdo que en los primeros años del gobierno de Chávez, dado su carácter militar y supuestamente nacionalista – “un hombre que no economiza sus palabras y que bien pudiera no tener miedo de aplicar soluciones evitadas por sus predecesores" - se generó en Guyana una temerosa expectativa con el asunto de la reclamación del territorio Esequibo.

Pero esos temores pronto se evaporaron en los efluvios solidarios con el gobierno socialista de Guyana, que estimuló la exigencia guyanesa, en nombre de la coincidencia socialista de ambos gobiernos, que Venezuela diera por cancelada la reclamación y otorgara pleno derecho a los guyaneses sobre el territorio venezolano, lo que sería de grave incidencia sobre la posesión y soberanía de los mayores yacimientos gasíferos venezolanos, ubicados precisamente en la zona del Delta.

Y nos parece que esta pretensión ha sido respondida afirmativamente – en 2004 Chávez declaró que “no se oponía a que Guyana otorgara concesiones a compañías multinacionales en la región”: ¿Ignorancia de la doctrina Estoppel o entreguismo? - pues durante los siguientes once años de su gobierno, Chávez no ha realizado reclamos por la concesión a diversas empresas transnacionales para la explotación de sus riquezas – aun en aquellas concesiones petroleras que nos cierran la vía marítima que nos corresponde como salida al océano Atlántico - silencio que significa aquiescencia en el derecho público. Y, para reforzar la sospecha entreguista, en los últimos años está apareciendo el mapa oficial de Venezuela mutilado, sin su Zona de Reclamación o como si esta perteneciera a Guyana.

De dos millones a menos de uno

Venezuela ha sido, de todo el continente americano, el país que en su historia ha sufrido la mayor agresión geopolítica, a pesar de que en la delimitación de sus fronteras ha esgrimido a su favor documentos como las cédulas reales que acreditan sus derechos históricos desde tiempos coloniales.

Demarcado su territorio con la creación de la Capitanía General de Venezuela el 8 de septiembre de 1777, quedó fijado en una extensión de 2.100.026 km2. Y perdimos Trinidad en 1797 por la invasión armada de Inglaterra. Y cuando se concreta la separación de Colombia en 1831, nuestro territorio quedó reducido a 1.552.741 km2 de los cuales solamente podemos contabilizar hoy, y gracias a un trabajo de triangulación hecho en el sur por Cartografía Nacional que nos permitió crecer algunos metros, 916.445 km2. Hemos cedido en laudos y concesiones 1.183.581 km2.

Y todavía Colombia, no conforme con el usufructo de una cuantiosa porción territorial desde la Guajira hasta los límites con el estado Bolívar, que por arte de magia hizo binacional al Orinoco, también quiere la mitad de nuestro golfo de Venezuela; y Brasil, inconforme con haberse apoderado en 1965 del Pico La Neblina, de 3.014 metros de altura y 2,2 millones de hectáreas, que conforman hoy el mayor conjunto ecológico del mundo, pretende continuar su expansión con su política de fronteras móviles, es decir creando pueblos fronterizos que se encargan por dinámica natural de invadir espacios ajenos, como está sucediendo en Santa Elena de Uairén, donde ya ha corrompido el idioma creando el “portuñol” y asimilando a los naturales a su música y tradiciones culturales.

Pero además de Guyana desconocer el Pacto de Ginebra que la obliga a negociar con Venezuela los 159.500 kilómetros cuadrados de tierra venezolana usurpada que generan 175.300 kilómetros cuadrados en el Atlántico, los países del Caribe aspiran apoderarse de la isla de Aves, la porción más septentrional del territorio venezolano, ubicada en 15º 44’33” latitud N y 63º 36’27” longitud O, situada a unos 563 km al norte del litoral venezolano y a 500 kilómetros de Margarita, que brinda a Venezuela espacio aéreo hasta limitar con Puerto Rico, plataforma continental, y, según la Academia de Ciencias Físicas y Matemáticas, 150.000 kilómetros cuadrados de mar territorial al finiquitar las delimitaciones con las naciones caribeñas vecinas. Y es precisamente -extraña paradoja- con un gobierno militarista y ultranacionalista con el que vamos a perder estos privilegios territoriales.

En conclusión

Dada la sospechosa inactividad, con tufo a complicidad, del gobierno de Chávez con las abusadoras autoridades guyanesas – amparada en la tesis de Chávez sobre la reclamación territorial como “invento imperialista” - es imprescindible la toma de conciencia del pueblo venezolano sobre esta sostenida agresión geopolítica que pretende usurpar un derecho titular inobjetable de esta porción de territorio patrio.

Por lo tanto corresponde a la institucionalidad civil: Académica, social y política de la República tomar las acciones pertinentes para impedir el inicuo despojo que se pretende cometer contra la nación. Considero inútil invocar al estamento militar porque las declaraciones de sus altos mandos refieren su compromiso con “la revolución socialista”, es decir con la que entrega del Esequibo a Guyana, el control político interno a Cuba, la producción petrolera a China y las fronteras occidentales a las FARC. Para la conciencia venezolana, forjada por el ejemplo de nuestros libertadores, el territorio Esequibo es venezolano y punto.

Rafael Marrón González
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20 de septiembre de 2011

EL PORQUÉ DE UNA CONSTITUYENTE

A pesar de la calma chicha que se respira en el ambiente político nacional, aunque aderezado con las intemperancias malandréricas, seguidas de desmayos y pérdidas de las facultades vocales, del primer y más costoso enfermo nacional, candidato mediático del chavismo – para ocultar sondas y bombonas de oxigeno - y las salidas de tono de su nómina mayor de adulantes de todo rango y pelambre, que evidencian su inmensa preocupación.

La realidad soterrada nos muestra una delicada situación política que trasciende lo anecdótico de un presidente moribundo y una corte de corruptos asustados, tal el cruce de ambiciones personales, intereses económicos - derivados del ejercicio inescrupuloso del poder impune - y sudores fríos ante la certera amenazada de los halcones del Pentágono sobre la ruta no precisamente de la empanada, que ha desatado una desesperación que puede llevar a dar una patada a la mesa electoral y pacífica y sumergir al país en el espanto de una crisis que puede fácilmente desembocar en una guerra civil, provocada por la acción incontrolada de fanáticos debidamente estimulados por la infinita corrupción que permea todos los estratos del gobierno confundido con el Estado, dentro de la más infame perversión que se haya escenificado en el ambiento político latinoamericano.

Por ello es sumamente necesaria la lucidez y coherencia del universo opositor oficial, que debe asumir desde ya – nunca es tarde - una posición patriótica, tomando las calles de Venezuela, tal el tamaño del compromiso moral del momento, despojada de todo interés personal - la patria primero - provista de un discurso literal, sincero y eficaz, alertista y digerible, que denuncie cada respiro antidemocrático del gobierno, y que puerta por puerta lleve un mensaje claro y conciso que devuelva a los venezolanos la fe en la democracia y sus instituciones.

Así como fue capaz la Mesa de la Unidad Democrática, por encima de los intereses legítimos de los partidos políticos, de parir una tarjeta “sale pa´llá” (unitaria) que convoca el voto de esos 4 de cada 10 ciudadanos no alineados que desconfían de tirios y troyanos, es necesaria una estrategia cívica – la del chavismo es militarista y miliciana – que informe debidamente cual será el proceso que seguirá el nuevo gobierno para desmontar la urdimbre totalitaria que empobrece al pueblo y confisca sus derechos y libertades.

Por eso, creo que se debe comenzar a pensar en un Congreso Constituyente que, disolviendo los poderes constituidos - que han traicionado su compromiso constitucional para poner las instituciones democráticas a su cargo al servicio de un proyecto político antinacional - produzca una Carta Magna digna de la nueva era que comenzará con la derrota del último exponente de las perversiones que derivaron este interregno fatídico que, si no es por la férrea oposición de un importante sector de la población, da al traste con la república, convirtiéndola en un proveedor financiero del comunismo internacional, como era – y sigue sendo - el proyecto del sortario Fidel Castro, que ya en el ocaso de su vida y derrotada por Rómulo Betancourt su revolución criminal, cuando estaba prácticamente claudicando por hambre ante el imperio, le cayó del cielo del que abomina, este imberbe cerebral alucinado por la leyenda.

Principios fundamentales

Ese Congreso Constituyente debe estar integrado por constitucionalistas, capaces de sancionar el articulado sin vacíos de interpretación ni conceptuales, como los que afectan en demasía la vigente Constitución – como el artículo 1 que fundamenta la República “en la doctrina de Simón Bolívar”, ¿cual doctrina? La de la Guerra a Muerte o la del constituyente dictador de Bolivia o la del que ahorcó a Vinoni sin fórmula de juicio? Esa Asamblea Constituyente folclórica osó crear una Sala Constitucional en el TSJ dotada de facultad de “interprete” (deslizada en el art. 335) cuyas “interpretaciones” – que “casualmente” han sido siempre a favor del régimen- con atribuciones supraconstitucionales, que chocan con el capítulo referente a las normas para la enmienda y la reforma.

Sibilinamente, el TSJ, garante de la integridad de la Constitución (art.335), permitió que se corrigiera el texto constitucional votado por el pueblo, con la anuencia de la ignorancia política, supuestamente de oposición, que incluyó una simple coma en el inciso 3 del artículo 266, con relación a declarar si hay méritos para el enjuiciamiento de “oficiales generales” – así rezaba el texto original – pero que esa coma convirtió en “oficiales, generales…”, con lo que quedó establecido constitucionalmente el carácter militarista de la Carta Magna, pues para enjuiciar a un oficial de cualquier jerarquía – por subalterna que sea – es necesario un antejuicio de mérito. Son serpientes entre los arbustos prestas a saltar en el momento preciso. Y son muchas.

Una más

Además de dedicar especial atención a todo lo concerniente al Tribunal Supremo de Justicia – sin justicia no hay libertad ni viceversa – analizando la posibilidad de la magistratura vitalicia – mérito académico, moral y ético mediante - y eliminar la adjetivación al nombre de Venezuela, y acabar con las alegres habilitaciones presidenciales, es necesario blindar todo lo concerniente a la propiedad privada con la inserción de causal “especialísima” para su afectación, eliminando del artículo garante todo posibilidad de confusión entre “utilidad pública” y “utilidad del gobierno”, que es otro ardid oculto en la ilegítima vigente. El camino para retomar el orden republicano pasa necesariamente por un Congreso Constituyente. No basta rezar.

Rafael Marrón González
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12 de septiembre de 2011

DESPUÉS DE CHÁVEZ; ¡CONSTITUYENTE!

La única posibilidad que tiene un presidente democrático surgido de las urnas electorales de 2012, de iniciar un gobierno sistémico, basado en instituciones fuertes, que pueda desmotar la inmensa urdimbre de intereses creados, asqueroso nepotismo y fanatismos místicos, para llevar su período constitucional a feliz puerto – superando la inmensa ruina económica y productiva - es convocando un Congreso Constituyente que, a la vez que disuelva los poderes constituidos, dote a la Constitución de un articulado esencial que la blinde contra caprichos reeleccionistas - ¡No a la reelección! - y antirrepublicanos, y la despioje de las trampas que han hecho posible la megalomanía de Chávez, debidamente camufladas tras las bambalinas del articulado sobre los derechos humanos, que estaban protegidos también en la Constitución de 1961.

Este Congreso Constituyente no debe tener carácter de “refundador de la República”, puesto que ella fue fundada de una manera heroica e histórica con el Acta de la Independencia surgida del Congreso de 1811, primera fe de vida de una nación libre en América Latina, y que en puridad jurídica fue su primera Constitución y de ella derivan todas las demás.

Luego del desencadenamiento de los sucesos producidos por la codicia desatada por el golpismo electoralmente triunfante, la Corte Suprema de aquella hora infeliz de la patria no tuvo el coraje de defender ese principio constitutivo, y prefirió dejarse arrastrar por los acontecimientos, tal cual los cobardes de la burocracia de la IV, que se pasaron al enemigo con fortunas y malasmañas sin disparar un quejido por la democracia que los cobijó en su seno alcahueta y les permitió batir el barrial donde hoy se empantana la nación.

Tampoco debe tener la prisa conveniente de la pasada Asamblea que, para complacer el vedetismo político del momento, redactó una Carta sietemesina, llena de imprecisiones, vaguedades y vacíos – con una serie de disposiciones “transitorias” que jamás fueron cumplidas - que abrieron la posibilidad a la interpretación interesada del poder ejecutivo que colocó bajo su férula revolucionaria la Sala Constitucional que asumió la facultad de reformarla, en contra de sus propias normas, como fue el caso del artículo 73 del referendo.

Es imperativo que la nueva Ley Suprema de la República elimine el fuero de los militares para deliberar y para ejercer cargos de la función pública reservados a los civiles – “los militares no tienen que meterse sino en el ministerio de sus armas y guarecer las fronteras” - así como su obligación de “asegurar la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las leyes”. Y, por encima de todo, y como materia de supervivencia del orden republicano, eliminar la facultad que confiere al presidente de la república el poder omnímodo de ascender oficiales superiores, con lo que se colocó al ejército en sus manos y confirió jerarquía militar activa al ejercicio civil de Comandante en Jefe, que sabiamente colocaba al estamento militar bajo las directrices del poder civil – no existe tal poder militar, los poderes públicos están señalados en la Constitución.

Por ello la figura de la bicameralidad debe restituirse, con un Senado que, entre otras atribuciones de carácter orgánico, defienda las regiones y sea responsable de los ascensos militares desde coroneles y capitanes de navío, además de autorizar los tratados internacionales, por lo que el Procurador debe ser designado por esta Cámara, para descartar aberraciones como esta, de Carlos Escarrá: “Para ser Procurador se debe ser leal al presidente y yo los soy”.

No más “Bolivariana”

Una de las atrocidades políticas cometidas por esta disolución de nuestro orden republicano, que debe ser corregida, fue la adjetivación del nombre de Venezuela con el apelativo matrimonial de “Bolivariana”, que para muchos ignaros de la historia era un homenaje al pensamiento del Libertador y así lo recoge la exposición de motivos.

Sin embargo, ese fue el comienzo de la legitimación de las decisiones antidemocráticas de Chávez, porque el Bolívar político del paradigma chavista no es el del Discurso de Angostura, como hipócritamente se hace creer, sino el del Congreso de Bolivia que preconizaba: Centralismo (“la descentralización es un concepto imperialista”), presidencialismo (“Chávez es un sol…”, Carlos Escarrá), poder ejecutivo fuerte (“la división de poderes debilita al Estado”, Luisa Estela Morales), la presidencia vitalicia con derecho a elegir sucesor (después del cáncer, Adán Chávez presidente), la vicepresidencia hereditaria y elecciones limitadas, todo sustentado con un poderoso partido militar (“El partido militar ...apoderándose del mando en todas partes, hacia gemir al ciudadano por un absoluto olvido de las garantías y derechos…”. Antonio José de Sucre).

En conclusión

Esa Constitución vigente fue un traje a la medida construido por el militarismo, enemigo de la democracia, para dotar al nuevo caudillo, elegido por la gracia de la equivocación popular, de un instrumento de empoderamiento institucional que le facilitara la destrucción del orden republicano, para erigir sobre sus ruinas la versión petrolera del comunismo cubano que había sido el tardío sueño adolescente de hombres seducidos por el “loco” Fidel.

Por ello, es imperativo derogar – no reformar – esa Constitución ilegítima – aunque la haya votado el pueblo o precisamente por ello – si en verdad queremos iniciar un proceso de modernización institucional democrática que enrumbe a Venezuela por el sendero del progreso por el desarrollo de su gente, con libertad y justicia y con la paz social derivada de la equidad y el entendimiento.

Rafael Marrón González
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5 de septiembre de 2011

“APÁTRIDA” VERSIÓN CHÁVEZ

Una de las maravillas del universo paralelo a la realidad edificado por Chávez, con los dólares del imperio, del cual es sumiso y devoto servidor de barriles, es que ha generado – así como su propia matemática - su propio diccionario.

Por ello, para entender sus discursos hay que desentrañar su etimología, por aquello de “donde digo Digo, no digo Digo sino Diego”, pues, además, una de sus características es que el significado aplica dependiendo del destinatario – lo mismo que las leyes que se sancionan personalizadas y se aplican con algebraica desigualdad - y así, por ejemplo, la voz “patria”, que en el lenguaje universal tiene el significado implícito de “tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos”, en el novísimo lenguaje chavista adquiere la etimología de “con Chávez todo, sin Chávez nada”. Así que cuando Chávez dice “patria” debemos entender “yo soy el camino, la verdad y la vida”.

Por lo tanto, “patriota” es violento “franelita colorá”, es decir seguidor ciego de quien tiene el poder sobre la vida en un refugio, miles de toneladas de comida podrida, el ascenso a general en jefe, la separación del cargo pródigo para ser destinado a una embajada y la muerte a manos de un hampón. Y “apátrida”, que para todos los humanos del sistema solar significa “sin nacionalidad”, para Chávez traduce “antipatriota”, lo que entonces, adquiere, por vaya usted a saber que perverso mecanismo de ilusionismo colectivo, el significado religioso de “apestoso apóstata del Elegido”.

Sin embargo, y a pesar de todo el poder conferido por la ignorancia y la incondicionalidad por la impunidad, como a este supremo hacedor de entuertos, el anatema “traidor a la patria” le queda como pedrada en ojo de boticario, sospecho que este juego de confusiones es la sombra del miedo que trata de alejar la culpa proyectando las obvias consecuencias de sus actos contra la nación, hacia todo quien se atreva a contradecir su sacra voluntad de imponer a plan de machete con filo la igualdad comunista, que es la disolución de la individualidad creativa y transformadora en el miasma chapoteante de la sumisión por la supervivencia, en el cual no ascienden los aptos sino las almas viles y donde el parasitismo social se siente tan cómodo como lechón haciendo cola en Navidad.

Un ejemplo de cómo cunde entre sus incondicionales su lenguaje de perolito fue la reacción de Rodrigo Cabezas descalificando a la oposición como “apátrida” y acusándola de tener posiciones “antinacionales”, por lo ocurrido en la residencia del embajador de Venezuela en Libia, cuando el planeta sabe que Chávez es el responsable de ese acto de represalia, que no fue contra la Embajada – que es territorio de la nación venezolana - que fue resguardada por los rebeldes, sino directamente contra Chávez por salir a defender a ese astroso criminal cuya dictadura lleva 42 años de opresión, crímenes horrendos y corrupción, en franca provocación a las fuerzas de oposición libias que, ya de juris, constituyen las nuevas autoridades de esa nación, reconocidas por todas los estados del Orbe, menos los cuatro gatos del ALBA, Correa y el grupo La Piedrita.

Hablemos de traicionar

El COP militar establece, en su artículo 464 como traición a la patria: “Practicar actos de hostilidad contra un país extranjero que expongan a Venezuela a peligro de guerra, ruptura de relaciones diplomáticas, represalias o retorsión”. Este artículo condena a 30 años de cárcel a quien incurra en actos como llamar “gringos de mierda” a los habitantes de un país amigo. Pero más allá de lo contemplado en la legislación militar, actos como financiar, con el dinero de la nación, costosos programas sociales a países extranjeros para solucionar problemas cuya existencia interna afectan el cuerpo social de la república, podemos considerarlos como lesivos a los intereses nacionales, pues el artículo 130 de la Constitución establece el deber de los venezolanos de resguardar y proteger los intereses de la Nación.

Cohonestar la invasión subrepticia de milicianos extranjeros, adiestrados para el combate armado, y entregarles delicadas responsabilidades en materia de seguridad de Estado y de control ciudadano, puede, también, ser calificado como traición a la patria, por mucho que se justifique con el internacionalismo de la solidaridad. Y así, la división de los venezolanos en fracciones irreconciliables para mantener en vilo la posibilidad de una guerra civil.

Incentivar la pérdida de la moral pública, generando un clima propicio a la corrupción y a la delincuencia, ambas protegidas con la impunidad. La destrucción sistemática del aparato productivo nacional privado, que ocasiona desempleo, pues el artículo 112 de la Carta Magna ordena al Estado promover la iniciativa privada y el 87 establece que “es fin del Estado fomentar el empleo”. La precarización del área agroalimentaria, basada en absurdos criterios antilatifundistas medievales, porque la Constitución en su artículo 305 ordena al Estado promover la agricultura “sustentable” a fin de garantizar la seguridad alimentaria de la población, y precario conuco comunista no puede considerarse desarrollo sustentable.

La inobservancia de este artículo de la Constitución ha derivado en una ruinosa importación de alimentos que enriquece agroindustriales extranjeros. La nefasta política económica comunista que ha producido inflación, escasez, aumento exponencial de la deuda, fuga de cerebros y de empresas, desinversión nacional y extranjera, venta a futuro de la producción petrolera y minera y mercado negro de divisas. En fin, con esta, limitada por el espacio, muestra de acciones gubernamentales en contra del interés nacional, podemos inferir donde está certeramente ubicada la verruga antinacionalista y “apátrida”. ¡Sale pa´llá!

Rafael Marrón González
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27 de agosto de 2011

POR UN PUÑADO DE ORO

Y de repente toda la magalla cuidadosamente estructurada por Fidel, comenzó a desmoronarse por culpa de unas células que enloquecieron luego de años de largas horas de Aló, Presidente, con la próstata aplastada y la vejiga dilatada a fuerza de esteroides, sin poder excretar las toxinas acumuladas por la falta de sueño, la ingesta desmedida de adulancia contaminada, comida gourmet de madrugada, las noches sin mujer, cigarrillos a montón y güisqui etiqueta azul a discreción, aderezado con amargura por no poder confiar sino en Fidel, que lo que quiere es verle el hueso a la chequera petrolera venezolana.

Y la bomba hizo metástasis en susto traducida. Y el corre y corre con su característico ¿dónde me meto? y cosas así, que se estilan en la angustia de esas horas, al filo de la madrugada, en las cuales el sueño huye como ya lo quisieran físico los corruptos de la alianza espantosa que ha sumido a la otrora orgullosa Venezuela en la vergüenza, la miseria y la desolación. Y, lo peor para el hipo producido por el miedo, no poder contar con el soborno petrolero, pues la producción futura de PDVSA está hipotecada y la poca presente ya está pagada y consumida, y los venezolanos vivimos del fiado y comemos gracias a los gringos.

Y las cacareadas reservas internacionales no son más que unos seis mil y pico de piches millones, quizá menos si les espulgamos el papelero, que no alcanzan para la repartición proporcional del enriquecimiento ilícito que había mantenido, por ahora, cohesionado a ese falaz grupo de codiciosos que cuadran las cuentas con un displicente 7x7 = 36. Y en plena crisis de desesperación, cuando todo parecía perdido, alguien gritó: ¡Oro! Y Chávez, con los ojos batientes: ¿Oro? ¿Dónde? ¿Quién tiene? Y Fidel, demostrando su zorruna voracidad, apuntándolo con el huesudo dedo de condenar a muerte a todo negrito que intente escapar del mal de la felicidad, lo sorprendió con la información sobre su propiedad de una mina de oro, por allá por el estado Bolívar profundo, cuya penuria lo está borrando del mapa, que está colocada en el puesto 15º en la tabla de propietarios de oro, con 365.8 toneladas, y como el muchacho es llorón y Fidel que lo pellizca:

– ¡nacionalícenmela ya! – está nacionalizada, mi presi - ¡nacionalícenla otra vez! - y, además – en demostración de su conocimiento de hasta la ultima puya venezolana - Fidel le reveló los depósitos del preciado metal que mantiene Venezuela en tales y cuales bancos de USA y Europa, que con pelos y señales, le dijo, suman 211,35 toneladas – en realidad son 211,36 según un acucioso investigador, lo que da razón a Laureano sobre la merma del tonelaje a medida que transitará de mano uñosa a mano peluda.

La contentura por tan extraordinario descubrimiento, luego de doce años de co-gobierno y de haber metido preso a quienes protestaron la entrega de las Cristinas a las transnacionales, lo llevó a dar saltos de bucanero que le desprendieron la sonda y le aflojaron el canuto, en medio del samplegorio nacional e internacional: Porque es nada desdeñable el negocito comisional derivado de transportar 16 mil 908 lingotes de oro de 400 onzas cada uno hasta la estrecha bovedita del BCV o, como más de un mal pensado hemos sospechado, hacia la haciendita personal del pillastrín de Fidel, para que lo proteja de todo mal como cuidó Stalin el de los comunistas españoles.

¿Oro para filibustear?

Si es correcta o incorrecta tal decisión o si es para financiar la crisis derivada de un autogolpe o para continuar la revolución luego del revolcón del 2012 – que ya comenzó con la paliza que les dio Henry Arias en Alcasa - lo dirá el tiempo, que es un océano donde solo flota la verdad, pero lo que sí es seguro es que zamuro come bailando, y conociendo las malasmañas de estos revolucionarios de alpargatas Luis Vuiton, cuyo poder peligra por la carencia de dólares imperiales, porque son líderes en cuanto billete y fusil, esa oramentazón corre el riesgo parejo: ¿Mosca que hay mucho pillo? Por ahora se descubrió el tejemaneje gracias al patriotismo de algunos funcionarios que pusieron el punto de cuenta que autorizaba la operación “oro pa´l buche” en manos de la oposición. Y después de olla destapada no vale Caridad del Cobre.

Se les enchiqueró la fiesta y el Fidel sufrió un patatús al verse descubierto. Pero ya encontrará esta gente ducha en tejemanejes, la forma de ir alborotando el cotarro hacia otra insustancialidad, para llevar a cabo, con alevosa nocturnidad, y “piano, piano”, como dijo el Merentes, la operación “lingote pa ti, lingote pa´mí”. Mientras tanto Chávez se conformó con acariciar y darle besitos, en cadena nacional, a un soberbio lingotote de doce kilos – “al oro debemos solícito amor” - informando al país que “en el pasado, a él no lo dejaban ni siquiera tocar las barras”. ¿En cuál pasado sería eso? Porque de doce años para acá ha tocado todo lo que le ha dado la gana. Ni la sagrada osamenta de Bolívar se ha salvado de su desaforada tocadera. ¿Y se le iba a salvar el oro? ¡Era que no sabía!

Rafael Marrón González



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22 de agosto de 2011

¿ALGUIEN MÁS OYE REPICAR DE SABLES?

¡Qué fino el oído de quienes la deben! Entre al atronador ruido de los reclamos y protestas populares por los malos servicios públicos, la desobediencia civil ante el abuso de las multas inconstitucionales de Corpoelec, la inflación, la escasez, la falta de vivienda, la inseguridad, el desempleo y los bajos salarios, la quiebra de las empresas de Guayana y el desastre de PDVSA, se cuela el fuerte rumor de la voluntad de cambio que en votos democráticos se expresará, para aventarlos del poder y ponerlos a disposición de los tribunales. Pero ellos solo escuchan un supuesto repicar de sables, que solamente puede existir en la psiquis atormentada de quien la debe y cuyo miedo a represalias internacionales lo lleva a trasladar las reservas internacionales a las bóvedas de sus países chulos.

Es que un frío cordillerano debe recorrer la espina dorsal del paciente de La Habana ante el presentido taconazo firme de los Comacates que reclaman respeto a la soberanía de la patria mancillada por la infamante bota del invasor cubano, cuya prepotencia insultante sonroja las mejillas de nuestros jóvenes oficiales que sufren además el escarnio de ser presentados ante la opinión pública internacional como violadores de la Constitución, al hacerlos aparecer como voluntarios seguidores de una parcialidad política, cuya consigna infama el frontipicio de sus cuarteles, ya que su alto mando se ha convertido en vocero instrumental de consignas comunistas cubanas, llegando al extremo de amenazar con impedir la entrega constitucional del poder si la oposición – que representa más del 50% del pueblo venezolano – gana las elecciones el 2012.

Pero alguna rebeldía, que desconozco, debe haber encendido las alarmas de la cobardía de esta satrapía apátrida, para que se les activara una defensa a ultranza de la Fuerza Armada – “ustedes, todos juntos, no valen lo que vale un militar venezolano”, ay papá - para la cual piden “respeto” entre estertores intestinales – “no se metan con mis fuerzas armadas” – en un intento desesperado de incorporarla a la diatriba política que caracteriza el lenguaje presidencial, quien sabe si con la oculta intención de justificar alguna marramucia para impedir las elecciones de 2012, que va a perder de calle, porque así lo decretó el pueblo que le puso fecha de vencimiento. Si el cáncer no dispone otra cosa.

Cínicos que exigen a quien no las está irrespetando, el “respeto” que sistemáticamente le han negado, llevándola a un estado operativo lamentable, con disensiones internas producidas por el abuso de poder que desconoció la jerarquía de la oficialidad académica sobre la técnica, con oficiales sin destino por simples sospechas de institucionalidad o de respeto a la Constitución, equipos obsoletos, sin mantenimiento ni repuestos que los exponen a siniestros mortales (el alto mando de la aviación murió en Boca de Uchire), además de bajos salarios – “el salario máximo de un miembro de la tropa profesional es de 3.460 bolívares después de 30 años de servicio y “un general gana 6.000 Bsf”: “Chávez no asume las condiciones de seguridad social de la Fuerza Armada Nacional” – entre maltratos varios a su dignidad de oficiales de la patria cuyas carreras penden del chisme y del capricho y no de su pulcritud profesional.

Pero, además, y esto es lo que se escapó a los estrategas cubanos del régimen, que los Comacates son pueblo y sufren las mismas penurias del pueblo esperanzado y mueren víctimas del hampa como muere el pueblo. Por lo tanto la oposición no está conspirando con ellos – ya lo hicieran los adecos el ´45 y salieron muy mal parados, a picado de culebra, bejuco le para el pelo - sino que su descontento – que sí lo hay – debe estar haciendo el ruido de la hierba creciendo que les ensucia los calzones a la oligarquía comunista que la infama.

¿Chávez anuncia un autogolpe?

Como corolario de esa desmedida y hasta ridícula exaltación al estamento militar, el primer mandatario nacional – que fue electo en libres comicios amparados por la Constitución – afirmó: “Más nunca volverán. (…) Nuestra Fuerza Armada, mi querida Fuerza Armada, es el garante de que se respete la Constitución y la voluntad del pueblo”. Y si esto último es así, entonces como puede traducirse eso de que “más nunca volverán”. ¿O es que la FAN es garante de la voluntad popular siempre que esta favorezca a Chávez? Creo que la institución armada es la más interesada en que se detenga ese uso irresponsable de su nombre y prestigio como discurso político, para amedrentar al pueblo, que es quien decide quien vuelve o quien se va.

La causa es el miedo

La causa de todo este polvero verde oliva, es la necesidad de ocultar la inmensa ineficiencia de un gobierno que frustró las esperanzas de un pueblo y cuya corrupción es un escándalo universal. La profusión de protestas sociales y laborales, que, como escribí hace unos años, si se realizaran al unísono y apoyadas unas con otras escenificarían una rebelión popular de tal magnitud que el gobierno no tendría otra opción que renunciar, como le pasó el 2002, por eso el almirante Maniglia declara que “aquí no podemos llegar a otra situación como la del 11 de Abril”. ¿Y cómo la evitarían? ¿Lanzando al ejército contra el pueblo? ¿Para preparar esa eventualidad es que están lanzados en esa campaña de arrobamiento militarista? Los que masacraron al pueblo el 27F están allí, llenos de experiencia. ¿Verdad Chávez?

Rafael Marrón González
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