Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

29 de mayo de 2010

El gran confiscador de la comarca

Es imperativo comenzar este texto citando el artículo 7º de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución”.

Es decir que frente a la Constitución es literalmente inexistente cualquier ley o decreto con fuerza de ley que pretenda subvertir este principio jurídico, por mucha furia justiciera o demagoga conque haya sido redactada.

Cualquier intento de aplicar un procedimiento al margen de lo que establece la Carta Magna, debe entenderse como una violación, un desacato, una desviación o un abuso de poder, y el artículo 334 obliga a todos los jueces de la República a asegurar su integridad.

Entendido esto y para entrar en materia, es preciso saber que “Confiscar” es expropiar sin pagar, y el artículo 116 de la Constitución prohíbe las confiscaciones, aunque por vía de excepción las autorice, siempre bajo sentencia firme de un tribunal, en delitos contra el patrimonio público, de enriquecimiento ilícito al amparo del Poder Público y de narcotráfico.

Por otro lado, Confiscar es sinónimo de “comiso” o “decomiso” que, según el Drae, es “pena accesoria a la principal que consiste en la privación definitiva de los instrumentos y del producto del delito o falta”. Fíjese que es “pena accesoria a la principal”, es decir que para poder ejecutar un decomiso, primero debe actuar un tribunal que determine la confiscación - la que no se puede declarar para ningún otro delito que no esté señalado en la Constitución - pues la voz “pena” traduce “castigo impuesto conforme a la ley por los jueces o tribunales a los responsables de un delito o falta”.

Y aunque el artículo 114 declara como delitos económicos, la especulación, el acaparamiento, la usura, la cartelización y otros delitos conexos, “que será penados severamente de acuerdo con la ley”, el artículo 49 establece: “El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en consecuencia: 1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se le investiga, de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa… 2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario. 3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente, por un tribunal competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad...”.

Y el artículo 25: “Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es nulo, y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores”.

Y aquí comienza la inconstitucionalidad

Sin embargo de lo antes expuesto, el artículo 4º del decreto con fuerza de Ley Nº 5.197 de fecha 16 de febrero de 2007 – con reforma s/ Decreto N° 5.835 del 28 de enero de 2008 - contra el acaparamiento, la especulación, etc., establece que “el Ejecutivo Nacional podrá, sin mediar otra formalidad, iniciar la expropiación mediante decreto por razones de seguridad y soberanía alimentaria”.

Es decir, que en este decreto, en el cual se basan las autoridades que realizan los procedimientos contra el supuesto “acaparamiento” que, repito, no está por encima de la Constitución y sí debe mediar la formalidad jurídica expuesta – tampoco señala la confiscación y menos el decomiso que se está practicando, sino la “expropiación”, la que, según el artículo 115 de la Carta Magna, procede mediante sentencia firme y pago oportuno de justa indemnización, previa declaración de utilidad pública o interés social, lo que el gobierno sí cumple por haberse incorporado como tales en el artículo 4º del mencionado decreto “todos los bienes necesarios para desarrollar las actividades de producción, fabricación, importación, acopio, transporte, distribución y comercialización de alimentos o productos declarados de primera necesidad o sometidos a control de precios”.

Y, además, en la reforma del decreto mencionado, se contempla para el delito de “acaparamiento” pena de prisión de dos a seis años y multa de 130 a 20.000 unidades tributarias, no la confiscación, y es lógico pensar entonces, que solamente un juicio penal puede determinar la comisión de un delito de tan graves implicaciones.

¿Por qué lo hace si sabe que es ilegal?

Sin el amparo de la ley todo acto contra la propiedad es un robo: En los “comisos” efectuados en los últimos días a las empresas Polar y Friosa no se han cumplido los extremos legales que les permitan a los dueños de los bienes decomisados o confiscados el debido proceso que les garantiza el Estado de derecho, por lo que tales “decomisos” no pasan la prueba de la sustracción indebida.

Dos razones explican – aunque no justifican ni eximen - que el gobierno decida apelar a una acción ilegal e ilegítima de esta naturaleza: La primera de ellas que es un acto de fuerza feroz para amedrentar a quien no se pliegue, lo que confirmaría la ausencia del Estado de Derecho basado en la Constitución y su sustitución por un Estado de leyes pivotado en la arbitrariedad, pues aunque la ley articule el procedimiento, no se puede obviar la constitucionalidad sin caer en el despotismo.

Y la segunda: Que como estamos en período electoral y Chávez necesita recuperar su imagen de estrafalario Robin Hood - aunque en su caso, afecta a los productivos para justificar su improductividad - ante los estratos D y E que ya han admitido que la culpa de sus graves fallas en los servicios públicos (con énfasis en electricidad, agua, aseo urbano, sanidad y salubridad), inseguridad, escasez, alto costo de la vida, infraestructuras y falta de viviendas es, en su totalidad y sin atenuantes, del mismìsísimo mister Hood, éste apela al expedito sistema de forzar la “colaboración” de los grandes productores y distribuidores de alimento para surtir los vacíos estantes de Mercal y PVAL, endilgándoles de paso la responsabilidad – al acusarlos de acaparadores - de su inmensa ineficiencia en garantizar la seguridad alimentaria de la población, por la estupidez de colocar la política – en este caso el inviable comunismo - por encima de la economía, con la consiguiente y natural destrucción del aparato productivo nacional, que ha llevado a depender de las importaciones el 70% del consumo nacional, en franca inobservancia de la Constitución, cuyo artículo 299 no puede ser más preocupante para este Chávez, que probablemente, como se ven las cosas, amanecerá muy otro el 27S:

“El régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta en los principios de justicia social, democracia, eficiencia, libre competencia, protección del ambiente, productividad y solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. El Estado conjuntamente con la iniciativa privada promoverá el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución de la riqueza mediante una planificación estratégica democrática participativa y de consulta abierta".

En conclusión

Histórica la característica cleptómana del sistema comunista: Apoderarse de la riqueza que es incapaz de crear – y para destruirla – es la síntesis de este modelo empobrecedor y criminal que – como paradoja propia de la naturaleza humana – todavía tiene seguidores a pesar de las irrefutables pruebas de su fracaso. Lo que estamos viviendo los venezolanos es precisamente, una evidencia más de este aserto.

Chávez, desesperado ante el desastre nacional propiciado por su incapacidad para gobernar, engaña al pueblo menos informado y más dependiente, desviando sus culpas contra los únicos que pueden impedir el colapso económico de la nación: Los empresarios, los verdaderos – que contrastan con el contratistariado parasitario que ulula en la charca de la corrupción gubernamental – que generan productividad, empleo y riqueza. Frente a esos pocos, el hiper Estado de Chávez es una barraca de anime. La envidia lo descompone. Quiere ser como Ariel. Pero sin la competencia de Ariel.
Rafael Marrón González
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26 de mayo de 2010

PARQUE LA VENEZOLANIDAD

Ciudad Guayana se ha construido con el esfuerzo de todos los pequeños gentilicios venezolanos, y con el de muchos ciudadanos del mundo, que hicieron de ella su reservorio de voluntades. Es difícil que en esta Ciudad cosmopolita y desarticulada no exista algún representante del más remoto pueblo de Venezuela, aquí, en la fragua industrial, se dieron la mano por vez primera, en candente suelo guayanés, la autenticidad autóctona de los más apartados rincones de la patria. Aquí, el sereno remero del silencio fluvial y el becerrero de canto matutino junto al atezado marino de salinas pupilas y al taciturno montañés de silbido solitario, edificaron asombros.

De su esfuerzo surgió la expresión de una esperanza que, pasado el ímpetu iniciático, camina hacia el bucolismo de su raigambre ciudadana. Esta realidad histórica merece un icono referencial, un espacio para la reflexión del futuro, despojado de la dependiente circunstancialidad o sustentada en la voluntad ajena, y qué puede ser mejor que un Parque que con el árbol emblemático de cada Estado refleje el respeto de la ciudad por sus pobladores y sus raíces trasplantadas.

Sería un Parque para difundir las tradiciones y singularidades de cada región, para el encuentro de la patria chica nostálgicamente idealizada por la ausencia. Frente a las instalaciones del Ecomuseo existe un terreno perfecto para este proyecto que puede unirnos en esta ofrenda a la cordialización de la Ciudad. Para comenzar a darle forma a este proyecto de vieja data, conozcamos los árboles emblemáticos de Venezuela:

Árbol nacional: El Araguaney: Tabebuia chrysantha

Aravanei parece haber sido el antiguo nombre con que los indios caribes conocían a nuestro actual Araguaney. En los primeros meses del año, cuando la Naturaleza toma aspecto de sequía, por falta de lluvias, el Araguaney se cubre de áureos ramos florales. Cuando en el campo todo parece tristeza y muerte el Araguaney da lo más bello: su floración.

Por eso, el maestro Rómulo Gallegos al descubrir los bosques, cercanos a las sabanas, los define como "un incendio que llena de áureos resplandores cuanto lo rodea". El hábitat propio del Araguaney son los bosques que pierden las hojas en el verano tropical (tropófilos), al igual que las tierras cálidas de las sabanas y cerros áridos. En forma de cultivo embellece nuestros parques, plazas, jardines y avenidas.


Distrito Capital (Gran Caracas): La Ceiba: Ceiba pentandra
La Ceiba es uno de los árboles más grandes y corpulentos de la flora venezolana y de la flora tropical americana. Alrededor de gigantescas ceibas se fundaran en América tropical muchas poblaciones, ya que era norma de los conquistadores escoger un árbol grande y luego marcarlo como referencia del lugar. En Venezuela, algunas ceibas se han hecho célebres como la Ceiba de San Francisco en Caracas, al lado del templo del mismo nombre. La Ceiba de Carvajal en El Tocuyo donde fue ajusticiado Juan de Carvajal, y la histórica Ceiba de Quíbor. Del tronco de las ceibas los indígenas fabricaron canoas con las cuales se aventuraron al mar. El kapok o fibra de sus frutos sigue siendo material para rellenar cojines y colchones.

Estado Amazonas: El Caucho-hevea: Hevea benthamiana

Durante muchos años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, el Caucho-hevea desempeñó un papel importantísimo en la industria internacional del caucho de vehículos. Llegó a ser una de las riquezas más cotizadas de la industria mundial hasta que se inventó el caucho sintético. Estos árboles crecen en forma silvestre en toda la región del Amazonas y hasta allí iban los caucheros en procura del espeso y blanco látex que producen, al hacerles una incisión en el tronco. Hoy, su uso es muy restringido. El caucho también se utilizó en diversas industrias manufactureras de artículos de cirugía, tapones para frascos de medicinas, tapas, rodillos de imprenta, artículos deportivos, etc.

Estado Anzoategui: El Cereipo: Myrospermum frutescens

En Venezuela, este árbol es frecuente en las zonas cálidas de la Costa y en los bosques de tipo seco (tropófilos) de los Llanos. Adquiere mayores dimensiones en altitudes superiores a los 800 m en las regiones orientales del país, como en el Estado Anzoátegui, donde es también conocido con los nombres de Guatamare, Estoraque y Macagua. Este árbol frondoso, de la familia de las Leguminosas, brinda su sombra bienhechora a los campesinos cerca de sus viviendas, al ganado en los potreros y pone una nota de belleza, como ornamental, en avenidas y parques. Su madera, de gran dureza y durabilidad, se puede usar para fabricar vigas, viguetas y en trabajos de carpintería.

Estado Aragua: El Saman: Pitecellobium saman

El Samán es uno de los árboles más majestuosos de la flora venezolana. A veces, crece solitario en los potreros y brinda su sombra y sus frutos nutritivos al ganado. Otras veces, se desarrolla en vastas agrupaciones que entrelazan sus copas formando inmensas bóvedas vegetales. En los primeros meses del año estos colosos vegetales se cubren de una abundante floración rosado-blancuzca que decora su extenso ramaje. Algunos samanes se han hecho célebres en la historia venezolana como el Samán de Güere (hoy desaparecido), cerca de Maracay; el Samán de Catuche, en Caracas; el Samán de Cumanacoa, en el Estado Sucre (bajo su sombra acampó Juan de Urpín cuando fundó a Santa María del Valle de Cumanacoa); el Samán de Villegas, en Turmero, (en donde se cree que eran amarrados y castigados los esclavos). En la Semana de la Conservación de 1983, el Samán fue declarado árbol emblemático de los países bolivarianos. Un Samán en el Monumento de Boyacá, en Caracas, conmemora este acuerdo.

Estado Apure: El Merecure: Licania pyrifolia Grisebach
El Merecure es uno de los árboles más frondosos, bellos y resistentes del país. Como árbol de sombra se utiliza cerca de las viviendas del campo y en los potreros; con la misma finalidad se siembra en parques, plazas y avenidas amplias. Sus frutos ovalados contienen una sustancia harinosa que es comestible y de sabor agradable. La madera de este árbol tiene muchas aplicaciones en carpintería rural, como la fabricación de estantes, horcones, etc. En forma silvestre, el Merecure forma parte de la vegetación boscosa de las tierras bajas y cálidas. De crecimiento lento, es un árbol de vida larga, cuyo cultivo debe fomentarse.

Estado Barinas: El Cedro: Cedrela odorata L.

El Cedro figura entre los principales árboles maderables del país. Su madera aromática, y resistente a los insectos, se utiliza en ebanistería y carpintería para fabricar muebles, gabinetes, puertas, mesas, artesanado y decoración interior. También se usa en enchapados de madera laminada. Se utiliza, igualmente, en el ornato de avenidas, parques, plazas y para dar sombra al ganado en los potreros. Desde la época colonial, las diversas especies de cedros americanos han abastecido los mercados internacionales del mundo industrializado con maderas de gran valor comercial.

Estado Bolívar: La Sarrapia: Dipteryx punctata

La Sarrapia es un hermoso árbol de gran utilidad, íntimamente relacionado con el desarrollo económico del Estado Bolívar. El valor económico y comercial de este árbol reside en las semillas de las cuales se extrae la Cumarina, que es una sustancia con sabor a vainilla y que se utiliza para aromatizar tabacos, rapés, jabones, licores, productos de panadería, etc. El uso de las semillas entre los indígenas del Amazonas para elaborar collares y brazaletes es bastante frecuente.
La Sarrapia es un árbol que merece cultivarse en gran escala, no sólo como ornamental en parques, plazas y avenidas, sino por el valor económico de su semilla. Sus frutos son comestibles.

Estado Carabobo: El Camoruco: Sterculia apelata

El Camoruco es un árbol esbelto muy frecuente en la geografía del Estado Carabobo y muy enraizado en la historia de la ciudad de Valencia. Se cultiva principalmente como árbol ornamental en parques, plazas y avenidas grandes. En algunas zonas rurales, los campesinos y aborígenes utilizan el tronco para fabricar curiaras. La madera, en pequeña escala, se usa localmente para trabajos del campo. Las semillas tostadas son comestibles, con sabor agradable a maní. En algunas zonas, con las semillas molidas preparan un jugo. Este árbol es abundante y popular en la República de Panamá donde se lo conoce con el nombre de "Panamá". Se cree que su abundancia dio el nombre a dicha República.

Estado Cojedes: El Apamate: Tabebuia rosea

El Apamate es uno de los árboles más bellos, útiles y más cultivado de la flora venezolana. En algunas regiones del país es también conocido con los nombres de Roble colorado (Zulia), Orumo (Falcón). Sus flores de color morado, rosado, lila, blanco en diferentes tonos, dan al Apamate una prestancia de belleza singular. A este valor ornamental, que lo hace muy apropiado para parques, plazas y avenidas, hay que agregar el valor comercial de su madera de color marrón-pálido que cambia a gris al ser expuesta al sol y al aire y que es ampliamente utilizada en ebanistería para fabricar muebles de todo tipo.

Estado Delta Amacuro: El Mangle rojo: Rhizophora mangle L.
El Mangle rojo o colorado, además de poner una nota de extraordinaria belleza paisajística en los caños del Delta del Orinoco constituye una fuente de riqueza y de bienestar para los habitantes de la región y para la fauna marina. En efecto, la madera y las hojas de estos árboles son ricas en sustancias tánicas y, por tanto, muy utilizadas para curtir pieles. Miles de especies marinas encuentran en sus raíces una protección y defensa para sus crías y allí van a desovar, dado que los grandes depredadores marinos no se atreven ni pueden entrar. Además, la madera del Mangle rojo se utiliza como pilotes de muelles y en la construcción. Ecológicamente, desempeñan un papel primordial como plantas pioneras en la formación del manglar.

Estado Falcon: El Cuji-yaque: Prosopis juliflora DC.
Este útil árbol, de tronco retorcido, de corteza cuarteada, de copa extendida, a manera de amplio paraguas, es uno de los pocos árboles capaces de crecer en los terrenos secos y arenosos de gran parte del Estado Falcón. Es en esos lugares, a veces inhóspitos, donde brinda su sombra al hombre, al ganado e incluso a la fauna silvestre. Sus frutos, de alto valor protéico, son muy cotizados por los animales. La madera también se utiliza para postes de cercas, carpintería rural y para algunos trabajos de ebanistería. Por poseer gran cantidad de tanino, la madera y la corteza se usan para curtir pieles. La historia del Estado Falcón cita varios cujíes famosos. La tradición sostiene que bajo la copa de un gran cují se celebró la primera misa en Venezuela. En Amuay, es célebre el Cují de Diego.

Estado Guárico: La Palma llanera: Copernicia tectorum Martius
En el centro del país y a lo largo y ancho del dilatado Llano, la Palma llanera, llamada también Palma de abanico, redonda o palma de cobija, da la expresión característica al paisaje. En algunas zonas del Estado Guárico, como Camaguán, forma verdaderos bosques. Además de embellecer el paisaje, esta palma proporciona material para diferentes usos de los habitantes de la región: sus troncos sirven para postes, las hojas tiernas se emplean en la confección de sombreros y las hojas adultas se utilizan para techar viviendas y caneyes. La monotonía del Llano, abierto al infinito, tiene sus oasis en los bosques de palmas llaneras y de chaparros.

Estado Lara: El Semeruco: Malpighia glabra L.
El Semeruco o Cerezo es un pequeño árbol, frecuentemente de aspecto arbustivo, típico de las zonas secas del Estado Lara, cuyos rojos frutos contienen un alto contenido de vitamina C y son de un sabor exquisito. Además, el Semeruco se utiliza para formar setos vivos y como ornamental y frutal en patios internos y jardines. En la época de fructificación, los rojos frutos contrastan con el verde brillante de las hojas lo cual confiere a la planta mayor valor ornamental. Por su alto contenido en vitamina C o ácido ascórbico, hoy es objeto de cultivo fuera de Venezuela. En Florida ha dado origen a variedades de gran valor comercial.

Estado Mérida: El Bucare ceibo: Erythrina poeppigiana

El Bucare ceibo uno de los árboles más vistoso o llamativo de las partes altas de nuestras cordilleras donde antiguamente se sembraban para sombrear el café. En los alrededores de Mérida este árbol pone una nota de encanto en los primeros meses del año en que suele florecer. Las llamadas "barbas de palo'' (Tillandsia) que cuelgan de sus ramas imprimen al paisaje una característica especial. Se propaga por semilla y por estaca. Presenta crecimiento rápido, pero requiere de lugares frescos, húmedos y de tierra fértil. En la época de floración cantidad de insectos acuden atraídos por el néctar de sus flores los cuales son el manjar de diversidad de aves insectívoras. Estas, con sus cantos y coloridos contribuyen a aumentar la belleza del paisaje.

Estado Miranda: El Roso blanco: Brawnea leucantha Jacquin

El Roso blanco o Rosa de montaña blanca es un bellísimo árbol típico de la región de Barlovento y valles del Tuy del Estado Miranda. Sus grandes y circulares inflorescencias blancas semejan gigantescas rosas a lo cual hace alusión su nombre vulgar. En forma silvestre crece en los bosques húmedos y cálidos del norte del país. En forma de cultivo requiere también de lugares parcialmente sombreados y húmedos. Lamentablemente, a pesar de su belleza, rara vez se le consigue en forma de cultivo. Las primeras y tiernas hojas presentan color blanco y penden al final de las ramas imprimiendo al árbol otra nota más de belleza y vistosidad. Se propaga por semilla y presenta crecimiento lento.

Estado Monagas: La Palma moriche: Mauritia flexuosa
La Palma moriche es típica y característica de las riberas de los lechos de los ríos y lugares pantanosos de las sabanas del Estado Monagas y se continúa hacia el Delta del Orinoco donde sus habitantes obtienen diversidad de productos alimenticios y utensilios domésticos. Derribando los viejos troncos, que ya no florecen ni dan frutos comestibles, los indígenas del Delta del Orinoco extraen la pulpa, que una vez seca y tostada suministra el pan cotidiano. La fermentación de esa harina o yuruma les proporciona un exquisito vino. Las hojas constituyen la materia prima para fabricar el hilo o cuerda con el cual fabrican chinchorros, cestos, esteras, etc. Todo es aprovechado en la Palma moriche. Por eso los Warao la llaman la ''madre nutricia''. Siémbrese cerca de alguna laguna o en lugares húmedos.

Estado Nueva Esparta: El Guayacan: Guaiacum officinale L.

El Guayacán es uno de los árboles más característico, frondoso y hermoso de los bosques secos (xerofíticos) del norte del país, muy abundante en la isla de Margarita. Es un árbol que merece ser cultivado como ornamental por el valor de su porte, de sus morado-azuladas flores, de sus frutos amarillos y sus semillas envueltas en un manto rojo que contrasta con el verde obscuro de su follaje. Hoy, su madera ya no se utiliza para curar la sífilis, pero, por su dureza, se usa para obras industriales, tornería, fabricación de bolas criollas, bolas de bowling, martillos de madera, ruedas de carruajes, etc. Cuando los margariteños quieren enaltecer la fortaleza, longevidad y nobleza de una persona suelen decir: "Ese hombre es un Guayacán''.

Estado Portuguesa: La Caoba: Switenia macrophylla King

La Caoba, o el Caobo es uno de los árboles más importantes venezolanos que produce una de las maderas más cotizadas a nivel mundial. En Venezuela crece en todas las regiones cálidas desde la costa hasta el río Orinoco, pero su óptimo desarrollo lo alcanza en los bosques de los llanos occidentales del país, siendo el Estado Portuguesa, una de las regiones más afortunadas en número y calidad de este árbol. Como árbol de ornamentación y de sombra, se utiliza frecuentemente en parques, plazas y avenidas. Se propaga fácilmente mediante semillas las cuales tienen un alto valor germinativo.

Estado Sucre: El Roble: Platymiscium diadelphum Blake

El Roble es un bellísimo árbol, muy abundante en el Oriente del país y, ampliamente cultivado como árbol ornamental y de sombra por todo el territorio patrio. En la época de floración sus perfumadas y doradas flores ponen una nota de colorido y fragancia en el ambiente. La fácil propagación por semilla, su crecimiento relativamente rápido, su sistema radical profundo y su áurea floración, que compite en colorido con el Araguaney, ha hecho que su cultivo se vaya generalizando a nivel nacional.

Estado Táchira: El Pino criollo o pino laso: Prumnopitys montana

El Pino criollo o Pino laso es el pino autóctono de Venezuela. Es nuestro representante del grupo de plantas llamadas Gimnospermas que comprende los abetos, cipreses y pinos, típicos de las regiones templadas y frías del mundo. Al igual que estos árboles, los pinos criollos o pinos lasos son muy antiguos. Hace unos 200 millones de años ocuparon grandes extensiones en la Tierra. En Venezuela existen generalmente en los bosques nublados de las Cordilleras de los Andes y de la Costa, así como en los cerros de Guayana y del Territorio Amazonas. Con motivo y en recuerdo de la visita del Papa, Juan Pablo II, a Venezuela en 1985 se sembró en Mérida un Pino laso. Este árbol figura ya entre los árboles históricos o célebres de Venezuela.

Estado Trujillo: El Bucare anauco o reinoso: Erythrina fusca Lour
El Bucare anauco o reinoso, digno representante de la flora trujillana, rivaliza en belleza con el Bucare ceibo que representa al Estado Mérida. Sus flores, que constituyen un espectáculo de belleza en los primeros meses del año en que florece, presentan una coloración rosada con pinceladas rojizas. A ellas acuden cantidad de insectos y de aves lo que contribuye a aumentar la belleza paisajista. Durante muchos años, y aún lo sigue haciendo en menor frecuencia, ha cobijado bajo su sombra grandes plantaciones de café y cacao. También se utiliza, frecuentemente; como árbol ornamental en parques, plazas y avenidas. En Venezuela crece en las tierras cálidas del norte del país, sobre todo cerca de lugares húmedos.

Estado Yaracuy: El Chaguaramo: Roystonea venezuelana

El Chaguaramo es una palma típica de los valles del Estado Yaracuy, pero por su esbeltez y belleza hoy su cultivo se ha generalizado en todo el país y podemos disfrutar de su belleza en parques, plazas, avenidas y jardines. Cuando se plantan formando hileras constituyen un espectáculo su presencia. En muchas partes es conocida como Palma Real, debido a que en tiempo de la colonia era considerada como símbolo de realeza. Solamente los ''nobles'' tenían el privilegio de sembrar 2 ejemplares frente a su casa.

Estado Zulia: El Cocotero: Cocos nucifera L.

Las palmas son símbolos de la vegetación tropical, el Cocotero es típico especialmente de sus costas marítimas. En Venezuela representa todo el vasto y cálido Estado Zulia. Se cultiva ampliamente no sólo en las regiones costaneras sino también en las zonas urbanas del país cuya altura, sobre el nivel del mar, no exceda los mil metros. El Cocotero es la palma cultivada más importante, y figura entre las plantas más útiles de la humanidad. El agua de coco y el jugo ''carnoso'' son bebidas refrescantes, agradables y nutritivas. La pulpa blanca y aceitosa del fruto se usa en la elaboración de aceites, jabones y otros productos industriales.
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24 de mayo de 2010

Malos versos de la vida consciente VI

Es empecinada la Josefina
quiere ser universitaria
y todas las noches al volver a su rancho
guarda sus pantaletas en la cartera
para que no se las rompan en el callejón
cuando la violan de esquina a esquina
después de clases.
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21 de mayo de 2010

Breve reseña de la destrucción de un país

Contra todo rastro de lucidez y coherencia el electorado venezolano decidió concederle la presidencia de la república a un militar felón que había atentado contra las instituciones democráticas, iniciando de esa manera la destrucción de la república.

Durante los siguientes once años el imperialista Hugo Rafael Chávez Frías y su corte de oligarcas enriquecidos hasta el asco se han dedicado a desmontar una por una todas las instancias de la vida civilizada para imponer un retrógrado modelo comunista, para poder mantener en la sumisión por la subsistencia al pueblo venezolano cuando los precios del petróleo no permitan continuar con el dispendioso gasto público que le permite ganar elecciones amañadas, y cuyo pivote es la miseria estructural de la mayoría del pueblo venezolano que con su decisión electoral emocional se ha sentenciado a la pobreza eterna.

Todas las libertades públicas se han reducido a la obediencia al régimen, el empresariado nacional ha derivado en un lastimoso contratistariado atemorizado vergonzante, la educación se proyecta hacia la formación de eunucos obedientes, la justicia es un bodrio complaciente a las decisiones del autócrata y la sociedad civil propende a su disolución en la masa alucinada por el miedo.

Sólo quedan en pie algunas voces disidentes alertistas cuya fuerza se pierde en la vorágine del gasto público irresponsable que llena las calles de autos de lujo contrastante con el hambre y el desempleo de los barrios nacionales, pero que obnubila la conciencia de los débiles mentales que permutan su libertad por el fasto del oropel.

Paso a paso este personaje salido de la imaginación de Fidel Castro moribundo, que ha logrado vengarse por fin de Rómulo Betancourt quien lo derrotara a escala continental impidiéndole la exportación de su estúpida revolución indigna, criminal y hambreadora, ha logrado, por la estupidez de unos y la codicia de muchos, destruir al país evolutivo que veníamos teniendo.

Por eso me place haber encontrado en el diario argentino la Nación un resumen breve pero intenso de la destrucción moral y física que ha sufrido Venezuela, escrito por el columnista Marcos Aguinis, que es un alerta para el resto de la América lúcida, y que tituló:

“Chávez, modelo para armar”

Le han obsequiado puntuales calificativos, como "loco", "papagayo tropical", "guapo de barrio". Pero no alcanzan para completar su voluminosa imagen. Controla Venezuela desde diciembre de 1998, se quiere transformar en el polo antinorteamericano del mundo, pretende influir en el destino de América latina e instaurar el socialismo del siglo XXI.

Para conseguirlo no le repugnan bandejas llenas de alimañas reaccionarias, contradicciones flagrantes y haber hundido a su país en el pozo más corrupto de su corrupta historia. Pese a quienes le deben suntuosos favores, las noticias de los manejos que realiza con su billetera hinchada de petrodólares comienzan a provocar espanto.

Dictador desde la esperanza

Ganó la adhesión de su pueblo gracias a los profundos niveles de ineficiencia, irresponsabilidad y latrocinio en que había desembocado la dirigencia política venezolana.

Chávez era un outsider, un ex coronel golpista que prometía la renovación radical, capaz de poner fin a la exclusión, la miseria y una desigualdad obscena. Respaldado por una granizada de votos, se aplicó a demoler las instituciones políticas, incluidas el Congreso, la Corte Suprema y el Tribunal Electoral, como era esperable de un golpista.

A fines de 1999, esas instituciones fueron disueltas y sus miembros reemplazados por gente de su riñón. En una carta que envió a la Corte , en abril de ese año, la amenazó con la "represalia popular" si no le obedecía, "porque sólo el Presidente tiene autoridad en el manejo de los asuntos del Estado". ¡Qué tal!

República bolivariana significa lo que Chávez quiere

Para quienes saben algo de historia, entienden que "revolución bolivariana" no es una expresión caprichosa. Reconocemos que Simón Bolívar fue un hijo de la Ilustración , muy culto y fanático de la libertad, pero para que no se desmoronara la epopeya emancipadora por obra de caudillejos mezquinos, se autodesignó presidente vitalicio (dictador) y en Bolivia propuso nombrar al vicepresidente, también vitalicio, y que el Senado no sólo fuese vitalicio, sino hereditario, por lo cual cada hijo de esos legisladores debía ser educado para tan importante función.

Este modelo entusiasma a Chávez. (Sobre este tema escribí en Correo del Caroní la página “¿Qué significa República Bolivariana”? RMG) Un primer tanteo fue promover a 33 militares de su confianza contra la voluntad del Senado y disposiciones constitucionales. Era el comienzo de la escalera que conduce a las nubes. Sin sonrojo se sentó arriba de la ley. Y así sigue.

Vemos cómo maneja las elecciones, que ya son muchas y las gana todas. Al haber transformado el Consejo Nacional Electoral en un lacayo y existir la sospecha de fraude, en diciembre de 2005, el 75% de los electores -cifras oficiales- se abstuvieron de votar. Fue un error de la ciudadanía, por cierto, ya que de esa forma no existe ahora la menor voz opositora en la Asamblea Nacional , pese a que en las últimas elecciones presidenciales la oposición logró unirse y obtener un 35% de los sufragios. Pero, ¿sólo 35%? El registro electoral fue alterado hasta sus raíces.

En menos de dos años, millones de extranjeros obtuvieron los documentos que les permiten votar y los registros aumentaron diez veces más rápido de lo corriente. Una investigación del experto uruguayo Gustavo Adolfo Fabregat probó varias irregularidades propias del realismo mágico. Son alucinantes.

Por ejemplo, 39.000 ciudadanos tienen más de cien años de edad, un número equivalente al de los Estados Unidos, con una población once veces más numerosa. Uno de estos ancianos ya ha cumplido 175 años y ¡aún trabaja! Otro dato es que 19.000 electores nacieron en el mismo día y el mismo año en la misma provincia de Zulia. Además, millares de ciudadanos comparten su dirección. La impunidad es tan gruesa que ni siquiera se preocuparon de maquillar el fraude. No es todo. La compañía a la que pertenecen las máquinas usadas en la elección pertenecen a la firma Smartmatic. Fue creada en el año 2000, y existen pistas que revelan que sus propietarios son Hugo Chávez y gente de su entorno. Esta compañía recibió, en 2004, un contrato gubernamental por 100 millones de dólares, justo pocos meses antes del plebiscito.

Combatir la corrupción es cogerse ellos los reales

Vayamos ahora hacia otro aspecto, el más publicitado: la lucha por la transparencia de los asuntos públicos y el combate contra la corrupción económica. En los ocho años que Chávez lleva montado sobre el gobierno, se calcula que, después de restar los costos de la explotación petrolera, 130.000 millones de dólares ingresaron al Tesoro. Sin embargo, desde 2001 no hay más información fidedigna. Desde 2003, la información se ha convertido en silencio.

Pese a semejantes ganancias (debemos agregar los provenientes de los impuestos), la deuda nacional se duplicó entre 1998 y 2005. Raro. Tanto Petróleos de Venezuela como el Banco Central debieron entregar grandes sumas a Fonden (un fondo de desarrollo) y a Bandes (un banco de desarrollo), ambos creados por Chávez, manejados por sus amigos y a cuya contabilidad sólo él tiene acceso.

Estos fondos "reservados" se convirtieron en un presupuesto paralelo que maneja el Presidente a su arbitrio. Según el Banco Central, 22.500 millones fueron transferidos a cuentas en el exterior para pagar lealtades políticas en la región o comprar armas o conseguir el frustrado sueño de una silla en el Consejo de Seguridad.

La Asociación de Militares Democráticos, que resisten los desaguisados de la "revolución bolivariana", denunciaron el masivo transporte de oro, proveniente de las reservas del Banco Central, al Fuerte Tiuma, una poderosa e inexpugnable fortaleza de Chávez. Como si fuera poco, en junio de 2005 la genuflexa Asamblea Nacional autorizó que el gobierno se apropiase del "exceso de reservas", sobre los que no debe rendir cuentas.

Para seducir a las fuerzas armadas, Chávez inventó el programa Bolívar 2000, para obras sociales realizadas por los militares (una forma de permitirles ganar dinerillos extra). Le inyectó una catarata de dólares y puso a su cabeza al comandante Víctor Cruz Weffer. Pero a los militares "chavistas" se les fue la mano.

El abultado déficit que provocó la firma de contratos con compañías inexistentes desembocó en un escándalo demasiado ruidoso y se cambió esa iniciativa por otra: el Fondo Unico Social, dirigido por el comandante Fariñas. Pronto se supo que Fariñas otorgó 500.000 dólares a una organización de la que era propietaria la esposa de su chofer.

Otro grotesco fue la compra del avión presidencial. En 2001 Chávez viajó en un Airbus 319 de un miembro de la familia real de Qatar. Tanto le gustó que dispuso adquirir uno idéntico para su uso personal, pese a que no había asignaciones presupuestarias para ese gasto. No obstante, la compra se hizo por la bagatela de 65 millones. Un líder socialista del siglo XXI no puede a desplazarse en cualquier cosa.

El poder absoluto corrompe absolutamente

El abuso del poder político expandió la corrupción como lava de volcán. A cada minuto se violan leyes, normas y regulaciones. Abundan la extorsión, el soborno, el robo de fondos públicos, el nepotismo, el amiguismo. Según Transparencia Internacional, el 95% de los contratos se realizan sin licitaciones.

Como Chávez admira la longevidad dictatorial de Castro y la complicidad de tantos imbéciles con su opresiva "revolución", en octubre de 2000 firmó, en La Habana , el compromiso de proveerle hidrocarburos por tres lustros. Empezó con 53 mil barriles diarios y cuatro años después ya llegaba a casi el doble.

Cuba no tiene parque automotor ni industrias para usar esa cantidad, por lo cual reexporta los excedentes para cubrir algunos de los abismales déficit generados por su estéril esclavitud de medio siglo. Se ha enfebrecido la llamada "corrupción doméstica" en Venezuela, que entusiasma a funcionarios, burócratas y empresarios. Intercambian sobornos, extorsiones, regalos y apropiaciones ilegales que no disminuyen la inequidad social, como se declama, sino que la ha hecho más horrible. Pero surgieron nuevos ricos; una nomenklatura compuesta por la nueva especie de los "revolucionarios". A esa refulgente franja la integran militares, políticos y bucaneros que regalan joyas espléndidas a sus esposas y amantes.

La "revolución bolivariana" y "el socialismo del siglo XXI" han sido exitosos durante estos ocho años, porque han creado una burguesía que, además de lujos y poder, puede sacar pecho de progresista junto a dinosaurios comunistas, teócratas fundamentalistas y dictadores manchados de sangre.

Esta nueva clase, sin embargo, carece de olfato, porque jamás percibe el hedor que la rodea. Mientras, el ciudadano de a pie debe rendir examen de lealtad al régimen para conseguir trabajo, obtener documentación o alguna modesta beca de estudio para su hijo. La prensa vive bajo amenaza y ahora el Gobierno pretende cancelar un canal de TV porque es "golpista". Se entiende: para el gobierno criticar y denunciar es hacer golpes de Estado, en cambio lo que pretendió el coronel Chávez al frente de militares amotinados era democracia.

No hay ni es posible que haya democracia con Chávez

Los problemas de infraestructura siguen como siempre, en especial, en materia de caminos, puentes y electricidad. Los crímenes aumentaron 128% desde que se estableció la "revolución", según Latinobarómetro. El analfabetismo sigue, pese a la resonante propaganda oficial. ¿Importa? No a muchos.

Se afirma que reina la democracia porque se vota. Pero el mundo ahora descubre que votar es sólo el primer peldaño de una democracia. ¿Cómo puede hablarse de democracia si el pueblo es privado de tener información diferente a la oficial? ¿Cómo puede haber democracia sin control de los gastos públicos? ¿Cómo puede continuar la democracia si se quiere imponer el partido único, propio de los totalitarismos de izquierda y derecha? ¿Cómo armonizar con la democracia el gesto de mayor indignidad que puede exhibir la Suprema Corte de Justicia si, en enero de 2006, sus ministros, vestidos con ropa oficial cantaron de pie: "Uuh há, Chávez no se va"? ¿Risas? ¿Susto? ¡Qué modelo!
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20 de mayo de 2010

Malos verso de la vida consciente V

¿De cual galaxia vendría a esta tierra de espejismos
el burócrata que colocó la pancarta
en la deshilachada ranchería
ordenando - pedagógicamente –
a los padres intermitentes
cuiden que sus hijos
– que medio comen días por medio –
cepillen sus dientes tres veces al día?
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Malos versos de la vida consciente I

La dama de dedos petulantes
y el caballero
oloroso a ignorante plenitud
Me exigen que:
Cuando me indigne por la púber que el hambre prostituye
O por el niño que muere en el ajuste de cuentas
O por el alarido de la madre a la que la barbarie le sacó un hijo
O por la sangre del justo que resbala
sobre la calle tapizada de sangre de justos
O por el salario titilante del padre
de una familia de lata y cartón piedra
O por la anciana indigente
que agoniza en el pasillo mugriento
de un hospital moribundo
No maldiga al corrupto
No escupa al burócrata insensible
Ni mande a la mierda a quienes gobiernan
Me conminan refinadamente a usar un lenguaje “decente”
que no hiera la sensibilidad de sus oídos gourmet
Como si la injusticia fuera decente y el sufrimiento
y el dolor del alma
Les deformé la estética con el estampido de un “largo al carajo”.
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19 de mayo de 2010

AGONÍA DE LA POLÍTICA

La política en Venezuela comenzó a agonizar cuando los partidos políticos derivaron en demagógicas agencias clientelares financiadas por el ingreso petrolero. La administración pública se convirtió en recipiente de multitud de fichas partidistas, ineficientes y mediocres en su gran mayoría, cuyo propósito era garantizar con sus votos la permanencia del partido en el gobierno.

Los sindicatos olvidaron sus funciones primigenias para dedicarse a preservar, al servicio del partido, la masa laboral en las grandes empresas del estado, mediante dádivas irresponsables, y excluyentes, porque todo lo que beneficie a un solo sector de la población es privilegio.

Los empresarios se alejaron de su misión sustantiva de impulsar el desarrollo económico sustentable del país, y conformaron un organismo parasitario desarticulado de las realidades económicas y financieras del mundo globalizado, protegido por obscenos privilegios arancelarios que atentaban contra el interés general.

Toda la sociedad se “gobiernizó”, de donde surgió el bipartidismo, que no fue el resultado de una acción política consciente, como es el caso de los republicanos y demócratas en los Estados Unidos, sino de la laxitud de la política vencida por la demagogia. Los tiempos heroicos de la política, en los cuales los distintos candidatos iban de pueblo en pueblo exponiendo sus ideas y convenciendo de las bondades de su propuesta económica y social, fueron desapareciendo paulatinamente en la medida en la que iban insurgiendo mediocridades ambiciosas transmutadas en hombres de poder.

Y así, el discurso orientador y principista fue sustituido por la descalificación del adversario, la campaña de “imagen” diseñada en el exterior, el “slogan” rimado fijado en la mente de los débiles a fuerza de repetición, y el derroche irresponsable en vallas y cuñas publicitarias, atrayendo a las masas ignorantes, formadas a propósito, con estruendosas orgías de aguardiente y prostitución, en un “todo se vale con tal de vencer”.

El “convencer” de la política quedó relegado ante el pragmatismo del “vencer”. Por ese callejón infame se introdujo el golpista Hugo Chávez, que no es ningún político, como insisten en llamarlo algunos analistas, sino un hombre de poder con un saco de dinero petrolero en una mano y un garrote vil en la otra.

Los hombres de poder pervirtieron la política

La política agoniza entre las dos amenazas más perversas de la democracia, los burócratas profesionales y los hombres de poder.

Los primeros solo pueden existir en el gobierno. Regularmente mediocres, incapaces de logros en la vida civil, tienen al gobierno como fuente inagotable de recursos. Es su hacienda personal. Viven en un eterno tobogán. Un ratico arriba, todo prepotencia, y un ratico abajo, como conejos. Para ellos la política solo significa cargos públicos, que el pueblo ha bautizado como “cambur”. Usted los observa durante los períodos electorales actuando con una efervescencia inusitada, pero si pierden desaparecen tragados por el despecho. Y si ganan, adiós pueblo. Para los burócratas la elección directa de alcaldes y gobernadores les abrió una puerta fantástica para sus apetencias y las de los busca puestos de segundo grado.

Los segundos, los más peligrosos, sufren de una enfermedad mental incurable. El poder los enloquece. Son capaces de todo por obtenerlo y preservarlo. Hasta el crimen es su aliado. América Latina ha sufrido los embates de estos especimenes atrabiliarios, enloquecidos y delirantes durante siglos. En ambos casos lo intereses personales privan sobre los colectivos.

La reincidencia de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera en la presidencia de la república, los incluye en esta larga lista de posesos. Sus reelecciones, obtenidas, en el caso de Caldera, hasta con la ruptura con su partido, fueron funestas para la democracia. Les cerraron el paso a jóvenes valores, demócratas y formados para la gerencia pública, que pudieron cambiar el rumbo de nuestra historia, para realizar unas gestiones mediocres, signadas por la corrupción y el escándalo y sin el menor sentido de la realidad, con el agravante, en el caso de Caldera, de que al descriminalizar los golpes de estado del 92, les abrió el camino a los golpistas para que se apoderaran del país y se lo entregaran a los intereses castro-comunistas del continente. Fueron los verdaderos enterradores de la democracia, aunque, paradójicamente, en el caso de Carlos Andrés Pérez dio muestras más que evidentes de su amplio sentido democrático.


Rómulo Betancourt, a pesar de parecerlo, no fue un hombre de poder. Estaba decididamente en contra de la reelección, que se incluyó en la Constitución del 61 contra su voluntad. Creó y fortaleció un partido político netamente venezolano, que Carlos Andrés Pérez posteriormente convirtió en social demócrata, para la lucha por el ideal político de una Venezuela libre y de los venezolanos. Ese partido tuvo como misión inicial, aunque sus líderes fueron formados en esa ideología, desplazar al comunismo que había desatado una campaña organizada de captación política entre el estudiantado y los sindicatos cuyas células, muy reducidas, todavía perviven después de cincuenta años.

Tampoco fueron hombres de poder ni Raúl Leoni ni Jaime Lusinchi ni Luis Herrera Campins. Fueron políticos partidistas formados en la lucha contra la dictadura y, por ello, demócratas convencidos, aunque algunas perversiones puntuales pretendan desmentirlo.

La política como necesidad

La agonía actual de la política se evidencia, además de con la militarización vulgar del estamento público, con la cantidad de individuos que las circunstancias de un momento histórico colocó al frente de una causa política, que aspira cobrar esa casualidad de estar allí, con la certificación institucional adecuada, en el momento preciso.

Y así vemos empresarios que abandonan su gremio “para dedicarse a la política”, esto traducido en “búsqueda del poder”. Jefes sindicales disputándose entre sí imaginarias candidaturas a la presidencia de la república. Jóvenes con prisa y desperados por su “liderazgo”. Y no sé cuantos payasos y maromeros auto elegidos guías de la sociedad. Y la política, salvo ejercida discretamente por algún lúcido disidente que la mantiene en estado basal, brilla por su ausencia. Y el pueblo, acostumbrado a la limosna permutada por su conciencia, sigue la música del flautista que lo lleva al abismo de la desesperanza con el billete lujurioso en una mano y el garrote vil en la otra. A cambio del consabido plato de lentejas, en este caso duras y con gorgojo, entregan sus únicas posibilidades de libertad.

Son demasiados años de podredumbre ética, de ignorancia cuidadosamente cultivada, de desidia y abandono, para que la conciencia pudiera sobrevivir. Solo la política puede rescatarla. Solo los hombres convencidos de que el poder es un medio y no un fin, de que un pueblo ilustrado y pensante es el instrumento del progreso nacional por el desarrollo de sus individuos, y, sobre todo, capaz de enrostrarle la verdad a cada hombre y a cada mujer de esta nación para sacudirlos con la contundencia de la realidad, podrán revertir el viscoso proceso autoritario que Hugo Chávez encarna para escarnio mundial del gentilicio.

La política contra el autoritarismo

Me preocupa, como venezolano y como ciudadano del mundo, que el discurso opositor a Hugo Chávez trate de parecerse, forzadamente, al discurso del déspota y la búsqueda desperada de un líder que se parezca a Chávez “pero distinto”. Porque piensan los “líderes” opositores que eso es lo que quieren las masas y por lo tanto las “enamorarán” ofreciéndoles lo mismo que Chávez les da a cambio de su dignidad, pero edulcorado.

Olvidan que a Chávez no lo eligió el pueblo sino que lo llevó a la posición de que fuera elegido por el pueblo el dinero de los plutócratas, los medios que satanizaron a los partidos, los líderes que les cerraron el paso a las nuevas generaciones y una clase media esponjosa que se enamoró del machismo que Chávez representa.

La única manera de vencer el autoritarismo militarista que se coló por los intersticios de la democracia, a plena luz y ante la estúpida pasividad de los líderes históricos, es volver a las entrañas del pueblo a conocer de viva voz sus angustias. A enseñarlo y formarlo para vivir en libertad. A convencerlo de que en sus propias manos está su desarrollo. A mirar con desconfianza todo aquello que se le brinde a cambio de su incondicionalidad. A luchar contra su emotivismo para enseñarlo a usar inteligentemente el recurso político de su soberanía.

Mejor dicho, para adiestrarlo en “hacer política”, que como dijera Hobbes, es “construir mundos nuevos para el hombre”, porque, como la historia nos enseña, el pueblo reducido a escalera simplona, encumbrando a unos y a otros, siempre, siempre pierde.

Nueva definición de la política

En estos países nuevos las definiciones suelen agarrarse por los cuernos. Como en filosofía se define la política como “arte de gobernar”, entonces todo el que piensa en “política” la asocia directamente y sin atenuantes con el poder. La política derivó en el simplismo ramplón de “búsqueda del poder”. Así, Chávez es “político” porque buscó el poder en democracia con unos tanques de guerra.

Absurdos del teatro del absurdo que degradó en la más abyecta demagogia. Como para mí la filosofía es visión razonada del objetivo real, y como el objetivo real de la política es la concreción del bienestar del pueblo por la vía democrática, no hay otra vía, infiero que la política es el arte de ilustrar al pueblo, para que ejerza a conciencia plena su soberanía. Esto nada tiene que ver con la estupidez autocrática ceresoliana de “lider, ejército, pueblo”.

Un pueblo ilustrado no es susceptible de manipulación. Por lo tanto, si la política reside en la base del pueblo, si es el pueblo el político, el autentico cuarto poder, serán las organizaciones políticas que tengan viables proyectos económicos dirigidos al bienestar de todos por igual, en democracia, las que busquen el poder que ese pueblo otorga con su absoluta claridad política. Porque, señores, en la actualidad democrática del mundo al que pertenecemos, y sobre todo en estos pobres países subalternos, el poder es administrativo, económico y financiero. Y necesitamos líderes duchos en esas materias.

Es la economía lo que resuelve los problemas de la pobreza. Es la economía la que resuelve la exclusión. Es la economía la que debe dar un paso al frente y asumir su rol ante la sociedad. Pero es la política la que le imprime la voluntad a la economía para que ejerza esa función. Y si es el pueblo en general el que ejerce la política, sus delegados a los cargos de elección popular inteligente, tendrán, porque sí, que asumir la economía como factor determinante del desarrollo de los individuos que integran a ese pueblo, para que, en su conjunto, progrese.

En síntesis

La política, como arte de ilustrar al pueblo para el ejercicio consciente de su soberanía, tendrá como resultado que será ese pueblo el que escoja sus representantes a ser electos democráticamente, y no al contrario, como ocurre hoy, que cualquier maromero se “elige” candidato y a realazo o a demagogia limpia escoge al pueblo para que vote por él.

Me imagino las asambleas populares, penetradas por su conciencia civil, a lo largo y ancho del país, presentando a los designados sus necesidades específicas y exigiéndoles proyectos de realización efectiva, despojados de retórica demagógica y de inútiles buenas intenciones, para posteriormente evaluar cada respuesta y elegir en consecuencia.

Los partidos cumplirán entonces su función organizativa de generar con las mejores mentes los programas destinados a optimizar la calidad de vida de los pueblos, y lo más importante, su liderazgo será nacional en la medida en que se fortalezca en la base municipal. Ese día resurgirá la política.
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17 de mayo de 2010

Síndrome de Estocolmo

Definitivamente Chávez es el purgante necesario para un país cuya dirigencia, supuestamente democrática es incapaz de percibir en toda su magnitud la tragedia política que vive la nación en su totalidad y piensa todavía que se puede cordializar, dialogar o interactuar civilizadamente con una entidad totalitaria que los desprecia y somete al escarnio público en cadena nacional y los meterá a la cárcel en cuanto tenga la menor oportunidad.

Las gráficas de los gobernadores de oposición con sus risitas “perdóname esa vale”, postrándose ante Chávez en la instalación del Consejo Federal de Gobierno que los anula, dieron asco. Esa deplorable actitud frente a un hombre que les ha hecho imposible cumplir con el mandato que les encomendó la soberanía popular, confiscándoles recursos y competencias, en flagrante violación constitucional, lo que coloca a sus regiones en estado de indefensión, nos remite a la condición psicológica que afecta a las víctimas de secuestros prolongados que se identifican con sus secuestradores, desactivando sus instintos de lucha por la supervivencia, conocido como “Síndrome de Estocolmo”.

Luego de aquella escena incalificable de quienes tienen el deber moral de emitir en todo contexto una imagen cónsona con el pensamiento opositor a este régimen totalitario, en la que vimos a César Pérez Vivas, la víctima más ultrajada de Chávez y los chavistas en franca carcajada como si compartiera alegres anécdotas con un amigo entrañable, y la actitud ruborosa de Capriles Radonski y las risas fraternales de Morel Rodríguez y Pablo Pérez, salieron a declarar – como para desdibujar la realidad - lo que a todas luces no tuvieron las bolas de decirle a Chávez en su cara, que reaccionó llamándolos mendigos y payasos, embusteros y políticos de pacotilla, a quienes “se da la mano y cargan un puñal”, lo que evidencia la ingenuidad de pensar que Chávez, en algún momento, pueda estar dispuesto a compartir el poder.

“Diálogo” para su psiquis significa aceptación sin chistar de sus postulados o como se llamen sus desvaríos comunistas. Así que la sola presencia de los gobernadores de oposición es una falta de decoro personal, agravada por la actitud de muchachos – sustantivo popular que define la aduldolescencia o adolescencia tardía – que señala que no han entendido nada y que son de aquellos ingenuos que creen que alacrán suspira o que a verdugo se le puede segregar piedad. Demostrado está que esa actitud exacerba la maldad.

Una conducta colectiva

Pero esa conducta de los gobernadores es un síndrome que está recorriendo la espina dorsal de nuestra supuesta oposición. Por acto de la magia propia de los cobardes se ha puesto de moda en las últimas horas una ola de paz y concordia con Chávez y el chavismo.

La oposición oficial mutada en mano de obra, que busca puestos en la Asamblea Nacional como obreros en los portones de las desoladas fábricas de Guayana, ha decidido rendirse sin combatir para que Chávez no cambie de opinión y les deje llegar airosos a las elecciones de septiembre, que serán pospuestas por el TSJ invocando incumplimiento del artículo 66 de la Constitución por parte de la Mesa de la Unidad.

Según conspicuos voceros, políticos y empresariales, y que el pueblo está cansado de la polarización y quiere cantos de amor y noticias positivas, es decir mentiras, boleros y parcelas en el cielo. Con esa actitud entreguista se ha permitido – cuando no propiciado - la eliminación de trincheras públicas de oposición férrea en aras de una supuesta reconciliación que Chávez está obstinado de negar, por lo que jamás ocurrirá. Pero son sordos. Juran que deseos preñan.

Todo acto de moderación cuando la libertad peligra, es cobardía. Chávez se los va a pegar. Y todo aquello que se esmeran en cuidar, evitando la respuesta viril a los abusos de poder de Chávez y del chavismo, será perdido cuando su momento llegue. Sin apelación. Como la finca de Diego Arria. En arrebatón vulgar de choro de poca monta.

Esta es una lucha de hombres serios, que ni pidan ni den cuartel. De robles que deben ser arrancados de cuajo por la violencia si se quiere reducirlos. Pero parece que es la hora de los juncos que se doblan con el viento hasta que pase la tormenta, pero tristemente cuando la calma llega, los juncos jamás vuelven a enderezarse. Quien se acostumbra a doblegarse, doblado vivirá.

Dos actitudes, una conducta

El gobernador de Lara, Henry Falcón, asistió al evento circense, pero mantuvo una actitud de severa dignidad. No se acercó a Chávez ni trató de aprovechar el momento para limar asperezas o hacerse perdonar decisiones políticas. Y menos para reírle los chistes. Sus palabras al salir fueron lapidarias: “Lamento que algunos cayeran en la trampa de la risa y el encanto”.

En el otro extremo, Enrique Salas Feo se retiró del acto como protesta por la falta de respeto de Chávez que los hizo esperar siete horas y la prohibición de que los gobernadores tomaran la palabra y definió:

“El Consejo Federal de Gobierno tal como se ha planteado es totalmente anticonstitucional. La conformación de las zonas promotoras de desarrollo planteadas por el Gobierno es para enviar los recursos a una zona designada a dedo por el Presidente de la República y será administrada por un vicepresidente en lugar de hacerlo directamente con los gobernadores y alcaldes y de ahí la inconstitucionalidad. El de Chávez es el primer gobierno en el país que no envía el Situado Constitucional completo a las regiones. Tenemos que hacernos respetar. Quiero alertar al pueblo venezolano porque el gobierno ha armado un parapeto que no va a favor de los gobernadores y alcaldes que eligió el pueblo venezolano y esto lo que va a traer es la eliminación de una cantidad de recursos importantes para el país”. Claro, conciso y raspado. Mis respetos para ambos.

La lucha es política, pero no alcahueta

He dicho, aquí en Guayana, hasta el hastío, que la lucha es política y es con el pueblo, pero parece que no me supe explicar y se ha entendido que eso significa aliarse con factores chavistas para emitir una equilibrada imagen… alcahueta.

No vale, la lucha es abajo, minado las bases al chavismo del pueblo esperanzado, no sentándose a dialogar con un fanático pervertido por el cargo o los reales, cuya inescrupulosidad lo lleva a cohonestar la degradación del gentilicio ofendido por cuanta lacra internacional coincida con el Manifiesto Comunista, así sea para saquear; ni hacer programas radiales compartidos, en emisoras chavistas adquiridas con reales de origen dudoso, otorgando patente intelectual a resentidos descerebrados, para dárselas de tolerantes con serpientes venenosas, y extendiéndoles carta democrática y de honestidad a estos fascistas que solamente saben responder con la descalificación y el crimen.

Eso es un acto de connivencia con el enemigo que ha jurado destruir nuestro sistema de vida. Quien pautó las reglas fue Chávez, no yo. Y lo dijo claro: “Ellos son el enemigo”. No habló ni habla de adversarios políticos, sino de enemigos. Y, como rúbrica, arma miles de débiles mentales estimulados con el lema asesino patria socialista “o muerte” - “y cuando digo muerte, es muerte” (Lina Ron). Y por ese discurso bárbaro, la oposición ideológica tiene mártires, presos, exiliados, excluidos y expoliados y personas amenazadas como Rocío San Miguel.

Entonces, ¿si Chávez es quien desprecia el diálogo y nos excluye, por qué debemos nosotros ser los implorantes? Al enemigo ni agua. Como férreo opositor al comunismo – que, insisto, es una secta de asesinos - al que Chávez arrastra a la nación con la connivencia de esta cáfila de cobardes y ladrones del pasado, siento profunda pena por la orfandad de mi país.

Los traidores encontraron su hora feliz justificada por el supuesto cansancio de la sociedad que y que quiere música y chistes de salón. Mentirosos. Cobardes. Siguen entregando la República. Ni ayer ni hoy han tenido los redaños para defenderla a pesar de haber medrado toda su vida de sus arcas. Gente sin dignidad no tiene cabida en esta lucha. Chávez seguirá ganando elecciones y derrotando a esta dirigencia confundida que todavía – once años mediante – no ha logrado descifrar lo que en realidad significa “chavismo” ni el alcance brutal de la conjunción Fidel con Chávez, dos entidades totalitarias obsesionadas por el poder, pivotada en la ignorancia, la codicia y el resentimiento social.

Venezuela resurgirá de sus cenizas cuando la dignidad renazca. Me declaro en luto activo por mi patria. Cito al entrañable Andrés Eloy Blanco, enmendándolo: “Voy hacia mi propio nivel. Estoy tranquilo. Desbaratando encajes regresaré hasta el hilo. La renuncia es el viaje de regreso del sueño”. Hasta que me pase este asco insoportable que anidó en mis huesos. Se ruega no molestar. Hasta el 2030.
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15 de mayo de 2010

Ser fascista es…

Para nada me interesa la teoría fascista, en ninguna de sus versiones - aunque el fascismo original – “fasci di combattimento” - se definía anticapitalista, antiburgués, antiliberal, anticlerical - hasta aquí exactamente como Chávez - y antisocialista, aunque Mussolini provenía del socialismo - sino lo que constituyó su praxis en Italia bajo la égida de Benito Mussolini que terminó fusilado por comunistas enfurecidos y su cuerpo humillado por el populacho desbordado por sus pasiones que se ensañó con el cadáver: Le disparó, apuñaló, orinó, escupió y apedreó, como suele suceder cuando el fanatismo muta. Por eso el terror de Chávez por la premonición de Rafael Poleo.

El fascismo que me sirve de guía se caracterizó por ser un régimen, exactamente como el de Chávez: Antidemocrático ("La democracia ha quitado estilo a la vida del pueblo”, Mussolini), autoritario, dictatorial, violento, personalista, militarista, estatista, centralista, populista, ultranacionalista, expansionista y sectario, quien no era fascista lo esperaba la cárcel o el destierro o el sicariato como el cometido por los “Milicianos Voluntarios” o “camisas negras” – “franelas rojas” en chavismo - contra el dirigente socialista Giacomo Matteotti por haber denunciado el fraude que llevó al poder al narcisista Mussolini, cuya política exterior fue imperialista y colonialista tal como la de Chávez – que también es narcisista - con sus colonias del Caribe, Bolivia, Nicaragua y Cuba cuando sucumban los Castro.

Sus únicas diferencias con Chávez son que perseguía al comunismo y que luchó contra la mafia, lo que aquí campea. Ese fascismo italiano derivó a religión pagana - “El fascismo no es un partido, es un régimen. No es solamente un régimen, sino una Fe. No es solamente una Fe, sino una religión que está conquistando las masas trabajadoras del pueblo italiano" - cuyo sumo sacerdote era el “Duce” tal como el chavismo con “Micomandante” - por eso la oposición oficial sigue en Babia.

La similitud es tan extrema que ambos diseñaron uniformes especiales, con distintivos diferentes a los de sus generales, para su rango. Mussolini – como Chávez - glorificó al Estado -“Todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado” - denigró de la razón imponiendo la acción como máxima voluntarista, fundamentó su ideología en una unidad política – económica monolítica que llamó “corporativismo” – como Chávez con el “comunaltivismo” (célula del Poder Popular inconstitucional) - y rechazó la religión organizada, tal cual Chávez.

Tan fascista como el otro

Otras similitudes que inscriben a Chávez como fascista son:

1) Líder mesiánico, carismático, erigido como supremo y único (Chávez: “Yo soy el Estado, yo soy el pueblo, yo soy la ley”), cuya palabra es dogma indiscutible y sus decisiones, por disparatadas o inconstitucionales que sean, “directriz a seguir ciegamente, sin discusión ni análisis”, al respecto escribe Emilio Figueredo: “El poder del jefe en el Estado fascista es indiscutible, es mucho más que un jefe de Estado, está por encima de él, es la personificación misma del poder. Es la suprema autoridad que no tolera sino la subordinación (…). En el fascismo no existe un número dos - “No tengo sustituto” (Chávez) - el jefe máximo es único e insustituible (providencial), tanto en el gobierno como en el partido”. Si esto no es Chávez, revísense.

2) Integración del Estado y sus instituciones al gobierno, que en la realidad es al líder único: En Venezuela la separación de poderes es una ficción (“La agenda de AN la hacemos con Chávez. No tengo rubor en decirlo”, diputado Carlos Escarrá. “Uh ah, Chávez no se va”, coro de Magistrados del TSJ).

3) Partido único, jerarquizado en torno a la figura del líder único (“Los mejores fascistas obedecen en silencio”, Mussolini), íntimamente asociado al Estado y al ejército, del que surge el aparato burocrático que copa toda la institucionalidad estatal, “encargado de custodiar la disciplina social y de mantener la sociedad movilizada en torno de los objetivos impuestos por el gobierno” en nombre del pueblo (Partido Fascista (Italia), Partido Nazi (Alemania), Partido franquista (España) y el PSUV de Chávez). En esto coinciden el fascismo y el comunismo.

4) El terror, bien para eliminar físicamente a los rivales, coincidente con dictaduras comunistas y de ultraderecha (caso Fidel, Mao, Stalin y Lenin y Pinochet y dictaduras argentinas), bien como instrumento ejemplarizante (Mussolini encarceló a Gramsci, Chávez a Álvarez Paz). Las confiscaciones y expropiaciones selectivas, el uso de la justicia para criminalizar la oposición, la amenaza permanente sobre la empresa privada, las agresiones a comunicadores sociales y medios de comunicación por bandas paramilitares (La Piedrita, Lina Ron, Guerreros de la Vega, Alexis Vive, Carapaicas, Tupamaros, Ávila TV, etc.) provistas de impunidad, constituyen formas de terrorismo ejemplarizante aplicado por Chávez con idéntico entusiasmo que Mussolini.

5) Monopolio comunicacional: Herramienta fundamental de los regímenes fascistas; que parte de su desprecio por la masa que los sustenta a la que atribuyen actuación por emociones y no por la convicción de las ideas (“Es una suerte para los dirigentes que el pueblo no piense”, Adolf Hitler. “La masa es descartable, hombres grises”, Mussolini).

Por eso, tal como Chávez, el fascismo procura el control de los medios de comunicación para ponerlos al servicio de la ortodoxia propagandística del régimen: “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas... Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad” (Goebbels).

El poderoso aparato comunicacional de Chávez – ahora con guerrilleros reclutados en escuelas – que tiene la misión de masificar la “verdad oficial” para anular la realidad y culpar de las consecuencias de sus errores y omisiones a las víctimas, es uno de los más claros ejemplos del fascismo de Chávez.

6) Concentraciones masivas uniformadas para exaltar la figura del líder (el último César era Mussolini, el nuevo Bolívar es Chávez), adornadas con gigantografías personalistas, banderas, himnos, símbolos y lemas violentos y excluyentes. Y asociación del ejército, en fastuosas paradas militares armadas, con los símbolos partidistas. Como las de Chávez (ejemplo: Celebración del 19A).

7) Racismo: Mussolini era antisemita, odiaba al pueblo judío del que se expresaba con epítetos denigrantes, como lo hace Chávez que, además, propugna demagógicamente la supremacía histórica de afrodescendientes y aborígenes, supuestamente originarios.

8) Subordinación al Estado de todas las organizaciones sociales (sindicatos (que para el fascismo, y para Chávez, no pueden ser un fin en sí mismos sino apéndices gubernamentales), gremios, asociaciones vecinales, etc.).

9) Falsa supremacía moral: El orgullo de ser fascista (chavista): Insuflar al pueblo seducido y sobornado el sentimiento de superioridad sobre la sociedad – por pertenecer al gobierno y portar sus símbolos, aunque esté en la miseria.

10) Economía planificada y dirigida por el Estado, lo que resulta en capitalismo estatal, cuya principal manifestación es la inmensa corrupción generalizada: Coinciden fascismo, comunismo, chavismo.

11) Exacerbación de la importancia política del pueblo: “El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo” (Mussolini). “Un pueblo, un imperio, un guía” (Hitler). “Caudillo, ejército, pueblo” (Chávez).

12) Identificación de un enemigo externo, usado, a través de la propaganda y la arenga mitinesca, para aglutinar la masa poblacional menos informada y más vulnerable en torno al proceso político encarnado en la figura del líder único que guiará la patria hacia una era prodigiosa (Mussolini guiaría Italia hacia el rescate del esplendor de la antigua Roma, Chávez hacia la soberanía e independencia plena). Asociando ese enemigo externo con toda crítica, criminaliza la oposición y autoriza el terrorismo. Y

13) Subordinación de la propiedad privada a los designios sociales del gobierno: Para Mussolini – como para Chávez - la propiedad privada no es considerada un atributo de la libertad.

Así que Chávez sí es fascistal

Por lo anterior expuesto, tengo la razón cuando sostengo que Chávez es fascista – y por consiguiente también lo son los chavistas – pues lo que importa no es la teoría ni las intenciones ni la buena fe, sino la práctica. Y también – sin contradicción alguna – Chávez es comunista, pues comunismo y fascismo terminaron siendo caimanes de un mismo pozo totalitario. Y hacia allá va Chávez a paso de ganso militarista y aquellos que tratan de esconder esta realidad tras sofismas académicos, tendrán mucho tiempo muerto para arrepentirse de su babosa sonsera. Cuando la libertad peligra, todo intento de moderación es cobardía.
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14 de mayo de 2010

Democracia liberal es... Democracia y punto

Una lectora me pregunta ¿qué es democracia liberal? Mi respuesta no puede ser más sencilla: Democracia liberal es… democracia y punto. No hay adjetivos para la democracia, que se define – no se adjetiva - representativa por imperativos de su operatividad - la democracia directa es un dislate imposible que los intereses creados en torno a la revolución bolivariana han rebautizado “participativa”, cuya propuesta fue rechazada por la OEA – pues, la representatividad de lo plural es la manera lógica, inteligente, única de operar un gobierno en democracia.

Debo insistir en la materia, pues hay muchas idiotez cómplice de tiranías: No existen varias formas de democracia, la democracia – como sistema en el que impera el Estado de derecho - es liberal o no es democracia y menos puede serlo esa forma de absolutismo plebiscitario puesto de moda por Chávez y que hace salivar las tentaciones dictatoriales de muchas insuficiencias democráticas del vecindario. Y, además, niego rotundamente que pueda existir nada alternativo como la tal democracia popular o democracia autoritaria con lo que se cubren los feroces dictadores estatistas que, como piezas de museos del horror, sobreviven en la pastosidad del siglo XXI usando constituciones redactadas por sus subalternos y elecciones amañadas para usurpar su ejercicio y obtener reconocimiento de la codicia internacional, pues, la democracia es un sistema de gobierno – o gobierno sistémico - cuya única finalidad es, precisamente, evitar la tiranía.

La democracia no construye escuelas ni cloacas – eso lo hacen los gobiernos en democracia - es simplemente un pacto entre los ciudadanos y la autoridad delegada - para impedir que los hombres de poder se erijan tiranos - que se rige por una Constitución elaborada por la representación de la soberanía popular para garantizar la ¡¡alternabilidad!!, ¡la autonomía de los poderes públicos! y las periódicas elecciones libres, directas y secretas y sin trampas, coadyuvada por la vigilancia ciudadana para que el Estado y el gobierno estén al servicio de todos los ciudadanos y no de la parcialidad afecta al régimen. La democracia, así, ocupa nuevos espacios para su imperio por los avances del conocimiento traducidos en ciencia y tecnología. De allí el necesario celo ciudadano por su preservación.

Una propuesta liberal

Venezuela se define en el artículo 2º de la Constitución como “un estado democrático y social de derecho y de justicia” - adjetivación redundante porque al definirse democrático se sobreentiende que es de derecho, y al ser de derecho será social y de justicia – lo que es una concepción moderna del liberalismo, cuya creación política más formidable en la historia de la humanidad es precisamente ese Estado democrático – que se sustentó en sus inicios en el juez imparcial, hoy en fase de extinción en estos tierreros latinoamericanos - que es “la organización de los instrumentos de poder coercitivo que se subordina al derecho; la fuerza militar que se somete a la razón civil; los gobernados que legitiman desde una vocación igualitaria los designios y las acciones de los gobernantes.

En el Estado democrático el poder central del aparato estatal excede al poder de cualquier persona, agrupamiento, u organización – como en las dictaduras - pero, semejante poder se subordina ante los valores, intereses y derechos del individuo, así como de sus organizaciones civiles, partidos políticos y asociaciones religiosas, económicas y culturales”. Particularmente en Venezuela, el Estado democrático ha contribuido radicalmente a la construcción de la nación, logrando éxitos tangibles en la oferta de opciones de equidad mediante el suministro de servicios que de otra manera hubiesen estado solamente al alcance de privilegiados. Como es el caso – hasta 1998 - de la educación – que generó una formidable movilidad social hacia una pujante clase media, que hoy Chávez desprecia llamándola “burguesía”, tal su ignorancia de las definiciones históricas. En fin, el Estado democrático “embrida a los poderosos, estimula a los débiles, redistribuye riquezas y acorta distancias sociales”.
Sólo la escuela liberal forma demócratas
La escuela debe ser el asiento primigenio de la democracia y el maestro tiene el soberbio honor de ser el alfarero de la ciudadanía de pensamiento crítico para el liderazgo de la libertad. Me aterra para Venezuela - y por eso combato al chavismo – no sólo a Chávez – con toda la fuerza de mi pluma y de mi voz - la posibilidad que vio Heidegger en la culta Alemania de 1935: Las masas reunidas en asambleas populares - confundidas con el ejercicio democrático - decidiendo el destino de la nación al histérico alarido de un mesiánico experto en manipulación sensorial que les señalaba rutas que solo existían en su delirio enloquecido, mientras los intelectuales, maestros y universitarios sucumbían en el exilio, en las cárceles y en los paredones de fusilamiento. Por eso la escuela debe ser intervenida por demócratas para formar demócratas conscientes del concepto integral – indiviso y que no admite adjetivación alguna - de democracia. No hay otra salida.

Una definición orgánica de democracia

Como un aporte al conocimiento pleno de los valores que sustentan al sistema democrático y no haya confusión con propuestas solapadas lideradas por expertos en seducción y soborno: Democracia es el sistema político, cuyos gobiernos están sujetos a las normas constitucionales establecidas por la ciudadanía en el libre ejercicio de su soberanía, que profesa y garantiza el respeto a los derechos fundamentales y libertades públicas de la persona humana con énfasis en la libertad política, civil y personal, regido por los principios capitales de alternabilidad, división de poderes y equilibrio de las autoridades, consagrado a producir la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política.

¿Quiere una definición más corta?

Así como dictadura se sintetiza en “prohibir y obligar”, es decir, que lo que no está prohibido es obligatorio; la democracia se define en la palabra: libertad. Ese valor fundamental inherente a la condición humana, es irrenunciable, y por él, no ha habido pueblo en el mundo que al final no haya logrado destruir a sus liberticidas. El desconocimiento del poder de la libertad genera dependencia y de ella la pobreza. La libertad construye mundos nuevos para el hombre y sus campos ascensionales son ilimitados como la imaginación. El hombre libre piensa y genera. Edifica posibilidades desde lo probable. Donde existan hombres libres es imposible la tiranía porque su sustento es la miseria moral más que la física. Sabemos que ante la complejidad de la libertad el mediocre prefiere el despotismo y que la convicción de la inutilidad personal resigna la libertad por la igualdad, porque aquella produce desigualdad. Es que pararse frente a la libertad produce vértigo por la incertidumbre, que es la auténtica maldición bíblica y no la muerte o aquella estupidez de “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, lo que en realidad es, además de lógico, digno. Por eso cuando hablamos de liberalismo, expresamos la idea sustantiva de la libertad que genera riqueza y de allí su confusión con capitalismo – sistema en el que Chávez no cree pero le vende petróleo y le pide prestado - que es la consecuencia económica de la libertad, pero también se expresa en el arte, la literatura y los progresos científicos y humanísticos solamente negados por la ceguera mental de la idiotez.

En conclusión

Cuando los demócratas – que se balancean en la ingenuidad política pobrecitista - estén suficientemente convencidos de que los valores de la democracia están inextricablemente unidos a la libertad – política, económica, social o religiosa, por encima de la igualdad que sólo puede ser ante la ley - y que por lo tanto es su deber combatir “cualquier gobierno, legislación o autoridad que pretenda contrariar sus valores, principios y garantías”, tendremos democracia fuerte y para siempre.
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11 de mayo de 2010

POLÍTICOS VS HOMBRES DE PODER

Una de las tragedias de nuestro país radica en que con escasos interregnos, desde los albores mismos de la República, hemos sido dirigidos y gobernados por hombres de poder, asentados en el personalismo y la fuerza. Una prueba de ello es la cantidad de constituciones que hemos redactado y puesto en vigencia a la medida de cada hombre de poder que ha accedido a la jefatura del gobierno.

La última, la de 1999, es un dechado de personalismo y autocracia, para entronizar a un rey. Mayor sumisión imposible. Y los “constituyentes”, que devolvieron el fuero a los militares en el siglo XXI, se sienten “orgullosos de su “obra”, mediante la cual le entregaron la patria a un autócrata.

Chávez ¿político?

Quien sea, sin importar su fama o prestigio, que insista en que Chávez es “un animal político”, o que posee “olfato político” está confundiendo las cosas. Chávez es, para empezar, un pre político. Un individuo formado en la concepción de tierra arrasada, intoxicado con la ideología patria o muerte, incapacitado por su psiquis autoritaria para negociar, aceptar la disidencia, concertar, sumar voluntades, convencer, dialogar, convocar la lealtad por el mérito, características básicas, elementales de la política.

Chávez, ni es un estadista ni es un político. Es un hombre de poder. Sus herramientas son el chantaje, el soborno o la amenaza, para agenciarse la incondicionalidad indispensable para su supervivencia. Trae cubanos para sus anillos de seguridad, porque la desconfianza es otra de las patologías de los hombres de poder. Chávez no es inteligente, es intuitivo, inescrupuloso, impío, sagaz, temerario, astuto, carente de autocrítica, impaciente, no inteligente, que ha desarrollado la capacidad de olfatear las debilidades del aliado o del adversario para someterlo o vencerlo.

Sus largos discursos vacuos. improvisados, incoherentes, repetitivos, fastidiosos, son arengas facilonas dirigidas a los débiles mentales que lo siguen por su oferta sostenida de futuro, dada su ineptitud para concederles la certeza de un presente digno. Fíjense que se rodea de adulantes mediocres, incapaces de llevar adelante con la menor decencia cualquier programita social intrascendente, como Mercal, por ejemplo. Pero son in-con-di-cio-na-les, un valor sustantivo para los hombres de poder.

Los hombres de poder, son hombres de violencia no de diálogo. Los hombres de poder en el ejercicio democrático propenden a conculcar derechos con leyes ad hoc, creando un estado legalista pero no de justicia, por eso es tan necesaria la presencia de una oposición política decidida y consciente, lúcida, que enfrente estos desvaríos. Porque la única manera de vencer a un hombre de poder, que ejerce como jefe de un Estado democrático, es con la política.

Este ejercicio lo desnuda y desarticula. O se convence de la inutilidad de la fuerza y abre espacios para el diálogo, o se quita la máscara constitucional y gobierna de facto, lo que no le garantiza su permanencia. Porque en el plano de la ilegalidad son muy pocas las opciones.

Pocos políticos para tantos hombres de poder

Mientras los hombres de poder propenden a ajustar la Constitución a sus caprichos, reformándola en su provecho, legalizando la sustracción de derechos, los políticos se ajustan a la Constitución y dirigen el Estado cumpliendo con sus postulados, porque han jurado sobre ella.

La diferencia de Venezuela con países como Chile, Colombia o Argentina, es que mientras en estos países la política es un hecho social, hasta hereditario y dinástico, lo que les ha permitido superar traumas bien difíciles, pocos han sido los políticos verdaderos que hemos tenido, incluso dirigiendo organizaciones políticas.

Hombres que han pretendido tomar el poder por las armas, bien sea guerrilleros o golpistas, una vez derrotados o pacificados, incursionan en la política, pero para lograr sus fines, obligados por las circunstancias, pero no porque lo sean, auque existen excepciones.

Páez, Guzmán Blanco, José Tadeo Monagas, Cipriano Castro, Gómez, Betancourt, Caldera (que llegó al extremo de cerrarle el paso a sus propios discípulos), Chávez, todos hombres de poder, caudillos. Para quienes toda negociación o concertación es signo de debilidad, así su decisión esté equivocada y el desarrollo de su implementación cause prejuicios, hasta para él mismo, sigue terco en sus trece.

La herencia de la barbarie

En el pasado los hombres de poder no perdían el tiempo en discusiones parlamentarias, ni marchas de protesta ni negociaciones, ni denuncias a instituciones internacionales, si no estaban de acuerdo con cierta medida gubernamental, armaban a sus seguidores, le ponían un nombre rimbombante a su asonada, y a plomo limpio la emprendían contra el Estado.

Hombres de poder que fueron, poco a poco, desplazados por los políticos, aunque con demasiada frecuencia, para nuestro baldón, se presentan disfrazados de demócratas. Estos políticos iniciales, con una severa carga hereditaria de violencia revolucionaria, basaron su fortaleza en el convencimiento y la negociación, pero sustentados por un Estado pretoriano defensivo, con la violencia al servicio del gobierno, única manera de mantener a raya las ambiciones de los hombres de poder y obligarlos a encauzar sus disidencias por la vía del diálogo.

Por eso la sorpresa del mundo, que en la democracia más vieja del continente se hubiera formado un hombre de poder que, con las armas del Estado, atentara contra sus instituciones democráticas, con una justificación cualquiera, como la de los de antaño.

El liderazgo social vs la “lucha” social

La lucha social debe ser sustituida por el liderazgo social. Porque, como la palabra crea, “la lucha”, remite a la violencia social. El luchador social es el espontáneo, sin formación política, que pide agua para la comunidad con un bate en la mano. Es en lo instintivo un hombre de poder.

El líder social, es el político, formado en organizaciones políticas o no gubernamentales, que se prepara para recoger lo que la comunidad tiene confundido y devolvérselo debidamente organizado en proyectos y programas factibles. Por eso la responsabilidad de los partidos políticos de hoy, de todos, es preparar a sus militantes para la política, no para el poder exclusivamente. Porque el ejercicio de la política se libra también en los Concejos Municipales, en las asociaciones vecinales y gremiales, en las Juntas parroquiales, en el Congreso, en las asambleas legislativas, en el seno de los propios partidos. Y en los medios de comunicación, desde ahora.

El manejo político de las distintas situaciones de la vida de la nación, aleja a los hombres de poder del ejercicio ejecutivo. Mantiene a raya a los providenciales. A los indispensables. A los insustituibles. A los únicos. A los mesiánicos. A los salvadores de la patria. A los aclamados por las masas. A los “padrecitos” de la nación. Un político sabe que su paso por el poder es transitorio, y no se cree “el poder”, sino su administrador temporal.

Venezuela requiere políticos

El hecho de haber ocupado posiciones gubernamentales o de dirigir organizaciones políticas, no necesariamente convierte a un individuo en político o en estadista.

Venezuela necesita políticos. Políticos de oficio. Es decir, cuyo oficio sea la política. Usted no busca zapateros eventuales para reparar su calzado, los busca de oficio, entonces, ¿cómo les va a entregar la conducción del estado a políticos a destajo? Los políticos lo deben ser de oficio.

Hombres y mujeres preparados, a tiempo completo, para el ejercicio de la política, que resistan la tentación de la violencia. Del acto de facto. Del hecho consumado. De la tranca sin negociación. De lo radical. De la respuesta según el tono de la pregunta. Condicionados por las circunstancias, por el oportunismo. La política será siempre el terreno del diálogo. De la razón razonada. De lo jurídico. Del derecho. ¿Hasta cuándo? ¡Hasta siempre! No vale una vida ninguna posición dogmática.

La guerra es la salida de los hombres de poder. Lo que ha nucleado a la civilización occidental alrededor de la democracia es precisamente que su campo de acción es la política, el diálogo, el parlamentarismo. No las armas.

Venezuela necesita políticos, que accedan al poder con un programa económico creíble, sustentable, sin aspavientos “revolucionarios”, y menos con ansias continentales de liderazgo populista, en contradictoria comparación con Bolívar o Jesucristo. Políticos, mondos y lirondos, como los que han hecho grande a tantas naciones del Orbe, trabajando sin volver los ojos a otras pobrezas lejanas, mientras en su patria haya pobres que incluir en el desarrollo.

Políticos del aquí y del ahora. Que respeten la constitución y las leyes, y sean garantes de la dignidad de la patria. Estadistas, no cuartelarios afortunados. Hombres de ideas, pluma y diplomacia, y no de desplante, pistola y grosería.
Rafael Marrón González
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10 de mayo de 2010

Malos versos de la vida consciente III

Las seis de la tarde tamiza su palidez sobre la aldea
De las casas brotan como lirios niñitas decoradas
con cuerpecitos precoces exaltados por la escasez
paseando serenas
decenas de cochecitos de ruedecitas chirriantes
que acallan el coro de los grillos selváticos
por la calle principal
asfaltada por el alcalde bienhechor
cuyo rostro destaca en una inmensa valla
más duradera que el asfaltado que facilita el deslizar
de la caravana de cochecitos
en los que un bebé sonríe
a la ingenua ternura de la madre-niña
que devuelve la sonrisa
con brillo de caramelo.
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8 de mayo de 2010

¿Qué hace un cura gringo en Venezuela?

Por los intersticios de la conmoción causada por el asesinato del Padre Esteban Woods – envío mi sentido pesar a su feligresía - se coló una infamia que devela las consecuencias del discurso depravado de Chávez: Un humaniforme – sujeto que renuncia a su condición humana para asumir la criminalidad o justificarla - llama a una estación de radio y se pregunta, ante la consternación que expresa el locutor por el horrendo homicidio: “¿Qué hace un cura gringo en Venezuela?”.

Que se justifique un crimen, de ésta o cualquier otra naturaleza, con argumentos xenófobos es el colmo de la banalización de la vida por el odio.

Un odio hacia lo inalcanzable por la propia minusvalía, por la certeza de no poder crecer o construir para emular se apela a la destrucción. Pero este ser inservible no tiene la menor culpa de su odio ni lo ha generado por reacción propia, le ha sido cuidadosamente inculcado: La prensa nacional reseña en estos días las prácticas de combate que ejecuta un grupo de milicianos a cielo abierto y, mientras vacía la carga de su ametralladora, una anciana es incentivada por su comandante con el grito: ¡Mata a esos gringos! – “mata a esa gente indefensa porque es de otra nacionalidad” - y la tembleque mujer disparaba con el rostro deformado de odio feroz… contra la nada. Que otra cosa sería con gringo al frente.

El instructor no le ha explicado que la víctima puede defenderse y que ella también muere, puesto que no es invulnerable como Chávez les hace creer en sus arengas. Pero sobre todo, que para matar hay que ser asesino.

Hay que ver la falta absoluta de humanidad que se necesita para asesinar a sangre fría a un ser indefenso. ¿Tendrá esta anciana la suficiente animalidad para quitarle la vida otro ser humano solamente porque es gringo o judío o catire u opositor? Sostengo que quien carece de piedad no es un ser humano.

La hipocresía revolucionaria

En un doble discurso, que además de inmoral es hipócrita, pues sigue vendiéndoles petróleo a los gringos – cuyos dólares lo enloquecen - y pagándoles religiosamente la deuda y entregándoles la Faja del Orinoco previa lamida de botas en Washington, a la Exxon Mobil y la Chevron Texaco de la familia Bush, Chávez le hace creer al pueblo fanatizado que los gringos son enemigos a los que hay que eliminar.

Y los bolsas creen que porque Chávez lo dice, es posible destruir a la nación militarmente más poderosa de la tierra a punta de deseos y famélicos milicianos asmáticos, porque el ejército “Forjador de Libertad” ha quedado destruido junto a la electricidad y las carreteras y la calidad de vida y el “bolívar fuerte” y la entidad republicana.

Los Estados Unidos no fueron derrotados en Viet Nam, los derrotó la opinión pública dentro de sus fronteras. He escrito infinidad de veces que un líder debe decirle al pueblo lo que debe hacer, jamás lo que puede hacer, hasta por el más elemental sentido común. Pero, Chávez en la creación de incondicionales no vacila en engañar a sus fanáticos con la falsa premisa de la impunidad para que atenten contra derechos fundamentales, como la inviolabilidad de la vida y de la propiedad.

Como los pistoleros de Puente Llaguno disputándose puesto en el Panteón con los criminales de la Plaza Altamira o con los invasores de fincas productivas. Todos responderán ante la justicia cuando el momento llegue, pues aunque hayan sido inducidos a la comisión de actos tipificados como delitos en la legislación universal, no pueden obviar su libre albedrío y menos en una era como ésta en la que los medios de comunicación masiva están a disposición de todos. Su torpeza mental puede ser un atenuante, pero no un eximente.

La patria encarnada

Sembrar en la débil mente de un hombre inculto la idea de patria relacionada con un líder, suele desembocar en la destrucción de la patria. Como en Alemania. Como en Cuba.

Indudablemente que la intención de Chávez no es invadir a los Estados Unidos – ni defenderse de una negada invasión - con este ejército de ancianos reumáticos, sino introyectar en esa masa amorfa de humilde condición y poca información, que la oposición a su gobierno es “pitiyanqui”, por lo tanto ese grito ¡mata a esos gringos! traduce en realidad “mata a tus compatriotas que no están con Chávez”. Eso es fascismo puro. Fijar un enemigo externo y relacionar a la oposición al gobierno con esa amenaza, es práctica fascista.

Lo primero que hizo Chávez en ese sentido fue despojar a los adversarios de su condición humana, al llamarnos “escuálidos” - (DRAE: Flaco, macilento. Sucio, asqueroso) - para que – como he escrito - sus débiles mentales puedan asesinarnos sin cargos de conciencia.

Pues, no están quitándole la vida a un ciudadano, sino a una cosa, a un no-persona, en el sentido equivalente al “gusano” que el despreciable guiñapo moral y físico Fidel Castro aplica a los disidentes y adversarios, que en las cárceles y el destierro portan el estandarte de la dignidad de Cuba.

Por ello decía a mis oyentes que respondieran con contundencia venezolana a quien les dijera escuálidos. Hoy, ya viejos y andrajosos, los jóvenes fidelistas histéricos que, aguijoneados por el discurso violento de Fidel, pateaban opositores en las calles de La Habana, no les alcanza el tiempo para arrepentirse de las vilezas que cometieron contra sus hermanos, cuya lucidez se atrevía a señalarles el miserable destino que les aguardaba.

La división de la población venezolana ejecutada por Chávez con conocimiento de causa – lo que constituye crimen de lesa patria – no se dio horizontalmente como sucedió en Cuba, sino verticalmente, por lo que de cada lado hay de todo. Eso paró la guerra civil que Chávez buscaba desesperadamente. Seguro estoy que la madre del humaniforme señalado en este texto, es de oposición.

La xenofobia revolucionaria

Así que, para esta mentalidad sociopática, el homicidio del padre Esteban fue una ejecución. Fue ejecutado por ser gringo.

Escribí en los inicios de esta revolución – porque albores nunca ha tenido – que todo indicaba su carácter racista, excluyente y xenofóbico. Y no me equivoqué ni un milímetro, sencillamente porque lo que parece tiende a ser y esa ha sido la impronta del militarismo en el planeta, de allí la importancia de la historia: Evita repetir errores que conducen a lesiones a la humanidad.

La declaración pública de este fanático chavista demuestra el peligroso carácter de este proceso empobrecedor – tanto en lo material como en lo espiritual – que predica el odio como artículo de fe para sustituir la razón por el eslogan y estimular el resentimiento contra todo quien destaque sobre la masa ignara, cuya oquedad mental considera prueba patriótica atentar contra el extranjero, mientras el mundo se mueve hacia la integración económica fortaleciendo la globalización, demoliendo fronteras – el Grupo de los 8 ahora es el de los 20 - y desechando patéticas ideologías de huella siniestra, como la que Chávez pretende inocularles a los venezolanos.

Así que estigmatizar la diferencia con el estereotipo revolucionario y atacar a nuestros compatriotas por decisión – sean gringos o colombianos - es considerado blasón de pureza chavista y recibirá el aplauso vil de los intereses creados con el poder como fin, que lo único que le interesa del pueblo que lo sigue en ciega patología, es su ignorancia.

El pecado del padre Esteban

Desde el poder no he escuchado una sola palabra de condena contra este abominable crimen contra un hombre de Dios. Un hombre ingenuo que amaba a su prójimo más que a sí mismo y a cualquier hora abría las puertas de su casa para dar de comer al hambriento.

Fariseos que casan a sus hijas en pomposas ceremonias eclesiásticas, guardan ominoso silencio ante este hecho que enluta a la población venezolana, mayoritariamente católica. Porque tener conciencia está reñido con la revolución. Y está en su doctrina celebrar la muerte de un semejante siempre que éste no sea Tirofijo.

El pecado del padre Esteban, para merecer el silencio de los poderosos groseramente enriquecidos y envilecidos por el poder omnímodo, fue ser gringo… y, como confesara en su mínima biografía, querer profundamente y para siempre al pueblo venezolano.
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