Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

26 de mayo de 2010

PARQUE LA VENEZOLANIDAD

Ciudad Guayana se ha construido con el esfuerzo de todos los pequeños gentilicios venezolanos, y con el de muchos ciudadanos del mundo, que hicieron de ella su reservorio de voluntades. Es difícil que en esta Ciudad cosmopolita y desarticulada no exista algún representante del más remoto pueblo de Venezuela, aquí, en la fragua industrial, se dieron la mano por vez primera, en candente suelo guayanés, la autenticidad autóctona de los más apartados rincones de la patria. Aquí, el sereno remero del silencio fluvial y el becerrero de canto matutino junto al atezado marino de salinas pupilas y al taciturno montañés de silbido solitario, edificaron asombros.

De su esfuerzo surgió la expresión de una esperanza que, pasado el ímpetu iniciático, camina hacia el bucolismo de su raigambre ciudadana. Esta realidad histórica merece un icono referencial, un espacio para la reflexión del futuro, despojado de la dependiente circunstancialidad o sustentada en la voluntad ajena, y qué puede ser mejor que un Parque que con el árbol emblemático de cada Estado refleje el respeto de la ciudad por sus pobladores y sus raíces trasplantadas.

Sería un Parque para difundir las tradiciones y singularidades de cada región, para el encuentro de la patria chica nostálgicamente idealizada por la ausencia. Frente a las instalaciones del Ecomuseo existe un terreno perfecto para este proyecto que puede unirnos en esta ofrenda a la cordialización de la Ciudad. Para comenzar a darle forma a este proyecto de vieja data, conozcamos los árboles emblemáticos de Venezuela:

Árbol nacional: El Araguaney: Tabebuia chrysantha

Aravanei parece haber sido el antiguo nombre con que los indios caribes conocían a nuestro actual Araguaney. En los primeros meses del año, cuando la Naturaleza toma aspecto de sequía, por falta de lluvias, el Araguaney se cubre de áureos ramos florales. Cuando en el campo todo parece tristeza y muerte el Araguaney da lo más bello: su floración.

Por eso, el maestro Rómulo Gallegos al descubrir los bosques, cercanos a las sabanas, los define como "un incendio que llena de áureos resplandores cuanto lo rodea". El hábitat propio del Araguaney son los bosques que pierden las hojas en el verano tropical (tropófilos), al igual que las tierras cálidas de las sabanas y cerros áridos. En forma de cultivo embellece nuestros parques, plazas, jardines y avenidas.


Distrito Capital (Gran Caracas): La Ceiba: Ceiba pentandra
La Ceiba es uno de los árboles más grandes y corpulentos de la flora venezolana y de la flora tropical americana. Alrededor de gigantescas ceibas se fundaran en América tropical muchas poblaciones, ya que era norma de los conquistadores escoger un árbol grande y luego marcarlo como referencia del lugar. En Venezuela, algunas ceibas se han hecho célebres como la Ceiba de San Francisco en Caracas, al lado del templo del mismo nombre. La Ceiba de Carvajal en El Tocuyo donde fue ajusticiado Juan de Carvajal, y la histórica Ceiba de Quíbor. Del tronco de las ceibas los indígenas fabricaron canoas con las cuales se aventuraron al mar. El kapok o fibra de sus frutos sigue siendo material para rellenar cojines y colchones.

Estado Amazonas: El Caucho-hevea: Hevea benthamiana

Durante muchos años anteriores a la Segunda Guerra Mundial, el Caucho-hevea desempeñó un papel importantísimo en la industria internacional del caucho de vehículos. Llegó a ser una de las riquezas más cotizadas de la industria mundial hasta que se inventó el caucho sintético. Estos árboles crecen en forma silvestre en toda la región del Amazonas y hasta allí iban los caucheros en procura del espeso y blanco látex que producen, al hacerles una incisión en el tronco. Hoy, su uso es muy restringido. El caucho también se utilizó en diversas industrias manufactureras de artículos de cirugía, tapones para frascos de medicinas, tapas, rodillos de imprenta, artículos deportivos, etc.

Estado Anzoategui: El Cereipo: Myrospermum frutescens

En Venezuela, este árbol es frecuente en las zonas cálidas de la Costa y en los bosques de tipo seco (tropófilos) de los Llanos. Adquiere mayores dimensiones en altitudes superiores a los 800 m en las regiones orientales del país, como en el Estado Anzoátegui, donde es también conocido con los nombres de Guatamare, Estoraque y Macagua. Este árbol frondoso, de la familia de las Leguminosas, brinda su sombra bienhechora a los campesinos cerca de sus viviendas, al ganado en los potreros y pone una nota de belleza, como ornamental, en avenidas y parques. Su madera, de gran dureza y durabilidad, se puede usar para fabricar vigas, viguetas y en trabajos de carpintería.

Estado Aragua: El Saman: Pitecellobium saman

El Samán es uno de los árboles más majestuosos de la flora venezolana. A veces, crece solitario en los potreros y brinda su sombra y sus frutos nutritivos al ganado. Otras veces, se desarrolla en vastas agrupaciones que entrelazan sus copas formando inmensas bóvedas vegetales. En los primeros meses del año estos colosos vegetales se cubren de una abundante floración rosado-blancuzca que decora su extenso ramaje. Algunos samanes se han hecho célebres en la historia venezolana como el Samán de Güere (hoy desaparecido), cerca de Maracay; el Samán de Catuche, en Caracas; el Samán de Cumanacoa, en el Estado Sucre (bajo su sombra acampó Juan de Urpín cuando fundó a Santa María del Valle de Cumanacoa); el Samán de Villegas, en Turmero, (en donde se cree que eran amarrados y castigados los esclavos). En la Semana de la Conservación de 1983, el Samán fue declarado árbol emblemático de los países bolivarianos. Un Samán en el Monumento de Boyacá, en Caracas, conmemora este acuerdo.

Estado Apure: El Merecure: Licania pyrifolia Grisebach
El Merecure es uno de los árboles más frondosos, bellos y resistentes del país. Como árbol de sombra se utiliza cerca de las viviendas del campo y en los potreros; con la misma finalidad se siembra en parques, plazas y avenidas amplias. Sus frutos ovalados contienen una sustancia harinosa que es comestible y de sabor agradable. La madera de este árbol tiene muchas aplicaciones en carpintería rural, como la fabricación de estantes, horcones, etc. En forma silvestre, el Merecure forma parte de la vegetación boscosa de las tierras bajas y cálidas. De crecimiento lento, es un árbol de vida larga, cuyo cultivo debe fomentarse.

Estado Barinas: El Cedro: Cedrela odorata L.

El Cedro figura entre los principales árboles maderables del país. Su madera aromática, y resistente a los insectos, se utiliza en ebanistería y carpintería para fabricar muebles, gabinetes, puertas, mesas, artesanado y decoración interior. También se usa en enchapados de madera laminada. Se utiliza, igualmente, en el ornato de avenidas, parques, plazas y para dar sombra al ganado en los potreros. Desde la época colonial, las diversas especies de cedros americanos han abastecido los mercados internacionales del mundo industrializado con maderas de gran valor comercial.

Estado Bolívar: La Sarrapia: Dipteryx punctata

La Sarrapia es un hermoso árbol de gran utilidad, íntimamente relacionado con el desarrollo económico del Estado Bolívar. El valor económico y comercial de este árbol reside en las semillas de las cuales se extrae la Cumarina, que es una sustancia con sabor a vainilla y que se utiliza para aromatizar tabacos, rapés, jabones, licores, productos de panadería, etc. El uso de las semillas entre los indígenas del Amazonas para elaborar collares y brazaletes es bastante frecuente.
La Sarrapia es un árbol que merece cultivarse en gran escala, no sólo como ornamental en parques, plazas y avenidas, sino por el valor económico de su semilla. Sus frutos son comestibles.

Estado Carabobo: El Camoruco: Sterculia apelata

El Camoruco es un árbol esbelto muy frecuente en la geografía del Estado Carabobo y muy enraizado en la historia de la ciudad de Valencia. Se cultiva principalmente como árbol ornamental en parques, plazas y avenidas grandes. En algunas zonas rurales, los campesinos y aborígenes utilizan el tronco para fabricar curiaras. La madera, en pequeña escala, se usa localmente para trabajos del campo. Las semillas tostadas son comestibles, con sabor agradable a maní. En algunas zonas, con las semillas molidas preparan un jugo. Este árbol es abundante y popular en la República de Panamá donde se lo conoce con el nombre de "Panamá". Se cree que su abundancia dio el nombre a dicha República.

Estado Cojedes: El Apamate: Tabebuia rosea

El Apamate es uno de los árboles más bellos, útiles y más cultivado de la flora venezolana. En algunas regiones del país es también conocido con los nombres de Roble colorado (Zulia), Orumo (Falcón). Sus flores de color morado, rosado, lila, blanco en diferentes tonos, dan al Apamate una prestancia de belleza singular. A este valor ornamental, que lo hace muy apropiado para parques, plazas y avenidas, hay que agregar el valor comercial de su madera de color marrón-pálido que cambia a gris al ser expuesta al sol y al aire y que es ampliamente utilizada en ebanistería para fabricar muebles de todo tipo.

Estado Delta Amacuro: El Mangle rojo: Rhizophora mangle L.
El Mangle rojo o colorado, además de poner una nota de extraordinaria belleza paisajística en los caños del Delta del Orinoco constituye una fuente de riqueza y de bienestar para los habitantes de la región y para la fauna marina. En efecto, la madera y las hojas de estos árboles son ricas en sustancias tánicas y, por tanto, muy utilizadas para curtir pieles. Miles de especies marinas encuentran en sus raíces una protección y defensa para sus crías y allí van a desovar, dado que los grandes depredadores marinos no se atreven ni pueden entrar. Además, la madera del Mangle rojo se utiliza como pilotes de muelles y en la construcción. Ecológicamente, desempeñan un papel primordial como plantas pioneras en la formación del manglar.

Estado Falcon: El Cuji-yaque: Prosopis juliflora DC.
Este útil árbol, de tronco retorcido, de corteza cuarteada, de copa extendida, a manera de amplio paraguas, es uno de los pocos árboles capaces de crecer en los terrenos secos y arenosos de gran parte del Estado Falcón. Es en esos lugares, a veces inhóspitos, donde brinda su sombra al hombre, al ganado e incluso a la fauna silvestre. Sus frutos, de alto valor protéico, son muy cotizados por los animales. La madera también se utiliza para postes de cercas, carpintería rural y para algunos trabajos de ebanistería. Por poseer gran cantidad de tanino, la madera y la corteza se usan para curtir pieles. La historia del Estado Falcón cita varios cujíes famosos. La tradición sostiene que bajo la copa de un gran cují se celebró la primera misa en Venezuela. En Amuay, es célebre el Cují de Diego.

Estado Guárico: La Palma llanera: Copernicia tectorum Martius
En el centro del país y a lo largo y ancho del dilatado Llano, la Palma llanera, llamada también Palma de abanico, redonda o palma de cobija, da la expresión característica al paisaje. En algunas zonas del Estado Guárico, como Camaguán, forma verdaderos bosques. Además de embellecer el paisaje, esta palma proporciona material para diferentes usos de los habitantes de la región: sus troncos sirven para postes, las hojas tiernas se emplean en la confección de sombreros y las hojas adultas se utilizan para techar viviendas y caneyes. La monotonía del Llano, abierto al infinito, tiene sus oasis en los bosques de palmas llaneras y de chaparros.

Estado Lara: El Semeruco: Malpighia glabra L.
El Semeruco o Cerezo es un pequeño árbol, frecuentemente de aspecto arbustivo, típico de las zonas secas del Estado Lara, cuyos rojos frutos contienen un alto contenido de vitamina C y son de un sabor exquisito. Además, el Semeruco se utiliza para formar setos vivos y como ornamental y frutal en patios internos y jardines. En la época de fructificación, los rojos frutos contrastan con el verde brillante de las hojas lo cual confiere a la planta mayor valor ornamental. Por su alto contenido en vitamina C o ácido ascórbico, hoy es objeto de cultivo fuera de Venezuela. En Florida ha dado origen a variedades de gran valor comercial.

Estado Mérida: El Bucare ceibo: Erythrina poeppigiana

El Bucare ceibo uno de los árboles más vistoso o llamativo de las partes altas de nuestras cordilleras donde antiguamente se sembraban para sombrear el café. En los alrededores de Mérida este árbol pone una nota de encanto en los primeros meses del año en que suele florecer. Las llamadas "barbas de palo'' (Tillandsia) que cuelgan de sus ramas imprimen al paisaje una característica especial. Se propaga por semilla y por estaca. Presenta crecimiento rápido, pero requiere de lugares frescos, húmedos y de tierra fértil. En la época de floración cantidad de insectos acuden atraídos por el néctar de sus flores los cuales son el manjar de diversidad de aves insectívoras. Estas, con sus cantos y coloridos contribuyen a aumentar la belleza del paisaje.

Estado Miranda: El Roso blanco: Brawnea leucantha Jacquin

El Roso blanco o Rosa de montaña blanca es un bellísimo árbol típico de la región de Barlovento y valles del Tuy del Estado Miranda. Sus grandes y circulares inflorescencias blancas semejan gigantescas rosas a lo cual hace alusión su nombre vulgar. En forma silvestre crece en los bosques húmedos y cálidos del norte del país. En forma de cultivo requiere también de lugares parcialmente sombreados y húmedos. Lamentablemente, a pesar de su belleza, rara vez se le consigue en forma de cultivo. Las primeras y tiernas hojas presentan color blanco y penden al final de las ramas imprimiendo al árbol otra nota más de belleza y vistosidad. Se propaga por semilla y presenta crecimiento lento.

Estado Monagas: La Palma moriche: Mauritia flexuosa
La Palma moriche es típica y característica de las riberas de los lechos de los ríos y lugares pantanosos de las sabanas del Estado Monagas y se continúa hacia el Delta del Orinoco donde sus habitantes obtienen diversidad de productos alimenticios y utensilios domésticos. Derribando los viejos troncos, que ya no florecen ni dan frutos comestibles, los indígenas del Delta del Orinoco extraen la pulpa, que una vez seca y tostada suministra el pan cotidiano. La fermentación de esa harina o yuruma les proporciona un exquisito vino. Las hojas constituyen la materia prima para fabricar el hilo o cuerda con el cual fabrican chinchorros, cestos, esteras, etc. Todo es aprovechado en la Palma moriche. Por eso los Warao la llaman la ''madre nutricia''. Siémbrese cerca de alguna laguna o en lugares húmedos.

Estado Nueva Esparta: El Guayacan: Guaiacum officinale L.

El Guayacán es uno de los árboles más característico, frondoso y hermoso de los bosques secos (xerofíticos) del norte del país, muy abundante en la isla de Margarita. Es un árbol que merece ser cultivado como ornamental por el valor de su porte, de sus morado-azuladas flores, de sus frutos amarillos y sus semillas envueltas en un manto rojo que contrasta con el verde obscuro de su follaje. Hoy, su madera ya no se utiliza para curar la sífilis, pero, por su dureza, se usa para obras industriales, tornería, fabricación de bolas criollas, bolas de bowling, martillos de madera, ruedas de carruajes, etc. Cuando los margariteños quieren enaltecer la fortaleza, longevidad y nobleza de una persona suelen decir: "Ese hombre es un Guayacán''.

Estado Portuguesa: La Caoba: Switenia macrophylla King

La Caoba, o el Caobo es uno de los árboles más importantes venezolanos que produce una de las maderas más cotizadas a nivel mundial. En Venezuela crece en todas las regiones cálidas desde la costa hasta el río Orinoco, pero su óptimo desarrollo lo alcanza en los bosques de los llanos occidentales del país, siendo el Estado Portuguesa, una de las regiones más afortunadas en número y calidad de este árbol. Como árbol de ornamentación y de sombra, se utiliza frecuentemente en parques, plazas y avenidas. Se propaga fácilmente mediante semillas las cuales tienen un alto valor germinativo.

Estado Sucre: El Roble: Platymiscium diadelphum Blake

El Roble es un bellísimo árbol, muy abundante en el Oriente del país y, ampliamente cultivado como árbol ornamental y de sombra por todo el territorio patrio. En la época de floración sus perfumadas y doradas flores ponen una nota de colorido y fragancia en el ambiente. La fácil propagación por semilla, su crecimiento relativamente rápido, su sistema radical profundo y su áurea floración, que compite en colorido con el Araguaney, ha hecho que su cultivo se vaya generalizando a nivel nacional.

Estado Táchira: El Pino criollo o pino laso: Prumnopitys montana

El Pino criollo o Pino laso es el pino autóctono de Venezuela. Es nuestro representante del grupo de plantas llamadas Gimnospermas que comprende los abetos, cipreses y pinos, típicos de las regiones templadas y frías del mundo. Al igual que estos árboles, los pinos criollos o pinos lasos son muy antiguos. Hace unos 200 millones de años ocuparon grandes extensiones en la Tierra. En Venezuela existen generalmente en los bosques nublados de las Cordilleras de los Andes y de la Costa, así como en los cerros de Guayana y del Territorio Amazonas. Con motivo y en recuerdo de la visita del Papa, Juan Pablo II, a Venezuela en 1985 se sembró en Mérida un Pino laso. Este árbol figura ya entre los árboles históricos o célebres de Venezuela.

Estado Trujillo: El Bucare anauco o reinoso: Erythrina fusca Lour
El Bucare anauco o reinoso, digno representante de la flora trujillana, rivaliza en belleza con el Bucare ceibo que representa al Estado Mérida. Sus flores, que constituyen un espectáculo de belleza en los primeros meses del año en que florece, presentan una coloración rosada con pinceladas rojizas. A ellas acuden cantidad de insectos y de aves lo que contribuye a aumentar la belleza paisajista. Durante muchos años, y aún lo sigue haciendo en menor frecuencia, ha cobijado bajo su sombra grandes plantaciones de café y cacao. También se utiliza, frecuentemente; como árbol ornamental en parques, plazas y avenidas. En Venezuela crece en las tierras cálidas del norte del país, sobre todo cerca de lugares húmedos.

Estado Yaracuy: El Chaguaramo: Roystonea venezuelana

El Chaguaramo es una palma típica de los valles del Estado Yaracuy, pero por su esbeltez y belleza hoy su cultivo se ha generalizado en todo el país y podemos disfrutar de su belleza en parques, plazas, avenidas y jardines. Cuando se plantan formando hileras constituyen un espectáculo su presencia. En muchas partes es conocida como Palma Real, debido a que en tiempo de la colonia era considerada como símbolo de realeza. Solamente los ''nobles'' tenían el privilegio de sembrar 2 ejemplares frente a su casa.

Estado Zulia: El Cocotero: Cocos nucifera L.

Las palmas son símbolos de la vegetación tropical, el Cocotero es típico especialmente de sus costas marítimas. En Venezuela representa todo el vasto y cálido Estado Zulia. Se cultiva ampliamente no sólo en las regiones costaneras sino también en las zonas urbanas del país cuya altura, sobre el nivel del mar, no exceda los mil metros. El Cocotero es la palma cultivada más importante, y figura entre las plantas más útiles de la humanidad. El agua de coco y el jugo ''carnoso'' son bebidas refrescantes, agradables y nutritivas. La pulpa blanca y aceitosa del fruto se usa en la elaboración de aceites, jabones y otros productos industriales.

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