Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

17 de marzo de 2013

MADURO Y EL GOBIERNO ANTERIOR




Si alguna vez fue cuestión de vida o muerte para la república acudir a votar es en estas elecciones del próximo 14 de abril, pues el candidato del gobierno anterior, Nicolás Maduro, es una herramienta política de los seniles hermanos Castro, que necesitan el petróleo venezolano más que el oxígeno para que su ruinosa revolución pueda seguir respirando.

Sin los dólares imperiales que la irresponsabilidad chavista derrama sobre Cuba, en detrimento de los venezolanos, no existiría socialismo ni fidelismo en Cuba, pues a la llegada del presidente muerto al poder ya Fidel estaba en brazos de los gringos. Y Nicolás Maduro no es el candidato del presidente muerto sino de Raúl Castro, Por ello este candidato embustero / vendido y paquetero, tiene que ser derrotado por la racionalidad y la lucidez del pueblo.

Sabemos que Henrique Capriles enfrenta la inmensa y multimillonaria maquinaria estatal, usada sin vergüenza ni escrúpulos, ni observancia de la ley ni de la Constitución por el candidato del gobierno anterior, cuyo comando de campaña está integrado por burócratas del régimen. Sin embargo han sido tan cuantiosos y dolorosos los embustes que ha metido al país chavista y no chavista, este candidato de la inflación, el desabastecimiento, el hampa desatada, el desempleo, la falta de viviendas y “una infraestructura en decadencia y parte de producción de crudo hipotecada a los chinos”, que su campaña se limita a tratar de engatusar al pueblo, envuelto en el sudario del presidente muerto, para que no perciban la tristeza de su figura insípida de lengua entaparada y cerebro en duermevela – “abran más el telepronter” -  sino la visión ectoplásmica del presidente muerto, pero  a pesar del disfraz - ¡a qué no me conoces¡ - y de sus esfuerzos balbuceantes, el pueblo sigue viendo un bulto sin carisma ni credibilidad que se desvanece cuando se apaga la luz.

Maduro no es el presidente muerto. Por mucho militarismo que lo rodee. Y por mucho “yo soy el comandante en jefe”. Y lo está percibiendo en la mezquindad de los aplausos. Y esto pasa porque cuando dice al pueblo que va a combatir el hampa porque “la familia venezolana merece vivir en paz”, está atacando al gobierno del presidente muerto, del cual fue vicepresidente, que durante catorce años no levantó un dedo para reducir ese flagelo asesino que costó la vida a 150.000 venezolanos – ya en el gobiernillo de Maduro van 2.000 según diputada de Carabobo.

Un candidato presidencial atado de pies y manos, porque cualquier alusión a cualquiera de las penurias que sufre a diario el pueblo devoto del presidente muerto es un insulto a su memoria inmortal de ídolo que vivirá por siempre – cual Pedro Infante -  según el cronograma oficial. Pero el sol no se puede tapar con deseos. Porque esto lo sabe hasta el gato de Cilia: La situación socioeconómica del país es culpa de la falta de gerencia y probidad del gobierno anterior. Y en la actualidad hay inflación y desabastecimiento porque el gobiernillo de Maduro devaluó la moneda en un 46,5%, y fue el gobierno de Maduro porque  Argénis Chávez – y no tengo porque dudar de su palabra -  asegura que el presidente muerto sufrió un derrame cerebral durante la operación en Cuba.

¿Entonces, cómo es que autorizó con su firma la destrucción del poder adquisitivo del salario de los trabajadores? Esa traición al movimiento obrero no la hubiera cometido jamás el presidente muerto, sobre todo porque esa devaluación favorece los grandes capitales, incluyendo los de la godarria chavista. Y eso significa que, a pesar del endoso del presidente muerto, ese cheque es incobrable.      

La hora de Capriles

Maduro, cautivo en su media hora de fama inconcebible – “jamás se vio un elefante volar” - se limita a insultar la soltería de Capriles, lo que multiplica la imagen del candidato de las fuerzas democráticas que si puede atacar con la energía de la verdad las fallas estructurales en materia social y económica del gobierno anterior y el del propio Maduro, que gobierna al país desde el 10 de diciembre del 2012 y su única gesta revolucionaria fue meterle la mano al bolsillo al pueblo venezolano para tratar de tapar el gigantesco hueco fiscal que la irresponsabilidad en el manejo de la casa pública ocasionó, con los mejores ingresos petroleros de la historia.

Así que esta es la hora de Capriles - y de nosotros los demócratas – en una versión siglo XXI de la Campaña Admirable de nuestro egregio Simón Bolívar, el único libertador. Y Capriles lidera, nada menos, que una gesta liberadora de la satrapía cubana, cuyas garras infectas hunden sus uñas en la dignidad de la patria, con la anuencia del servilismo ideológico, “inmaduro y descabellado”, y cuenta con la participación entusiasta y voluntaria de millones de conciudadanos, para quienes es imperativo moral el rescate de la soberanía nacional mancillada, y consideran la libertad un derecho natural irrenunciable, y, al respecto, recordamos las palabra de Bolívar en el Manifiesto de Carúpano: “No son los hombres vulgares quienes pueden entender el eminente valor de la libertad”.               

En conclusión

Vamos a aglutinar voluntades en la senda democrática hacia la libertad, apartando a los “duros” que consideran la participación electoral como “legitimar al régimen” sin presentar ni evidencias del fraude ni alternativas viables, y votemos masivamente contra este aliado del mal de la felicidad.

No olvidemos que el presidente muerto no es el Cid.  Estoy consciente de las dificultades abrumadoras que enfrentará Capriles en la presidencia, dada la maraña de complicidades de la secta que mantiene secuestradas la institucionalidad, sin embargo somos mejores y tenemos razón, y esa fuerza derrumbará obstáculos en la medida de su aparición. Por los momentos lo importante es que arranca Capriles con siete millones de votos  y el candidato del gobierno anterior tiene que buscar los suyos, por ello debemos convencernos y convencer de la inmensa importancia de acudir a votar el 14 de abril, ya que se trata de arrancar de las manos del sicariato político de los Castro, la integridad republicana de la patria de Bolívar. La abstención contra Capriles es un crimen de lesa patria en este momento histórico. Sale pa´llá.            

Rafael Marrón González

0 comentarios: