…Es la paz de los sepulcros.
Hay que ver cómo les gusta la paz a los tiranos, traducida en gente quieta – como muerta – resignada a la suerte que escribe para ella la amenaza del verdugo. Es la “paz” derivada del orden público de Juan Bisonte Gómez o de Marcos Tarugo Pérez Jiménez – a los que Dios guarde en acero líquido, que la historia los mantiene en su degredo – condecorado el primero con la Orden Pia del Vaticano y el segundo con la Legión del Mérito del gobierno de USA, que proclamó al dictador como “el gobernante ideal para América Latina”.
Ambos se distinguieron por practicar el terrorismo de Estado, el primero de la mano de Eloy Tarazona y el segundo del hijo adoptivo de éste, Pedro Estrada, cuya aspirante a émula, la Fiscal General de la Nación – Luisa Ortega Díaz – la misma de la Ley nazi contra “delitos mediáticos” – mientras Chávez hacia el ridículo en Bariloche al presentar un documento “¡ultrasecreto! que me envió Fidel” - estará caliente Fidel – que circula en Internet - ¿cuánto le cobraría la mercenaria Eva Gollinger por ese gazapo? – divulgó la forma de cumplir con la orden de Chávez de parar las protestas populares, lo que le erizó el espinazo a los demócratas del mundo, que opinan que “la declaración de la Fiscal no ha sido sino un signo más en la marcada tendencia del gobierno de Hugo Chávez a la criminalización de la protesta”, tal como lo editorializó el diario El País, de Madrid. Y es que la intención es tipificar las marchas como rebelión civil, dada la cantidad de protestas – 1.500 contabilizó una organización de oposición – tanto laborales y sociales, como políticas.
Y el gobierno está aterrorizado porque es cierto que el país está convulsionado, pero no por las causas que la Fiscal infiere – “para atentar contra un gobierno legítimamente electo” (como era el del Carlos Andrés Pérez contra quien sí atentó Chávez) - sino por la realidad que vive el pueblo por culpa de un gobierno malo – es decir, en palabras del pueblo, “que no sirve ni para recoger bosta” - que en once años y mil millones de dólares de ingresos – los más altos de la historia del país - no ha logrado reivindicar sus banderas, por lo que ha quedado como embustero, además.
Y mire que es largo, señora, el memorial de agravios que, cuando el miedo se revuelva en ira, el pueblo, confundido en una sola voz de justicia, le presentará a Chávez, cuya crasa ignorancia sobre el comportamiento humano en el ejercicio del poder, lo ha llevado a expresar públicamente su deseo de “aniquilar” a la oposición, con la consecuencia predecible de que la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana – que quieren borrar de su memoria el haber sido ellos – con la DISIP – quienes lo derrotaron el 4F – actúen contra cualquier protesta popular con el salvaje ímpetu del odio “rodilla en tierra” que les insufla el fascismo de “mi comandante”, sin percibir que no están atacando a la oposición “oligarca, golpista y pitiyanqui” de su imaginería fascista - que si sabe de golpismo porque es su especialidad - sino al pueblo esperanzado más humilde que cierra vías como lo ha hecho desde siempre para ser escuchado por burócratas obesos cuyo obsesivo rumiar les ha dañado el tímpano de oír el sufrimiento del pueblo.
Pero, ¿cuál será el blanco real de esa amenaza?
Leyendo con atención la filípica de la Fiscal nos encontramos con que “pedirá el enjuiciamiento de todas aquellas personas que alteren la tranquilidad y la paz pública en el país (…) que buscan cualquier motivo para marchar, (…) lo que quieren es desestabilizar, dichas conductas encajan perfectamente en el delito de rebelión civil (tesis fascista), de acuerdo con el artículo 143 del Código Penal, que establece (…) prisión de 12 a 24 años (para) los que se alcen públicamente en actitud hostil, contra el Gobierno legítimamente constituido o elegido. Se están cerrando calles, avenidas, impidiendo el libre tránsito de los venezolanos, (…) con cuyas acciones, todos los que las ejecutan están atentando contra el gobierno constitucionalmente electo” (fascismo).
Quien no escucha tambor termina imputado – y, aunque a la Fiscal la retractan otra vez dejándola colgada de su incondicionalidad, 2.200 venezolanos imputados por “alteración” lo certifican, incluyendo 11 de la Alcaldía Mayor, el Prefecto de Caracas y varios sindicalistas de Guayana: Esta amenaza brutal de la Fiscal General – que, como he dicho, parece General Fiscal – tiene como receptor inmediato al movimiento sindical y a los trabajadores que en el caso petrolero amenazó con paralizar el país – y tiene con qué – si se atrevía el gobierno a diferir nuevamente las elecciones de sus sindicatos. Y esto es extensivo a los trabajadores de Guayana que se dejaron del “Chávez no sabe” y lo culpan directamente de la quiebra de las empresas del Estado.
Chávez ha venido dos veces a Guayana y no ha logrado convencer a los trabajadores de que se queden tan quietos como quiere la Fiscal, mientras la “revolución bonita” se los pega despojándolos de sus beneficios y conquistas laborales, como lo ha hecho con los más de dos millones de empleados públicos que llevan cinco años sin discutir sus convenciones.
Te provoco, si reviras te zampo preso
Y hay que tener cuidado, porque estos tipos ya son expertos en tirar la piedra y esconder la mano, la trampa oculta en las palabras de la Fiscal que parecen dirigidas solamente a quienes “alteren la tranquilidad y la paz pública”, consiste en la agresión oficialista planificada para provocar la reacción que será imputable por la alteración referida, como ya lo han comprobado los doce periodistas pateados por los fanáticos ofensores de la condición humana, que ahora se encuentran con la sorpresa de haber sido ellos los que provocaron la pateadura y por lo tanto “reos de alteración”.
Exactamente fue la instrucción para la fuerza represiva el día de la marcha contra la Ley de educación: Cuando los primeros marchistas llegaron a las barandas – “esas barandas son patrimonio público”, pero no lo era el valioso equipo militar que destruyó Chávez con su alzamiento contra la democracia – la policía estaba a 50 metros y sin la menor provocación – existe un video aficionado que lo prueba - comenzaron el primero de cuatro ataques con lacrimógenas, balas de goma y potentes chorros de agua de cloaca – fácil de conseguir porque Caracas es una cloaca a cielo abierto - para rubricar el deprecio que Chávez siente por todo ciudadano – chavista o no chavista - que ose disentir de sus megalomanías - lo que fue rebeldemente enfrentado durante dos horas por el pueblo no chavista que ya es mayoría en cualquier terreno.
Por eso, por ese miedo cerval que tiene Chávez a que un día el pueblo no respete el “patrimonio público” y le llegue a Miraflores a reclamarle algunos olvidos y otras traiciones, fue que comenzó el operativo para criminalizar y desacreditar a los líderes de la oposición. En San Cristóbal una marcha pacífica fue agredida por un grupo de salvajes que lanzaban botellas y piedras y palos desde la azotea de la Zona Educativa, pero Chávez cambió el libreto y fue el gobernador quien atacó a los ingenuos portadores de las andas del civismo, cuya Santa Patrona es la beata Lina Ron, hoy sacada de circulación para legitimar las acciones persecutorias contra la oposición.
Un video de un vecino que muestra a los chavistas en plena faena le arruino la farsa a Chávez, que ya había ordenado un antejuicio de mérito contra César Pérez Vivas – que lo retó con un burlón - “méteme preso y deja la amenazadera”. Táchira es vital para las relaciones bilaterales con el país que según Chávez limita con Venezuela y que no es Colombia. Y, como siempre, para simular que hay separación de poderes, luego de dar las órdenes pertinentes para la purga estaliniana contra la oposición – coadyuvada por el ventilador de la infamia VTV - se monta en un avión cubano – con tripulación cubana y 150 gozones bien provistos – y parte a recorrer el sórdido mundo dictatorial – “dime con quién andas…” - al que se muere por pertenecer. Ahora sabemos que “la revolución está armada” significa “tengo fusiles, Fiscal y jueces”. Así que la cosa se está poniendo fea… aunque de lo más interesante porque de la cárcel suelen salir los sustitutos de los tiranos. Y como alegoría jodedora, el mundo entero se unió para gritar “No + Chávez”. ¿Un ah?, ¡sí oh!
Rafael Marrón González
Hay que ver cómo les gusta la paz a los tiranos, traducida en gente quieta – como muerta – resignada a la suerte que escribe para ella la amenaza del verdugo. Es la “paz” derivada del orden público de Juan Bisonte Gómez o de Marcos Tarugo Pérez Jiménez – a los que Dios guarde en acero líquido, que la historia los mantiene en su degredo – condecorado el primero con la Orden Pia del Vaticano y el segundo con la Legión del Mérito del gobierno de USA, que proclamó al dictador como “el gobernante ideal para América Latina”.
Ambos se distinguieron por practicar el terrorismo de Estado, el primero de la mano de Eloy Tarazona y el segundo del hijo adoptivo de éste, Pedro Estrada, cuya aspirante a émula, la Fiscal General de la Nación – Luisa Ortega Díaz – la misma de la Ley nazi contra “delitos mediáticos” – mientras Chávez hacia el ridículo en Bariloche al presentar un documento “¡ultrasecreto! que me envió Fidel” - estará caliente Fidel – que circula en Internet - ¿cuánto le cobraría la mercenaria Eva Gollinger por ese gazapo? – divulgó la forma de cumplir con la orden de Chávez de parar las protestas populares, lo que le erizó el espinazo a los demócratas del mundo, que opinan que “la declaración de la Fiscal no ha sido sino un signo más en la marcada tendencia del gobierno de Hugo Chávez a la criminalización de la protesta”, tal como lo editorializó el diario El País, de Madrid. Y es que la intención es tipificar las marchas como rebelión civil, dada la cantidad de protestas – 1.500 contabilizó una organización de oposición – tanto laborales y sociales, como políticas.
Y el gobierno está aterrorizado porque es cierto que el país está convulsionado, pero no por las causas que la Fiscal infiere – “para atentar contra un gobierno legítimamente electo” (como era el del Carlos Andrés Pérez contra quien sí atentó Chávez) - sino por la realidad que vive el pueblo por culpa de un gobierno malo – es decir, en palabras del pueblo, “que no sirve ni para recoger bosta” - que en once años y mil millones de dólares de ingresos – los más altos de la historia del país - no ha logrado reivindicar sus banderas, por lo que ha quedado como embustero, además.
Y mire que es largo, señora, el memorial de agravios que, cuando el miedo se revuelva en ira, el pueblo, confundido en una sola voz de justicia, le presentará a Chávez, cuya crasa ignorancia sobre el comportamiento humano en el ejercicio del poder, lo ha llevado a expresar públicamente su deseo de “aniquilar” a la oposición, con la consecuencia predecible de que la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana – que quieren borrar de su memoria el haber sido ellos – con la DISIP – quienes lo derrotaron el 4F – actúen contra cualquier protesta popular con el salvaje ímpetu del odio “rodilla en tierra” que les insufla el fascismo de “mi comandante”, sin percibir que no están atacando a la oposición “oligarca, golpista y pitiyanqui” de su imaginería fascista - que si sabe de golpismo porque es su especialidad - sino al pueblo esperanzado más humilde que cierra vías como lo ha hecho desde siempre para ser escuchado por burócratas obesos cuyo obsesivo rumiar les ha dañado el tímpano de oír el sufrimiento del pueblo.
Pero, ¿cuál será el blanco real de esa amenaza?
Leyendo con atención la filípica de la Fiscal nos encontramos con que “pedirá el enjuiciamiento de todas aquellas personas que alteren la tranquilidad y la paz pública en el país (…) que buscan cualquier motivo para marchar, (…) lo que quieren es desestabilizar, dichas conductas encajan perfectamente en el delito de rebelión civil (tesis fascista), de acuerdo con el artículo 143 del Código Penal, que establece (…) prisión de 12 a 24 años (para) los que se alcen públicamente en actitud hostil, contra el Gobierno legítimamente constituido o elegido. Se están cerrando calles, avenidas, impidiendo el libre tránsito de los venezolanos, (…) con cuyas acciones, todos los que las ejecutan están atentando contra el gobierno constitucionalmente electo” (fascismo).
Quien no escucha tambor termina imputado – y, aunque a la Fiscal la retractan otra vez dejándola colgada de su incondicionalidad, 2.200 venezolanos imputados por “alteración” lo certifican, incluyendo 11 de la Alcaldía Mayor, el Prefecto de Caracas y varios sindicalistas de Guayana: Esta amenaza brutal de la Fiscal General – que, como he dicho, parece General Fiscal – tiene como receptor inmediato al movimiento sindical y a los trabajadores que en el caso petrolero amenazó con paralizar el país – y tiene con qué – si se atrevía el gobierno a diferir nuevamente las elecciones de sus sindicatos. Y esto es extensivo a los trabajadores de Guayana que se dejaron del “Chávez no sabe” y lo culpan directamente de la quiebra de las empresas del Estado.
Chávez ha venido dos veces a Guayana y no ha logrado convencer a los trabajadores de que se queden tan quietos como quiere la Fiscal, mientras la “revolución bonita” se los pega despojándolos de sus beneficios y conquistas laborales, como lo ha hecho con los más de dos millones de empleados públicos que llevan cinco años sin discutir sus convenciones.
Te provoco, si reviras te zampo preso
Y hay que tener cuidado, porque estos tipos ya son expertos en tirar la piedra y esconder la mano, la trampa oculta en las palabras de la Fiscal que parecen dirigidas solamente a quienes “alteren la tranquilidad y la paz pública”, consiste en la agresión oficialista planificada para provocar la reacción que será imputable por la alteración referida, como ya lo han comprobado los doce periodistas pateados por los fanáticos ofensores de la condición humana, que ahora se encuentran con la sorpresa de haber sido ellos los que provocaron la pateadura y por lo tanto “reos de alteración”.
Exactamente fue la instrucción para la fuerza represiva el día de la marcha contra la Ley de educación: Cuando los primeros marchistas llegaron a las barandas – “esas barandas son patrimonio público”, pero no lo era el valioso equipo militar que destruyó Chávez con su alzamiento contra la democracia – la policía estaba a 50 metros y sin la menor provocación – existe un video aficionado que lo prueba - comenzaron el primero de cuatro ataques con lacrimógenas, balas de goma y potentes chorros de agua de cloaca – fácil de conseguir porque Caracas es una cloaca a cielo abierto - para rubricar el deprecio que Chávez siente por todo ciudadano – chavista o no chavista - que ose disentir de sus megalomanías - lo que fue rebeldemente enfrentado durante dos horas por el pueblo no chavista que ya es mayoría en cualquier terreno.
Por eso, por ese miedo cerval que tiene Chávez a que un día el pueblo no respete el “patrimonio público” y le llegue a Miraflores a reclamarle algunos olvidos y otras traiciones, fue que comenzó el operativo para criminalizar y desacreditar a los líderes de la oposición. En San Cristóbal una marcha pacífica fue agredida por un grupo de salvajes que lanzaban botellas y piedras y palos desde la azotea de la Zona Educativa, pero Chávez cambió el libreto y fue el gobernador quien atacó a los ingenuos portadores de las andas del civismo, cuya Santa Patrona es la beata Lina Ron, hoy sacada de circulación para legitimar las acciones persecutorias contra la oposición.
Un video de un vecino que muestra a los chavistas en plena faena le arruino la farsa a Chávez, que ya había ordenado un antejuicio de mérito contra César Pérez Vivas – que lo retó con un burlón - “méteme preso y deja la amenazadera”. Táchira es vital para las relaciones bilaterales con el país que según Chávez limita con Venezuela y que no es Colombia. Y, como siempre, para simular que hay separación de poderes, luego de dar las órdenes pertinentes para la purga estaliniana contra la oposición – coadyuvada por el ventilador de la infamia VTV - se monta en un avión cubano – con tripulación cubana y 150 gozones bien provistos – y parte a recorrer el sórdido mundo dictatorial – “dime con quién andas…” - al que se muere por pertenecer. Ahora sabemos que “la revolución está armada” significa “tengo fusiles, Fiscal y jueces”. Así que la cosa se está poniendo fea… aunque de lo más interesante porque de la cárcel suelen salir los sustitutos de los tiranos. Y como alegoría jodedora, el mundo entero se unió para gritar “No + Chávez”. ¿Un ah?, ¡sí oh!
Rafael Marrón González
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