Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

29 de junio de 2014

ESTADO FALLIDO



Ahondando en la columna del 17/05 en la cual denuncio la característica fallida del actual estado venezolano en su obligación constitucional de garantizar la soberanía y estabilidad económica y alimentaria, la seguridad social, personal y de bienes y propiedades de la ciudadanía,  que, evidentemente y a toda prueba – devaluación constante, desabastecimiento, inflación e inseguridad – han superado la capacidad del gobierno, que se niega a admitir el fracaso de sus políticas públicas, que han colocado a un país petrolero con ingresos inimaginables para muchos países de Europa que nos superan en modernidad y calidad de vida, en un alarmante estado de incertidumbre y miedo sin parangón en toda América Latina, excluyendo el cochambre miserable de Cuba, un país de indigentes que depende de la filantropía mundial para alimentar su discurso barato de “patria y soberanía”.

No es posible encontrar en el devenir de nuestras naciones ejemplo similar de imbecilidad gubernamental, y con la historia a cuestas, lo que demuestra que si el hombre tropieza varias veces con la misma piedra, no es por animal sino por estúpido, y es la ignorancia la que tiene los gobiernos que se merece, no los pueblos. Y con aguacate, machete, no se hace batido de fresa.

Por ello es imperativo aplicar los mecanismos constitucionales pertinentes a fin de producir el cambio político imprescindible, exigido por la realidad que sufre el pueblo en general, en cuyas manos reside la soberanía de manera directa como “depositario del poder constituyente originario” (art. 347), antes de que las protestas alcancen las proporciones de un violento estallido social que derrumbe las débiles barreras democráticas que nos protegen de un indeseable protectorado militar, tan impresentable como el militarismo que padecemos hoy.

Un gobierno que no escucha el murmullo de la arrechera popular, por muy de revolucionario que se las dé, es un gobierno en peligro de extinción. Porque sí es verdad que un pueblo arrecho/ reclama su derecho – ocho de cada diez venezolanos rechaza las políticas del gobierno - y las protestas que se producen en los escenario de la clase media, donde no hay asesinos a sueldo, son tan socialmente plurales como los problemas que aquejan a Venezuela – 420 mil hogares han ingresado al estatus de pobreza en el último año - por la desidia de este gobierno necio, dirigido por la necedad castrista que devastó Cuba, que cree que la realidad puede taparse con un afiche del difunto diciendo que no está muerto sino de parranda.

Mientras PDVSA, la petrolera más demandada – $20 MM para Conocco Phillips – y endeudada del mundo - $48MM y ahora con $2MM con los voraces rusos -  produce apenas para pagar el irresponsable ensartamiento con las sanguijuelas chinas, que cobran intereses leoninos, exigen petróleo con descuentos ruinosos y venden los expoliados barriles en alta mar a los petroleros yanquis. Negocio redondo a expensas del cretinismo revolucionario  venezolano, que obvia que el gobierno chino es esclavista salvaje en lo político y capitalista salvaje en lo económico.

Por ese cúmulo de irresponsabilidades rayanas en traición a la patria, como pelearse con los únicos empresarios que les pagan el petróleo de contado, comprar el afecto de 22 países a punta de regaladera y malversar en Cadivi una suma que según expertos alcanza los $25MM, Venezuela sufre una severa crisis económica   ostenta la más  elevada inflación entre las 42 principales economías  del mundo, sin otra explicación que la ceguera gubernamental que obvia que, sencillamente, “es la economía, estúpido”. Y la única economía posible, de comprobada eficacia, que reduce la pobreza por el trabajo, el estudio y la responsabilidad, es el libre mercado:

la economía social de mercado es un eslogan político, que también se conoció como Tercera vía, y la economía planificada o socialista rompe las barreras históricas de la imbecilidad, y la prueba es la Venezuela residual luego de 15 años de experimentación socialista, el único país del continente que padecerá una contracción del Producto interno bruto (-0,5) y una tasa inflacionaria calculada generosamente entre 70 y 80% - si no migra el dólar controlado al Sicad II porque entonces será del 300% - lo que arrasa con salario y ahorro de todos los sectores, menos los de los enchufados del régimen.  

Para nuestra estupefacción, Bolivia crecerá 5,1 % con una inflación de 6,8%, sencillamente porque no siguió el ejemplo que Caracas dio, el chulito les cogió los dólares y los regalos y le hizo caso al Banco Mundial y allí tienen los resultados. Su economía crece pero aquí “tenemos patria”, pero como la cubana, con desabastecimiento  y con una moneda que no cubre el costo del material que la contiene. Me cuentan que en Colombia compran con sobreprecio los billete de cien para usar el papel quien sabe con  qué fines. Y quienes permitieron a los Castro esta destrucción de nuestro signo monetario, y quiero concederles el beneficio de la duda, porque lo otro es monstruoso,  son tan ignorantes que desconocen que el valor de la moneda nacional es un factor moral determinante en la autoestima de sus ciudadanos que ven la burla a su moneda en la frontera colombiana, país cuyas casas de cambio son las únicas del mundo que aún conceden algún valor comercial a la divisa venezolana.

Pero en lugar de tener la vergüenza de renunciar se creen la mamá de los patriotas, aunque debemos reconocerles el esfuerzo colectivo y singular que han hecho para, adicionalmente,  aislar al país por maula, llevarlo al  segundo lugar en tasa de homicidios del planeta y disputarle a Argentina la hegemonía como el más corruptos de América. Ah, y otro trofeo ganado a pulso por este Estado fallido es que la malaria reapareció en las áreas urbanas de Venezuela por primera vez en medio siglo. Bravo. Que la gradería se desgrane en aplausos y votos ilegítimos. ¡Sale pa´llá!    

Rafael Marrón González     



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