Circuló una vez
una historieta sobre las peripecias de un negrito llamado Memín, quien se
llevaba unas golpizas que lo dejaban inconsciente y, al despertar,
invariablemente se preguntaba: ¿On toy? Cada vez que Nicolás Maduro sale en
cadena nacional, por alguna extraña asociación recuerdo al simpático Memín de
la historieta. ¿On toy? parece ser la pregunta filosófica que angustia la
existencia del primer magistrado de la nación, y que, paradójicamente, le
impide percibir las posibilidades de enrumbar al país hacia una salida cierta
del desastre estructural en el que lo sumió el odio visceral del extinto hacia
su nación, y su maniática terquedad que, como evidencia de su absoluta carencia
de la más elemental inteligencia, lo condujo a la muerte, a pesar de los
llamados de atención de amigos como Lula da Silva, que le decían “te vas a
morir por terco”, pues era el único habitante del planeta que creía, con la fe
hermética de los ingenuos semicultos, que en Cuba se practicaba la medicina y
que existían “médicos” cubanos, como si fuera posible producir conocimientos
con esclavitud.
Esa estolidez le quitó la vida, a pesar de sus tardíos
pedidos lastimeros a un Cristo indiferente con la ignorancia, dejando la
hecatombe económica que sus desatinos hormonales habían desencadenado, en manos
de su elegido sentimental para sucederlo – “…yo se los pido de corazón” - que
como el negrito del cuento, no da pie con bola y para justificar su inmenso
fracaso - que en honor a la verdad no es suyo, pero como sarna con gusto no
mortifica que pague sus consecuencias - sigue la lucha virtual contra el
imperio – que le dio lo suyo con el bitumen de esquisto - incorporando
nuevos frentes como la guerra económica – que perdió de calle - el
paramilitarismo colombiano – que fue embuste que matara a Serra - el
contrabando – que sigue fino - y, ahora, el bloqueo financiero
internacional que impide que su gobierno soberano consiga dólares prestados
“que necesitamos para superar la merma del ingreso petrolero que tenemos” – si
no lo confiesa no nos enteramos – cuando la verdad es que ha subido el riesgo
país por las posibles demandas contra los activos venezolanos en USA por parte
de los tenedores de bonos que temen un default, mientras Ecuador, un país que
pasó de $1.500 per cápita en 1999 a $4.500, en los mismos 15 años de ruina
venezolana, le recluta los profesores universitarios ofreciéndoles 5 mil
dólares mensuales de salario, cuando en su patria ganan 800, exponenciando la
merma del talento nacional que escapa de la miseria socialista, perdonen la
redundancia, impuesta por la envidia vengativa de los Castro a un país
petrolero que obtuvo ingresos de más de un millón de millones de dólares,
fortuna dilapidada de la forma más criminal con la finalidad de producir la
dependencia económica que deriva poder político, pero para sostener ese plan
perverso hace falta inteligencia y un pueblo sumiso y cobarde hasta el
cubanismo, y en ausencia de ambas potestades solo queda militarización y
represión con su respectiva violación a los derechos humanos – en esta materia
no existe “soberanía”, ya el senado gringo aprobó sanciones contra violadores
de los derechos humanos en Venezuela congelándoles cuentas ¿millonarias? - y el
vacío.
Y, en ese vacío se difumina la gobernabilidad, y entonces
hacen de las suyas: el hampa – Venezuela es el segundo país en homicidios en
América Latina - la inflación astronómica - ¿si un cartón de huevos costaba 80
Bsf en enero y hoy vale 370 Bsf, qué 65% de inflación es ese? - y la escases –
no hay ni ¡medicinas!, ni insumos para el aseo personal – revolucionario
que se respete no usa papel higiénico - convirtiendo su gobierno en un remedo
inservible que ha prostituido la institucionalidad, en el vórtice de la más
escandalosas corrupción desde Diego de Losada para acá – nuestro país ocupa
el puesto 161 entre 175 países, resultando ser la nación latinoamericana
más corrupta, informe internacional calificado “ofensa al pueblo” por la
contralora interina, como si el pueblo tuviera alguna ración de los
privilegios que ahítan a corruptos y familiares - mientras el dólar
paralelo galopa, como el caballo del escudo, rumbo a los 200 bolos, y el pueblo
misionero, que amanece en colas absurdas frente a anaqueles pelados, comienza a
rugir anunciando tempestad, por la terquedad de un régimen carcomido por
una ideología que ha sido históricamente devastadora para los pueblos que han
tenido la desgracia de sufrirla.
Y mientras esta realidad lanza al terco por ignorante
gobiernillo de Maduro por el precipicio del desprecio general – 72% de rechazo
no es concha de ajo – con el hándicap de un barril cuesta abajo en la rodada
que puede encallar en menos de $40 – “hay una inundación por parte del
“petróleo contaminante” de Estados Unidos” – el presidente por accidente sigue
impertérrito invocando al difunto y hablando con pajaritos, sin percibir el
drama singular que lo acecha al voltear la esquina. Amor con hambre no dura,
machete.
Hay que tener
frente, para enfrentar frentes
He sostenido a través de este viaje por la codicia, la
maldad y la estupidez que caracterizan para la historia a esta revolución, que
con aguacates no es posible producir batidos de fresas. Pero la idiotez jura
que si Fulano no fue designado ministro en la democracia, fue por maluqueza,
obviando las carencias intelectuales del sujeto de marras, de allí el desastre
de estos elefantes en cristalería, como los que demolieron las empresas de
Guayana o echaron agua de mar a las plantas termoeléctricas de Planta Centro o
acabaron a patadas con la industria nacional y pretenden que el empresariado
sobreviviente a duras penas, les cubra el 70% del presupuesto nacional.
Y ahora la cogieron con el IVIC, porque, alega muy serio un
límbico, “produce conocimiento capitalista”, vaya pa´la auyama, no hay
quien los haga entender que no existe ciencia, tecnología, conocimiento o
economía capitalista o socialista. ¿De dónde salió esta gente? Con ellos el
bruto tiene ahora unidad de medida. Sale pa´llá.
Rafael Marrón González
0 comentarios:
Publicar un comentario