Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

9 de marzo de 2014

¡MUNICIPIO CARONÍ YA!



He sido, hasta este momento, un incansable defensor de la integridad de Ciudad Guayana y en muchas ocasiones me he enfrentado a las pretensiones secesionistas, sobre todo del lado de San Félix, que, paradójicamente, es quien más se beneficia de esta forzada unidad socio económica,  sin posibilidades reales de integración, sin embargo ha llegado la hora de reconsiderar esta posición:

En primer lugar, Ciudad Guayana es una conurbación integrada por dos realidades diametralmente opuestas – no es el caso de la conurbación Miranda - Caracas – Valencia- Maracay – mientras Puerto Ordaz es una realidad industrial, con amplias zonas industriales bien dotadas de macro servicios y vías de acceso, con varios puertos de embarque  a lo largo del canal de navegación, que requiere una visión macro de sus deficiencias y posibilidades, San Félix es una ciudad dormitorio, cuya vida económica se reduce al plano comercial al detal, sin mayores pretensiones.

Por ello fácilmente puede ser administrada por cualquier político sin mayores luces, como ocurre en la actualidad, cuyo mayor logro es haber asfaltado algunas calles olvidadas por la estupidez, pero que para los pobladores del sector merece el premio de la reelección. Pero Puerto Ordaz es un asunto de elevadas miras.

Produce indignación observar el progresivo deterioro de la vialidad en nuestras zonas industriales – la calle Pardillo, de la zona industrial Matanzas, es emblemática – por carecer la ciudad de una autoridad responsable, y por otro lado es imperativo trabajar con ahínco para promover el desarrollo económico de Puerto Ordaz, y para ello necesitamos una gerencia municipal encabezada por un ejecutivo que se dedique, en conjunción con las fuerzas productivas de la ciudad, a restituir el parque industrial, abandonado por la dependencia infantil de las empresas básicas, que, como pesada  ancla, arrastran nuestra economía hacia el abismo.

Y, además, es del lado de Puerto Ordaz donde se abren las posibilidades ciertas de crecimiento poblacional, que debe responder a estrictos programas de regulación urbana, para detener el caos urbanístico que la necesidad precarizada y el populismo electorero han ocasionado en la ciudad.   

Municipo Caroní, municipio Orinoco

Así que llegó el momento de definir políticamente la realidad que nos reta como ciudadanos racionales y conscientes de nuestras responsabilidades con esta ciudad que tanto bienestar prodigó a tantos. San Félix, por ser un pueblo tributario al río Orinoco, debe honrar esa pertenencia erigiéndose como Municipio autónomo Orinoco. Y Puerto Ordaz debe constituirse como Municipio autónomo Caroní, unidas ambas realidades sociopolíticas por el río que las separa de manera natural.

Le tocará a Puerto Ordaz reconstruirse, y para comenzar, esa nulidad gangrenosa que detenta el nombre de la otrora eficiente CVG, tiene que ser la sede de la nueva alcaldía, desapareciendo esa instancia, que tanto lustre dio a Guayana y a todo el sur oriente del país, pero que hoy es una entelequia burocrática anodina, que alberga un funcionariado sin objetivos ni competencias, para servir nuevamente como núcleo inteligente del desarrollo de Puerto Ordaz, su creación primigenia, pivotada en la planificación estratégica del eje Orinoco – Apure, y centro neurálgico del crecimiento industrial de los derivados siderúrgicos producidos por Sidor y las empresas del aluminio, hoy reducidas a focos de contaminación y propagación de enfermedades respiratorias, neurológicas y de la piel, ante la mirada autista del flamante “arcarde” de San Félix.    

Puerto Ordaz necesita repensarse

Seguro estoy de que esta posición será saludada con beneplácito por un gran número de pobladores de San Félix, que hasta una organización pro división mantienen desde hace muchos años, y, por supuesto, del lado de Puerto Ordaz no son pocas las voces que me han invitado a incorporarme a  esta responsable posición que, no debe ser vista como secesionista, sino, por el contrario, eminentemente justa con una ciudad que carece de una administración metodológica que, con el concurso entusiasta, no lo dudo, de los viejos pioneros de la Corporación Venezolana de Guayana, que conocen al detalle cada milímetro de su historia, pueda reconstruir su antigua capacidad productiva.

Por ello invito a quienes apoyan esta propuesta a integrarnos en un movimiento que se ocupe, lo más pronto posible, en llenar los extremos necesarios para llevar a la Asamblea Legislativa del estado Bolívar, los recaudos necesarios para generar esta nueva división político territorial que contribuirá notablemente al engrandecimiento de ambos municipios autónomos.

Lo que dice la ley

El artículo 10 de la Ley orgánica del poder público municipal contempla que para que el Consejo Legislativo pueda crear un Municipio deben concurrir las siguientes condiciones, todas aplicables a Puerto Ordaz:

“1. Una población asentada establemente en un territorio determinado, con vínculos de vecindad permanente.

2. Un centro poblado no menor a la media poblacional de los municipios preexistentes en el estado, excluidos los dos de mayor población. Este requisito deberá ser certificado por el Servicio Nacional de Estadística.

3. Capacidad para generar recursos propios suficientes para atender los gastos de gobierno y administración general, y proveer la prestación de los servicios mínimos obligatorios. A los efectos del cumplimiento de este requisito, deberá constar en acta la opinión favorable del órgano rector nacional en la materia de presupuesto público. Igualmente, deberá constar la opinión del Consejo de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas. En dicha opinión motivada, se determinarán los efectos socioeconómicos en el o los municipios que resulten segregados.

Cumplidas estas condiciones, el Consejo Legislativo una vez aprobada la ley de creación del nuevo Municipio, someterá el instrumento legal a un referéndum aprobatorio, donde participarán todos los habitantes del Municipio afectado”. Puerto Ordaz merece su libertad. Municipio Caroní Ya.


Rafael Marrón González

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