Cuando denuncio al ladrón y al canalla sólo al canalla y al ladrón señalo

Cuando llamo ladrón al ladrón y canalla al canalla, sólo al ladrón y al canalla aludo. Ladrones y canallas suelen cobijarse bajo la pudibundez moral, la insulsa descalificación y las leyes dictadas ex profeso para acallar la voz tronante que los desnuda como canallas y ladrones. Nada me produce más satisfacción que contemplar los cadáveres insepultos de ladrones y canallas, aullando sus pútridas carnes las huellas de mi látigo, deambular ululantes en los muladares buscando un rincón para cavar sus tumbas con la sordidez de su moral deshilachada. ¡Silencio ladrones y canallas que, aunque los tiempos parecen favorecer a canallas y ladrones, este espacio es un reducto de la decencia y de la integridad!

5 de octubre de 2014

“TIERRA FÉRTIL PARA EL SOCIALISMO”



Un “borrego” cubano, enviado para supervisar la gestión de su pitcher designado, tuvo la desfachatez de declarar que Venezuela era “tierra fértil para el socialismo”, es decir para la extrema pobreza y degradación humana que sufre la infeliz isla de Cuba, cuya población ha sido reducida en su dignidad hasta el más abyecto parasitismo, evidenciado en las últimas emigraciones a los Estados Unidos que han exigido los devuelvan al mal de la felicidad tan pronto pasa la euforia del éxito de la peligrosa travesía y se percatan de que deben trabajar para vivir, prefieren una cárcel en Cuba que un empleo en la libertad. Y me pregunto, si el socialismo es miseria para todos, según palabras del propio Fidel Castro, ¿por qué Venezuela es, entonces, “tierra fértil” para esta maldición que llevó a Cuba a la ruina más espantosa? Ese es un insulto intolerable para cualquier hombre libre, pues con ese eufemismo “tierra fértil” este prepotente ex asistente del homicida Che Guevara, quiere significar que nuestro país está poblado por una masa ignorante, floja y sinvergüenza que anhela la esclavitud política con tal de evitar la responsabilidad por el sustento propio y el de su familia.

Y lo más vergonzoso es comprobar que sí, que al tipejo no le falta razón, pues existe un elevado porcentaje de venezolanos, producto de la reproducción irresponsable, que están prestos a convertirse en tierra fértil para el socialismo, que para ellos es pasar doce horas en una cola para adquirir una bombona de gas o algún kilo de cesta básica que luego revenden con pingües beneficios, que llegan hasta los 25.000 Bsf semanales. Y nadie los monta en un avión y se los lleva para Cuba para que conozcan en carne y hueso el socialismo de verdad, el que tapa la factura petrolera gringa.

Tierra feraz es Venezuela….

Venezuela sí es tierra fértil, pero para el progreso colectivo por el desarrollo de las potencialidades de sus ciudadanos, debidamente despiojados de toda forma de parasitismo dependiente. Individuo y libertad es la fórmula del progreso colectivo. La colosal fortuna lanzada al albañal por esta irresponsabilidad enloquecida que lleva dieciséis años en el poder, bien hubiera servido para construir una formidable plataforma autosustentable para acoger la pobreza en tránsito y ofrecerle una posibilidad cierta de movilidad social.

Porque, estemos claros, dentro de ese amplio espectro que llamamos “la pobreza” hay de todo, desde los que ejercen la pobreza como rentable oficio libre de impuestos y responsabilidades, hasta los que no les da la gana salir de la pobreza porque disfrutan la dependencia que les prodiga la aduldolescencia, de estos últimos especímenes se nutre el socialismo para imponer por las armas de la represión sus designios sobre una nación, para reducirla a la esclavitud, bajo el subterfugio de la soberanía popular.

Por ello he sostenido la necesidad de hablar claro al pueblo verdadero, el que sale todos los días a trabajar de sol a sol, presentándole los hechos con argumentación histórica precisa, sin la necia urbanidad que distorsiona la verdad, pues el discurso socialcomunista, que así deberíamos llamarlo para cortar por lo sano con el criminal engaño socialista,  es seductor y ofrece al pueblo un paraíso terrenal sin explicarle que para acceder a él hay que morir políticamente exactamente como hay que morir físicamente para llegar al paraíso de las religiones, lo que nos permite deducir que sólo la muerte dispensa felicidad sin trabajar por lo que aquí en la vida terrenal hay que comprometerse con el trabajo, el estudio y la responsabilidad para edificar nuestros ideales contando con la indispensable  garantía de la propiedad privada, el respeto al libre albedrío y la libertad para el desarrollo de la personalidad de cada individuo que en su conjunto conforma sociedad y genera progreso. 

La verdad nos hará libres

El más grave problema que confrontamos los liberales es que el discurso romántico y pobrecitista de la izquierda, flota incontaminado por encima de los cien millones de muertos y de las atrocidades que los socialistas y comunistas han cometido antes de fracasar estrepitosamente y convertirse en capitalistas. Y es que ese discurso atrapa especialmente a la juventud que no ha incursionado críticamente en la historia - "si uno conoce a un izquierdista muy viejo es porque debe estar con problemas", Luis Inacio Lula da Silva. 

Por eso es tan importante llevar a nuestra juventud, de todas las edades, la verdad resultante de comparar el discurso romántico contra la injusticia inspirada en Robin Hood, y la realidad de un siglo de crueldades de este perverso sistema ideológico enemigo de la libertad, del individuo y de la democracia. Han sido tan horrendos y tan profusos los crímenes contra la humanidad que han cometido los regímenes socialcomunistas que en el mundo han tenido la desgracia de imponerse sobre sus pueblos, que los seguidores de esta antinatural corriente política reaccionan definiéndolos con el derivado de los líderes que dirigieron y dirigen esos gobiernos olvidando que un gobierno es una estructura de poder, y así, en Cuba hay “fidelismo” no socialismo; en Corea del Norte es “polpotismo”, en la Unión Soviética hubo estalinismo,  no socialismo ni comunismo, porque el comunismo es “una utopía” me corrige un criminal potencial afilando la daga de degollar hombres libres.

La realidad del socialismo es tan espantosa que ahora, por seguir en su terquedad de no reconocer que se equivocaron, que el socialismo es criminal y ladrón en lo político y ruinoso en lo económico, que inventaron un modelo paniaguado para estafar bocabiertas que mientan “socialismo democrático”, que no es otra cosa que socialdemocracia, que a su vez no es más que  democracia liberal con filantropía oficial. Sale pa´llá.

Rafael Marrón González


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